Same Mistakes

Description

¿Cuánto más me puedo equivocar? No quería que pensarás eso de mí.

Aún recuerdo lo último que me dijiste, y cada vez que lo hago me siento horrible. Yo lo he puesto todo de mi parte y tu no has puesto nada. Solo he sido tu juguete, el chico estúpido al que podías usar. Adiós, y realmente espero no volverte a ver.


MinKey

Jong!Key

Two Shot

Foreword

 

1. Segundo plato





Y un nuevo día sin ti ha pasado. Sé que no debería lamentarme de esta manera, que tengo lo que me he buscado, por idiota, por egoísta.


Aún recuerdo lo último que me dijiste, y cada vez que lo hago me siento horrible. Yo lo he puesto todo de mi parte y tu no has puesto nada. Solo he sido tu juguete, el chico estúpido al que podías usar. Adiós, y realmente espero no volverte a ver. Duele saber que me ves así.


Recuerdo la primera vez que te vi, con una sonrisa lasciva y tus enormes ojos oscuros observándome de la cabeza a los pies. En un par de segundos te metí en el saco de los idiotas que creían que podían tener algo conmigo.


—Minho, este es mi novio Kibum —Jonghyun nos presentó y yo te estreché la mano, sonriendo de forma falsa. Había decidido que no me gustabas.


—Y ese que llega corriendo por allí es Taemin —dije yo riendo. Mi mejor amigo puede ser un poco despistado, seguramente no recordó que habíamos quedado hasta diez minutos antes, y entonces salió corriendo de casa de su novio poniéndose bien la ropa.


Fuimos a dar una vuelta por el centro comercial y luego a tomar un helado. Era un día caluroso de medianos de Julio, no sabría decir la fecha exacta. Íbamos hablando de todo y de nada. Pensé que eras aburrido y no entendía por qué mi novio había insistido tanto en presentarnos. Tal vez por ser su mejor amigo, cosa que no terminaba de entender. A cambio, yo había llevado a Taemin para que Jjong lo conociese.


Me vi obligado a guardar tu número y jamás me arrepentiré de eso, por mucho que en esos momentos odiase la idea. El primer mensaje tuyo que me llegó me hizo verte como un impresentable.





Minho: ¿Estás enamorado de Jonghyun?


Key: Sí, y créeme, no enviaría lo nuestro a la mierda por un idiota como tu


Minho: Nadie ha dicho nada de eso


Key: Desde el primer instante en que te he visto me he dado cuenta de cuales eran tus intenciones


Minho: Veo que calas rápido a la gente. Quizás te hago cambiar de opinión


Key: ¿Y tú te haces llamar su mejor amigo?






No dijiste nada más, y obviamente, yo no tenía intención de seguir la conversación. Nos volvimos a ver dos semanas después. Tu tenías cara de preocupación y yo iba a pasar de largo pero tu mano en mi hombro me lo impidió.


—¿Me ayudas a buscarla? —me enseñaste la foto de una gata blanca y pequeña. Yo no pude más que reír —Calla, si mi hermana se entera de que la he perdido me mata.


—¿Por qué debería ayudar a un imbécil como tú? —ese fue tu turno de reír.


—Te estaba poniendo a prueba. ¿No te diste cuenta? Sé que soy irresistible para cualquiera, y no estaba de menos ver si de verdad te importa él. Ahora ayudame.


—Un idiota creído intenta darme ordenes. Lo siento, pero tengo prisa.


—Por favor —me sonreíste de una forma autentica, muy diferente a la del otro día, y esa vez sí, pensé que eras guapo. Me fijé en esos labios largos y finos, en las dos nueces de tu cuello, en tus brazos que si bien no llegaban a ser tan musculados como los de Jonghyun, invitaban a dejarse abrazar. Me fijé en ti de verdad por primera vez. Y te ayudé a buscar a la gata, marchándome sin decir una sola palabra después de dejarla en tus manos.





Minho: Te has ido sin decir nada


Key: Te dije que tenía prisa


Minho: Seguro. Lo que pasa es que no podías estar más de dos segundos allí o ibas a caer rendido ante mis encantos.






Cómo no, tenías razón, y me molesté por eso.





Key: Ya, seguro. Llegaba tarde a mis clases de baile


Minho: ¿Baile? xDDDDDDDDD


Key: ¿Qué mierda te hace tanta gracia?


Minho: Te acabo de imaginar con un tutú


Key: Y seguramente estaría arrebatador


Minho: Luego el creído soy yo






A partir de ese día seguimos hablando, de una u otra chorrada. Yo no podía sacarme de la cabeza las ganas que tenía de lamer y succionar tu cuello y, para ser sinceros, todo lo que estaba debajo de la ropa también. ¿Por qué ignoré en un primer momento todo eso?


Pero cuando estaba con Jonghyun me olvidaba de eso. Él era cariñoso y atractivo, y su forma de hacer las cosas podía ser pasional. Era bueno besando y muy bueno en la cama. No tenía nada que recriminarle.


Cuando quedamos un par de veces a tomar algo no le comenté nada, como si fuese algo malo, pese a que realmente lo único que hacíamos era hablar en la vida real en vez de por un chat.


Nuestro primer beso fue extraño. Con un simple roce de tus labios sentí que volaba, y a medida que se iba haciendo profundo, que solo estábamos tu y yo en el mundo. Septiembre estaba llegando a su fin y empezaba a hacer frío. Salimos a cenar los cinco, Taemin, su novio Onew, Jonghyun y yo. Regresamos juntos a casa ya que Onew y Jonghyun, que parecían tener mucho de que hablar, se fueron de copas, y Taemin se fue pronto, al día siguiente tenía cosas que hacer.


