Contacto en Alemania
Trabajando Encubierto: entre el Deber y la Pasión ⭐✔7
Contacto en Alemania
A Kim Taeng le gustaba pasársela bien. Y cuando conocía a una chica, se desvivía para hacerla feliz. Eso era lo que había pasado con Anielle. Eso era lo que esperaba hacer con Tiffany. Con el paso de los días había descubierto que ella era una joven que hacía todo para ganarse un lugar propio frente a su padrino. Sin embargo, en su mirada podía encontrar otra cosa: Quererse ganar un lugar en esa familia. Todos eran parte de una familia y ella quería ser parte de ello. Sabía que no tenía a nadie en el mundo y a pesar de ello había intentado salir adelante por sus propios medios. Había descubierto la sensibilidad de Tiffany pero había algo que aún no entendía. Por más que lo intentaba no había logrado que le platicara más cosas de su vida. Era como si hubiera levantado una barrera para que nadie pudiera conocerla en verdad. A veces podía reír con los demás y en otras prefería estar sola únicamente observando. Eso era lo que más le llamaba la atención de ella. Quería hacerle compañía pero ella lo apartaba. No se había ganado su confianza y él estaba haciendo todo lo posible para hacerlo. Sabía que no habían tenido un buen inicio cuando la besó creyendo que era Anielle pero quería hacerla sentir segura a su lado. Y eso nublaba un poco su mente. Era algo Kim Taeng jamás había sentido. Ni siquiera por la joven que había conocido años atrás. No sabía si lo que estaba sintiendo era amor pero definitivamente era mucho más de lo que sentía o había sentido por aquella joven que lo traicionó de una forma que jamás le perdonaría. Había decidido dejar de buscarla para empezar una nueva vida en su hogar, junto a Sooman, los amigos y por qué no? También con Tiffany. Iba a aprovechar el viaje a Alemania para acercarse a ella. Invitarla a comer o a conocer algún sitio turístico estaba dentro de sus planes. Obviamente no quería ilusionarla sino conocerla un poco más. Quería ir poco a poco para no cometer el mismo error que tuvo con Anielle. En ese momento, pudo ver a través de la ventana de su habitación que su padrino iba llegando a la mansión. Le sorprendió que estuviera fuera de casa tan tarde por lo que se encontró con él en las escaleras:
-Se puede saber que hacías fuera de casa a estas horas de la noche? Mañana debemos irnos muy temprano! –Dijo Taeng al ver que Sooman se dirigía a su habitación.
-Cálmate Taeng! Estoy bien y soy consciente que mañana tendremos un largo viaje pero quería estar un rato a solas. –Respondió su padrino mientras abría la puerta de su cuarto.
-Creo que ya no deberías hacerlo. Qué pasaría si te intentan asaltar de nuevo? O si te secuestran o matan? –Taeng estaba preocupado por cualquier cosa que le pudiera pasar.
-Pensé que el exagerado era yo pero veo que tú no te quedas atrás. Te repito que estoy bien. Ahora déjame ir a acostar, cosa que deberías hacer tú también. –Mencionó Sooman listo para entrar a su habitación pero Taeng lo detuvo:
-De acuerdo pero antes quiero hacerte una pregunta. Hay algún lugar bonito que me puedas recomendar en Alemania?
Un Sooman cansado y muerto de sueño abrió los ojos sorprendido: -Estás loco? Me estás esperando despierto solo para preguntarme eso?
-No! Pero quiero aprovechar la oportunidad. Si tenemos tiempo libre quiero invitar a Tiffany a cenar o a conocer algún lugar turístico. –Taeng quería su apoyo para acercarse más a Tiffany. Sin embargo, Sooman esbozó una ligera sonrisa para finalmente decir:
-No te preocupes por ello. Hay muchos lugares que podrás visitar pero deberá ser sin ella.
Taeng no podía creer lo que acaba de escuchar: -De qué estás hablando? Le ha pasado algo?
-No. No le ha pasado nada pero necesito que se quede aquí. Tiene que recibir un cargamento que llega mañana. –Respondió Lee después de bostezar un poco.
-Puedo hacerlo yo! Sabes lo mucho que ha estudiado en estos días para aprender un poco de alemán? Y todo para no hacerte quedar mal. –Taeng sabía que ese viaje a Alemania era muy importante para la joven.
-Es una pena pero es una decisión tomada. –Lo único que Sooman quería era dejar de hablar con Taeng y acostarse a dormir.
