“Siempre estuvimos juntos en todo momento y en todo lugar. Me pregunto cuánto tiempo pasará para que me olvides una vez que me haya ido”

La brisa hacía temblar al joven que caminaba cerca de una plaza conmemorativa para él, admiraba cada árbol al pasar y anhelaba que la primavera llegará pronto para ver florecer aquellas flores de colores que tanto amaba.

-Será que aún no puedo confiar en él –Susurraba al viento- Pienso que lo amo, pero será una verdadera respuesta? –Su mirada se fue hacia abajo, donde jugaba con su pies –Jinnie por qué siempre estás en mi mente?

-Me llamabas? -Una mágica sonrisa sorprendió al más joven.

-Jinnie…

-Dime Andy –le tomó las manos- Qué es lo que quieres de mí? -su mirada estaba latente a la respuesta del menor.

-Nada –decía mirando a su costado algo sonrojado y quitando su mano bruscamente, rompiendo las esperanzas del hombre más alto- Deja de tratarme así.

-Está bien bebé –acaricio delicadamente la mollera de su acompañante

-Aish, tu comportamiento es tan infantil- Refunfuñaba molesto.

-Está bien, pero relájate, sé más alegre! –se tapó la boca aguantándose la risa, al observar lo ojos de furia de Andy.

-Y qué haces aquí?- su mirada interrogativa hacía temblar el corazón de Junjin.

-Hey, no pienses que te ando siguiendo –le sonrió- Yo vivo cerca, pero tú que haces aquí?

-Voy de camino al trabajo.

-Pero caminando? Y tu novio?

-Me gusta caminar, así puedo pensar en mi dudas –miraba hacia el cielo– Además Ric tiene trabajo, no quiero ser una carga siempre.

-Ah –su ojos admiraban la pequeña figura a su lado con un tono de melancolía, pero se sentía feliz al haberlo visto a primeras horas de la mañana –Tu debes saber que yo vivo cerca o no recuerdas el día que te lleve a mi casa?

-Oh lo había olvidado.

-A lo mejor lo olvidaste ya que ese día fue muy traumático para ti, no crees? -aún buscaba respuestas en el pálido rostro del joven.

-A lo mejor –dijo secamente desviando cualquier tema de esa noche.

-Te parece que vayamos juntos a nuestros respectivos trabajos?

-Está bien.

-Entonces espérame aquí un segundo, iré en busca de mi auto -salió corriendo a su departamento que quedaba justo al frente de aquella plaza, mientras Andy se sentaba admirando las risas de algunos niños que jugaban en la plaza con sus respectivos padres.

-Como  me gustaría ser padre –su mirada se volvió fría en un instante, sus ojos demostraban el dolor profundo que llevaba el menor y de ellos brotaban unas lágrimas haciendo notar sus fuertes sentimientos ocultos- Si tan solo yo hubiera muerto –se tapaba la cara –Mi madre hubiera estado con vida ahora.

-Entonces yo jamás te hubiera conocido –se sorprendió al oír aquellas palabras y levanto la vista mostrando su gran debilidad que jamás había revelado a otros –Andy, no quiero que pienses así–se acercó y con su manos algo frías limpio el rostro del menor -Me duele oírte decir eso, si tu no estuvieras vivo, yo jamás conocería la palabra amor –lo tomo de las manos –Vamos se nos va a hacer tarde.

Andy cedió sin reproches, quedando congelado por las palabras dichas por Junjin, jamás pensó que alguien le diera importancia a su vida –Gracias –susurró.

El auto se lleno de risas, puesto que el mayor contaba algunas historias para que así que el menor olvidara unos segundos sus pensamientos dudosos.

-Jinnie eres un tonto –Reía.

-Te prometo que es verdad lo que me sucedió –Explicaba.

-Mentiroso -Se afirmaba el abdomen, ya que le dolía de tanto reír.

-Cuando quieras viajar conmigo a EE.UU te lo mostraré.

-Algún día –Se limpiaba las lágrimas.

-Es aquí? -apunto hacia un edificio.

-Sí.

-Entonces, que tengas un lindo día –Mostro una linda sonrisa.

-Gracias por todo Jinnie –se bajo del auto, pero antes dudo en hablar –Mmm, tendrás tiempo después del trabajo?

-Oh, para ti sí –sonrió.

-Entonces nos vemos después -Salió rápido, sonrojado, partiendo rumbo a su trabajo.

-Aún sigue siendo tan tierno y tímido –susurró admirando el ultimo vistazo a la figura del menor, así dio rumbo a su destino.

El atardecer se hacía notar, algunos llegaban a culminar sus trabajos, pero en una oficina, el habitante miraba un marco de foto algo nostálgico, cuando fue interrumpido.

-Eric –decía, entrando con temor a la oficina.

