¡Qué alivio! Ya está... ya lo he dicho, te quiero, eres el hombre de mi vida. ¿Qué más puedo decir? 

Yoona, igual estás exagerando un poco, sólo lo conoces desde hace cuatro días y ya le estás jurando amor eterno.

JH. - tenemos que volver. 

Y. - no quiero (Abrazarte es mejor)

JH. - una hora. Como mucho, dos

Y. - ( 15 minutos) una hora. 

JH. - Buena chica.

Y. - y guapa. 

JH. - y muy guapa. 

Y. - lo sé. 

JH. - Vamos, que quiero que luzcas ese vestido. 

Y. - no te lo he agradecido

JH. - ni se te ocurra hacerlo, lo estoy disfrutando más que tú. 

Otra vez en la fiesta,con todos los invitados haciéndole la pelota, ¿le gustará?  Yo creo que mataría a alguien. Nunca lo entendí, yo no tengo esa paciencia. Recuerdo que omma me decía, que había que ser educado con todos. Y supongo que tendré que hacer lo que me dijo. 

JH. - Yoona, ven. 

Y. - mianeyo, estaba en mi mundo. 

JH. - no sé si conoces a los señores Smith, son muy agradables. 

Y era mentira, me engañó porque no quería estar solo con esos pesados, 30 minutos diciendo tonterías y más tonterías. Lo bueno es que ya nos vamos a marchar.

Por fin, menos mal que se fueron, un minuto más y les echo la copa a la cara. Omma... ¡Qué difícil es esto!

Director del hotel. - señor, tiene una llamada de Seul en la recepción. 

JH. - gracias, voy ahora. 

El señor nos dejó solos.

JH. - contesto y subimos. ¿ok? (Yo sólo pude sonreír)

No quiero que piense que escucho sus llamadas, prefiero adelantarme y esperarle arriba. 

¡cuanto tarda!