H2Love

H2 Love

 

Peinaba tranquilamente su cabello, aun faltaba un hora para salir de casa pero siempre, como una maniática controladora el tiempo lo era todo. Cuando acabo de peinarse tomo un labial muy suave, que casi ni se notaba en sus delicados labios, pero lo importante era lucir profesional. Se miro una última vez en el espejo, lucia bien, su falda tubo hasta las rodillas y su blusa bien puesta. 

Llego a la escuela y sonrió mientas iba por los pasillos, este trabajo la salvaría por un tiempo mientras conseguía uno de planta, reemplazar a otro profesor era difícil ya que debías emplear la misma metodología que él estaba impartiendo, pero bueno era eso o nada. Abrió la puerta y todos se quedaron cayados, ella se sitio importante mientras le sonreía a todos. Escribió su nombre en la pizarra y se giro, los chicos eran jóvenes y muchos llevaban estilos de moda, las chicas eran lindas y lucían mayores, incluso ella sin maquillaje se veía más joven que aquellas niñas, ¿por qué intentaban lucir como mujeres?, aun eran niñas. 

-buenos días soy...- 

Estaba a punto de presentarse cuando alguien pateo la puerta y lazo un grito alegre. Era un chico, paso de largo a su lado y se tiro en un asiento, ignorándola completamente. El chico se puso a conversar en voz muy alta y siguió sin prestarle el más mínimo respeto. Susi inflo las mejillas y con toda su fuerza golpeo sobre el mesón de su escritorio, los chicos que habían perdido el respeto por ella se quedaron callados y él que llego recién la miro con las cejas curvadas. 

-¡que se han creído ustedes!...- le grito usando el poder de su voz para bajarle los humos a todos esos chiquillos.- soy la suplente pero no por eso van a faltarme el respeto...- los miro severamente.- ¡¡y usted!!...- señalo al odioso chiquillo de expresión adorable.- hablaremos después de clases, ahora abran todos sus cuadernos...- 

Lo que empezó como un buen día termino siendo difícil y muy complicado de sobrellevar, el mismo niño que llego tarde hizo de su clase insoportable, no obedecía, ni tampoco se quedaba callado. Cuando termino la clase se puso en la puerta de salida y uno a uno se fueron retirando excepto él. Lo miro fijamente mientras él se cruzaba de brazos y soltaba un bufido.

-¿cree que iba a librarse de esto?...- le dijo cerrando la puerta.- 

-la verdad sí...- sonrió burlonamente.- si supiera quién soy... no estaría haciendo el ridículo.- 

-a mi no me importa quién es y voy a ponerlo en su lugar.- ese niño era un rebelde, se notaba en la mirada y prepotencia que usaba en sus palabras.-

-adelante... mejores lo han intentado.- sonrió mientras metía sus manos en los bolsillos.- 

Susi se puso al frente de él y lo encaro, tan joven y tan insolente, ¿cuál era su problema?, todos los chicos de su edad tenían problemas pero ¿qué le pasaba a él?, si descubría eso seguramente podría encausarlo. Pero tenía claro que no era de los que se manipulan fácilmente, así que tendría que usar su cabeza si quería lograr algo con él. 

-¿porque eres así?...- le pregunto y abrió el libro de calificaciones, busco el nombre del chico y miro su resultados, eran muy malos, estaba en números rojos y si seguía así este año no iba a graduarse.- 

-porque me gusta... es divertido.- le sonrió y apoyo su mano en el escritorio de ella- 

-estas a punto de perder el año...- le dijo seriamente. ¿acaso no le importaba?.- 

-sí... ¿y?...- como si no lo supiera.-

-¿acaso no quieres graduarte?... no quieres tener un trabajo o ir a la universidad.- era increíble que un chico joven no tuviera ninguna meta.-

-no, no... y no...- soltó una risa.- suena como toda una madre... apuesto a aburre a su marido...- 

Dio un paso al frente y le estampo su mano en la mejilla. Luego de hacerlo razono... ¡eso no estaba bien!, él era un estudiante... y lo agredió. Se llevo la mano a la boca mirándolo con miedo, ¿cómo se había dejado llevar por los impulsos?, pero no era justo.. no importaba que fuera un menor de edad, él no tenía derecho a sacar su vida personal para atacarla. Onew sintió que su quijada se corrió con el golpe que le dio, nunca una chica lo había abofeteado, nunca le habían puesto la mano encima... y esta... esta mujercita se atrevía a ponerlo en su lugar. 

