¿Por qué?

¿Por qué?

Día 5. 12:00





— ¿Qué te pasa? — el pequeño de la casa estaba agachado delante de Key, que llevaba dos horas en un sillón, abrazado a sus propias rodillas.


— Hmm. — Taemin insistió cinco minutos más, pero no le sacó ni una palabra. Se levantó y fue a investigar, a ver si sacaba algo en claro. Primero fue a su habitación y se lo preguntó a Minho, quién estaba hablando por Kakaotalk.


— ¿Sabes que le ocurre a Key? — Minho negó con la cabeza, pero él lo conocía muy bien y tenía claro que sabía algo, un simple gesto le había bastado para averiguarlo.


— O me lo dices o te quedas sin móvil. — Se lo quitó y lo guardó en su bolsillo.


— Mira, se que si te lo digo habrán problemas, así que...


— No soy un crío, podeís confiar en mi.


— Prometeme que no les dirás que te lo dije.


— ¡Suéltalo ya! — se estaba exasperando con su hyung.


— Key cortó con Jonghyun. — El maknae le tiró el móvil encima de la cama y salió de la habitación corriendo.


— ¡Te ha faltado tiempo! — gritó el alto a la nada, ya que él estaba demasiado lejos ya para escucharle, fue a hablar con Key de nuevo, para ver si podía sacar algo en claro.


— ¿Por qué? — Le inquirió dejándose caer delante suyo, en la misma posición que antes.


— Supongo que ya lo sabes. — El maknae fue sorprendido con una caricia en la mejilla y una sonrisa, totalmente falsa del mayor. — Quizás no tendría que explicarte esto...pero allá vamos. — Se secó una lágrima que luchaba por salir de sus ojos. — Últimamente lo notaba distante, nunca quería estar conmigo, en cambio tenía bastante tiempo para coquetear con cualquiera que le pasara delante, chico o chica.


— Te entiendo. ¿Le preguntaste el porqué o cortaste directamente con él? —


— Ni la una ni la otra. Intenté seguir, sin decir nada. — Esa respuesta sorprendió al otro. ¿Había pasado algo más? — Pero esta mañana, yo entré en nuestra habitación y lo encontré en mi cama abrazando a... — La voz se le quebró y no pudo decir nada más en dos minutos. Taemin esperó pacientemente. — No debería decírtelo. Podrías seguir con tu camino sin saberlo. Estaría mejor.


— Por favor, confía en mi. Tu siempre me ayudas, quiero apoyarte yo a ti por una vez.


— A Onew. Estaba en mi cama. Con Onew.


— ¿Qué? — en esos momentos recordó que no había visto al líder en todo el día, y que Jonghyun no se había movido en todo el día. Realmente no sabía que decir así que abrazó a Key con todas sus fuerzas, en silencio, y se quedaron así durante casi media hora. A Taemin le hubiera podido hacer algo más. Key era como una segunda madre para él, siempre le ayudaba en casi todo, y llegado el momento de la verdad se sentía impotente.





Día 5. 08:00





Esa mañana se habían levantado todos muy temprano, todos menos Taemin, a quien Minho había intentado despertar, pero al verlo tan cómodamente decidió dejarlo descansar algunas horas más. Le tocaba a él hacer el desayuno, así que después de ducharse, pues llegaba sudado del gimnasio, se dirigió a la cocina. Él que entró en la ducha en esos momentos fue Key. Mientras, Onew entraba en la habitación de Jonghyun y Key, sabiendo que solo el primero estaba dentro. Para su sorpresa, tirado en la cama de su compañero.


— ¿Exactamente qué es lo que te pasa por la cabeza? — le preguntó.


— ¿A que te refieres? Sí es por Key...— Él no le dejó continuar.


— Es por Key, pero no es solo por eso. Que también voy a hablar de eso, todo a su tiempo. Primero...¿porqué luces tan desanimado todo el día?


