Te amo.

Dos palabras que deseaba decirle a ese chico desde hace mucho.

Pero no era fácil, claro.

Chanyeol ha estado enamorado de Baekhyun desde hace muchos años.

Desde la primera vez que lo vio, para ser más específicos.

Amaba todo sobre el pequeño chico: sus hermosas manos y largos dedos, su cabello liso y oscuro, sus grandes ojos castaños, sus labios carnosos, su sonrisa y sus dientes blanquecinos perfectos.

Trataría de estar con él de no ser por la innecesaria ley de su planeta, EXO. Habían muchas leyes sobre las relaciones, lo cual impedía a un gran grupo ser felices, pero la que molestaba a Chanyeol y a Baekhyun era la que prohibía tener relaciones con personas de su mismo grupo, en este caso el K.

EXO-K era uno de esos grupos que siempre practicaban y eran respetados por todos, por poseer poderes. Baekhyun controlaba la luz, y Chanyeol el fuego.

Volviendo al tema, el sentimiento siempre ha sido mutuo.

Ambos, junto a sus otros 4 compañeros, luchaban contra todos los enemigos que invadían su planeta, siempre siendo vencedores, claro.

Baekhyun era una de las personas que más se esforzaba, incluso llegando a crear debates entre los habitantes diciendo que él debería ser el líder de EXO-K, pero luego se daban cuenta de que Suho era el indicado para ese puesto.

Las increíbles habilidades del chico para manejar artefactos sorprendían a Chanyeol, y esa se convertía en otra de las razones por la cual estaba enamorado de él.

Y no se rendirá hasta lograr estar con Byun Baekhyun.

Era una tarde fría en el planeta EXO y Baekhyun se había tomado un descanso de los entrenamientos para contemplar el cielo celeste, ahora con manchas grises.

Últimamente no se sentía igual. No se concentraba, ignoraba a todos y apenas hablaba.

Solo recordaba la conversación con su padre Byun Jaehyun, el líder del planeta EXO, y se deprimía.

-Tienes algo con ese chico de tu grupo. Chanyeol, ¿no?

-Padre, te dije que no escucharas lo que te decían los ciudadanos.

-Es difícil cuando te lo dicen los mismos miembros de EXO-K.

Si, era de esperarse.

Sus compañeros nunca fueron de fiar y no se llevaba bien con ninguno de ellos. Solo con Chanyeol.

Él era el único que lo hacía sonreír y podía levantarlo en sus momentos más oscuros. Se juntaban desde que eran niños y nada ha cambiado.

Nunca había planeado alejarse de él, pero las palabras de su padre eran mucho más fuertes.

-Si alguien, no importa quién, me vuelve a decir algo así, estarás en problemas.

-¡Superior! Confía más en un grupo de personas desconocidas que en mí, ¿su propio hijo?

-Baekhyun, mírame a los ojos y dime que no pasa nada entre ustedes dos.

Al no ser capaz de hacerlo, recibió una bofetada.

Triste, llevo su mano a su mejilla izquierda, todavía adolorida por la semana pasada.

Su propio padre lo había golpeado, esa persona que siempre lo había apoyado en todas sus decisiones desde que nació, le dejó una marca en su rostro.

Desde ese día todos los habitantes, en especial Chanyeol, se preocupaban por él. Le preguntaban qué le había pasado, pero él se negaba a responder  y siempre cambiaba el tema, incluso algunos le cuestionaron si había sido su padre, pero él lo negaba rotundamente y decía que él nunca haría algo así.

Mentir. Baekhyun odiaba hacer eso, ya que apestaba en ello.

Pero los habitantes en realidad creyeron todo lo que él dijo, y no preguntaron más.

Chanyeol... Si tan solo no estuviéramos en el mismo grupo, todo sería más fácil.

Baekhyun despegó su mirada del cielo y observó cómo las parejas caminaban felices, incluso Sehun, el maknae de su grupo, tenía alguien a quién confesarle todos sus secretos: Luhan de EXO-M

Maknae suertudo, te envidio tanto.

Soltó un suspiro mientras miraba a ambos reír y tomar malteadas juntos, deseaba tanto hacer eso con Chanyeol.