-lo siento... no debí.- 

Sin aviso la sujeto de su cuerpo, la tenia agarrada por los hombros con fuerza y la miro con rabia. Nunca le habían hecho esto, la odiaba, la detestaba en este momento. Susi se encogió en ella misma, le dio pánico ver al chico de esa forma, si bien no tenía porque pegarle ella tampoco merecía ese trato. 

-¡cree que es mejor que yo! ¡CREE QUE TIENE DERECHO A RESTREGARMELO EN LA CARA!...- 

Susi lo vio, ese chico no solo era rebelde estaba herido y por como reacciono la culpa la tenía una mujer. Aun en su mala situación no lo culpaba, sentía más empatía por el chico que veía ahora que por el de antes. Ella también estaba herida, luego de su divorcio... mejor no pensaba en eso, su día iba bastante mal por si solo.

-lo siento... no debía hacerlo.- le dijo calmadamente mientras intentaba no alterarlo más.-

La soltó y le dio la espalda, no quería explotar enfrente de ella, era la muestra de debilidad más grande que podía darle, un arma que usaría seguramente. Susi dio unos pasos hacia él e iba a consolarlo pero viendo al forma en que sus hombros caían decidió que no era buena idea. 

-Jin Ki...- dijo su nombre para llevarlo de vuelta a la realidad.- 

-...sí...- respondió soltando un suspiro.- 

-¿quieres sentarte?...- 

Estuvieron en silencio unos minutos y ella le dio un chocolate para calmarlo, a veces eso funcionaba con ella, el cerebro era feliz comiendo chocolate. Le sonrió y dejo de lado a la profesora dejando salir a la hermana mayor.

-Jin Ki, ¿te gustaría que te ayudara a subir tus notas?...- le pregunto al verlo más tranquilo.-

-¿por qué?...- le dijo masticando el chocolate.-

-porque así podrías graduarte y conseguir...- 

-¿por qué quiere ayudarme?...- le parecía más que curiosa la oferta.-

-porque... eso hacen los profesores, ayudan a sus alumnos.- sonrió al decirlo.- 

-no lo sé...- no creía que las mujeres fueran desinteresadas.- 

-podemos estudiar los fines de semanas y todas las tardes después de clases... también puedo ayudarte en las otras materias y hablar con los profesores para darte una oportunidad de subir tus notas...- 

-¿qué ganas con eso?...- era una verdadera idiota.-

-solo quiero ayudarte...- 


-1º semana-

Al comienzo fue difícil entablar una relación con el chico, era muy cabeza dura y no quería aprender de hecho, tuvo que forzarlo a entender muchas cosas, pero luego de 5 días las cosas mejoraban, ya no tenía que estar encima de él para que hiciera sus deberes, y hasta había aprendido muchas cosas. Incluso ya no estaba tan rebelde como antes. 
Estaba llegando a la dirección que le dio, miro la casa y se sintió intimidada, el barrio no era malo pero la casa... era como estar en medio de una película de terror. Toco el timbre y se quedo quieta esperando que el llegara. Onew se levanto del sofá y fue a abrir la puerta, su loca profesora había llegado. Abrió la puerta y la dejo pasar, uf... era molesto tener que estudiar los fines de semana. 
Se tiro en el sofá nuevamente y la miro parada con cara de no saber qué hacer, ¿quien diría que una profesora luciría así?, en clases llevaba ropa de empresaria y ahora lucia como toda una adolescente, llevando estampados en sus ropas. Incluso notaba que era más joven sin tanto maquillaje. 

