Quédate Conmigo

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¿Cómo es que la vida puede cambiarte en tan solo 30 días?

D.O KyungSoo nunca se imagino que al terminar lo que para el siempre había considerado un mes tendría que tomar la desición que marcaría el futuro de su felicidad.

 

- Así que al fin tomaste tú decisión – pronunciaba con cierto toqué de enojo y tristeza el muchacho que se situaba enfrente a él.

-Yo… - Balbuceaba KyungSoo mientras agachaba la cabeza incapaz de pronunciar algo más.

-No digas nada, todo me quedó bastante claro, lo escogiste a él – decía el muchacho alejándose lentamente de él.

 

Foreword

CAPÍTULO 1

 

Día 30 .- El comienzo del Juego. 

 

 

 

- Así que al fin tomaste tú decisión – pronunciaba con cierto toqué de enojo y tristeza el muchacho que se situaba enfrente a él.

 

-Yo… - Balbuceaba KyungSoo mientras agachaba la cabeza incapaz de pronunciar algo más.

 

-No digas nada, todo me quedó bastante claro – decía el muchacho alejándose lentamente de él.

 

KyungSoo pudo detenerlo, él sabía que querría que lo hiciera pero también sabía muy bien que no podía seguir engañándose más. No lo quería de la forma que él lo hacía, no lo deseaba con la misma intensidad, no le hacía feliz, no podía seguir arruinando más su vida.

 

-Perdón…-susurró KyungSoo mientras observaba como esa persona se alejaba y sabía muy bien que para nunca regresar.

 

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UN MES ANTES

 

 

 

-¡KyungSoo despierta ya, es tú primer día de trabajo! – escuchó a lo lejos que le gritaban esas palabras pero no podía o más bien no quería levantarse de su adorada cama. Hacía bastante frío afuera pues desde hace días en los noticieros habían pronosticado que un fuerte frío se acercaba a Seúl.

 

“Bonito día para empezar a trabajar” pensó el castaño al momento que decidía quitarse las cobijas de encima y sentarse al borde de la cama para después dirigirse al baño a tomar una ducha caliente.

 

Se quitó lo único que llevaba como prenda y sin más se dirigió a abrir el grifo, exclusivamente el que contenía el agua caliente. Nunca le había gustado bañarse con agua fría y debido a eso no le molestaba en lo absoluto sentir sobre su piel el líquido totalmente ardiente. Le relajaba de una manera indescriptible pero no podía estar tanto tiempo en la ducha así que se apresuró a bañarse y justo cuando abrió la puerta del baño pudo observar a su compañero de departamento frente al espejo.

 

-Recuerda en lo que quedamos – decía un chico rubio de tez morena al momento en el que KyungSoo salía del baño.- Sales de trabajar a las 4:00pm y yo estaré a más tardar a las 5:00pm en casa.- seguía diciendo mientras se arreglaba frente al espejo – hoy festejaremos tu nuevo empleo y que yo al fin fui admitido en la Academia de Baile “XOverdose” – finalizo con una enorme sonrisa al momento que se dirigía al castaño.

 

KyungSoo lo vio acercarse a él con esa sonrisa y esa típica mirada que siempre hacía que sintiera una corriente eléctrica desde la punta del dedo pequeño del pie hasta el último cabello de su cabeza.

 

 Hacía más de dos años que compartía departamento con JongIn y aún no se animaba a confesarle que estaba enamorado de él y es que ¿Cómo no estarlo? Desde que el destino hizo que se cruzará en su camino quedó embalsamado por la personalidad del moreno. Y qué decir del cuerpo que poseía. Simplemente no había motivos para no enamorarse de Kim JongIn pero si habría motivos para nunca confesárselo como el hecho de que arruinaría su amistad y eso jamás dejaría que ocurriera.

 

-KyungSoo, ¿me estas prestando atención? – preguntó JongIn moviendo su mano frente a la cara del castaño.

 

-JongIn quita tu mano de mi cara, si te presté atención –dijo KyungSoo pretendiendo sonar lo más convincente posible-. Solo espero que este clima asqueroso no nos arruine nuestros planes- sentenciaba KyungSoo mientras se colocaba la corbata frente al espejo.

