Cuando somos adolescentes, en algún momento de nuestra adolescencia, algunas afortunadas personas pueden experimentar esa sensación  maravillosa, el primer amor. A veces el primer a mor, puede ser o no correspondido, cuando si lo es, se siente una felicidad maravillosa y eso lo se... por que lo experimente y aunque viviera 1000 veces, desearía que el fuese mi primer amor. Esta es la historia, de mi primer amor...

Iba caminando por los pasillos del instituto, de camino a clase. Todos los chicos hablaban y gritaban a mi alrededor, pero entonces choqué con alguien, caí al suelo, miré hacía arriba y vi al chico mas guapo que había visto jamás. El chico con una voz suave y baja, me preguntó:

 - ¿Estas bien?
 - Si...
 
El chico me ayudó a ponerme en pie y acto seguido continuó su camino. Me di la vuelta y vi como se iba, ¿quien era? Eso era lo único que me preguntaba a mi misma, nunca lo había visto en el instituto. El timbre comenzó a sonar entonces y Soomi, mi amiga, se abalanzó sobre mi y me dijo:

 - ¿Que estas haciendo? Ya ha sonado el timbre, ¿que estas mirando?
 - N-nada...
 - Hey, te conozco bien y nunca te he visto así – Comenzamos a caminar en dirección a nuestra clase - ¿Te gusta algún chico?
 - ….
 - No has dicho nada, eso eso, ¿quien es? ¿Como se llama? ¿A que clase va? ¿Es guapo?
 - No lo se. No lo se. No lo se. Y mucho, es muy guapo.
 - Wow, cuanta información. - Dijo con un tono de ironía -.
 - Nunca lo había visto por aquí. - Entremos a clase y el profesor aún no había llegado -.
 - Tal vez sea nuevo.
 - Puede ser... - Me senté en mi asiento -.
 - ¡Tienes que conocerlo! - Dijo muy entusiasmada -.
 - ¿Quien? ¿Yo? Ni hablar, ya sabes que soy muy tímida con los chicos.
 - Vale, haz lo que quieras... - Abrí mi libro y comencé a ojearlo – Pero otra chica puede hablar con él y...
 - ¡Para! Lo intentaré, lo intentaré, pero no prometo nada.
 - Intentarlo ya es mas de lo que has hecho en toda tu vida.
 - ¡Yah!
 - Hola, a todos. - El profesor entró en clase -.
 
Terminó la case y Soomi, mientras recogía sus libros y los metía en su mochila, dijo:

 - Lo siento, hoy no podremos volver a casa juntas.
 - ¿Por que?
 - Mi padre quiere que vaya a ver a mi abuela antes de volver a casa y vive lejos, así que tengo que ir rapido a comer el autobús.
 - Vale, ve con.... - Salió de clase corriendo – Cuidado.
 
Recogí mis libros tranquilamente, me puse la mochila y salí de clase. Comencé a caminar por el pasillo, pero entonces comencé a oír música, como una guitarra. Seguí el sonido de la guitarra hasta una clase, la puerta estaba un poco abierta, así que no pude evitar asomarme y vi a un chico tocando la guitarra, no podía ver quien era, por que estaba mirando por la ventana. La música que tocaba ese chico era preciosa, entonces estornudé y rápidamente me puse detrás de la puerta, para que no me viese, podría pensar que le estaba espiando, la verdad es que lo estaba espiando, pero no quería que me viese. Un minuto después volví a mirar al interior de la clase, quería saber quien era. El chico estaba mirando por la ventana, oí un gente en el pasillo, así que miré hacía la gente y cuando volví a mirar al chico, la puerta se abrió y caí al suelo. Con los ojos cerrados me quejé del dolor, entonces oí una voz que decía:

 - ¿Otra vez en el suelo?
 - ¿Eh?
 
Abrí los ojos y levante la mirada, me sorprendí tanto que me quedé sin habla. Ese chico que estaba tocando la guitarra era el mismo chico con el que me topé esa misma mañana. Rápidamente me puse en pie y dije:

 - Lo siento, lo siento mucho, yo no...
 - ¿Me vas a decir que no me estabas espiando? No me lo creo... hace un rato que me di cuenta.
 - Oh... ¿tocas la guitarra? 
 - Si.
 - Tocas muy bien.
 - Gracias. - No me miraba a la cara -.
 - ¿Eres nuevo?
 - Si, hoy es mi primer día.
 - ¿Y que tal te fue?
 - Las chicas de este instituto son muy pesadas, no me dejaban en paz.
 - Oh, entonces... me voy.
 