-¿donde están tus padres?...- le dijo mirando de un lado a otro, los chicos no debían estar solos...-

-no están...- le dijo secamente poniéndose de pie.- vamos a estudiar...- 

Se sentía molesto con ella por venir a su casa, pero prefería eso antes que meterse en su terreno, aquí tenía la ventaja. Saco los platos de la mesa y limpio un poco para que ella dejara sus cosas. Susi vio los platos y pensó que llevaban días sin lavarse, era todo un desastre. 
Bueno sin perder más tiempo saco los textos y empezó la lección no tenía mucho que pensar, solo actuar. Estuvieron hablando una hora de matemática, luego siguieron con historia, pasaron a ingles y Jin Ki dejo de tener los ojos abiertos. Susi había estado revisando los deberes que ya había hecho y no se dio cuenta de eso hasta que empezó a roncar suavemente. 

-niños...- se quejo en silencio.-

"Miraba a su padre bebiendo y a su madre empacando las cosas, seguramente ya le había dicho sobre su amante. Hacía tiempo que sabía lo de su madre, la había visto muchas veces con él, no podía decirle a su padre, no podía causarle este dolor. 
La vio a los ojos cuando cruzo la sala, no parecía acongojada... al contrario se veía feliz. Apretó los puños, quería detenerla, rogarle que no los abandonara pero entonces -algún día lo entenderás- fue lo único que le dijo antes de cruzar la puerta, ¿cómo pudo hacerlo?"

Se levanto y su madre no estaba enfrente, no había nadie enfrente, solo la misma casa vacía... sintió que su pecho estaba lleno de odio pero no estaba su madre para decirle todo lo que sentía por ella. 

-qué bueno que despiertas...- le dijo desde la cocina.-

-¿qué?...- exclamo.-

-hice un poco de comida y también ordene un poco...- se seco las manos sonriendo.- ya me tengo que ir... es tarde...- tomo sus libros y la cartera.- deje algunos resúmenes y ejercicios para que practiques, pero primero come...- 

Onew se quedo pasmado al ver esa expresión descuidada en ella, era como una nueva versión de la profesora. 
Susi se despidió y camino de regreso a su casa, había perdido toda la tarde del sábado con un solo alumno, aun le quedaba mucho trabajo en casa pero como decía su padre, en estos momentos, sentía que había hecho la diferencia.


-2 semana-

-¡Si no haces caso no puedo hacer mucho!- le grito mientras cerraba la puerta.-

-no fue mi culpa...- dijo secamente mientras pasaba su mano por el labio.- 

-¡dije que nada de peleas!...- le recordó moviendo su cabeza. No sabía porque pero en estos días que habían trabajado... bueno lo sentía más cercano y se preocupaba por él.- 

-¡YA TE DIJE QUE NO FUE MI CULPA!.- le grito aireado.- 

-está bien...- recordó que a él no le gustaban los regaños, o que le alzaran la voz, mucho menos ella.- se acabo...- le dijo mientras ordenaba las cosas en su cartera.- si no quieres cumplir con tu promesa, esto se acabo...- 

Se iba a ir pero el sujeto su muñeca. No como la primera vez, ahora se notaba gentileza en sus manos, no la apretaba, solo intentaba retenerla. Lo miro y él bajo la vista, niños, cambiaban de humor cada cinco minutos.

-lo siento... no volverá a pasar...- sin saber porque se disculpo, no fue su culpa, solo la defendió de un idiota.-

-muy bien...- sonrió y saco un estuche de su cartera.- no quiero que vayas a la enfermería o van a preguntar qué paso y tendrás que decirles la verdad.-

-¿qué va a hacer?... - le pregunto viéndola, ella estaba untando una mota de algodón.-

-limpiar esa herida...- levanto su rostro desde el mentón y lentamente comenzó a limpiar el labio roto de su alumno. No era enfermera pero tenía buen manejo en esas cosas.-