 

-El clima no será impedimento así haya una tormenta de nieve, festejaremos – siseó JongIn observando a su amigo como tenía una lucha campal con esa corbata, sonrío y se acercó nuevamente a él para ayudarle.

 

No le dio tiempo a KyungSoo para decirle al moreno que no necesitaba de su ayuda cuando ya lo había volteado de una manera poco delicada para después dirigir sus manos a esa pequeña prenda creada para sacar de quicio a cualquiera que le llegará a usar por obligación.

 

-Listo, ya está – susurro JongIn al momento de haber acabado de hacerle el nudo de la corbata a KyungSoo y palmearle el brazo izquierdo-. Te ves perfectamente bien Soo, un digno Director de Finanzas de la SM-. Pronunció el moreno mientras lo observaba de arriba abajo, meticulosamente.

 

KyungSoo se ruborizó al instante por ese simple cumplido, trató de que pasará desapercibido por lo que se dirigió nuevamente al espejo para arreglarse el cabello y así disimular su notable nerviosismo.

 

-Oye a todo esto, se me había olvidado decirte que ChanYeol vendrá con nosotros – El moreno espero que su amigo no se molestará por ese pequeño detalle que había olvidado mencionarle desde que se había planeado el festejo – ChanYeol consiguió un buen representante que le ayudó a conseguir una marca muy importante para promocionarlo y seguir su carrera de motociclista y pues ya que tú y yo festejaremos se me ocurrió invitarlo -. Finalizo el moreno quien se encontraba ya con la mochila sobre el hombro para disponerse a irse.

 

-ChanYeol huummm-. Susurró KyungSoo haciendo memoria de quien era. Sabía que JongIn se lo había presentado en una ocasión que fueron a verlo en una carrera pero como a él esos lugares lo ponían nervioso fue muy rápida la presentación debido a que no podía soportar el ruido de los motores, la tierra y sobre todo al tipo de personas que frecuentaban esas carreras-. No lo recuerdo muy bien pero no hay problema, entonces a las 5:00pm acá en el departamento y de allí a donde nos lleve el viento-. Trató de sonar algo cómico pero debido a que no se le daba mucho ser así vio como JongIn soltó una ligera carcajada.

 

-Exacto, a donde nos lleve el viento –pronunciaba el moreno entre risas mientras ponía su mano en el picaporte para abrir la puerta e irse-. ¡Nos vemos al rato Soo, ten un buen día y no te canses demasiado! – puntualizo el moreno al momento que salía del departamento.

 

KyungSoo suspiró para después torcer su boca en una ligera sonrisa. Sabía que ese día debía de ser especial. Hoy comenzaba una nueva vida y se encargaría de gozarla lo mejor que podía. Disfrutaría de su trabajo, disfrutaría del festejo.

 

“Actitud mental positiva” pensó KyungSoo para después ensanchar más su sonrisa, tomar su maletín e irse directo a su nuevo empleo.

 

 

 

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Metió las llaves a la manija para abrir la puerta pero antes de hacer dicha acción escuchó ruidos que provenían de su departamento. Recordaba que JongIn le había mencionado que él llegaría hasta las 5:00pm y no era precisamente esa hora.

 

“Quizás llegó antes” pensó KyungSoo para restarle importancia y sin más abrir el trozo de madera y entrar a su departamento. Estaba bastante cansado. Para ser su primer día estuvo repleto de trabajo, parecía que esa empresa había dejado de hacer presupuestos y contabilizaciones por años por lo que tuvo que actualizar todo esos pendientes tan solo hoy. KyungSoo siempre había tenido habilidad para los números y la interpretación de las leyes por lo que a pesar del excesivo trabajo que se le podría presentar siempre terminaba arreglando hasta el más grande de los problemas financieros que podían presentarse. No por nada se había conseguido dicho puesto en la SM.

