Luego de ese desastroso día de clases, So Eun se levanto de mala gana… tenía tantos trabajos y pronto comenzarían los exámenes. Se estaba lavando los dientes cuando la puerta se abrió, como siempre el objeto de su molestia.

-¡Golpea!...- le grito cerrando la puerta con su cuerpo.- ¡esta ocupado!...- le grito pataleando. Ese… como lo odiaba.-

Night se dio la media vuelta y regreso por el corredor, no iba a ser la primera vez que viera el cuerpo de una mujer… pero ella era exagerada y desde ayer su humor no mejoraba. En cambio él… con solo verla a ella sentía felicidad completa. Aunque fuera una anciana… su alma era la misma.

-Ga Eul…- le dijo tomando asiento a su lado.- ¿has pensando lo que te pedí?...- le pregunto y su mirada solo fue para ella.-

-la respuesta sigue siendo la misma Night…- su vida estaba llegando a su fin.- siempre supimos que nuestro amor no duraría… no puedo ir contigo.-

-Tu nieta no te necesita… es mayor…- ¿Por qué no?, ambos se amaban… su aspecto no le importaba, deseaba su compañía, su cercanía.-

-no se trata de ella…- toco la mejilla tersa de él.- mírate… tan apuesto.-

-Ga Eul…- sus ojos se humedecieron, entendía su postura… pero la amaba.- aunque sea un día… aunque solo tenga un día para amarte, lo quiero…-

So Eun estaba escuchando a escondidas… ese tipo estaba seduciendo a su abuela, ¿Por qué?... no eran personas de dinero, no tenían nada más que la casa y unos cuantos ahorros. Aun no creía el cuento del príncipe demonio… esto debía tener otra explicación.

Se entro a su cuarto y se cambio, ayer dejo plantado a Chris por culpa de Night, hoy iba a disculparse apropiadamente con él y no dejaría que ese sujeto volviera a interferir en su vida… ella… cerró los ojos imaginando el hermoso rostro de Chris, era mucho más apuesto que el impostor, también más caballero y divertido… ¿Por qué estaba comparando a Chris con el impostor?. Le dio rabia y tomo su bolso con sus cosas, ni siquiera iba a desayunar, no quería pasar un minuto más al lado de ese mentiroso.

-So Eun… el desayuno…- le dijo la abuela al verla ir directo a la salida.-

-no tengo hambre… adiós Halmonie…- le dijo con una sonrisa y de paso le dio una mirada fría a él.-

Cerró la puerta con un golpe y bajo los escalones como si pesara cien kilos. La abuela miro apenada la puerta, su nieta estaba muy afectada con el cambio… quizás era hora de pedirle a Night que se marchara. Esa mujercita se le hacía insoportable, no tenia modales y ahora le estaba faltado el respeto a su abuela.

-¿Por qué dejas que te falte el respeto?...- le pregunto levantándose a servirle una taza de té.- tú eres su abuela, su mayor… la persona que protege y cuida…-

-realmente ella no es así…- su niña era dulce y amable, nunca se había comportado de esa forma.-

-pues creo que esta siendo una malcriada…- añadió llevando la taza a ella.-

-le está afectando mucho este cambio…- lo miro con una sonrisa.- tu presencia…-

-¿ahora la culpa es mía?...- le dijo molesto.- yo viene a buscarte a ti, si deseas que me vaya acepta mi propuesta y ven conmigo…-

-sigue siendo tan impulsivo…- tomo la taza dándole un sorbo.-

So Eun caminaba con el ceño fruncido, no tenía dinero, no tenía cita y no tenía a su abuela para hablar de sus cosas. Ara la vio llegar con esa cara y se hizo a un lado, su amiga no se toma la molestia de hablarle, solo le paso por el lado.

Era mejor dejarlo así, al parecer las cosas en su casa estaba alborotadas con ese lindo primo suyo. So Eun se fue directo a su salón de clases, iba a dejar que su mente tomara conocimiento y nada más. Así fue, estuvo en clases más atenta que nunca, solo prestando atención a sus profesores y levantando la mano para hacer preguntas.