Rápidamente salí del instituto y volví a casa.  La casa estaba vacía, ya que mis padres se habían ido de viaje por un asunto familiar. Dejé mi mochila en el sofá y fui a la cocina para prepararme algo para comer, me preparé un tazón de ramen instantáneo. Salí al salón para la tele mientras comía, entonces oí un ruido en la calle, dejé el ramen sobre la mesita y me asomé por la ventana. Eché un vistazo a la calle y vi que tenía vecinos nuevos, continué mirando y era una familia. La familia comenzó a salir del coche y viste a una mujer, un hombre, un niño y un chico, mas o menos de tu edad. El chico te parecía familiar, continuaste mirando y cuando el chico se dio la vuelta, te diste la vuelta y te sentaste en el suelo para que no te viera, era el mismo chico de esa mañana, ¿me estaba siguiendo o que? Volví al sofá y continué comiendo el ramen, pero entonces alguien llamó al timbre, abrí la puerta y era ese chico:

 - Hola, encantado, ¿podrías prestarme unas...? Vaya, que sorpresa.
 - Hola... - Dije nerviosa -.
 - Bueno, ¿me prestas unas tijeras?
 - Si, si, claro. - Entré en casa y cogí las tijeras que habían en la cocina – Toma – Le di las tijeras -.
 - Gracias, en un rato te las devuelvo.
 
Cerré la puerta y miré el suelo, era como si todo esto fuera obra del destino. Volví al sofá y terminé de comer. Pasó una hora y el timbre volvió a sonar, abriste la puerta, era de nuevo ese chico:

 - Toma, gracias. - Me dio las tijeras -.
 - Oh, de nada, para eso estamos lo vecinos. - El chico estaba a punto de irse, pero necesitaba saber su nombre – Yo me llamo __________, ¿Y tu? - El chico se giró de nuevo - ¿Como te llamas?
 - Jinyoung.
 - Oh.... bien.
 
El chico se dio la vuelta y se fue. Cerré la puerta, y aunque él sea algo frío, te sentías bien por que ya sabía su nombre. 
Pasó la tarde y ya estaba oscureciendo. Estaba en el sofá haciendo los deberes y entonces alguien llamó al teléfono lo cogí y era mi madre:

 - Hola, mamá.
 - Hola, hija. Te llamaba para decirte que mañana volvemos a casa.
 - Woah, que bien, me siento algo sola la verdad.
 - Pues no te preocupes, cuando mañana vuelvas de clase estaremos en casa.
 - Que bien.
 - Bueno, hablamos mañana, ¿vale? Que tu padre y yo tenemos algo de prisa.
 - Vale, hasta mañana.
 - Hasta mañana. - Colgué -.
 
Me alegraba que volvieran, por que no tenía a nadie con quien hablar y reconozco que el estar sola me da algo de miedo.

Llegó la mañana siguiente, me duché, me puse el uniforme y me tomé un vaso de leche. Me puse la mochila y salí de casa, mientras cerraba me di cuenta de que Jinyoung salia de su casa para ir al instituto. Fui hasta la acera mientras lo miraba, entonces comencé a caminar y notaba como él iba por detrás. Dejé de caminar y dije:

 - ¿Quieres que vayamos juntos?
 - ¿Que?
 - Podríamos ir juntos al instituto.
 - Vale.
 
Continuamos caminando en silencio, todo era muy incomodo. Lo miraba de vez en cuando y no podía evitar pensar muchas cosas, como lo guapo que era, y el por que era tan frío conmigo, ¿era así o solo conmigo? Miraba al suelo sin decir una palabra, pero entonces Jinyoung dijo:

 - Siento si soy algo frío contigo.
 - ¿Eh?
 - No soy una persona a la que le guste hablar con la gente y eso.
 - No te preocupes, está bien.
 
Llegamos al instituto, entré en clase y Soomi me dijo:

 - ¿Quien era ese?
 - Pues... ¿recuerdas al chico del que te hablé ayer?
 - ¡Increíble! ¿Es el? Wow, no me lo puedo creer, ¿habéis hablado?
 - Si claro. Se llama Jinyoung y es mi vecino.
 - No me lo puedo creer. Tu, ________, has hablado con un chico. Estas madurando.
 - Lo sé.
 
