Fruto prohibido

Fruto prohibido

Arándanos dulces y fríos arándanos, es lo único que ha comido en los últimos días, solo arándanos. Si seguía comiendo esas cosas, temía convertirse en uno, un arándano gigante. De solo imaginarlo, su cuerpo tornándose azul e hinchándose hasta que...

 

—Basta —sacudió su cabeza para alejar tal idea.

 

Además, Jinki le dijo que eso no es posible, junto con un par de advertencias, de las cuales recuerda poco. Algo sobre la comida...

 

Taemin, desplegó sus alas de plumas tan blancas como la nieve que cae durante el invierno y emprendió el vuelo sobre el paisaje helado lleno de quietud, es así durante esa época del año cuando los animales entran en hibernación tras las primeras nevadas; en el corto verano la historia es otra, las liebres y los zorros recorren el terreno, las aves lo sobrevuelan y el exceso de vegetación pudriéndose en parte del terreno pantanoso que se forma por el derretimiento de la nieve. Esa parte a Taemin no le agrada.

 

En su corto vuelo se acercó a las coníferas que rodean el borde del área con musgo y líquenes donde ha vivido su existencia.

 

 La vida vegetal empieza a variar, es de a poco más y más vivas, no solo un blanco manto helado.   

 

—Así que de aquí vienen los arándanos. —Dijo para sí mismo, después de reducir la velocidad de su vuelo y descender cerca de los arbustos.

 

Observó el panorama, no hay ni uno de sus congéneres a la vista, sus hermanos están ocupados con las provisiones. La oportunidad perfecta para salir a explorar más allá de lo que conoce y una vez más emprendió el vuelo, alejándose de la tundra congelada donde nació. Agito sus alas lejos el bosque que había descubierto recién. La temperatura empezó a elevarse mientras más lejos esteba, los frondosos y verde árboles que vio por primera vez, curioso color para él, pero no tanto como para detenerse.  Y no bajo la velocidad, continuo su vuelo incluso cuando los árboles ya no eran tan abundantes.

 

En la distancia, con los verdes y vibrantes follajes de los árboles volviéndose más escasos. Vegetación de poca altura que nunca había visto apareció, aún había árboles, pero tan distanciados entre sí que no ya no podría llamarse un bosque.

 

Además de la cada vez más evidentes escases de cuerpos de agua, que Taemin pudo notar. Se movió por el aire en busca de alguna fuente de agua, el calor es mucho mayor en ese nuevo territorio, algunos mechones de su cabello estaban pegados a su frente gracias al sudor; finalmente desciendo al terreno árido recién descubierto.

 

Taemin, dio unos pasos en la arena, fascinado por la sensación de las partículas de rocas contra la piel de las plantas de sus pies.

 

—A Jinki hyung le gustaría esté lugar tan extraño —sonrió de solo pensarlo—, lastima no poder llevarla conmigo.

 

Continuó caminando sin saber a dónde ir o tener alguna idea de donde se hallaba, solo hay arena y el sol en lo alto sin ningún rastro de nubes. Después de caminar un poco, la arena caliente ya no era interesante, ahora le quemaba las plantas de los pies, el ardor le hizo emprender el vuelo de nuevo sin rumbo.

 

El aire caliente le estaba sofocando y aturdiendo, bajó de nuevo después de volar cuando a poca distancia el verdor vibrante de plantas que había dejado kilómetros atrás reapareció. Un paraje en medio del desierto que le pareció irreal después de kilómetros y kilómetros de arena caliente.

 

Las plantas, los animales a los que quería acercarse, todo era nuevo para Taemin, a pesar de su curiosidad, la sed era mayor y lo que ahora deseaba con vehemencia era un trago del vital líquido.

 

Se adentró aún más al oasis hasta encontrar agua, una laguna de cristalinas aguas; sonrió de solo verla, se apresuró a ella y se arrodillo al llegar a la orilla, uniendo sus palmas para recoger agua y poder así ingerirla hasta calmar su sed, humedecer su rostro y hasta sumergir sus pies, quisas de esa manera reducir el ardor dejado atrás por caminar en la arena caliente. Quería hacer más que eso, pero no estaba seguro de desvestirse en aquel lugar, aunque deseaba hacerlo por el calor y las capas de ropa que llevaba encima, un traje de invierno blanco no era con precisión conveniente en ese lugar.

 

Dejando a un lado la idea de despojarse de su ropa, se relajó en la orilla, a tal punto de dormitar con uno de sus pies sumergido en la laguna, casi entrando en sueño profundo, pero no todo puede ser miel sobre hojuelas.

