Yul se preparaba para ir ir la escuela, se había levantado más temprano de lo normal con la intenciones de hablar con su madre. Bajó a la cocina para desayunar cuando se encontró con la señora Song.

—Buenos días joven Yul.

—Nunca se te van a quitar los formalismos conmigo ¿verdad? —dijo mirándola insistente.

—No joven —rió un poco.

—No me rendiré —rió— por cierto, ¿has visto a mi madre?

—Se fue muy temprano en la mañana, dijo que algo pasó en la tienda.

—Oh —exclamó algo decepcionado.

—¿Quiere que le haga el desayuno?

—...Sí, gracias.

Cuando terminó de desayunar, arregló sus cosas y salió de su casa. Era un día tranquilo y esperaba que así siguiera, aunque sabía que no era muy posible ya que Taeng no había dejado de preguntarle cómo le había ido el Sábado y ya no lo iba a poder evitar.

Llegó a la escuela, se estacionó y comenzó a caminar por el estacionamiento, normalmente sus amigos estarían cerca del edificio donde estaba su salón, pero ese día no, lo que se le hizo extraño y le dio un mal presentimiento. Subía las escaleras del edificio cuando alguien lo llamó.

—Yul!

Era Shin Hye quien venía unos cuantos metros detrás de él y quien rápidamente se acercó a donde estaba.

—...Hola

—Creí que me llamarías, pensé que podíamos salir otra vez o… ¿es que no te divertiste?

—No no, claro que sí sólo que… he estado muy ocupado estos días pero, sí te llamaré.

—De acuerdo, esperaré con ansias tu llamada. —le sonrió encantadoramente— Vamos a clase.

—Claro.

Los dos continuaron subiendo las escaleras, caminaban uno al lado del otro por el pasillo, mientras mantenían una conversación banal, cosa que no pasó desapercibida por el grupo de chicos que se encontraban recargados en la pared fuera del salón.

—¿No dijiste que tú tenías las cosas bajo control? —dijo Donghae mientras veía a la pareja entrar al salón de clases.

—Así es —le contestó Yonghwa con un tono serio.

—Pues no se nota para nada.

—Solo está intentando vengarse, haciendo que la vea con él.

—Pues para solo estar “intentando” vengarse —dijo con sarcasmo— lo hace bien… escuché que el viernes la vieron irse con él en su carro.

—No deberías escuchar todos los chismes que se dicen aquí.

—Pues me lo dijo Sungmin, ya sabrás si creerle a él —contestó volteándolo a ver.

El chico instantáneamente se molestó, sabía que las cosas se le estaban saliendo de control y debía hacer algo antes de que empeoraran.

El salón estaba ruidoso como todos los días, los amigos de Yul estaban extrañados de verlo entrar alegremente con Shin Hye, ya que no sabían que eran amigos. Todos excepto Taeng ya que el día que hicieron su trabajo escolar había notado una cierta actitud por parte de ella hacia su amigo, pero no le había dado importancia hasta ahora.

Yul tomó asiento, sabiendo que iba a ser bombardeado de preguntas de sus amigos.

—Tengo tantas dudas —Dijo Soo anonadado.

—¿Sobre qué? —Contestó Yul curioso.

—En primera, ¿desde cuándo eres tan amigo de Shin Hye?; en segunda, ¿cómo estuvo tu cita con Hyomin? y en tercera… ¿cómo le haces para atraer a tantas chicas?

—... en realidad… 

Justo en ese momento entró el maestro interrumpiendo a Yul, por lo que dejaron de hablar y prestaron atención a la clase. Salieron en la hora del almuerzo y rápidamente los chicos jalaron a Yul hacia las canchas de fútbol ya que no solía haber mucha gente por ahí y no querían que las chicas escucharan su conversación.

—¿Qué pasa? ¿por qué venimos aquí? —preguntó Yul desconcertado.