Pasó la mañana y de nuevo Soomi tenia que irse rápido, así que de nuevo me quedé sola. Salí del instituto y vi a Jinyung sentado en las escaleras, me acerque a él y le dije:

 - ¿Esperas a alguien?
 - La verdad es que... si.
 - Oh, vale. - Bajé las escaleras y Jinyoung se puso en pie y comenzó a seguirme, me di la vuelta - ¿Quieres algo?
 - Te... te esperaba a ti.
 - Oh, ¿a mi?
 - ¿Vamos juntos? - Dijo tímido -.
 - Claro.
 
Comencemos a caminar, y de nuevo un enorme silencio incomodo se notaba en el ambiente. Miraba al suelo, a los lados y no se me ocurría nada que decir, pero entonces pregunté:

 - Y... ¿por que os habéis mudado?
 - Mi padre a encontrado trabajo aquí.
 - ¿En que trabaja?
 - Es el presidente de una famosa empresa de inmobiliarias.
 - ¡Que casualidad! Mi padre también es el presidente de una empresa de inmobiliarias.
 
Jinyoung miro al suelo y me cogió de la mano, aunque era algo precipitado, no quería que se apartase. Llegamos hasta mi casa y me dijo:

 - Bueno, te espero mañana para ir al instituto juntos.
 - Vale.
 - Adiós.
 - Adiós.

Entre en casa y vi a mis padres, salté a sus brazos, pero entonces mi padre me dijo:

 - ¿Estabas hablando con él?
 - ¿Eh?
 - Ese chico, ¿es tu novio?
 - N-no...
 - Mejor, no quiero que te acerques a él.
 - ¿Por que?
 - Su padre es el presidente de la empresa que casualmente es mi enemigo. No quiero tener nada que ver con él, así que no te acerques a él. 
 - Pero... nos llevamos bien.
 - ¡Me da igual! No te acerques a él y punto.
 
Rápidamente entraste en tu habitación y te dejaste caer en la cama. Pasó un minuto, suspiré y me asome a la ventana mirando hacia la casa de Jinyoung. Entonces él se asomó a su ventana y volví a mi cama. Mi madre me llamó para comer, pero no tenía hambre, así que me quedé en la cama. La calle ya había oscurecido, y como tampoco quería cenar, me fui a dormir temprano.
 
Llegó la mañana siguiente, me levanté, me duché y me puse el uniforme. Baje las escaleras y cogí una magdalena mientras decía:

 - No tengo mucha hambre, me llevo esta magdalena y me la como por el camino. Hasta luego.
 
Salí de casa lo mas rápidamente posible, quería encontrarme con Jinyoung para explicarle lo que pasaba. Salí de casa y me escondí en un pequeño hueco que había entre mi casa y la de al lado. Cinco minutos después vi salir a Jinyoung de su casa e intenté llamar su atención, pero no me hacía ni caso. Se acercaba a mi casa e iba a llamar al timbre, pero vi la rama de un árbol en el suelo, la cogí y se la lancé, casualmente aterrizando en la cabeza de Jinyoung. Nunca había tenido tanta puntería, ni cuando lanzo las bolas de papel en una papelera a apenas un palmo de distancia. Jinyoung miró hacia donde yo estaba y se acercó algo desconcertado, me miró y me dijo:

 - ¿Que haces ahí?
 - Vamos, te lo explico por el camino.
 
Comenzamos a caminar rápidamente hasta dejar de ver mi casa, entonces Jinyoung me preguntó:

 - ¿Que pasa?
 - Mis padres han vuelto.
 - Ah, que bien, ¿no?
 - No, bien no.
 - Vaya si que te llevas mal con ellos.
 - No es eso, es que tu padre es la competencia de mi padre o algo así y no quiere tener nada que ver con tu familia, así que no me deja estar contigo.
 - …. - Miró al suelo -.
 - ¿Jinyoung? - Lo miré preocupada, parecía algo triste -.
 - Es que... - Sacó su mano del bolsillo, sacó un sobre y me lo dio -.
 - ¿Que es esto?
 - Léelo, ya hablaremos a la hora del descanso. - Se fue corriendo -.
 