— Creí que nadie se había dado cuenta. Esos dos están con sus cosas, Key muy ocupado sintiéndose celoso y tratando de llamar mi atención y...


— Bueno, mira, si quieres te lo pregunto ahora. ¿Porqué le haces eso a Key? Y sí, yo si que me doy cuenta. Siempre eres el más animado, es imposible no darse cuenta de que estás extraño.


— Prefiero no responder.


— Key te quiere mucho. Si te has cansado, díselo sin rodeos, ¿te imaginas el dolor que siente cada vez que te ve con otra persona?


— ¿Y yo, yo no siento dolor? — La pregunta tomó por sorpresa a Onew quien, harto de andar con rodeos se tiró encima de Jong.


— Pues deja de hacer el pena, no seas tan misterioso y haz el jodido favor de decirme que te ocurre, joder. — Jonghyun se sorprendió, había molestado bastante a Onew, quién creía que comportándose de esa manera estaba distanciando al grupo. El más bajo parecía haberse quedado sin palabras. Miraba el techo como si Onew no estuviera a su lado, con los ojos cada vez más tristes. De pronto se levantó y cogió un papel que le entregó a su líder antes de volverse a estirar a su lado.


— No le digas nada de esto a los demás, por favor, y menos a Key. — Onew se leyó eso no una sino cinco, diez veces, tratando de leer una cosa distinta a la que ponía, pero no había forma. Las palabras impresas dolían a los ojos, y sin saber que decir simplemente abrazó a su compañero con ternura, acercándolo quizás demasiado a su cuerpo. Fue entonces cuando entró Key.





Día 6. 16:00





Onew había regresado a las tres de la madrugada la noche anterior. Nadie le había buscado, tampoco. Jonghyun se sentía muy culpable por lo ocurrido, y creía que su hyung estaría demasiado molesto por ese malentendido para hablarle y Minho, Taemin, y sobretodo Key, no querían volver a saber nada de él.


Pero para lo sorpresa de todos esa mañana le encontraron desayunando él solo, en la mesa. Horas más tarde se había vuelto a encerrar en la habitación con Jonghyung para hablar con él. Aún habían muchas cosas que tenía que aclarar.


— Entiendo que estés así, pero eso no explica porqué te comportas así con Key. — eso fue lo primero que dijo nada más entrar, no saludó, no le preguntó como estaba, y eso le dolió a su compañero, mas sabía que le debía al líder unas explicaciones.


— Si hay una cosa que me encanta de ti es tu voz. Cuando me susurras al oído, cuando cantas y siento que lo hacer para mí, incluso cuando simplemente hablamos. Me dijo eso una vez. — Onew suspiró, no le iba a abrazar de nuevo, no deseaba más malentendidos, además, aún no sabía a donde quería llegar con eso.


— ¿Vas a...? — no terminó la frase, se mordió la lengua y bajo la mirada.


— ¿Prefieres lo otro? No se puede retrasar más...


— Aún así hay algo que no...


— Le intento alejar de mi. Dolerá menos. — Onew se levantó. Quería decirle que había más cosas por las que él le quería, pero entendía que le doliera lo suficiente como para no atender a razones. Además, tenía otras cosas que hacer. Hablar con el manager. Con los chicos. Con las fans. Abandonó la habitación de la misma abrupta forma en la que había entado, sin despedirse.





Día 6. 21:00





— Key, ¿estás seguro de que no quieres más? Llevas dos días sin apenas comer. — Key sonrió, era una sonrisa triste, pero le parecía tierno ver como Minho, quien normalmente era el más despreocupado, se esforzaba para que estuviera a gusto. También Taemin, claro. Estaba seguro de que todo lo que hacia, lo hacia por el pequeño y no por él, no porqué no se llevasen bien, sino porqué Minho no era de esa forma.