 

Pero ahora no quería pensar más en leyes y números, solo quería tomar una ducha caliente para relajarse y así ir a festejar con todas las energías posibles. No quería que esta vez fueran como todas las ocasiones pasadas. Él en la barra solo, mientras JongIn seduciendo a cualquiera que se proponga con el simple hecho de bailar. Cuando entro a su habitación le llamo la atención un objeto que sabía muy bien que no era de él. Un anillo se encontraba sobre su cajonera. Se dirigió a dicho mueble para poder apreciar dicho objeto. Lo tomo y lo acercó más a sus ojos debido a que al parecer tenía una frase escrita en él.

 

 

 

“Quédate conmigo, donde quieras que estés, iré por ti”

 

 

 

Esa frase le pareció de lo más cursi pero independientemente de eso, ¿De quién era este anillo y porqué estaba en su cuarto? Lo dejo en el mueble dispuesto a irle a preguntar a JongIn si ese anillo era de él pues no había mejor explicación que esa ¿Quién más podría entrar a su cuarto sino él? KyungSoo camino hacia la salida pero antes de poder un paso más escuchó que en su baño se oía la regadera, trago en seco pues se le hacía bastante extraño que su moreno amigo tomará una ducha en su baño cuando él tenía uno propio en su respectiva habitación. Era un hecho, quien estaba en su baño noera JongIn.

 

Sintió como su cuerpo se tensaba con cada paso que daba en dirección a su baño, su respiración se detenía por momentos que hasta pensó que lo mejor era tener algún medio de defensa por si se trataba de un “demente invade departamentos” así que tomó lo único que tenía al alcance, una calculadora. No era un arma letal pero si era bastante grande como para romperle la cabeza a alguien. Se posiciono frente a la puerta, inhalo todo el oxígeno que sus pulmones pudieron aceptar para después soltarlo lentamente por la boca.

 

Al momento de poner su mano en el picaporte escuchó como el grifó era cerrado. Su corazón empezó a latir tan fuerte pero no se alejaría, pensó que era mejor esperar a lado de la puerta para que una al momento en que saliera esa persona poder golpearle en la cabeza y dejarlo inconsciente.

 

“Si, eso será lo mejor” pensó KyungSoo al momento que posicionaba su espalda sobre la pared, a lado de la puerta del baño. Escuchó el ruido de la puerta abrirse y todo su cuerpo empezó a temblar, no es que fuera un miedoso es solo que nunca en su vida se había encontrado en una situación como aquella. Vio como la puerta se abría pero aún no podía observar quien era esa persona sino hasta el momento en el que sospechoso la cerro y es allí donde KyungSoo dejo de respirar.

 

Observo a un muchacho, tal vez de un metro ochenta o más pero eso no era lo que estaba dejando al castaño sin respiración. Era más bien el hecho de que dicha persona solo llevaba una toalla atada a su cintura, KyungSoo trago saliva cuando pudo observar como unas gotas resbalaban desde la nuca del desconocido, pasando lentamente por su columna vertebral para perderse en la espalda baja.

 

Movió su cabeza de un lado a otro para retirar cualquier pensamiento que no fuera el de golpearlo pero era un hombre así que no le golpearía por la espalda. Lo encararía.

 

-¡Ey! – gritó el castaño para poder llamar la atención de aquella persona.

 

El desconocido se sobresaltó al escuchar semejante gritó. Se giró para observar el lugar de donde procedía esa voz. Cuando sus ojos se cruzaron con los de KyungSoo, su cuerpo sintió como una corriente viajaba por todo su ser.

 

-KyungSoo… - susurró el alto muchacho y es que como podía olvidar a aquel chico que desde el día en que lo vio sabía que sería su maldición.

 

-¡¿Quién eres y por qué estás en mi casa?! – preguntó mientras apuntaba al aludido con su calculadora, sabía que lo más seguro es que se mirara tan patético defendiéndose con algo como eso pero no le importó.

 

- ¿No me recuerdas? – Le contestó a la par que miraba como este se acercaba a él.- KyungSoo, soy yo, ChanYeol -. Dijo cuándo se encontraba ya a tan solo un metro de distancia del castaño. – ¿No recuerdas? Nos presentó JongIn cuando fueron a verme a una carrera-. Finalizó con una sonrisa sobre su rostro.