-¡Ah!...- se quejo al sentir que le quemaba la piel.-

-Sh...- le hizo callar y comenzó a soplar. Era un chico lindo y amable cuando llegabas a conocerlo.- no es nada...-

-¡ten más cuidado!...- le dijo para que no apretara tanto la mota. La veía concentrada en su labio partido, tanto que hasta se olvido de que estaba inclinada sobre él... ¿porque ahora ella lucia más agradable?.- 

-si no te mueves...- estaba pasando sus dedos por los labios de él y se sonrió, eran labios muy tersos como los de una chica, esto... no debería pensar esas cosas de un alumno.-

Se quedo un pegada en esos pensamientos tanto que olvido que estaba haciendo, Onew no se molesto en recordarle a su profesora que estaban en una posición muy comprometedora, vistos desde la puerta parecían otra cosa... y la idea no le molestaba. Aprovechando que la Srta. Susi se había quedado de piedra puso su mano en la cintura de ella. 

-lo siento...- le dijo sacudiendo su cabeza y poniendo los pies sobre la tierra... ¿qué le pasaba?, era solo un niño, no tenía derecho a pensar en él como algo más ¡por dios! qué clase de ertida era.- 

Onew la vio sonrojarse y soltó una risa, esto si era una novedad la dulce e intelectual profesora se había sonrojado por quedársele viendo. 

-¿mañana te espero en mi casa?...- pregunto poniéndose de pie.-

-sí...- asintió con la cabeza mientras respiraba para calmarse.- 

-bye...- se despidió de ella.- 

Tuvo que sentarse, su corazón se agito demasiado por el niño... miro la puerta y sintió un ardor en las mejillas, no podía alborotarse por un niño, esto era solo una estúpida reacción. Tomo una bocanada de aire profunda para liberarse de esos demonios.
Otra vez estaba afuera de su casa, ¿porque estaba nerviosa?... iba a ser igual que la última vez. Toco el timbre y espero. Onew estaba esperándola, incluso había quitado un par de cosas del comedor y lavado los platos, no quería que ella lo pillara desprevenido como la última vez. Salió sonriendo de lado, parecía que nos e había quitado el uniforme de profesora, la vez pasada lucia relajada y fresca, ahora... era la misma de las clases.

-pase...- le dijo abriendo la puerta para ella.-

Susi dejo sus cosas en la mesa y noto enseguida que Jin Ki había ordenado un poco. Sonrió mirándolo, después de todo si se daba cuenta de las cosas. 

-¿qué vamos a ver hoy?...- le dijo sentándose en la mesa. Le aburrían las clases pero con ella las cosas se hacían más fáciles.-

-química...- le dijo sonriendo, era su materia, su preferida.- 

Lo escucho quejarse pero no dijo nada odioso. Empezaron con lo básico y siguieron así durante un tiempo, al cabo de una hora saco los textos de algebra y siguieron con eso. Onew empezó a cabecear nuevamente, Susi lo noto, ella igual estaba cansada y bostezo contagiada por él.

-¿quiere algo de beber?...- le dijo levantándose y frotando sus ojos.-

-un poco de agua...- o un café.-

Soltó un bufido, solo una completa idiota pediría agua. Fue a la cocina y le sirvió un poco de agua y el saco una cerveza del refrigerador. Susi resalto algunas partes en los textos de estudios, estaba tan concentrada que ni cuenta se dio cuando regreso. Se sentó y comenzó a beber, necesitaba relajarse un poco y dejar tanto estudio de lado, pero ella parecía no entender el concepto de descanso seguía inclinada sobre el texto, ¿en serio disfrutaba de hacer esto?, quien lo diría.