-Sungie –Una mágica sonrisa apareció en el rostro del director.

-Te he molestado? -lo decía con una voz angelical.

-Por supuesto que no –indicaba el mueble frente de el –Toma asiento querido Sungie.

-Gracias

-Qué es lo que te trae a mi humilde oficina? -intentaba coquetear con el chico.

-Tú me enviaste un mensaje de que necesitabas verme –miro a su costado, evitando los ojos penetrantes de Eric.

-Oh verdad – se rascaba la cabeza – disculpa mi torpeza.

-Entonces?

-Necesito tu ayuda –su mirada se puso seria.

-En qué?

-Por la herencia de Andy.

-Herencia? -quedó algo sorprendido.

-Bueno, Andy no sabe que su madre le dejo una herencia con una gran cantidad de dinero, pero se hará factible, cuando Dydy contraiga matrimonio.

-Sólo a Andy? Y Minwoo?

-Minwoo heredará la empresa de sus padres, también será de él cuando contraiga matrimonio, pero en esta mi amigo sabe todo.

-Por qué quieres proteger la herencia de Andy?

-Tengo un presentimiento de que alguien se quiere apoderar de ese dinero –Miraba algunos papeles –Como supe que estudiaste leyes y te graduaste con honores, necesito de tu ayuda.

-Si es para proteger a Andy, cuenta con mi ayuda.

-Gracias Sungie –le tomo las manos -Sin tu ayuda , no sé qué es lo que haría.

-Somos amigos, siempre estaré a tu lado -Su corazón se estremecía al pronunciar la palabra amistad.

-Te invito un trago –ofreció

-Ok, pero es mejor que vayamos ahora.

-Está bien –Ambos tomaron sus pertenencias, para ir caminando al bar cercano de la oficina.

Caminaron silenciosamente, observando a las parejas pasar, estaban a punto de entrar al bar, cuando observaron a una persona muy conocida para ambos.

-Ese no es Dongwan? -Preguntó Hyesung.

-Parece que sí -observaba al acompañante de este –Quién será esa persona?

-Te parece que investiguemos? –tomó la mano de Eric, quien quedó tan sólo un momento en la nubes, viendo al principito caminando a su lado llevándolo adentro, algo mágico para Eric, hasta que la voz dulce del joven lo hizo volver a tierra- Ahí están –los apuntó.

-Eh si –observaba las manos entrelazadas de ambos, esa calidez que trasmitía Hyesung, lo hacía sentir seguro de sus decisiones.

-Eric me oyes? –Lo miraba, ya que el hombre no decía nada –Vamos –Lo tiró sin darse cuenta golpeando a alguien –Disculpe.

-Hyesung?, Eric? Qué hacen aquí? –Dongwan sonrió escondiendo  su nerviosismo.

-Venimos por unas copas  y tú?  

-Vine con un amigo -acercó a su acompañante -Él es Kangta, un viejo amigo de la infancia.

-Mucho gusto, yo soy el primo de Dongwan, me llamo Eric.

-Es un placer Eric -Lo miró de pies a cabeza haciendo sentir incomodo al joven.

-Hola, yo soy un buen amigo de ellos, soy Shin Hyesung.

-Oh –sus ojos quedaron fascinados por el joven –Es un gusto.

-Pero miren quienes vienen ahí! -Habló Dongwan, mostrando a la entrada del bar –Dydy –llamó.

-Andy? -Miro hacia atrás –Qué haces aquí?

-Vine por unos tragos con mmm Junjin -miró hacia abajo sintiéndose culpable de no haberle avisado a su novio.

-Hola mi lindo Jinnie –abrazó a su hermano.

-Chicos les quiero presentar a mi buen amigo Kangta.

-Mucho gusto conocerlos a todos –dio una pequeña sonrisa cómplice.

-Oh eres Kangta -Lo miraba.

-Cómo estás pequeño Andy? –Lo tomó de las manos.

-Se conocen? -dijeron Eric y Junjin al unisono, mirando con desaprobación a la actitud  que tuvo el presente con Andy.

-Sí - dijo entusiasmado el menor -Cuando partiste rumbo a América con tus padres, pude conocer a Kangta Hyung.

-Aún me acuerdo de tu hermoso y tierno rostro –Le acariciaba el rostro, ganándose miradas de odio de algunos presentes –Pero veo que sigues siendo hermoso.

-Gracias –Se sonrojaba –Tu sigues siendo tan cariñoso.

-Contigo más aun –Le guiñó el ojo.

-Kangta estás haciendo que Dydy se incomode -Daba una advertencia a su amigo, viendo las miradas de los presentes.

-Pero Dongwan, mi Andy sabe que sólo demuestro mi afecto hacia él.

