Carmesí

Description

Un amor corrompido. 

Aquel donde dos hombres, creyéndose conocedores del mundo, se atreven a burlarse de Dios, sin contar con las consecuencias y el dolor que esto les traería. 

Foreword

Capítulo Uno: Antes de conocerlo.


–    Esto será algo de minutos… – dijo. – Debes entender que todo lo que digas aquí…
–    Ya lo sé. –interrumpí, sintiendo el peso del cansancio saltándome en la espalda. – Solo habla. 
–    ¿Cómo lo conociste?
–    ¿A quién?
–    Sabes de quien hablo. ¿Cómo lo conociste?
–    He conocido a tanta gente… –un golpe seco en mi mejilla izquierda me hizo borrar la tenue sonrisa que se asomaba en mis labios.
–     ¿Crees que esto es una broma? –gritó. La brisa de la impaciencia comenzó a danzar alrededor nuestro. 


El olor era dulce. Tanto como su rostro. 


¿Qué sabor tendrán sus labios? Si ahora yo me atreviera a besarlo… ¿qué sabor tendrían?
Me perdí por segundos detallando su rostro que, ignoré, casi por completo, el grito desesperado que emitió por sus labios.
Sonreí.


–    ¿Tienes tiempo para una trágica historia de amor para adolescentes? –me burlé, dejando que la sonrisa creciera mientras lo escuchaba acceder. – ¿Por dónde comenzar? –vacilé apropósito.
–    Lo principal. –obvio. – ¿Cómo se conocieron?
–    No. –agite la mano en protesta a su respuesta. – Es mi historia. Debo comenzar conmigo. Quien era yo antes de conocerlo.

 (…)


–    ¡Min YoonGi! –el rugido de advertencia que lanzó mi madre, junto al zapato que había caído directo en mi nariz, me pronosticaron el nivel de paciencia que aún quedaba en su sistema. – ¡Mueve ese culo fuera de la cama o…! –la orden y la segunda advertencia quedaron al aire, junto con mis ganas de vivir y el incesante dolor que bombeaba de mi nariz.
–    ¡Muévelo tú! –vocifere, con el humor cayendo en picada junto a la sangre deslizándose por mis fosas nasales hacia mis labios. Escuché su trote acercándose a mi habitación.
–    ¿Qué dijiste? –Su cuerpo entero se tensó y su mirada, ardiendo en furia, me acuchillo, deseando poder matarme.
–    Que ya voy. – bufé disgustado.
–    Vuelve temprano a casa. –dijo– Tú padre es…
–    LeeSeol – voltee a verla, con la burla juzgándola de pies a cabeza. – ¿de nuevo estas soñando?, ¿ya tomaste tus medicamentos? –la vi caer, como una actriz que exageraba sus expresiones. Caía en cámara lenta, mientras su mente se refrescaba y sus ojos lagrimaban– ese hombre nos dejó. –dije, sintiendo la furia incrustándose en mis entrañas. – ¡se fue! –dije– ¡nos deshizo, destrozo nuestra humanidad…! –la furia que gritaba y carraspeaba en mi garganta se disipo al verla llorar. Suspiré, tragando la amargura acida que comenzaba a gotear por mis labios. – Toma tus pastillas, mamá. –dije, pero por el tono de mi voz, parecía más una súplica que una orden.
–    Báñate –dijo. –  apestas a mierda.

Comments

You must be logged in to comment
No comments yet