El destino puede ser muy caprichoso, jugar con nuestros sentimientos, dando y arrebatándonos lo que más apreciamos. Nadie puede saber lo que el destino nos tiene preparado.

No me esperaba tener todo lo que deseaba cuando me mudé a Corea del Sur, el país de mis sueños. Tan sólo quería estudiar, vivir allí, tener amigos y... Sí, quizás también enamorarme. Pero nadie me había dicho que uno de los miembros de SHINee, mi grupo de K-Pop favorito, se enamoraría de mí. Y entonces, el destino empezó a hacerse cargo de mi vida.