 

-Oh, ChanYeol… - susurro el castaño dejando su pose de ataque. – No pensé encontrarte es que JongIn…pero espera – hizo una pequeña pausa.- ¿Cómo es que pudiste entrar? –preguntó con esos ojos tan expresivos como siempre.

 

-Bueno verás.- dijo para después continuar. – Llegue más temprano a Seúl de lo que imagine así que fui hasta la academia de baile donde estudia JongIn y como él aún no podía salir me prestó sus llaves -. Contestó alzando los hombros para restarle importancia al asunto.

 

-Ya veo -. Dijo KyungSoo bajando la calculadora pues ahora que sabía quién era el desconocido sabía que no correría peligro.

 

-¿Ibas a defenderte con una calculadora? – rio ChanYeol apuntando dicho objeto que KyungSoo llevaba consigo.

 

-¿Qu-é? Ah este es que yo…- balbuceaba KyungSoo alejándose de ChanYeol e ir al lugar donde había tomado su “arma de defensa” y dejarla nuevamente ahí.- N-no, bueno si pero con mi fuerza hubiese podido roto la cabeza – contestó con firmeza el castaño.

 

-No lo dudo.- dijo el pelinegro quitándose la toalla para poder secarse la espalda.- El día que te conocí golpeaste a un tipo con un paraguas porque les aventó cerveza a ti y a JongIn.- añadió soltando una ligera sonrisa.

 

KyungSoo trató de poner atención a lo que el muchacho le decía pero ¿Cómo se supone que puedas concentrarte cuando una persona está frente a ti pasándose una toalla sobre su cuerpo semi desnudo? Volteó su rostro para no observar más de lo debido. Debía salir de allí y así lo haría.

 

-Oh, sí lo recuerdo – contestó KyungSoo desviando de vez en cuando su mirada hacia el pelinegro.- bueno será mejor que te dé tú espacio y-yo iré a prepararme para cuando llegue JongIn.- finalizo tomando paso hacia la salida de su habitación.

 

-No, no te vayas creo que aquí el que te debería dar el espacio para arreglarte soy yo.- dijo ChanYeol antes de que el castaño saliera de la recamara.- al fin y al cabo es tu departamento y sobre todo tu habitación.- tomo sus pertenencias y se acercó a donde estaba KyungSoo.- Vi un espejo en la sala así que no te preocupes, perdón por entrar a tú habitación sin permiso.-concluyo antes de salir del cuarto.

 

KyungSoo no supo como reaccionar, es decir, no es que le hubiere molestado que tomará una ducha es solo que no esperaba que alguien estuviera cuando el llegará. Suspiro con cansancio mientras cerraba la puerta y se dirigía al cuarto de baño, todo eso había sido un poco extraño y quería despejar su mente, lo necesitaba.

 

Sin más, entró al baño y se dejó llevar por el sonido del agua y el aroma a jabón.

 

 

 

>>>>>>>>>> C H A N S O O <<<<<<<<<<<

 

 

 

Para KyungSoo todo paso rápido después de que salió de su habitación ya bañado y cambiado. JongIn estaba en la sala con un sonriente ChanYeol esperando por él pero antes de que el castaño pudiera hablar, su moreno amigo se apresuró a levantarse del sillón tomarlo del brazo y darle una indicación con un movimiento de cabeza al pelinegro para que salieran del departamento.

 

El lugar donde JongIn los había llevado estaba totalmente oscuro solo en el suelo se podían apreciar unas luces neón que indicaban el camino hacia la pista de baile mientras que en el techo se encontraban suspendidas una clase de jaulas donde dentro de ellas albergaban a seres que parecían poseídos por el poder de la música. En la parte trasera de la pista de baile se podía apreciar una especie de camas cubiertas por una especie de velo para dar “privacidad” a quienes quisieran pasar a un nivel más avanzado de roces.

 

KyungSoo se dijo a si mismo que no pasaría eso de ser solo el observador desde la barra pero no podía, simplemente no podía pasarla bien cuando miraba a JongIn bailar con esa chica que había salido de quien sabe dónde y antes de que pudieran sentarse a tomar un trago juntos, había tomado al moreno del brazo arrastrándolo al centro para después pegar su provocativo cuerpo sobre el de JongIn.