-Exacto –interrumpió el menor, mirando a su novio –Con hyung nos hicimos una amistad muy grande, ya que siempre estuvo cuando más lo necesite.

-Eh, mejor tomemos unas copas –Apaciguaba el ambiente, viendo lo tenso de la cosa.

-Tienes razón Hyesung –le sonrió -Vamos a esa mesa –Todos siguieron a Dongwan.

-Eric que vas a pedir?

-Quiero un whisky y tu Sungie? -le rozo las manos, haciendo que el principito saltara un poco de su asiento.

-Eh, mmm, bueno, pediré lo mismo que tu –ocultaba su sonrojo.

-Yo tomaré Soju -Pidió Junjin.

-Que pedirás mi Andy? -se sentaba entremedio de Andy y Hyesung.

-Creo que beberé vino.

-Bueno yo tomaré lo mismo –levantaba su mano para llamar al mesero –Hey, por acá –El mesero se dio cuenta del llamado y fue a su lado –Pediremos dos vinos, dos whisky y miro a Dongwan que faltaba.

-Dos soju.

-Se los traeré enseguida -se fue con los pedidos de la mesa.

-Dydy -Llamó a su novio –Necesito hablar contigo.

-Ahora?

-Sí –se levantó –Vamos al baño.

-Está bien –camino al lado de su novio.

-Mmm se habrá enojado?

-No creo –interrumpió Hyesung –Eric no es así.

-Lo conoces muy bien Hyesung –dijo en tono molesto.

-Es mi mejor amigo -contesto acallando las insinuaciones de los demás.

Mientras tanto Andy y Eric se hallaban en un rincón del baño, conversando algo molestos.

-No me gusta que ese tipo se acerque a ti.

-Es mi amigo.

-Me dice lo contrario su actitud – decía con un tono de enojo.

-No seas celoso -refunfuñaba el menor –Para eso me trajiste aquí?

-No –lo miró serio- Por qué llegaste con Junjin? Y más aún, por qué no recibí ningún llamado de ti durante el día?

-Qué?

-Dime –desafiaba al menor.

-Una cosa -Rodó los ojos –Yo salgo con mis amigos cuando yo quiera, no tengo que pedirte permiso con quién me junto y otra cosa, por qué siempre tengo que ser yo el que te esté llamando y tú? -apuntaba con el dedo la cara del mayor.

-Sabes que trabajo todo el día –Daba algunas excusas.

-Entonces lo que yo hago en el trabajo son monerías –gritaba.

-No es eso, pero yo tengo un cargo más importante que tu, amor.

-Entonces tu trabajo es más importante que el mío –su cara tomaba un rojo fulminante.

-Dydy -le dio una caricia en la mejilla, pero esquivado por su novio.

-Después hablamos –se dio la vuelta y caminó en dirección a la mesa, dejando solo a Eric, quien se sentía culpable por sus acciones.

-Que paso Dydy? -pregunto Dongwan al ver la cara opaca  que tenía el menor.

-No es nada –se sentó, mirando detenidamente su copa.

-Eric –llamo Hyesung al joven que venía con cara de culpable.

-Sungie, vamos a otro lado a conversar –le susurró en el oído, ganándose miradas reprochadoras de su prometido.

-Algo pasó? -preguntó el joven príncipe.

-Creo que metí las patas –sonrió agriamente.

-Eres un tonto –suspiraba al recordar que su amigo no había cambiado en lo impulsivo que era.

-Hyung, lo siento, pero me iré temprano -Decía el menor.

-Pero Andy apenas llevas unos minutos aquí –se quejaba Kangta.

-Te sientes mal? -preguntó Junjin

-Sí –Murmuró acongojado.

-Ven, te llevo a casa -Hablaba Junjin poniéndose de pie.

-No –una voz los interrumpió –Yo lo llevaré a casa -interpuso Eric.

-Prefiero que Jinnie me lleve –lo miraba desafiante.

-Bueno, fue un gusto verlos –se despidió.

-Gracias a todos, nos vemos Kangta Hyung –dijo el menor, caminando al lado de su amigo.

-Hoy Jinnie tiene una gran oportunidad -Murmuro a Dongwan sin ser escuchado por los demás.

-Estoy de acuerdo -tomó su celular, para enviar un mensaje de texto a su aliado.

-Bueno será hora de irnos –aclaró Eric.

-Otro más –murmuró Kangta.

-Lo siento, es que tengo trabajo acumulado.

-Está bien, y tu Hyesung? -Kangta lo miraba deseoso.

-Yo igual -se sintió incomodo con la mirada del desconocido.

-Fue un gusto Kangta, nos vemos pronto Dongwan.

-Adiós chicos

Los dos jóvenes partieron rumbo hacia la oficina de Eric, donde tenían los documentos necesarios para hacer válidos los deseos de Eric sobre la herencia de Andy.