— ¿Hyung, quieres salir a tomar algo? — le preguntó el maknae saliendo de la cocina con su propia comida y la de Minho. Esa tarde habían ido los cinco a un programa de radio, y aunque lo habían sobrellevado bastante bien delante de los demás, nada más llegar al apartamento elro se había derrumbado de nuevo, Jonghyun se había vuelto a encerrar en su habitación y Onew había vuelto a desaparecer.


— Porque no. — respondió él sorprendiendo a los otros dos, que se esperaban un no rotundo. En esos momentos Jonghyun entró en la cocina pasando por su lado sin ni siquiera mirarles, como si no estuvieran allí. Salió dos minutos después con un bocadillo, obviamente no había cena para él, y para sorpresa de los demás se sentó en la misma mesa.


— ¿Por qué? — las palabras quedaron suspendidas en el aire, volviendo el ambiente aún más pesado, pero él no respondió. — ¿Porqué, chucho idiota? — La voz de Key sonaba floja y rota, como si de un momento a otro se fuera a echar a llorar allí mismo. Jong simplemente terminó su comida y se levantó de la mesa, mientras los otros apenas si habían dado dos mordiscos.


— No preguntes si realmente no lo quieres saber. — Y tras decir eso el moreno subió las escaleras y se volvió a encerrar en su habitación, dejando a Key aún más molesto y triste de lo que estaba antes.


— Realmente necesito un trago. — Apartó el plato de delante, se puso una chaqueta cualquiera y abandonó la casa sin esperar a los demás.





Día 8. 18:30





Taemin estaba preocupado, Key llevaba bebiendo desde su ultimo encuentro — porqué a eso ni se le podía llamar conversación — con Jonghyun y Minho se estaba cansando de que andara todo el día deprimido y borracho. Su opinión era que sí, le habían engañado, pero podría intentar, y no pedía mucho, hablar con claridad y apartar la botella de su lado. El más pequeño le decía que no debía ser duro, que él también echaba de menos al Key de siempre, pero no podía esperar mucho, después de como se comportaban tanto él como Onew y Jong.


De la misma manera que hacía dos días, Jonghyung entró en la sala donde estaban y se sentó en un sillón.


— Adiós — dijo, cortando a Taemin que iba a preguntarle que hacía allí.


— ¿Qué significa eso? — le inquiere Key, quien empieza a estar cansando de tanto secretismo.


— No puedo. No aguanto veros así. — La voz de Taemin interrumpe la respuesta de su hyung. — Hacer el favor de madurar y hablar como personas normales de una vez.


— Yo ya he dicho todo lo que tenía que decir. — Jonghyun abandonó la sala pasando bastante cerca del que había sido su novio hasta hacía dos días. — Date una ducha. Hueles demasiado a alcohol.


— ¡Imbécil! ¡¿Quién se cree que es, para jugar así conmigo?! — Key estaba fuera de control. Se levantó y empezó a correr hacía la puerta, pero Minho le detuvo. — ¡Y con vosotros! ¡Su mierda está estropeando el grupo!


— Tienes razón pero...


— No hay peros que valgan en esta ocasión, Tae. ¡Llevo dos jodidos días durmiendo en el sofá porqué a mi ex-novio le da la gana de hacerse la victima después de haberme engañado con uno de mis mejores amigos! ¡Uy, el mundo es precioso, los pájaros cantan y el cielo es rosa! — se zafó del agarre de Minho y empezó a subir hecho una furia.


— Esto no va a terminar bien — Comentó el más alto observando como su amigo subía por las escaleras tambaleándose de un lado a otro, sin duda incapaz de ver dónde ponía los pies. Taemin subió y a regañadientes de Key lo arrastró de nuevo hacía el salón, prometiendo que esa noche sería él quien dormiría allí para que pudiera usar su cama, y pidiéndole por favor que se serenara y esperara a que se le pasarán los efectos del alcohol antes de hacer absolutamente nada.