-¿porque eres profesora? no ganas mucho y tienes que trabajar el doble...- no la entendía, escuchaba a los profesores quejarse de los alumnos y decir que no les pagaban lo suficiente.-

-porque siempre me gusto ayudar a los demás...- dijo sonriendo y terminando de subrayar.- ¿qué es eso?...- le pregunto al verlo con una lata en la mano.- 

-cerveza...- descuidadamente dio un largo trago.- 

-¡no deberías beber eso!...- se levanto de golpe y le quito la lata.- ¿acaso no sabes que tu cerebro se daña con el alcohol?...- 

-relájate... solo es una cerveza...- le sonrió.- 

-los niños no deben beber, ni los adultos... el alcohol es dañino para el cuerpo...- estaba hablando y de pronto él se puso delante de ella y le quito la lata.- 

-si no quieres que la beba yo entonces hazlo tú, porque seguiré bebiéndola, te guste o no.- le desafío con una mirada seria.-

Frunció las cejas y volvió a quitarle la cerveza al niño, había una razón por la cual ella no bebía, y era porque le afectaba mucho pero tampoco iba a dejar que él se saliera con la suya. De una sola vez empino la lata y trago todo el liquido amargo.

-wo... si que tenias sed...- le dijo bromeando a la profesora.- ajajaja... solo estaba jugando contigo...- 

-idiota...- se quejo sintiendo sus mejillas ardiendo. Lo miro con reproche y dejando la lata sobre la mesa, ahora lucia más lindo sonriendo.-

-jajaja ¿estás ebria?...- le pregunto soltando risotadas.- 

-¡cállate!...- le grito sintiendo como su cuerpo se tambaleaba.- no estoy... ebria...- ciertamente no estaba en sus cinco sentidos pero no estaba ebria y aunque lo estuviera no iba a reconocerlo ante él.-

-¿quieres sentarte?... me pones nervioso...- le dijo al verla tambalearse, era extraño, ni las chicas de su clase eran tan fáciles de embriagar eso la hacía verse linda y algo tonta.-

Susi fue a sentarse pero se tropezó con sus pies, ¿porque el alcohol le afectaba tanto?, solo fue una lata de cerveza y parecía que ya no podía sostenerse. Onew la afirmo antes de que se hiciera daño, pensándolo mejor, era mejor que se fuera a la cama. Pelearon un poco antes de que ella se dejara llevar, la mujer era una mula, terca y peor cuando estaba bebida, se ponía aun más rebelde. La dejo tirada en la cama y se fue a la mesa, por curiosa que fuera su personalidad... bueno, ella resulto ser más agradable que ninguna mujer, incluso que su madre.
Abrió los ojos perezosamente, estaba cansada y un poco nauseosa, siempre era lo mismo. Por lo menos con un baño la animaría, estaba levantándose cuando algo alrededor de la cintura la retuvo, ¿estaba enredada con la sabana? miro a ver que era y unos largos y blancos brazos la sostenían de la cintura. Giro la cabeza asustada y casi grito al ver a su alumno a su lado, el chico estaba solo con ropa interior... ¿qué había pasado?. 

-¡¿porque estás aquí?!...- le dijo moviéndolo de los hombros, tenía que soltarla... no le gustaba estar tan cerca de él.- 

-Hmm... - se quejo apretándose más...- tengo sueño...- 

-¡despiértate!...- le exigió quitándole las manos de su cuerpo, le daba calor solo verlo en esas ropas.- 

-por favor...- abrió los ojos bruscamente.-¡es temprano!...- 

-¡entonces suéltame!...- le pidió más alto con un poco de sonrojo.- 

La soltó y se giro en la cama, así le agradecía su ayuda, estuvo pendiente de ella, la abrigo y cobijo mientras la escuchaba quejarse. Cuando se soltó del niño se levanto y arreglo su ropa y cabello, estaba hecha un desastre. Salió de la casa cargando los zapatos en el suelo, alguien debía ser castigado y como ella no podía hacérselo a su misma no le quedaba más que golpear algo... estúpidamente giro la cabeza mirando la casa de él, ¿hacia cuanto tiempo no despertaba al lado de un hombre?... ¡pero que estaba pensando!, ese no era un hombre, era un niño. 