 

El aleteo rápido acercándose a su ubicación, la pequeña criatura se posó sobre su mano derecha que descansaba sobre el suelo, mientras su brazo izquierdo fungía como almohada. Al enfocar visión sobre la pequeña criatura, que en su vida había llegado a ver y que además no estaba solo, pues más escarabajos llegaron a él, Taemin abrió sus ojos, se levantó a toda prisa manchando su vestimenta nevada al perturbar las tranquilas aguas con sus pies.

 

Corrió sin fijarse a donde se dirigía, gritando a todo pulmón, mirando a ambos lados erráticamente; esas cosas podrían comérselo vivo sin dejar ningún rastro de su existencia. Eso alentó su miedo y sus piernas a correr más rápido e intentando esquivar los obstáculos en su incierto camino. En un momento de descuido, no vio lo que tenía enfrente y se dio de lleno con la persona que se llevó por delante. La joven hada cayó sobre su trasero y uso sus manos para cubrirse el rostro.

 

—¡Por favor no me coma, aún soy muy joven!

 

—¿Te encuentras bien? —Dijo el individuo con quien tropezó.

 

Taemin apartó sus manos del rostro; un individuo alto, de piel ligeramente bronceada —probablemente por su exposición al sol en aquel paraje—, cabello algo largo a penas más allá del lóbulo de sus puntiagudas orejas, de un rojo anaranjado intenso, de ojos grandes y ambarinos.

 

Con un intricado dibujo pintado sobre parte del torso, el hombro y brazo derecho, visible gracias a la falta de prendas en la parte superior de su fornido cuerpo.

 

Taemin se levantó y acercó al sujeto, atraído por cuernos como los suyos, quizás algo mas ensortijados sobre la cabeza del individuo y las coloridas alas que van desde un rojo intenso, degradándose en un anaranjado vibrante y finalmente un brillante amarillo que recuerda a la llama de una fogata.

 

—¿Estás bien?

 

Ignorando las palabras del hada, Taemin tomó en sus manos una de las alas del sujeto, guiado por su propia curiosidad.

 

—Es tan bonita y no quema. —musito para sí mismo.

 

—¡Oye niño! Lo que haces es grosero —dijo apartando su ala de las manos de Taemin.

 

—Lo siento, hyung, es que son tan coloridas y...

 

—¿Cómo te llamas? —Pregunto el pelirrojo moreno.

 

—Soy Taemin, vengo de muy lejos y creo que me perdí. ¡Ah! También casi soy devorado por esas pequeñas esmeraldas voladoras. —Respondió Taemin sonriendo y señalando el camino de su huida.

 

—¿Esmeraldas voladoras?

 

—Sí, pero no las veo. —Miro a su alrededor en busca de «las esmeraldas voladoras», sin embargo, no había ni rastros de ellas. El alivio creció en su corazón, esas pequeñas joyas verde con alas no lo alcanzaron.  

 

Por su parte el pelirrojo le echó un vistazo, para él que Taemin estuviese perdido, era obvio por la blanca vestimenta en capas que cubrías gran parte del cuerpo de Taemin, sus ojos azul claro, ese cabello a dos tonos de raiz negro profundo que se degrada a un claro lavanda, poco más largo que el nivel de los hombros; le indicaba que era un hada de los desiertos helados, que perdió su camino y termino en el árido desierto donde se halla el oasis.

 

—¡Ven aquí amiguito! —Taemin desvío su atención hacia el pequeño animal que cruzó su visión—, espera pequeño zorro.

 

Taemin se olvidó del pelirrojo y corrió hacia el pequeño canido asustado por el llamado a viva voz del hada de la tundra.

 

—¿A dónde vas niño? ¡Espera!

 

Minho se elevó unos centímetros del suelo con rapidez y alcanzó a Taemin, bloqueo su camino y lo tomó de la muñeca.

 

—Quiero tocarlo. —Dijo con un puchero al ser detenido.

 

—No puedes hacerlo, lo asustas, además por qué quieres tocarlo. —Dijo el pelirrojo.

 

—Porque su pelaje es diferente. —Contesto con simplicidad.

 

—¿Cómo debería ser según tú?

 

—Su pelaje es diferente, de donde vengo es tan blanco como la nieve. —Respondió Taemin con seguridad.

 

—Es un zorro del desierto, si su pelaje fuese blanco sería una presa fácil.