Día 8. 19:00





Onew entró en su habitación y se encontró a Jonghyun sentado en su cama. Primero le pareció que estaba tranquilo, como inerte, pero al acercarse más vio que muchas lagrimas bajaban por sus mejillas y que él no hacía nada para evitarlo.


— Todos me odian. Seguro que si les contara lo que me ocurre, ellos preferirían verme muerto a verme...supongo que podríamos dejarlo en bien.


— Quieres dejarte de chorradas. A mi también me odian. — Pese a decir eso cerró la puerta detrás de si y le abrazó de nuevo, está vez menos rato. — Quizás estaría bien que se lo contarás, no se, para arreglar un poco la cosa.


— Lo siento. Por cargarte a ti con mis problemas. Tampoco debí contártelo a ti, simplemente desaparecer y dejar que la empresa os informara después o durante mi operación. -


— Nunca debes guardarte todo el dolor para ti mismo. — suspiró — Hablé con el manager. Al menos pensaste en informarle a él. Me pregunto cuando harán el comunicado oficial. — Las palabras salían de sus labios cargadas de dolor, pero se esforzaba por sonar natural.


— Entonces también me odiarán las fans. Por separar a SHINee. — Onew se sentó a su lado y esbozo una sonrisa bastante forzada, y que en ningún momento subió de sus labios hasta sus ojos. — Mañana todo habrá terminado.


— ¿Mañana? — preguntó de pronto el líder, realmente sorprendido.


— ¿No te acuerdas? Lo pone en el papel. La operación es mañana. A las siete en punto tengo que estar allí, para que me hagan unas pruebas y...


— ¿Te has despedido de los demás?


— Lo he intentado.


— Aún no es tarde para decirles la verdad.


— Aún es pronto para que me odien aún más.





Día 9. 16:00





Estaban todos histéricos, todos menos Onew, que en ningún momento había intentado poner paz al asunto, ya que sabía que no le van a hacer ningún caso. Pero se estba empezando a cabrear por los gritos de Key.


— ¡Y luego la diva soy yo! — era la quinta vez que gritaba eso en los últimos minutos. — ¡Bien enfadado que estoy, pero no me he ido de casa!


— Key... — y los intentos de Taemin por calmarle eran cada vez más ridículos.


— ¡Tenemos un grupo! ¡Tenemos responsabilidades! ¡¿Te parecería bien que yo, cada vez que le viera la cara a Onew empezara a hacer la maleta?!


— Poco te falta. — Comentó este levantando la vista unos momentos de la revista que hacía ver que leía.


— ¡Y tu no te metas, que tu voz me da dolor de cabeza!


— ¿La mía? Dios, quien me manda a mí meterme en estos embrollos. — Pese a que decía eso no lamentaba haberle hecho costado a Jonghyun, pero no quería acudir al hospital, sobretodo para no levantar sospechas entre las Shawols, ya que él se había desplazado allí en secreto y, hasta el comunicado oficial, que seguramente no tardaría en llegar, al verse suspendidas las actividades del grupo, era preferible que ellas no supieran nada. — Mejor me voy a mi habitación.


Key siguió chillando durante media hora más, pero luego súbitamente se calló durante algunos minutos, sorprendiendo a los otros tres. Cogió su móvil y le llamó. Le dio igual que no le contestara, se sabía ya de memoria el mensaje de su contestador, esperó a la señal para seguir gritando.


— ¡Imbécil de mierda! ¿¡Se puede saber dónde te has metido!? Ojala y te mueras, es más, para mi ya... — Onew bajó y le quitó el móvil de las manos, colgando.


— Que pasa, ¿sólo por tener un rollo de cinco minutos con él ya le vas defendiendo? Creía que al menos tendrías algo de cabeza para aceptar tu error y no se... ¿intentar disculparte conmigo? — La hostia que le dio el líder a Key resonó por toda la sala haciendo que tanto él como Taemin y Minho abrieran los ojos como platos.