Vi como Jinyoung se alejaba, ¿que le pasaba? Entiendo que este molesto por todo esto, pero... ¿tanto como para irse?. Abrí el sobre y había una carta que decía:

“Hola, ____________. Te escribo para decirte lo que realmente siento, ya que no soy capaz de decírtelo a la cara. Se que nos conocemos desde hace muy poco, pero desde que te vi por primera vez en el pasillo mi vida no es lo mismo. Desde entonces me he estado preguntando una cosa ¿Me gusta? Cuando me hablaste, sentí algo raro en el corazón y cuando volvimos juntos a casa me sentí realmente feliz. Y... me gustas, nunca me había gustado nadie, eres la primera chica y... espero que la única... ¿Quieres ser mi novia?”. 

Al leer la carta se me puso un nudo en la garganta y en el estómago. Llegué al instituto y entre en clase. Estaba tan distraída que no sabía ni que estaba explicando el profesor y ni si quera sabía a donde estaba mirando, solo sabía que quería ver a Jinyoung. Por fin llegó la hora del descans y Soomi me dijo:

 - Oye, ¿quieres que comamos juntas?
 - Lo siento, tengo algo importante que hacer, ¿comemos en otro momento?
 - ¿Es por ese chico?
 - Si.
 - Corre, ve.
 - Gracias. - La abracé -.
 - De nada, pero ¿que haces aún aquí? Vamos, vete.
 
Fui rápidamente a la clase de Jinyoung y no estaba, me acerqué a un chico y le pregunté por él y me dijo que estaba en la azotea. Subí hasta arriba y vi a Jinyoung mirando al cielo, me acerqué a él algo fatigada y le dije:

 - Si...
 
Jinyoung se dio la vuelta y con los ojos muy abiertos dijo:

 - ¿Estas segura? Después de lo que tu padre ha dicho...
 - Me da igual lo que diga, tu me gustas y el no debe decirme lo que debo y no debo hacer.
 
Jinyoung por primera vez sonrió y se acercó poco a poco a mi hasta abrazarme, sus brazos eran muy cálidos. Dejemos de abrazarnos mientras os reíamos como tontos, entonces dije:

 -  Por cierto... de esto no se puede enterar mi padre, quiero que lo llevemos en secreto.
 - Vale. - Sonrió de nuevo -.
 
Nos apoyemos en la barandilla y nos quedemos mirando el cielo, entonces Jinyoung me dijo:

 - ¿Sabes?
 - ¿Que?
 - Necesito hacer algo.
 - ¿El que?
 - Cierra los ojos.
 
Cerré los ojos y noté una suave presión mis labios, ese era mi primer beso. No había nada tan bello como recibir tu primer beso de tu primer amor. Sonó el timbre y rápidamente nos dirigimos a nuestras clases.

Pasó un mes y Jinyoung y yo nos veíamos a escondidas de mis padres, hasta que un día, estaba en mi habitación, estaba mirando por la ventana mirando a la ventana de Jinyoung, que también estaba asomado y nos mandábamos mensajes al mismo tiempo, entonces mi padre sin llamar a la puerta entró en mi habitación y me asusté tanto que el móvil se calló al suelo. Mi padre fue mas rápido que yo, cogió el móvil y leyó el último mensaje que me había mandado Jinyoung:

 - “____________, me tengo que ir. Voy a recoger una cosa muy importante, hablamos mas tarde.”. ¿Que es esto?
 - Yo... no...
 - ¿Te estas viendo con él a escondidas? ¡¿Que te dije?!
 - Papá pero...
 - ¡Nada! Quiero que dejéis de veros ya.
 - ¿No te importan mis sentimientos?
 - ¡No te conviene acercarte a esa familia! ¡Hazme caso!
 - ¡Papá! 
 - No lo vas a volver a ver y punto.
 - Pero...
 - Ni a hablar con él y como no me fío de ti, me llevaré tu móvil.
 - Pero..
 
En ese momento mi padre salido de mi habitación dando un portazo. Me quedé mirando por la ventana y no vi a Jinyoung llegar, por lo que me fui a dormir, tal vez tardó mas en hacer lo que tenía que hacer.
Llegó la mañana siguiente y no viste a Jinyoung en el instituto. Estaba muy preocupada, ¿y si le había pasado algo? Al acabar las clases fui directamente a su casa. Llamé al timbre  abrió la puerta una mujer, su madre, tenía los ojos llorosos, parecía que había llorado, entonces le dije:

 - ¿Que le pasa a Jinyoung? No a ido a clase.
 - ¿Jinyoung?  - Comenzó a llorar -.
 - ¿Que pasa? ¿Que le pasa a Jinyoung?
 - Ayer... tuvo un accidente y está muy grave...
 