Se sumió tanto en sus fantasías, que no se dio cuenta cuando Chanyeol se puso a su lado y empezó a hablarle.

Excelente, ahora escucho su voz. Me estoy volviendo loco.

-Hey –una mano se sacudió enfrente de sus ojos y volteo a ver quién era.

-Y-Yeol –Parece que no estaba imaginando nada.

-¿Estás bien? Últimamente estás diferente y hace unos segundos te hable y ni te moviste –Baekhyun no respondió-. Baek, sabes que puedes contarme lo que sea, ¿cuál es el problema?

Tú eres el problema.

Deseaba responder eso, pero simplemente traería muchos más problemas con su padre y no quería enfrentar su ira de nuevo.

-No pasa nada.

-Y aquí vamos de nuevo –el alto rodó sus ojos-. Estoy cansado de esa respuesta.

-¿Y qué quieres que te diga? –se volteó y empezó a caminar rápidamente, mientras Chanyeol lo seguía al mismo paso.

-Algo que sea cierto, lo que sientas. La verdad, exactamente.

-Lo que me pasa no es tu problema.

-Si somos honestos, yo soy tu único amigo. Sé que te pase algo, Baekhyun, ¿estás seguro de que no tiene que ver con tu…?

-¡No! –estalló de repente, provocando que todos hicieran silencio y voltearan a verlos a ambos. Chanyeol miraba a Baekhyun estático, mientras el bajo respiraba pesadamente, pidiéndole perdón con la mirada-. Yo… -se alarmó al ver que su padre los estaba observando a ambos y comenzó a caminar rápido de nuevo, su compañero lo siguió otra vez.

-¡Byun Baekhyun, detente! –gritaba, sin importar las miradas que yacían en ellos.

-Déjame solo –dijo en voz baja, pero estaba seguro de que lo había escuchado, ya que un brazo lo detuvo-. ¿Q-qué haces? –su rostro estaba solo a centímetros del cuello de su amigo, y eso lo incomodaba, por no mencionar todas las cosas que decían los habitantes: ‘‘¿Acaso son pareja?’’ y también ‘‘¿No está prohibido eso de salir con tus compañeros?’’

-Me duele verte así –respondió, simplemente.

-Chanyeol, mi padre nos está miran… -un empujón del otro hizo que hiciera silencio, ahora estaban incluso más cerca que antes. El más alto se inclino y empezó a susurrar a su oído.

-Sé lo que hizo tu padre, y nunca perdonaré que te hiciera daño –los ojos del Baekhyun se aguaron-. Tampoco me importa lo que él piense.

-¡Park Chanyeol, aléjate de mi hijo, ahora!

-Oh, no –Baekhyun tragó saliva y se alejó de su compañero.

-Señor… -Chanyeol trató de defenderlos a ambos, pero el líder de EXO lo interrumpió.

-No pienses en hablar –volteo a ver a su hijo-. Baekhyun, ya hablamos de esto y me hiciste una promesa.

¿Promesa? ¿Qué promesa? Se preguntó Chanyeol rápidamente, temía haber empeorado los problemas de su mejor y único amigo, al que amaba.

Estaba muy ocupado descifrando lo que dijo su líder, pero un gritó hizo que sacudiera su cabeza.

-¡Padre, tienes que entender que no me importa lo que pienses! –nadie, nunca, había visto a Baekhyun molesto, y menos gritarle a su padre-. ¿Por qué no me dejas ser feliz? ¡Estoy cansado de hacer lo que tú digas! ¡Estoy cansado de tus estúpidas leyes sobre las relaciones! ¡Estoy cansado de que no me dejes ser feliz! –suspiró para calmarse-. Es increíble que no te des cuenta del daño que les haces a muchas personas, incluyéndome.

-¿D-de qué estás hablando? –el padre de Baekhyun no podía actuar como un líder ahora, porque la felicidad de su hijo siempre estaría primero. Y no le importaba lucir débil ante las palabras de su único familiar.