— ¡Hasta mañana! — gruñó Onew apresurándose en salir de la casa sin nada más que el móvil de su compañero de grupo.





Día 9. 20:00





Key estaba llorando en el sofá. Había intentado volver a beber, pero Minho y Taemin se lo habían impedido. Si antes no quería ver a Onew ni en pintura, ahora solo le deseaba una muerte lenta y dolorosa. Pero no lloraba por eso. Después de dar vueltas enfadado por la casa durante horas, había decidido usar el teléfono de su líder para seguir llamando a Jonghyun. Pero no había logrado que un solo "te odio" abandonara sus labios, sino justo lo contrario. En esos momentos se sentía la persona más patética del mundo, y ya no sabía si lloraba de dolor o de pena hacía si mismo, y le daba un poco igual.


¿Que sentido tenía llamarle para decirle que no le soportaba si había terminado llorando diciendo que aún le quería a pesar de todo y que no estaba dándole una nueva oportunidad, solo pidiéndole que volviera para que fueran de nuevo un grupo normal? Se sentía estúpido, pero más allá de eso se sentía mal consigo mismo por caer tan bajo como para pedirle a una persona que le había hecho sufrir de esa manera, prácticamente de rodillas, que regresara.


— ¿Key, me vas a escuchar? — le preguntó Minho. — Te digo que aquí hay algo que no me cuadra.


— A ver, dime. — suspiró entre lagrimas.


— No avisamos y no nos presentamos a ninguno de los lugares que teníamos programados hoy, ¿no os resulta extraño que ni el manager ni ningún encargado hayan llamado?


— Ellos ya lo saben. — Los demás dieron un salto en sus asientos, no se habían dado cuenta de en que momento había entrado Onew.


— ¿Saber él que? — Preguntó Taemin, quien estaba realmente harto de esa sensación de estar perdiéndose algo enorme.


— Lo que yo...lo que él debería haberos contado desde el principio. ¡Nos habríamos ahorrado tantos problemas! — La voz de Onew sonaba triste, apagada, y Key no podía evitar escucharla, por más que intentaba ignorarle.


— De qué — se limpió las lagrimas antes de seguir hablando. — ¿De qué estás hablando?


— Se que no le gustará que os lo cuente, pero será lo mejor. Para él, para vosotros — señaló con la cabeza a Minho y Taemin — para mí y sobretodo para Key. Nada volverá a ser lo mismo, pero quizás arreglemos un poco esto.


— ¿Nos lo dices o no? — inquirió Minho bastante cansado de que su líder se andará con tantos rodeos. Él subió a buscar el papel que tan solo cinco días atrás — que a él le parecían una eternidad — le había enseñado el vocalista.


Cuando bajó se lo dio primero a Minho y Taemin, quienes lo observaron sin decir palabra. Empezaban a comprender más el extraño comportamiento de los demás, aunque habían detalles que se les escapaban, pero sobretodo había una frase que rondaba por su cabeza, muy a su pesar y aunque sabían que era egoísta pensar aquello: "SHINee se acabó".


Sin decir nada — demasiado conmocionados para comentarlo — le pasaron el papel a Key, que no sabía si quería o no leerlo.


— ¿Debería o no debería? — pensó en voz alta. Empezó a leer, primero en silencio, pero pasados los tecnicismos médicos, la leyó para todos, aunque sabía que ellos ya lo habían hecho — Deberá someterse a una operación para el cáncer de garganta, donde hay un 96% de posibilidades de que sus cuerdas vocales queden afectadas, y se quede sin voz. De no recibir la operación, el tumor se podría extender y perjudicar todo el organismo afectando así a su persona y...— no siguió leyendo porqué empezó a llorar encima del papel, no hacía falta que lo hiciera, las opciones estaban bien claras. O su voz...o su vida.