Cuando todo acabo miro su reloj, también miro alrededor… en todo el día no había visto a Chris, ¿Dónde estaba?. Sus hombros se dejaron caer mientras empezaba a caminar arrastrando los pies. Se le oscureció la vista y la jalaron. Iba a gritar cuando un susurro se caló por su oído.

-¿Quién es?...- le pregunto divertido.-

-Chris…- susurro ella entre una sonrisa.-

-siempre ganas…- le dijo sacando al mano y girando para ver su rostro.- ¿tienes algo que hacer?...-

-no…- negó mientras se embobaba en su rostro, tan hermoso…. ¿Cómo se olvido de él ayer?.-

-entonces…- le hizo una reverencia.- me debes una cita…- le extendía la mano para que ella la tomara.-

-sí…- dijo toda avergonzada pero muy contenta de ver que no estaba enfadado. Deseaba mucho pasar un día feliz, más si era con él.-

Así se dejo llevar por él, seguro que tenía una buena idea para salir a una cita, aunque ella no estaba tan preparada, no lucia bonita, solo llevaba la ropa con la que fue a la universidad, nada glamoroso como se imagino que sería una cita con él.

So Eun llego de la mano a un restaurant, tenía que admitir que Chris era sofisticado, el lugar se veía muy costos y eso le hacía sentir fuera de lugar, sus ropas no eran las adecuadas, pero entonces él la miro dándole una sonrisa tranquilizadora. Se fueron a sentar y quedaron uno frente al otro.

-So Eun…- menciono suavemente su nombre.- estoy un poco nervioso…- le dijo tensando sus hombros.-

-¿Por qué?...- le pregunto enseguida al verlo actuar extraño, algo distante.-

-hay algo que quiero preguntarte pero…- desvió la mirada para seguir hablando.- no sé cómo hacerlo…-completo.-

-¿de qué se trata?...- le apremio al ver que Chris se complicaba con el tema. Si era algo importante ella podía ayudarlo.-

Se hizo un silencio y los platos de la cena llegaron Chris la miraba serio y So Eun no sabía qué hacer para sacarle las palabras, si no sabía que le sucedía no podía ayudarlo.

-creo que estoy enamorado…- le soltó luego del silencio.- pero no sé si ella me quiere…-

So Eun se le quedo mirando sorprendida… ¿de quién?, de quien estaba enamorado, ¿y porque se lo decia a ella?, no quería escuchar el nombre de la chica, lo que si quiera era meterse dentro de un agujero y no salir nunca, ella que se había ilusionado tanto con él. Bajo la mirada fingiendo una sonrisa.

-¿y porque no se lo dices?...- le aconsejo intentando sonar amable.-

-¿tú crees?...- le pregunto tomando sus dos manos.-

-sí…- respondió tristemente.-

-entonces…- respiro profundamente.- So Eun… creo que te amo…- le confesó como si fuera una cosa normal.-

-¡¿Qué?!...- lo miro llevándose la mano a la boca.-

-que te amo…- le repitió dejando claro que era ella la persona que ocupaba sus pensamientos.-

So Eun sonrió y seco sus ojos, estaba a punto de ponerse a llorar por su desamor cuando siempre la quiso, era un loco… hacerla pasar por esos sustos. Aunque esa declaración de amor fue hermosa la sintió algo… no se algo extraña. Comieron y bromearon hasta que se hizo muy tarde. Chris la acompaño a su casa, era todo un caballero con ella.

-¿aquí vives?...- le pregunto sonriendo.- es un lugar lindo…- asintió.-

-es pequeño…- dijo bajando la mirada.-

-me gustan las cosas pequeñas…- bromeo al acercarse.- son mas lindas…-

So Eun sintió que su respiración se paralizo, Chris estaba a solo unos centímetros y su mano fue a dar a sus cabellos, siempre lo hacía… ¿entonces porque estaba nerviosa?, debía ser por su mirada… era demasiado intensa. Los dedos pasaron por sus cabellos y rozaron suavemente su oreja, fueron tan gentiles que llegaron a su cuello, era una chica muy linda, con mirada limpia. Se inclino sobre ella dándole un beso suave en sus labios, algo que no fuera invasivo, solo un toque que se intensifico al atrapar su cuello entre sus dedos.