Fue al llegar a mi portal. Tu posaste tus labios sobre los míos, los presionaste con suavidad, mientras tu mano se mantenía en mi rostro, apresándolo. Y no te aparté hasta que no necesité respirar. Por que a mi parecer eso no estaba mal. Quizás no podía pensar con los cinco sentidos.


Me mirabas con los ojos expectantes, esperando que dijese algo, pero callé y entré en el edificio.


Al día siguiente al besar a Jonghyun no sentí nada, si alguna vez lo había sentido, tus labios me habían nublado de tal manera que iba a ser incapaz.


Esa misma tarde te invité a venir a mi apartamento. Nada más entraste por la puerta me lancé hacia ellos como si de una droga se tratase. Tu correspondiste en seguida, pero pocos minutos después me aturaste. Me sentaste en el sofá y como deseé meses atrás me atrapaste entre tus brazos.


—Me gustas —dijiste. Yo asentí sin saber que decir —. No te recuerdo mudo. Sé que soy un amigo horrible por decir esto a espaldas de Jonghyun pero...¿quieres intentar algo?


—¿No debería cortar antes con él? —me sentía mal por primera vez desde que empecé a sentir algo por ti.


—Yo tengo novia. Si veo que vamos a ir más allá del aspecto físico, cortaré con ella, sino, ¿qué más da? —asentí con la cabeza ya que de todas formas iba a ser incapaz de negarte nada. Ya estaba totalmente embrujado y solo quería ir más allá. Me senté encima tuyo pasando mis brazos por detrás y empecé a lamer ese cuello cuya mera visión me provocaba escalofríos.





Después de aquel día no nos vimos en varios días, ambos teníamos trabajo, y la siguiente vez que me encontré contigo tu mano rodeaba las espaldas de una chica de cabellos rubios. Quería decirte algo, pero no lo hice. Sabía que no tenía ningún derecho, que tu me habías visto varias veces con Jjong, pero estaba celoso.


Al día siguiente quedamos y lo hicimos. Y me olvidé de mi enfado, me olvidé de si de verdad me preocupaba hacer eso a espaldas de mi chico, me olvidé de todo, hasta de mi nombre, de tanto gritar el tuyo. Cuando estaba en la cama contigo tocaba el cielo, pero no con la punta de los dedos, más bien me hundía entero en la nube.


Pero además seguíamos hablando, quedando para tomar algo, un par de veces fuimos al cine. Los meses pasaban, y todo seguía igual. Yo estaba con Jonghyun, tu con tu chica, y de vez en cuando terminábamos perdiéndonos él uno en el otro.


Y yo frisaba por decirte que te quería, que te prefería a ti por encima de a ninguna otra persona pero mi orgullo me lo impedía. Me sentía hipócrita por haberte odiado en un principio por querer tener algo conmigo cuando ahora me rendía a tus pies.


Una noche, cuando mis piernas estaban alrededor de tu cintura y tus labios casi encima de los míos me sonreíste tiernamente y susurraste en mi oído algo que me dejo descolocado.


—He cortado con ella —luego me besaste y me lo preguntaste —¿Vas a cortar con él?


—No...no lo sé —lo había pensado muchas veces y entonces me entró el pánico. Jonghyun había sido muy bueno conmigo, me quería y me trataba mejor de lo que yo me merecía. Aguantaba mis enfados, mis ataques, mis largas conversaciones sobre diseñadores que no le importaban en lo más mínimo. Y cortar con él significaba aceptar que le había estado engañando con su mejor amigo.


—No te obligo a elegir, pero te aviso de que no podré aguantar mucho más. Te quiero solo para mi, y odio verte con él, ver como te abraza, como te besa. Te quiero Kibum, y mucho. Yo debería ser el único que puede hacer eso —por otra parte tu y yo teníamos más en común de lo que yo jamás imaginé. Sabes escuchar y me das la razón cuando ves que no vas a ganar. No entiendes de ropa pero tienes muy buen gusto y me encantó saber que habías hecho de modelo un par de veces. Te gusta la fotografía y la misma música que a mi. Lo único en que diferimos es en tu gran afición por el fútbol.


—Déjame pensar en qué le diré. No le quiero hacer daño.


—Solo dile que piensas que es distinto que al principio. No hace falta que le contemos que estamos juntos, no todavía —pero yo dejaba pasar los días, las semanas, y todo seguía igual.


Te dije que te veía más a ti que a él, que los exámenes me tenían hasta arriba y que diseño no era una carrera fácil, por mucho que desde fuera lo pareciese. Cuando pasó un mes desde esa noche y todavía seguíamos juntos discutimos por primera vez. Yo tuve uno de mis ataques de diva furiosa, como les llama Taemin, y te recriminé haber entrado en mi vida y haberla desmontada toda, te dije que estaba mejor sin ti y que no tenías derecho a exigirme nada cuando tu mismo me pediste que fuésemos solo amantes.


Una vez calmado intenté pedirte perdón, sabía que estaba siendo un idiota. Pero no me contestabas a los mensajes, ni me cogías las llamadas, y cuando le pregunté a Jonghyun por ti me dijo que estabas raro esos últimos días.


Hablamos y me dijiste que tenía un mes exacto para romper con él o que no íbamos a vernos más, que estabas cansado de ser un segundo plato.

Comments

You must be logged in to comment
No comments yet