-Creo que es un error. –Taeng seguía insistiendo en convencer a su padrino en que había cometido una equivocación al no permitir que Tiffany los acompañara.
-Error o no, ella se queda. Acaso todavía no entiendes que estoy haciendo lo correcto? Tú y yo ya no tenemos salida pero en el momento en que ella se involucre de más no podré hacer nada por ella! –Dijo Sooman un poco exasperado pero el joven no quería rendirse.
-Por favor! No va a pasar nada malo. Creo que ella es una persona en la que podemos confiar! -Respondió el joven pero la última palabra la tenía el jefe de la familia:
-Tal vez pero todavía no así que basta de esta discusión! Me voy a acostar. Tú deberías hacer lo mismo. Nos vemos mañana. –Dicho esto, entró a su recámara y se encerró para dormir. Taeng quería continuar pero al ver la puerta cerrada simplemente dijo en voz baja:
-Está bien. Que descanses.
Taeng bajó las escaleras y se quedó en la sala un rato mientras se bebía un poco de vino y contemplaba un cuadro con la imagen de su madre que Sooman tenía colgada. Segundos después sacó su móvil para marcar un número conocido. Sin embargo, no hubo respuesta alguna. Apagó el móvil y murmuró:
-De seguro debes estar dormida o no quieres hablar con nadie. Te entiendo. Yo también me sentiría lastimado. Me hubiera gustado despedirme de ti pero creo que no será posible. Espero verte muy pronto Phany.
Se terminó su copa de vino de inmediato para dirigirse a su habitación. Los próximos días serían difíciles y más porque Tiffany no estaría con él.
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Por su parte Tiffany Hwang observaba las luces de la ciudad mientras aguardaba en las afueras en su propio automóvil, el cual tenía días que no utilizaba por obvias razones. No podía creer que Sooman le negara la oportunidad de seguir adelante con su plan. Ella sabía que el viaje a Alemania iba a ser clave para armar su caso pero ahora solo tenía una opción puesto que no podía confiar en nadie más. De pronto se percató que un automóvil se acercaba. Observó por el espejo retrovisor para vigilar quien había llegado. Lentamente esbozó una ligera sonrisa. Bajó del automóvil para encontrarse con aquella persona. Del otro auto bajó un joven que miró con seriedad a Tiffany. Cuando estuvieron a escasos centímetros de distancia, él le dijo:
-Muy bien. Qué es lo que necesitas Tiffany. –En su voz se podía notar un poco de enojo.
-Así es como recibes a los amigos Soo? –Respondió ella con una ligera sonrisa irónica.
-Amigos? Ahora si somos amigos? No lo pensaste cuando intentaste matarme en Rusia hace algunos años. –Eso era algo que Soo no podía olvidar a lo que Tiffany respondió con seriedad:
-Pero te salvé la vida no? Bien pude disparar del gatillo en esa ocasión y no lo hice. Ahora necesito cobrarme ese favor.
Soo dio una pequeña carcajada y emulando el tono irónico dijo: -Vaya, por fin vas a requerir nuevamente de mis humildes servicios. Qué es lo que quieres?
-Necesito que sigas a unas personas que van a viajar a Alemania. No puedes perderlos de vista ni por un segundo. –Soo sabía que Tiffany estaba hablando en serio al notar su mirada así que él respondió con una ligera sonrisa:
-Y que voy a ganar a cambio?
Tiffany no estaba para juegos así que cansada sacó su arma y le apuntó al joven que tenía delante de ella: -El que no te mate en este momento. O crees que porque te salvé aquella vez significa que no estoy dispuesta a matarte en cualquier momento? Te estoy pidiendo esto por las buenas…
Soo levantó las manos en señal de rendición: -Está bien. Solo que he tenido malos días últimamente.
Tiffany bajó el arma para guardarla mientras le respondía: -Perdóname por favor. Entiendo que no es fácil dejar todo lo que tenías. Aquí tienes todos los datos de las tres personas que necesito que sigas. Si en algún momento se separan deberás seguir al que aparenta mayor edad. Él es el caballito de mar que me puede llevar al pez gordo que estoy buscando.
-Algo más? –Mencionó el joven mientras veía rápidamente la documentación que la agente le acababa de entregar.
-Aquí están unos lentes de contacto que deberás llevar siempre contigo. Así, todo lo que veas podrá ser grabado en vivo y yo podré verlo después. Si es posible, saca los rostros de frente para que el sistema pueda leer los labios y podamos saber
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