-un pude… aguantarme…- le dijo al verla tan sonrojada.-

-…- negó con la cabeza, si ahora eran novios era lo más común hacerlo… besarse.-

-descansa…- le pidió besando su cabeza.-

-sí…- respondió calladamente.-

Se quedo parada en la puerta mirando como Chris se iba, era tan lindo y gentil… sonrió y suspiro, ya era hora de entrar. Se giro y abrió la puerta, para su sorpresa su abuelo no estaba esperándola, la persona que estaba sentada en el sofá era el odioso de Night. Le hizo una mueca y paso a la cocina, estaba muy satisfecha pero tenía sed.

-buenas noches…- le dijo él mirando ese gesto en su rostro.-

-… buenas noches…- respondió a regañadientes- ¿Dónde está mi abuela?...- le pregunto al ver que los platos estaba lavados.-

-está dormida…- le dijo mirándola.-

-bien…- dijo saliendo de la cocina.-

La miraba porque su piel se erizo, esta era la primera vez que se inquietaba al verla… pero algo más, había algo más en ella. La vio fijamente cuando se retiro y entonces… un brillo, detrás de su oreja algo brillaba. Se levanto del sofá, no recordaba que los humanos brillaran de esa forma o era su mente que le jugaba una broma.

Al otro día se levanto muy animada, era una joven con un novio dulce y adorable, todo sería perfecto si no fuera por el impostor que vivía en su casa. Pero esta vez no hizo una escena solo se salto la discusión para irse directo a la universidad, ya quería contarle a Ara que era la novia de Chris.

-¿Dónde está So Eun?...- le pregunto a Night por su nieta.-

-ya se fue…- le dijo tomando una taza para darle un poco de té.-

-se fue… sin despedirse…- murmuro asombrada, cada día cambiaba más y más.-

-sí…- le confirmo.-

Hoy la había estado observando pero no vio nada… nada inusual como ayer, así que no le dijo nada a Ga Eul, era preocuparla demás.

En la universidad So Eun sonreía completamente embelesada con la idea de pasearse de la mano con él, sabía que las chicas lo admiraban y seguramente se sentirían envidiosas de ella, pero como Chris dijo anoche, él la quería a ella.

-¿esa no es mi novia?...- dijo acercándose.-

-Chris…- lo miro tan ilusionada.-

-sabes que eres un encanto…- le dijo tomándola de las mejillas.-

-eres tan dulce…- le dijo soñadoramente.-

Su relación fue una sorpresa para casi todas sus amigas, la chica tímida tenia novio… ¡y qué novio!, So Eun se sentía como toda una triunfadora, yendo de un lado a otro con la sonrisa en sus labios, ahora que la vida por fina le sonreía era feliz. Ni siquiera sintió el peso de los deberes, era como magia, la magia de estar enamorada.

Abrió la puerta predispuesta a encontrarse con el odioso de Night y no se equivoco. Lo encontró en la cocina con su abuela al lado, ¿esos dos seguían jugando a ser como novios?, era patético… su abuela no parecía entender que él solo la estaba usando. Les dio una mirada fea y dejo las llaves, bueno o malo, esta era su realidad y tenía quedarles la noticia de su novio a la abuela, aunque no le simpatizaba hacerlo enfrente de él.

-Halmonie…- le dijo con algo de molestia.- tengo que hablar contigo…- estaba fingiendo que él no existía.-

-que pasa cariño…- le dijo secando sus manos.-

-¿recuerdas a Chris?...- al mencionar su nombre sonrió, y como no hacerlo, si era el mejor chico del mundo.-

-jaja si…- la miro contenta, hacían días que su nieta no se comportaba de la misma forma, amable y cariñosa.-

-bueno… ayer fuimos a cenar…- le confesó.- por eso no llegue a cenar, pero eso no es lo que quería decirte…- reunió un poco de aire.- Chris y yo… estamos saliendo.- le dijo con una sonrisa.- ayer me pidió que fuera su novia… y yo acepte…- la sonrisa se le hizo más ancha.-

-eso una buena noticia…- le alegraba saber eso, su nieta merecía lo mejor.-

-¿eso quiere decir que vas a casarte?...- le pregunto a la nieta de Ga Eul.-

Ella lo miro pesadamente, él no tenía porque meterse en la conversación, ¿o caso ya se creía parte de la familia?, soltó una risa irónica mientras giraba los ojos. La abuela la miro y la desconoció… esa no era su adorable nieta. La tensión en la familia se notaba, cada vez que esos dos estaban juntos las cosas resultaban mal.

