…Sentada otra vez en la misma banca de siempre…  ¿Puede un corazón sentir tantas cosas al mismo tiempo?...  Sonreí para mi otra vez….  Me sentía en buena parte satisfecha de todo lo que estaba pasando, aunque debo admitir que también había una parte de mí que no quería hacerse responsable de las consecuencias… A veces parecía tan irreal…

¿Esta historia se estaba repitiendo otra vez?... Eso parecía… pero me costaba aceptar tanto amor… Cuando eres lastimada de una forma tan brutal, tu corazón difícilmente quiere arriesgarse a tomar la oportunidad… Pero sabía que estaría ahí… Era como si permaneciera todo el tiempo en el mismo lugar… Ahí de pie, con una sonrisa reflejada en su rostro, esperando el momento perfecto…

No me gusta verlo así… es como si todo su amor incondicional estuviera a la espera de la respuesta correcta… Pero… ¿Y si yo no era la respuesta correcta? , ¿Si no era suficiente?... Mi corazón latía fuertemente otra vez, traté de acompasar mi respiración y miré al suelo… Quedaban algunas migajas de pan que las palomas no habían terminado…   Suspiré… A pesar de la comodidad que tenía en esta etapa de mi vida, era hora de correr el riesgo… Tenía miedo… Miedo de ser insignificante para él… Porque aunque no lo quería aceptar completamente, sabía que por más de que me había resistido estaba cayendo en el juego otra vez…

Tenía miedo de que mi amor no fuera suficiente para superar las heridas y el miedo….

Sentí  una mano en mi hombro y giré para mirar quién era… pero lo sabía perfectamente desde que me tocó… Su sonrisa tiró fuera todos mis pensamientos otra vez, como siempre lo hacía… Y sonreí también porque estaba ahí, cerca de mí…. Todas las preocupaciones y dudas que hace un momento llenaban mi cabeza se desvanecieron cuando escuché el sonido de su voz…

-Te esperaba…