-3 semana-

Susi tuvo un poco de miedo al volver a clases, estaba indecisa, lo que había pasado no era muy normal y jamás lo había hecho. Estaba llegando a la sala cuando la detuvo el director, le sonrió amablemente y le pidió hablar con ella. 
Onew iba muy sonriente, desde hace unas semanas, mejor dicho desde que ella llego a su vida las cosas habían tomado un curso nuevo, estaba un poco alegre, le gustaba estudiar y aprender cosas nuevas. Entro a la sala mientras tomaba lugar cerca de la profesora, química estaba en la primera hora del día. La puerta se abrió y la esperaba ansioso, pero no fue ella la que entro... era su profesor de siempre. Se levanto del asiento mirando por fuera pero no estaba... ¿dónde estaba?. 

Susi salió llorando, le habían dicho que eran cuatro semanas pero el papel de un sustituto siempre estaban en riesgo, ahora que el profesor de planta estaba de regreso ella tenía que irse, pero no lloraba por perder su trabajo, estaba llorando porque no pudo decírselo a él, ¿qué importancia tenía eso?, era solo un alumno más... miro al cielo calmándose, era una mujer adulta, y obviamente racional, no podía siquiera pensar en algo como eso. 

Tuvo que esperar hasta que sonó el timbre para tomar sus cosas y salir corriendo, ¿le había pasado algo?. Llego a la oficina del director y golpeo para entrar. Salió de la misma forma en que entro, rápido y hacia la salida. ¿cómo era posible que se hubiera marchado y no decirle nada? ¿qué clase de persona hacia eso?, negó con la cabeza mientras se sentía abandonado... otra vez. Empezó a caminar arrastrando los pies y pensando que ella había sido más cruel que su madre, al menos su madre le había dicho unas últimas palabras ella simplemente se desapareció. El mismo sentimiento oscuro le recorría el cuerpo, era un idiota, nunca debió confiar en ella, nunca. 

Tomo su bolso y lo tiro al primer basurero que encontró en el camino, los malditos estudios no servían para nada, en esta vida solo habían traiciones y desengaños, era mejor no esperar nada y así nada te afectaría. Abrió la reja de su casa, se quedo mirando la entrada asombrado. 
Susi se había quedo tan helada al ver donde fue a parar, era la casa de Jin Ki. Como una muchachita de 15 años se sentó en la escalera de la entrada a esperarlo, ¿qué diablos le pasaba?, no tenía que darle explicaciones a él... ni siquiera tenía un compromiso establecido, ellos solo eran profesora y alumno, nada más que eso... entonces, ¿porque se sentía tan apegada al niño?... ¿acaso era ese sentido maternal?... fuera lo que fuera no quería abandonarlo. 

-¿qué haces aquí?...- le pregunto viéndola.- 

-quería hablar contigo...- agarro fuerte su bolso y lo miro, tenía esos ojos embravecidos, como los que vio al conocerlo.- 

-¿de qué?...- le dijo soltando una risa.- ¿de qué te vas?... ya lo sé, y muchas gracias por decírmelo, no te hubieras molestado... estoy acostumbrado a ese tipo de mujeres...- lo decía con rencor pero también con dolor.-

-Jin Ki... no lo sabía...- le explico, ¿quién era él? ¿por qué tenía que explicarle?, desde cuando un adulto le da cuentas a un niño.- me lo informaron hoy... yo...- 

-¡no me digas que lo sientes!...- le grito, no quería escucharla decir esas palabras, no de ella.- no te atrevas a decirme que lo sientes... porque no es verdad... ¿cómo puedes sentir algo por una persona como yo?...- tuvo que bajar la vista para seguir hablando, solo verla le revolvía el alma.- 

Se acerco a él y le tomo la mano, era una locura... pero ese niño era tan frágil y adorable cuando lo conocías, si... su carácter era explosivo, pero se debía a lo apasionado que era con sus ideas, en el fondo era un buen niño, más maduro de lo que se mostraba y muy herido, solitario... por eso... por eso no quería dejarlo, sí... era eso.