-no…- le respondió odiosamente.-

-no entiendo…- le dijo mirando a la anciana.-

-aquí… el noviazgo no siempre es sinónimo de casarse…- le respondió pausadamente.- mucho menos en estos tiempos… los chicos y las chicas salen y se llaman novios pero no siempre se casan…-le explico.-

-¿entonces porque se llaman novios?... deberían solo llamarse amantes…- le dijo en un tono suave.-

-¡amantes!...- se quejo al escucharlo. No tenia porque opinar y mucho menos venir a poner nombres a su relación.- estás loco…- arrugo la nariz.-

-es lo apropiado…- la miro.- cuando se trata de una pareja de manera romántica se deben llamar amantes, cuando el hombre apropiadamente viene a pedir la mano de la mujer, recién puede llamar novia a su amante…- le explico.-

So Eun giro los ojos haciendo una mueca, esto era el colmo, podía soportar su presencia, aguantar que estuviera rondando a su abuela, que incluso le hablara de forma extraña… pero no esto, no sé qué metiera en su vida, que diera opiniones y que le intentara enseñar cosas idiotas como esas.

-ni siquiera tienes derecho a opinar…- le escupió las palabras.- esta no es tu casa y no eres nadie para decir nada…- le aclaro, era hora de bajarle los humos a esa cabeza real.- y si sigues aquí es porque la abuela es ingenua y esta vieja. ¿realmente crees que eres un príncipe de otro mundo?... ajaja no me hagas reír.- su tono se estaba elevando con cada palabra, hacía tiempo que deseaba gritarle todas las verdades.- solo eres un patético hombre que intenta embaucar a una.-

Se quedo con las palabras en la boca, la abuela la hizo callar con una sola bofetada. Amaba a esa niña pero esto estaba pasando el límite de su paciencia, nunca en su vida había osado tocarla, más hoy las cosas estaban fuera de control, ella estaba tan cambiada. So Eun siguió sin moverse, estaba impactada con lo ocurrido, su querida abuela... ella... dirigió los ojos hacia la mujer que la crío con amor, su abuela se había interpuesto entre ella y Night, incluso hizo su elección, ella prefería defender y darle más créditos a ese recién llegado que a ella. Lo miro con odio... era responsable de todo esto.

-es suficiente...- le dijo a su nieta.- Night no es un desconocido y no tienes el derecho de hablarle en esa forma.- estaba vieja pero no lo suficientemente cansada para aparentar debilidad.-

-él no ES NADIE.- termino gritándole.- COMO PUEDES PREFERIRLO A ÉL ANTES QUE A MI...-

-Ga Eul...- no le gustaba como estaban pasando las cosas y deseaba calmar los ánimos de las dos.-

-CALLATE... ¡CALLATE!...- le grito apuntándolo.- TODO ES TU CULPA, TODO LO QUE ESTA PASANDO... TODO LO QUE ESTA MAL...-

Se llevo la mano a la mejilla y lloro, lloro por la forma en que la miraban, la decepción en los ojos de su abuela, sabía que estaba mal pero no podía detenerse, estaba llena de rencor, estaba dolida... asustada y la única explicación que conseguía era él. Night la miro... ella lucia muy diferente de aquella noche, incluso su rostro se deformaba cuando escupía esas palabras dolorosas, entonces lo vio... el mismo brillo que anoche, ese brillo que parecía venir desde atrás de su oreja. Pero esta vez no estaba equivocado, no se trataba de su mente jugando, el resplandor se hacía intenso y lo reconocía, lo había visto un par de veces en Maou.