Onew retiró el papel de las manos de Key mientras los otros dos iban a abrazarle. Aquello iba a ser duro, y ahora venía la peor parte, el neguito de saber si la operación había salido bien, o si no era muy tarde para impedir que el cáncer se propagara, o, aunque fueran nulas las oportunidades, el no saber si Jonghyun iba a conservar su voz. No sabía si lo iban a recibir pero se unió a su abrazo y se quedaron de esa forma hasta que sintieron que no podían permancer de esa forma todo el tiempo, y a Key ya no le quedaban más lagrimas que soltar.


— Supongo que solo queda algo que aclarar — dijo Onew. — Yo no tengo ningún interés en él, y ten por seguro de que él tampoco siente ningún interés en nadie que no seas tú.


— ¿Entonces por qué...? — pero Taemin no terminó la pregunta ya que Key, para quien era obvio, no se lo permitió.


— Idiota — lo dijo en voz baja, pero los demás le escucharon — ¡No se puede ser más idiota! — Eso lo chilló, lo chilló tan alto que los demás pensaron que se iban a acercar los vecinos para ver que estaba ocurriendo.





Día 10. 15:00





Key se estiró un poco en la silla del hospital y abrió los ojos. Era incomoda, le dolía todo, por haber pasado allí la noche. En realidad no se había dormido hasta las once de la mañana, se había pasado la noche entera observando a Jonghyun, abrazándolo cada vez que tenía la oportunidad, con mucho cuidado de no tocar nada. Tenía miedo. Había tenido miedo de perderle la noche anterior, cuando había entrado corriendo la noche anterior para ver si la operación había ido bien.


Estaba vivo. Sus padres habían estado a su lado, esperando fuera de la sala todo el día, y se maldijo por no haber podido hacer lo mismo, pero recordó que no era su culpa. Eso no le hacía sentir mejor, solo le hacía pensar en como su novio había sido tan idiota de no confiar en él, no, de pensar que iba a dejar de quererle solo por su voz. Le habían permitido quedarse a su lado toda la noche, sus padres ya estaban más tranquilos por la salud de su hijo, y podían ver la preocupación de su amigo, y en ella reflejada la de todo el grupo, por su voz. O eso creían.


Él seguía durmiendo. Supuso que sus padres estaban comiendo, se notaba que habían estado por allí. También recordaba vagamente haber escuchado a los chicos, a la una o por ahí, pero no podía asegurar si era o no verdad. Lo que si estaba claro es que poco antes de que Key se quedara dormido el manager se había pasado cinco minutos para ver como iba la cosa y se había sorprendido al ver allí alro, pues no sabía que los demás miembros del grupo sabían la verdad sobre la operación.


Se le acercó con cuidado y le acarició la frente. Se dirigió hacía el armario donde guardaba los objetos personales. Una foto de Roo. Otra con su familia. Una donde salían los cinco juntos. Su teléfono móvil. Lo cogió y sonrió al ver que el fondo de pantalla era una foto donde salían los dos besándose, y se preguntó que pasaría si alguien que no fuera él o los chicos lo cogían.


Regresando a la silla descubrió que en la mesilla le habían dejado algo de comida para él. Al acercarse notó como él movía un poco los brazos. Esbozó una sonrisa, una de verdad, cosa que llevaba varias semanas sin hacer, y sintió que apenas recordaba como se hacía. Primero abrió el ojo derecho, luego el izquierdo. Y se quedaron mirando.


— Te amo, babo. Demasiado para que nada me importe, mientras pueda estar junto a ti. — Le susurró Key al oído.


— Y yo a ti. — Sonó ronco y flojo, pero sonó. En su oído, con cariño, como muchas otras palabras de amor que le había dedicado tantas otras veces. Pero esas cuatro fueron para Key un milagro, un regalo del cielo, y no pudo evitar que una lágrima, esa vez de felicidad, bajara por su mejilla hasta caer encima de la de su amado.

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Comments

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Jeca101 #1
Chapter 1: Pero D:!!!! Osea si va a poder volver a cantar?? Me dio cosita u_u