 

—¡Oh! Supongo que hyung tiene razón. Lo siento —Taemin sonrió y dejando atrás con rapidez lo sucedido—. Hyung, ¿qué son esas cosas?

 

Taemin señaló con su mano hacia un par de aves e hizo el amago de dirigirse en esa dirección; aquel movimiento provoco que el moreno desviara su atención en esa dirección y se alejó del hada de la tundra, quien ni corto, ni perezoso avanzó unos pasos hacia unas flores dar dulce aroma e hipnóticos colores.

 

Taemin rozo con sus dedos uno de sus pétalos.

 

—No las toques, son flores muy delicadas —Minho aparto la mano de Taemin de las flores—. No puedes tocar las flores sin razón, algunas pueden ser venenosas.

 

—Lo siento, hyung, tenía curiosidad —Taemin simplemente sonrió una vez más— ¿Cuál es nombre de hyung?  Aún no me los has dicho.

—Bien, no lo vuelvas a hacer y no pasara nada—agrego aceptando las disculpas del hada de la tundra—. Me llamo Minho.

 

  

—Minho hyung, entendido —respondió Taemin —. Ya que soy imprudente, qué tal si hyung, me muestra este lugar, es mi primera vez aquí y...

 

—Me parece bien.

 

Tres palabras que Minho se arrepintió de pronunciar poco después. Cada par de pasos se detenían por la misma acción de Taemin, tocar cada planta o intentar tocar cada criatura que no fuesen «las esmeraldas devoradoras» que él se encontró antes de chocar con Minho, quien le explicó que esos pequeños insectos eran inofensivos. Aunque Taemin no se fía mucho de ello.

 

A pesar de las trabas por las acciones de Taemin, caminaron un largo tramo, una buena parte del oasis a pie; Minho temía que si sobrevolaban el paraje Taemin repetiría la persecución del pequeño zorro y no era conveniente, solo serían más problemas.

 

La joven hada se detuvo una vez más, pero esta vez no hubo movimientos de sus manos y el ligero silencio y la falta de acción intrigo a Minho.

 

—Hyung, tengo hambre.

 

Minho lo observó pensativo, estaban en el área de los cultivos de Quandong, algunos semejantes en la cercanía cosechaban los frutos ya maduros destinados para el consumo de las hadas del desierto y no había nada más que árboles con Quandong, maduros y sin madurar.

 

¿Qué podría hacer en ese momento?

 

—Hyung, tengo hambre —Repitió Taemin sujetando una de las alas de Minho.

 

—Lo siento, no puedes.

 

—Pero tengo hambre. —Taemin insistió.

 

En la tundra no tendría que pedirlo dos veces, cuando Jinki o Jonghyun le traerían un cuenco con arándanos azules y fríos. En cambio, aquí la única persona que conocía le estaba negando alimento.

 

—No puedes comer nada de aquí —Minho insistió, llenándose de preocupaciones apresuradas   

 

—Pero... —Un ligero gruñido interrumpió sus palabras, era el estómago de Taemin, reforzando su afirmación.

 

—En serio no puedes comer nada de esta zona —replico Minho, un poco inquieto quizá— ¿A caso no lo sabes?

 

Minho continúo viendo a Taemin, sin saber cómo proceder, miro a su alrededor, cerca de ellos estaba otra hada del desierto recolectando la fruta en un cesto. Minho barrio su mirada entre aquel individuo y Taemin. Ahora tenía una idea que podría enviar una catástrofe.

 

—Está bien, solo deja que encuentre algo que puedas comer, pero no toques nada y no comas nada de aquí —Minho aclaro.

 

—Lo prometo.

 

—Bien… ¡Changmin! ¿Puedes hacerme un favor?  Cuida que este chico no coma nada, ya vuelvo.

 

Antes dar irse Minho le pidió a Taemin quedarse sentado en un punto específico bajo la vigilancia de Changmin. El hada con un físico y una vestimenta similar a la de Minho, solo que el grabado estaba solo sobre el torso.

 

Minho voló un poco lejos de la arboleda, tenía que buscar algo que Taemin pudiese ingerir sin efectos secundarios. No lo pensó mucho la única hada del desierto que ha viajado y regreso a su hogar en el oasis, Kibum.

 

Llego al jardín que le pertenecía a su semejante, de piel nívea y de mirada felina.  

 

—¿Qué trae al señor perfecto a mostrar su cara frente a mí?

 

—Necesito de tu ayuda... Hay un invitado inesperado y tiene hambre—expuso Minho sin contemplación—. Sé que has viajado y traído algunos bocadillos que no ocasionan problemas para los ajenos al desierto.