-Oye, deberíamos tomar a Hyesung con un aliado? -tomo un sorbo de vino.

-Dudo que acepte.

-Por qué?

-Es fiel a Eric.

-Ah ya entiendo, por eso quieres que Andy se quede con Jinnie.

-Sí, ves que Eric es un hombre un tanto indeciso y no quiero que Andy sufra cuando vea que Eric ama a Hyesung y a él solo lo quiere.

-Tú lo piensas así?

-Tengo una pequeña certeza.

-Mmm sabes que se me ocurrió un plan –sonrió.

-Cuál?

-Es un secreto -tomó otro sorbo de vino.

-Espero que no sea nada malo.

-Tú me conoces -levanto una ceja- Oye y a qué hora partiremos mañana?

-En la tarde – su cara se iluminaba –Por fin estaré con el amor de mi vida.

-Espero que seas feliz Wannie.

-Gracias –se dedicó a observar su reloj –Oh es tarde, vamos, mañana será un día muy ocupado.

-Está bien –llamo al mesero –me traes la cuenta.

-Estos imbéciles nos dejaron pagando sus bebidas -mostraba su malestar.

-Tranquilo, yo pagaré –sacaba su billetera -Tome – le entregó el dinero al mesero.

-Eres tan caritativo Kangta.

-Por mis amigos más aún –sonrió -Vamos te llevo a casa.

-Gracias

Ambos hombres caminaron hacia el estacionamiento  en busca del auto, para así partir rumbo a sus hogares, pero en otro lado, en el mismo momento, se encontraba un auto estacionado al frente de una plaza deshabitada.

-Andy, qué te pasa? –preguntó Jinnie al ver a su acompañante algo silencioso.

-Nada.

-Dime –insistía.

-Me aburre que Ric no confíe en mí –susurro.

-Y tu confías en él?

-Trato -sonrió amargamente.

-Tú crees que Eric te esconda algún secreto?

-No creo.

-Seguro? -hacía dudar, ya que el mensaje que había recibido de Dongwan hablaba  de eso:”Junjin es hora que saques el tema de la confianza en su relación, así lo harás reaccionar sobre el tema de a quién ama verdaderamente, gánatelo” -recordaba cada palabra para así hacer un papel excelente.

-No lo sé –agacho su cabeza- a veces pienso que nuestro destino no era estar juntos.

-Crees en el destino?

-A veces.

-Entonces te pido perdón antes de tiempo, sobre mis actos -lo miró profundamente.

-Qué pasa? -se alarmo al menor, al ver que Junjin se acercaba a su cuerpo.

-Yo creo en el destino, ya que nos juntó nuevamente –se detuvo a unos centímetros de su cara, con su mano atrajo el cuerpo de Andy, sujetándolo y sonrió al ver que el pequeño se había sonrojado, cerró los ojos y acorto la distancia entre ellos, haciendo chocar sus labios, el más joven se resistía e intentaba zafarse con fuerza del cuerpo del otro, cuando vio que su lucha daba alguna respuesta, Junjin con un movimiento rápido, inclinó el asiento hacia atrás, para así quedar encima del menor, a la vez, este se asustó por el acto tan repentino y más por la posición en que se encontraba, Junjin con más intensidad, intentaba meter su lengua en la boca de Andy, aunque a un principio le fue casi imposible, pero al pasar los segundos el más pequeño se relajaba, haciendo que el mayor mandara en su próximos actos.

-Tus labios siguen siendo tan dulces –decía muy agitado.

-Jinnie no podemos –su voz fue cortada por los labios de Junjin, que cada segundo subía la intensidad, sus lenguas luchaban de una manera descontrolada, sus corazones se agitaban a cada toque, mientras las manos de Junjin bajaban hasta la camisa de Andy, desabrochando bruscamente, dejándolo con el torso semidesnudo, sus manos tocaban una y otra vez la piel suave del menor.

-Quiero hacerte mío –dijo y bajó su cuerpo, con su boca empezaba a lamer el cuerpo delicado, haciendo que Andy se excitara por tanta presión, con su otra mano, desabrochó el pantalón del menor, metiéndola bajo su ropa íntima, hasta que una mano lo detuvo.

-Hoy no Jinnie –decía algo agitado –Por favor -unas lágrimas empezaron a caer en el rostro del menor –No quiero ser infiel.

-Andy –le besó la mejilla –Él no te ama, no te dejes engañar más –decía molesto –Veme a mí, yo te amo con todo mi corazón.

-Lo siento – se tapaba su cara.

-No llores -le limpiaba sus lagrimas –Cada vez que paso tiempo contigo, me enamoro más de ti –le robó otro beso en los labios.

-Jinnie -llamó al joven con los ojos iluminados –Me confundes.