-Creo que está hablando de sus estúpidas leyes sobre las relaciones que debemos tener los habitantes de EXO –Chanyeol se puso al lado de Baekhyun-. ¿Por qué no podemos salir con personas de nuestro mismo grupo? ¿Eh? Dígame –tragó saliva-. Señor, la primera vez que vi a su hijo perdí mi sentido, literalmente. Todo estaba en cámara lenta, excepto por él… -cerró sus ojos y se preparó-. Siempre lo he amado –confesó, sorprendiendo a todos, inclusive a su amigo-. Y quiero estar con él, pero primero necesito su permiso. Remueva la ley, deje que todos los habitantes sean felices. Lo más importante, deje que su hijo sea feliz.

Jaehyun volteó a ver a Dongho. Él era uno de sus mejores ayudantes y siempre traía el libro de las leyes en sus manos, el asistente entendió todo y abrió el libro justo en las páginas sobre las relaciones.

Susurros llenaban el lugar: ‘‘¿Crees que lo hará?’’, ‘‘Nunca me imagine que ambos se gustaban’’, ‘‘Yo siempre lo sabia’’, ‘‘Era muy obvio’’, ‘‘Al fin podrá estar con él.’’

Lo más sorprendente fue el sonido desgarrador que emitió el libro, al ser dañado por el mismo creador. Las páginas de las leyes sobre las relaciones ahora estaban en el fuego del centro de la ciudad, lo que llevo a muchas personas ahogar gritos, sonreír y hasta comenzar a llorar de la alegría.

Al fin puedo estar con la persona que en realidad amo. Pensaba la mayoría, pero Chanyeol se quedó en su lugar, estático. Nunca pensó que el padre de Baekhyun haría eso, y en verdad pensó que lo condenarían a muerte por rebelarse en contra del líder.

Pero no habían palabras para describir lo que sentía en ese momento. ¿Acaso podía estar con Baekhyun? Oh, lo había olvidado por completo, la manera en la que confesó sus sentimientos por su amigo fue algo única, lo más probable es que se sienta abrumado.  

Tal vez debería intentarlo, tal vez él sienta lo mismo. 

-Baek –se acercó a él.

-¿Sí? –Baekhyun sonreía, esperando que el más alto hablara.

-Y-yo…

-Vamos, dilo. No le grité a mi padre para nada. -Chanyeol sonrió, sabiendo que éste le correspondía.  

-Te amo –la sonrisa del chico creció aún más, lo que hizo que Chanyeol lo imitará-. He sentido esto desde que te conocí, y cada día aumenta más. Baek… Si dices que sí, te prometo que siempre te cuidaré, nunca me molestaré contigo y te haré feliz, porque eres lo que más amo en este planeta. Cada vez que sonríes no puedo evitar hacerlo yo también, como ahora mismo –ambos rieron-. Nunca había querido tanto a alguien, y lo que siento por ti no puede describirse con palabras. Eres la persona más hermosa de todo este planeta, y nadie puede negar eso… Entonces –se arrodilló-. Byun Baekhyun, ¿quisieras ser mí…?

-¡Sí! –El chico no lo dejo terminar y lo abrazó, provocando que todos los presentes empezaran a reír y aplaudir, hasta su padre-. Yo también te amo, Park Chanyeol. Estaba esperando que me dijeras todo eso desde que nos conocimos, y ahora que lo has hecho… -sus ojos se aguaron y Chanyeol empezó a secar sus lágrimas-. Me haces muy feliz, ¿sabes? –se lanzó a él de nuevo.

Llego la hora. Pensó Chanyeol mientras se separaba de Baekhyun.

Ambos se miraron a los ojos sonriendo. Miradas que dicen más que mil palabras.

Desde ese momento, todos los días en el planeta EXO serían diferentes, ambos podían sentirlo. Ahora que estaban juntos, nadie podía hacer que se enojaran, porque sabían que se tenían el uno al otro y nada más importaba.

Y sin darse cuenta, ambos se estaban besando apasionadamente, algo que querían hacer desde hace mucho. Fue lento y cariñoso, expresaba sus sentimientos y podían sentir la sonrisa del otro.

-Al fin puedo saborear tus labios –Baekhyun se sonrojo y Chanyeol sonrió-. Eres tan hermoso… -acarició su mejilla-. Te amo, Baek.

-Igual yo, Yeol.

Sellaron sus palabras con otro beso más largo que el anterior, sabiendo que siempre estarían juntos.