-porque eres maravilloso...- le sonrió llorando, era un tonto, un niño tonto.- pareces duro y desinteresado, pero no es así... al principio no lo sabía, no sabía lo hermoso que eras, lo mucho que te esforzaste en tus estudios... eres como un pájaro extraño, haces ruidos molestos pero solo es para que nos detengamos a verte, y darnos cuenta de lo hermosas que son tus plumas...- apretó su mano unos segundos antes de soltarlo.- 

No quería alargar esto, si se tardaba más tiempo se volvería loca. Le estaba costando dejarlo, era una estúpida mujer que se había encariñado con su alumno, esto no era correcto ni tampoco estaba dentro del código de conducta de los profesores, sería un verdadero escándalo... ¡no podía pensar en la posibilidad de quererlo!. Limpio sus mejillas y enderezo su rostro al frente, era hora de irse.

-agua...- dijo agitado.- está formada por dos átomos de hidrogeno y uno oxigeno, el agua es un componente químico esencial para la vida en el planeta, la mayor parte de esta molécula se encuentra en estado liquido, y solo el 2,5% es dulce. El agua varia de un organismo a otro, el cuerpo humano contiene alrededor de un 70% de agua...- se giro hacia ella con los ojos llorosos.- tú me enseñaste esto... - 

-Jin Ki...- ¿qué estaba haciendo?, solo tenía que moverse hacia adelante.- no lo entiendes... esto no se trata solo del trabajo, ya no puedo ser tu profesora...- movió su cabeza avergonzada. Era su culpa, ella le había fallado.- ya no estoy capacitada...- 

-¿por qué?...- la miro y no sabía que pensar...-

-¡porque ya no te puedo ver como a un niño!...- se cubrió los labios, era absurdo.- lo siento... lo siento... pero ya no puedo verte como a un niño y es mi culpa, ¡soy una mala profesora!...- 

Lentamente la abrazo, estaba sonriendo, ahora ella parecía una niña tonta, ¿cuando se invirtieron los papeles?. Susi lo aparto, ya le había dado sus razones y ahora tenía que irse. Jin Ki no quería dejarla, ella fue la única que creyó en él, que invirtió su tiempo, dedicación, que se preocupo por él... ella era especial, desesperante con todo su conocimiento y a veces sentía ganas de gritarle cuando se ponía tan moralista, pero eso mismo le causaba risa. 

-¿si te digo que ya no puedo verte como a un profesora?...- le susurro en su oído.- que aunque quisieras no te dejaría ser mi profesora... -la sintió quieta y lentamente fijo su rostro al frente de ella.- 

- tengo 10 año más que tú...- le dijo negándose a la idea, era un niño, aun tenía mucho que ver, muchas cosas que descubrir... ellos no tenían nada en común- 

-son solo números...- sin medir en consecuencias, le dejo saber lo único que importaba. Que al tocarse, al sentir como sus labios se buscaban y se encontraban, que en ese acto ambos se alineaban perfectamente que se hacia un silencio en el mundo para que escucharan solamente lo importante, sus corazones.-

-Hm...- se quejo intentando apartarlo, estaba debatiéndose contra su racionalidad y su cuerpo. Paso de abrazarlo a empujarlo hacia atrás y recobrar el aire.- Jin Ki...- pestañeo un par de veces y ahora era el momento crucial... era el momento de dejarlo ir, se adulta y tomar la decisión correcta- solo números...-

Se mordió los labios y él la abrazo fuerte, era una locura... ¿qué clase de futuro podían tener juntos?, estaba tomando la decisión equivocada. Toda su vida había tomado la decisión correcta, la mejor opción, lo único que había tomado por gusto era su carrera y ahora él. Quería disfrutar un poco de esa locura... de la estupidez humana y hacerle caso al corazón, aunque solo fuera un error. Ella tenía la culpa de que hubiera cambiado, de haberle dado razones para sonreír, se había transformado en el agua que saciaba su sed y no solo ocupaba un 70%, ella ocupaba el 100% en su vida.
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