“¿Cuáles son las posibilidades de que alguna vez conozcas a alguien así?, se preguntó, ¿alguien a quien podrías amar para siempre, alguien que siempre te amaría en respuesta?, ¿y qué harías cuándo esa persona nacía al otro lado del mundo?”

Ruidosamente cerró el libro, y lo tiró sobre la cama. Suspiró con un nudo en la garganta y en el corazón mientras se maldecía internamente por haberle hecho caso a su hermana sobre leer tan fantástico libro.

Subió los pies al sofá en dónde estaba sentada, y se abrazó las rodillas soltando algunas rebeldes lágrimas. No entendía bien por qué lloraba, o en realidad, no podía entender cómo podía haberse enamorado de alguien tan imposible; si, era amor, y ya no se lo podía negar a sí misma, la angustia que sentía era lo suficiente real para saber que no era un simple capricho de su corazón.

Miró el libro que yacía sobre la cama, abierto y con las hojas desordenadas, realmente no le gustaba maltratar algo que la hacía tan feliz como leer, pero la historia estaba siendo demasiada para ella. Era una novela hermosa y no podía negarlo, pero el último párrafo había calado muy hondo en sus sentimientos.

Su cabeza no paraba de darle vueltas a las frases que tan bien describían su situación actual; ella, una fangirl cómo cualquiera, pero que había perdido el límite entre ser fan de alguien y enamorarse; ¿en qué momento había pasado? No tenía idea. Viendo programas de variedades, leyendo entrevistas, viendo fotos, escuchando música… En algún momento empezó a sentir que era una persona ideal para ella, parecía brujería cada vez que él hacía o decía algo exacto, el hombre ideal, el príncipe azul. Esos segundos dónde debía recordarse que en realidad no lo conocía, no a él realmente, sino a la figura pública, pero aún así soñando despierta y dormida con la posibilidad de conocerlo, de verlo de cerca, de ir a un concierto, algo… Pero claro, 20mil kilómetros era una gran distancia para recorrer.

¿Cómo podía alguien tan realista como lo era ella, de repente, enamorarse de un cantante? ¿Cómo su corazón pedía a gritos ser capaz de consumirse con ese amor? Era algo imposible, incoherente. Fantasías de una niña, pero aún repitiendo esto, no podía dejar de sentirse así.

Pocas veces era consciente de lo que realmente sentía, y cada vez que lo hacía, dolía. Y en estos momentos, ya con los ojos secos, pero con el corazón dolorido, era más real que nunca, estaba enamorada, y su alma gemela estaba en el otro lado del mundo.