Mi corazón se detuvo durante un segundo y mis lagrimas simplemente no dejaban de salir, le pregunté en que hospital estaba y su habitación, así que fui rápidamente fui al hospital. Llegué a su habitación ye entre lentamente y lo vi acostado en la cama. Estaba lleno de heridas y moratones. No me podía creer lo que estaba viendo, en ese momento entró el medico y le pregunté:

 - ¿Que tal está?
 - Mal, no te voy a mentir. Está bastante grave... lo mas seguro es que no despierte.
 
Miraste a jinyoung y las lagrimas comenzaron a salir de nuevo, volví a casa y le dije a mi padre:

 - ¡Devuélveme el móvil! Tengo que ver una cosa.
 - No, y ¿donde estabas? ¿Sabes que hora es?
 - Si, lo se. Jinyoung  tenido un accidente y piensan que lo mas seguro es que no despierte. ¿Estas contento?
 
Subí las escaleras y entré en mi habitación, me eché en la cama y solo quería llorar y desaparecer. Alguien llamó a la puerta de mi habitación, entró y dijo:

 - _____... - Era la voz de mi padre -.
 - No quiero halar contigo.
 - Lo siento mucho y... toma. - Dejó el móvil sobre mi mesa y se fue -.
 
Oí como cerró la puerta y rápidamente fui a coger móvil. Habían como 8 llamadas y un mensaje de voz, todo de Jinyoung, entonces cogí valor para oír el mensaje:

 - ¿Que te pasa? ¿Por que no me coges el móvil? Tal vez tu padre está cerca. - Comenzó a reír – Bueno, el caso es que me aburro mientras voy a recoger una cosa, te voy a dar una pista, es para ti y te lo daré mañana. Mañana hará ya un mes desde que empecemos a salir y... - Se oyó un coche y fuerte ruido y ahí acababa el mensaje -.

No me lo podía creer, acababa de oír el accidente de Jinyoung. La lagrimas volvieron a apoderarse de mi y esta vez no podía parar. Salí de casa y volví al hospital, entré en la habitación de Jinyoung y decidí no separarme de él hasta que despertase.

Pasaron dos días desde el accidente y estaba al lado de Jinyoung, era de noche y estaba a punto de quedarme dormida, mis ojos se cerraban solos y mi cabeza no se sostenía sola, dejé caer mi cabeza suavemente sobre el pecho de Jinyoung, pero entonces oí una voz que decía:

 - No te duermas ahora, cuando por fin despierto...
 
Abrí los ojos rápidamente y vi a Jingyoung despierto y con una dulce sonrisa en sus labios, me abalancé rápidamente a sus brazos y acto seguido fui a avisar al medico. El medico no se podía creer que Jinyoung haya despertado y haya mejorado tanto, según él era por que estaba yo estaba allí cuidando de él.

Al mes siguiente consiguieron darle el alta y ese mismo día fuisteis a la playa juntos. Ambos estábamos paseando por la orilla de la playa cogidos de la mano. Entonces Jinyoung dejó de caminar y me dijo:

 - ¿Re cuerdas que te dije que fui a recoger algo para ti?
 - Ah, es cierto. ¿Que era?
 - Pues... - Metió la mano en su bolsillo y sacó una pequeña caja de regalo – Toma, ábrela.
 
Cogí la caja, la abrí y era un collar, con una guitarra como colgante, miré a Jinyoung y le dije:

 - Me encanta... - Mis ojos se llenaron de lagrimas -.
 - No llores... sonríe. - Sonreí – Así mejor, estas preciosa.
 - G-gracias. - En ese momento noté como me sonrojaba -.
 - ____________... - Lo miré – Te quiero...
 - Oh... ah... y yo a ti. - Le sonreíste -.
 
Ese era él día mas feliz de mi vida, a demás, ese día cuando volví a casa mi padre me dio permiso para salir con Jinyoung y nuestros padres se asociaron y formaron una gran empresa juntos. Y eso de que los primeros amores no duran... es mentira. ¿Y por que lo sé? Por que ya han pasado 2 años y aún seguimos juntos y nos queremos como el primer día y estoy segura de que pasaré el resto de mi vida con él.