 

Trago en seco el quinto tequila de la noche, sintió como el líquido pasaba por su garganta causándole un ardor que increíblemente se sentía tan bien. Un fuego que entraba por su boca para incendiar todo a su paso, porque así se sentía cada vez que no podía tenerlo, ardiendo en llamas cada vez que tenía que ver como un o una desconocida podía hacer lo que él nunca se atrevería.

 

-Sigues enamorado de él – escuchó el castaño sobresaltándose y dirigiendo su vista a la persona que estaba a su lado.

 

-¿Qu-é dijiste? – preguntó KyungSoo casi cayéndose de su asiento.

 

-Sigues enamorado de él –repitió ChanYeol al terminar de tomar su trago y pedirle al barman otro igual con una seña.- conozco muy bien esa mirada – Hizo una pausa para girarse a ver al castaño a los ojos.- cargada de sentimientos que quisieran salir pero que los haces cenizas en tu interior pues no te atreves a dejarlos fluir.- le dijo con una sonrisa.

 

KyungSoo lo observó con los ojos bastante abiertos ¿Cómo es qué este tipo se diera cuenta? No es que fuera tan obvio ni mucho menos. Había aprendido perfectamente como ocultar lo que sentía sin ser descubierto por nadie y llegaba esa persona quien apenas era la segunda vez que lo veía y se daba cuenta…No simplemente no era posible.

 

-Estás loco – bufó KyungSoo dándole el último sorbo a su trago.

 

-Mira, quizás puedas engañar a todo el mundo pero yo no soy ellos.- dijo con la mirada dirigida al lugar donde estaba JongIn.- ese fuego que intentas convertir en cenizas un día resurgirá tan fuerte que te hará arder tanto que dolerá más de lo que ahora lo hace.- sacó un cigarrillo de su chaqueta para después encenderlo y aspirar lentamente de él.- Yo puedo ayudarte antes de que eso pase.- finalizó dejando salir lentamente el humo por su boca.

 

-¿Ayudarme? ¿Cómo? – preguntó resignado KyungSoo pues era innecesario seguir fingiendo lo que para ChanYeol había sido bastante obvio.

 

-Sabemos cómo es JongIn, es un distraído sin remedio pero.- giró su rostro hacía KyungSoo para observarle.- reacciona cuando descubre que lo que quiere lo está perdiendo porque otro lo tiene.- se acercó al castaño sin apartar la mirada de la de él.- JongIn necesita entender que no siempre estarás cada vez que él quiera-. Siguió acercándose peligrosamente el pelinegro al castaño.- finjamos tener interés uno en el otro y verás que la chispa que impidas que haga explosión en ti, lo hará en él y estarán juntos.- concluyó alejándose de KyungSoo.

 

-Estás loco, cómo se te ocurr – trato de continuar pero ChanYeol lo interrumpió.

 

-Ve como viene hacia nosotros JongIn, no me acerqué a ti por simple antojo.- le dijo el pelinegro señalando con su cigarrillo al moreno que se abría paso sobre la multitud.- No nos apartó la vista desde que estuve a una corta distancia de ti, piénsalo KyungSoo no pierdes nada y ganarás mucho.- sonrió con ganas a la par que se llevaba de nueva cuenta el cigarrillo a su boca.

 

El castaño vio como JongIn apartaba no muy amablemente a la gente para poder llegar a donde estaban él y ChanYeol. Miró con incredulidad al pelinegro y regresar la vista a un malhumorado moreno.

 

-Hagamos la prueba hoy.- susurro KyungSoo dirigiéndose al pelinegro.- si logramos que tenga celos, verdaderos celos.- hizo una pausa respirando profundamente.- fingiremos que me gustas y que yo te gusto.- concluyó con su copa vacía en el aire.

 

-Trato hecho, D.O KyungSoo.- le contestó tomando de la barra su copa.

 

-Trato hecho Park ChanYeol.- repitió, chocando sus copas.

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