—Es más tranquilo, además no creo que quieras que las chicas nos escuchen ¿o sí? —dijo Soo tranquilo.

—Tampoco es como que estemos haciendo algo malo o secreto Soo —contestó Taeng.

—Yo solo decía, quería proteger a Yul.

—Es eso ¿o no quieres que Sunny escuche los tips que quieres que Yul te de para conquistar chicas? —preguntó Taeng con una sonrisa.

—N-no, el punto no era ese —contestó nervioso.

Los chicos se rieron y continuaron hablando de diversas cosas, olvidando el propósito inicial por unos minutos.

—Olviden eso, ahora sí cuéntanos todo, ¿cómo te fue con Hyomin? —preguntó Taeng, aunque todos tenían curiosidad.

—Pues… bien —Contestó de manera sencilla.

—Vamos Yul, no creerás que nos quedaremos conformes solo con un estuvo bien y ya, cuéntanos que pasó.

—Simplemente fui por ella a su casa, llegamos al evento, le presenté a mis padres… 

—¿Enserio?! —Interrumpió Hyo sorprendido—. Y ¿qué dijeron?

—Que parecía ser una chica… muy linda y que se alegraban de que la hubiera invitado.

—¿Creyeron que era tu novia? —preguntó Taeng divertido.

—Les aclaré que solo era una amiga de la escuela —contestó sabiendo las intenciones de su amigo.

Taeng se rió pues desde que había hecho que Yul le pidiera a Hyomin que lo acompañara, sabía que sus padres pensarían que era su novia y no lo dejarían de molestar con eso, lo que le pareció divertido.

—¿Y qué pasó después? —preguntó Soo intrigado.

—Lo de siempre, mi madre presentándonos gente, pláticas aburridas con hombres de negocios… 

—¿Y qué dijeron tus admiradoras?

—¿Admiradoras? —dijo desconcertado Hyo.

—Sí, en esos eventos hay unas cuantas chicas que… como decirlo… morirían por ser la señora de Kwon —contestó Taeng con un tono de burla.

—Ven, eso es a lo que me refiero, ¿cómo es que hay tantas chicas que quieren contigo? —preguntó Soo estupefacto—. Quiero decir, no es que no seas guapo o buena onda, me caes muy bien pero… nunca había conocido a alguien con tanto “imán” para las mujeres, ¿hay una receta o algo así?

Todos se rieron del comentario de Soo.

—Te pasará sus tips tranquilo, entonces ¿no te hicieron una escena?

—En realidad no, ni siquiera se me acercaron.

—Así que Hyomin resultó ser buen repelente de niñas mimadas… 

—¿No pasó… nada entre ustedes?

—... No -contestó fingiendo inocencia.

—Ahora empiezo a creer que atraes a muchas chicas pero no sabes qué hacer después —concluyó Soo.

—Creeme no tiene que ver con eso —respondió Taeng.

—¿Y entonces Shin Hye qué?

—Solo conversamos un poco el día que hicimos el proyecto y hoy me alcanzó en las escaleras, veníamos hablando ya que… 

—¡Chicos! ¿qué hacen aquí? ¿no almorzarán?

Detrás de ellos venían las chicas, muy curiosas por saber por qué los chicos habían salido tan rápido del salón y no habían ido a almorzar.

—Aah… sí, es solo que Taeng tenía un problema y no quería que nadie se diera cuenta —dijo Hyo rápidamente.

—¿Yo? —habló Taeng que estaba algo perdido en la situación.

—Pero ya está bien, así que podemos ir a comer ahora.

—Pero casi termina el receso —contestó Sunny— no les dará tiempo.

—No te preocupes compraremos cosas que podamos comer en el salón a escondidas, somos expertos en eso… vamos antes de que sea tarde —dijo Soo para comenzar a caminar hacia la cafetería.

—¿Seguro que está todo bien Taeng? —preguntó Tiffany quien no estaba completamente convencida de la excusa que dieron los chicos.