So Eun se retiro de ahí, estaba ahogada con ellos, salió corriendo a su cuarto y se tiro a la cama a llorar, estaba deseando que él nunca hubiera llegado a sus vidas, que él se desapareciera de la misma forma en que llego. Night puso una mano en la espalda de Ga Eul, su pobre amor no le hacía nada, no le ayudaba a sopesar estos problemas. Respiro hondo, quizás él había intervenido en la relación de ellas pero esto tenía otro ingrediente, uno que quizás era más peligroso que el miedo a lo desconocido.

Espero unas horas y cuando todos estaban dormidos dirigió sus pasos al cuarto de ella, estaba haciendo algo impropio, pero era necesario descartar esa posibilidad. La puerta no tenia seguro y solo basto con girar la manilla para entrar, sigiloso como un gato se metió dentro, pero desde la entrada podía ver ese resplandor. Al acercarse a ella la reconoció, la misma jovencita del jardín, mientras dormía So Eun lucia amable, se sonrió apenas recordando su error al confundirla con Ga Eul y se enfoco, estaba allí para descartar posibilidades. Se inclino sobre ella y con delicadeza quito los mechones negros que cubrían el brillo, entonces lo vio... la marca, esa que usaban todos los hechiceros de palacio. Levanto la vista muy confundido, ¿cómo era posible?, ningún humano podía hacer ese tipo de cosas, solo ellos... entonces, ella...

-So Eun...-

Murmuro su nombre, ella estaba siendo acechada, como una presa. Por eso cambio tanto en poco tiempo, no solo se trataba de su desconfianza, esa marca en su cuello era producto de un encantamiento, uno muy fuerte y que él no podía repeler aunque quisiera. Salió del cuarto preocupado, quien fuera que estuviera haciendo eso... sabía lo que hacía, sabia como usar la magia y lo más importante era alguien de las ramas de palacio. Detrás de la oreja de ella la marca se hacía intensa con los pensamientos de ella, cuando el circulo completara su forma las cosas se pondrían aun peor.

Chris llevaba de la mano a su novia, hoy la acompañaría a su casa y aprovecharía la oportunidad de conocer a su abuela.

-¿estás seguro que quieres conocerla?...- le pregunto afuera de la puerta. Esto volvía las cosas serias.-

-seguro... ¿acaso tienes miedo?...-le dijo con una sonrisa.-

-no...- fingió una sonrisa abriendo la puerta.-

No quería encontrarse con Night y luego de la pelea de anoche las relaciones entre la abuela y ella estaban tensas. Pero por una vez el destino le sonreía, Night no daba señas y la abuela estaba sentada en el sofá reposando.

-Halmonie...- le llamo con mucha humildad.- Chris a venido a saludarte...-

-Es un placer conocerla, Sra. Kim...- le dijo con mucha reverencia en sus palabras.-

-Bienvenido...- le dijo ella saludándolo.- tome asiento...- le pidió algo seria.-

-iré a buscar algo de beber...- les dijo a ambos y salió derecho a la cocina.-

La abuela miro los ojos del novio de su nieta y lo supo. Chris sonrió alegremente mientras tomaba asiento al frente de ella y con una descarada sonrisa comenzó a hablar.

-vaya que has cambiado...- hizo una mueca y metió su mano dentro de la chaqueta.-

-así que eras tú...- reconocía esos ojos, nunca los olvidaría...-

-luzco diferente pero sigo siendo el mismo.- le mostro un frasco, en su interior una bola de humo giraba retorciéndose.- ¿recuerdas esto?...- le pregunto acercándoselo.-

-¿qué vas a hacerle a mi nieta?...- le pregunto ignorando responder. Sabía que era eso y lo que pasaría a continuación.-

-nada... la necesitamos, así que no te preocupes...- con un jalón destapo la botella y el humo se esparció.-

No hubo gritos, no tenía sentido gritar... las rosas azules de Maou eran un veneno mortal para los humanos, Ga Eul lo sabía y lo sintió en su corazón, doloroso, como si miles de espinas se clavaran en su corazón. La última cosa que vio fue a él sonriendo... como siempre.