 

—¿Es tan urgente que soy la única criatura que puede ser de ayuda?

 

—No vendría aquí de no ser así. —Respondió con prisa.

 

Kibum se mantuvo callado, haciendo algunas muecas. No tenía por qué ayudar a Minho, no obstante, si no lo hacía podría ser contraproducente   

 

—Tengo algo, pero solo te las voy a dar porque no quiero un gran problema.

 

—Gracias.

 

Kibum se retiró un momento para buscar algunos los frutos secos que podrían servirle. Regreso y le entregó a Minho una pequeña bolsa, que los contenía.  El hada del desierto se apresuró a regresar, sintiéndose ligero al despejar la idea de un conflicto menor en su camino. Se acercó al lugar donde dejó a Taemin, Changmin no se hallaba por ningún lado, eso le pareció curioso, pero no quiso alarmarse.

 

—Taemin, ya estoy... ¿Qué estás haciendo? —Pregunto Minho sin querer aceptar lo que veía.  

 

Taemin, tenía en su mano derecha un Quandong entero y en su mano izquierda otro fruto rojo del mismo tipo, con algunas mordidas en él.  

 

—Comiendo. —Respondió Taemin con ingenuidad.

 

—¿Por qué estás comiendo eso? —En el mismo estado, Minho prosiguió su cuestionamiento— ¿Y dónde está Changmin?

 

—Porque tengo hambre, hyung y tu amigo tuvo que irse.  

 

—¡Te dije no lo hicieras!

 

—Pero tardaste mucho. —contesto sin comprender el por qué Minho se hallaba alterado.    

 

—Ahora ya no puedes irte del oasis.

 

—¿Qué? ¿Por qué?

 

—No eres un hada del desierto y estas comiendo un Quandong, Taemin, que es exclusivo para nosotros—Explico Minho después de tomas una bocanada de aire, buscando calmarse—. Vienes del desierto de hielo, por ningún motivo podría haber comido un Quandong, está prohibido.

 

—Oh, espera un minuto, Jinki hyung me dijo algo sobre eso... Supongo que ahora viviere en este lugar— Taemin lo vio y como si en ese momento se unieran los puntos y se formara una imagen completa ante él—, extrañaré a mi Jinki y a Jonghyun.

 

Minho palmeo su rostro, tenía que ser una broma, este chico no podría ser tan inconsciente.

 

La advertencia de Jinki era sobre este asunto, no había problemas entre las hadas de los diferentes ecosistemas, pero si existía ciertas restricciones creadas por el bienestar común, no había problema con el intercambio de objetos, sin embargo, algunos frutos eran exclusivos para cada hada habitante de sus respectivos ecosistemas, y en simples palabras había frutos prohibidos.    

 

 

—Lo siento, pero hubo un problema con las aves...—Changmin regreso en ese momento solo para descubrí tal situación—. Estamos en problemas ¿verdad?

 

—En el mejor de los casos, solo tendremos un nuevo habitante.

 

—Tu invitado querrás decir, porque de seguro estarás a cargo del cuidado al hada del desierto helados, que termino atrapado en el oasis—Changmin agrego con algo de burla quizás—.   Lo lamento por ti amigo… bueno yo debo continuar con la cosecha, buena suerte ambos.

 

Minho centro as u mirada en Taemin que continuaba comiendo del dulce fruto rojo en su mano izquierda. ¿en qué clase de embrollo termino mentido? Solo porque la joven hada de la tundra no cumplió su promesa.

 


Nota rojo brillante de la autora, (o sea yo):

Hola, Chingus, le trago este oneshot inspirado en la película Maléfica 2: el origen de mal , mas que nada en las hadas oscuras que presenta la película, traigo ara ustedes a Taemin hada de la tundra y a Minho como hada de desierto.

 

Una enrome gracias a @Danny_Ig por ayudarme por básicamente darme el prompt , ¡chama de por fin lo termine xD !

dato curio e innecesario , pensaba publicar esto en cumpleaños de Taemin pero ya lo termine así que aquí esta

Sin mas que decir espero les guste.

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Thank you!
song_ji_ah
A mí me gusto mucho escribirlo, espero qeu a utedes tambien les guste leerlo... Este es el resultado de las ideas que surgen de los que ves

Comments

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gwiboonivy
#1
No pls i wish i could speak spanish the tags are dragging me in and the three words i understood from the prologue (since i speak italian) eeally made me curious !!! SAD