—S-sí todo bien —respondió nervioso, para después bajar la cabeza y empezar a caminar.

—Por cierto ¿y Jessica? —preguntó Hyo.

—Donghae quería hablar con ella y preferimos dejarlos solos —contestó Tiffany.

Durante todo el día Yonghwa había intentado hablar con Shin Hye pero ella lo estaba evitando, hasta que no pudo hacerlo más ya que él estaba parado junto al carro de su amiga.

—¿Por qué has estado evitándome todo el día? —se acercó a ella.

—Te espero en el auto —le dijo Suzy a Shin Hye, quien solo asintió, ya que no quería estar presente en su conversación, pues Yonghwa no era la persona que más le agradara, debido a todos los malos momentos que le ha hecho pasar a su amiga.

—¿Qué es lo que quieres? —dijo desinteresadamente.

—Solo quiero saber porque me has estado evitando, creí que estábamos bien ¿o es que hice algo mal? —dijo inocentemente.

—No sé de qué hablas, yo estoy normal —contestó evitando su mirada.

—Bueno entonces, déjame llevarte a tu casa.

—Suzy me está esperando.

—Esta bien, no te presionare, en realidad yo… quería hablar contigo porque, quería saber si… te gustaría asistir a un evento conmigo.

—¿Evento? —preguntó con el ceño fruncido.

—Sí, ya sabes las clásicas fiestas que hace el padre de Donghae.

—¿Y quieres llevarme a mí? —dijo algo incrédula.

—Sí ¿por qué no?

—No lo sé, nunca me habías invitado.

—Bueno es que… no son las fiestas más divertidas que haya, ya sabes la gente mayor no siempre hace las mejores reuniones, pero no todo es tan malo y creo que tú y yo nos podemos divertir, ¿qué dices? —le sonrió.

—... Lo pensaré.

—De acuerdo, esperaré tu respuesta, el evento es hasta la próxima semana así que tomate tu tiempo. Cuídate —se despidió de ella con una sonrisa.

Shin Hye no supo cómo reaccionar a todo lo que había pasado, solo comenzó a caminar hacia el auto de su amiga, con una cara de confusión.

—¿Qué te dijo? ¿Lo mismo de siempre? 

—En realidad no —dijo desconcertada.

—¿Entonces? —preguntó de la misma manera.

—Pues entre todo, quería invitarme a una de las fiestas del papá de Donghae.

—¿A una fiesta pública? ¿desde cuándo?

—Yo pensé lo mismo.

—¿Y qué le respondiste?

—Que lo iba a pensar —contestó bajando la cabeza.

—No me digas que realmente crees que está cambiando —dijo con un tono serio.

—Pues no lo sé… tal vez sí lo esté haciendo.

—Por tu bien espero que sí lo esté haciendo —dijo con un largo suspiro— no quiero que vuelvas a salir lastimada, trata de tomarlo con calma y ten mucho cuidado 

—Lo haré.

Yul y Taeng estaban parados en el estacionamiento junto a su auto y su moto respectivamente, a punto de irse.

—Bueno entonces ahora sí dime ¿qué fue lo que realmente pasó con Hyomin en ese evento? —preguntó Taeng recargándose en su auto y haciendo que Yul se detuviera.

—¿De qué hablas? —lo miró extrañado.

—Yul se que no confías aún lo suficiente en Soo y Hyo y por eso trataste de evitar profundizar en el tema y lo entiendo sé que eso se logra con el tiempo, pero a mí no me puedes engañar te conozco de toda la vida, sé que hay algo más, así que… ¿qué pasó?

Suspiró derrotado, pues sabía que no podía engañar a su mejor amigo, aunque también se sentía aliviado de poder hablar con alguien sobre las inquietudes que había estado teniendo desde el día del evento.

—Pues estuvo bien, creo… bueno admito que me divertí, tuvimos la oportunidad de platicar y saber más el uno del otro, me habló un poco de ella y yo le hablé un poco de mí y h