11:1

Description

Para Dahyun el número 11 era todo.

Foreword

Un click fue necesario para que la pantalla mostrará la típica imagen de espera mientras se esta llamando y dos toques fueron necesarios para que apareciera su persona favorita en este mundo.

Kim Dahyun.

Sana sintió ir su corazón latir mil por hora contra la pared de su pecho que casi parecía una taquicardia y nunca se hubiera alegrado tanto de tener una con tal de ver a su chica una vez más.

- Hola, preciosa - dijo con esa voz ñoña y Sana sintió las lágrimas llegar a sus ojos - Parece que a alguien le comió la lengua el gato.

El puchero de forma chulesca que hizo la más pálida le arrancó una risa y logró calmarle las emociones como solo ella sabía hacerlo.

- Dahyunie - su sonrisa fue lenta - Te extrañé.

- Y yo a ti.

No es que no tuvieran que más que decirse pero las palabras sobraban en ese momento y Sana podría jurar que podría quedarse así, sólo viendo a Dahyun. No había un detalle que no le encantará de su novia y aunque eso sonara vanidoso, era perfecta a sus ojos. Por eso no fue raro que las lágrimas volvieran a sus ojos y esta vez avanzaran tortuosamente bajo la vista de Dahyun que sentía cierta impotencia por tener que ver eso y no culpabla a Sana, ella misma estaba resistiendo para no derrumbarse ahí mismo y la japonesa no se lo estaba dejando fácil.

- Sana - intentó llamarla pero la otra parecía absorta en su mundo - Preciosa, mírame.

Sana negó con su cabeza entre sollozos abrazándose a si misma aunque eso no detuviera en los ligeros temblores en su cuerpo, no solo los soldados tenían traumas durante la guerra.

Dahyun no cabía más con la necesidad de atravesar esa maldita pantalla y tener entre sus brazos a la chica que tenía su corazón y sus pensamientos. Decidió jugar su última carta.

- You're the star I look for every night when it's dark, you'll stick right by my side - cantó recordando esa canción que había estado atorada en su cabeza antes de partir - I've got something to confess,I'd keep you in my pocket to use. You're my only compass I might get lost without you.

Sana quedó hipeando cuando las primeras líneas salieron acompañadas de la voz de Dahyun y aunque las lágrimas cayeran gruesas por sus mejillas estaba más calmada de lo que aparentaba.

La más pálida sonrió con tristeza y como solía hacer puso su mano en el aparato tocando la pantalla justo donde estaba la cara de su amada y Sana imitó la acción.

- Quiero que vuelvas - dijo la japonesa con voz adecuada para su ánimo - Te necesito conmigo.

Eso fue todo.

Dahyun bajo la cabeza dejando que una lágrima rebelde rodara por su mejilla y respiró profundo antes de mirar a Sana no sin haber limpiado su piel.

- Una misión más, cariño - presionó su mano con la pantalla aunque Sana no percibiera esto - Sólo once y ya. Paciencia, es lo único que te pido. Y te juro que estaré en casa a antes del almuerzo.

- Tú y tu maldita adicción por el número once - Sana intentó ponerle humor a la situación.

A pesar del comentario logró robarle una sonrisa de goma a la coreana.

- Fue mi número de la suerte contigo, no lo olvides - le señaló con el índice de su mano libre - Me dijeron que el Go Kart número once no le servían los frenos pero decidí no hacer caso y esa noche terminé en el hospital acompañada de la chica más hermosa del mundo, ¿puedes adivinar quién es?

- Tonta - si hubiera podido Sana le hubiera dado un ligero golpe pero no podía.

- Tu tonta - Dahyun movió su ceja logrando ver los dientes de la contraria - Mucho mejor.

- Aún pienso en ello - declaró con gesto derrotado la japonesa.

- Sana no - Dahyun tuvo que olvidarse de sus lágrimas y ponerse seria - Cariño, ni en un millón de años hubiera dejado que vinieras a este infierno. Ni en ese tiempo, ni ahora, ni después. Escúchame bien: nunca.

- Si no hubiera insistido en querer besarte en público tú no estarías ahí - soltó entre sollozos.

- No tienes culpa de esa maldita sociedad en la que vivíamos o de que un juez dictará esa sentencia para nosotras y menos que un par de dirigentes tontos decidieran acabar con la paz mundial entre naciones - tomó un respiró - Sana, yo te amo. De aquí a once constelaciones o cuantas existan, no sé el número exacto pero es mucho ¿si? Te amo y eso no va a cambiar. Quiero volver contigo y que me hagas olvidar todo lo que vi, lo que escuché, el tiempo que pasé aquí. Tú eres mi hogar ahora y necesito que estés bien no solo por mi, por nosotras; veras como en un futuro esto solo será algo pequeño comparado con todo lo que viviremos. Te lo prometere diez veces en el futuro y una aquí ahora. Te amo.

...

 

El 11:11 suele ser para los enamorados su oportunidad o casualidad favorita en este mundo.

 

El 11 para Dahyun y Sana era más que eso, significaba su unión.

 

1 bala impactó en la parte inferior de su cuerpo, 1 bala impactó en su corazón ahorrandole el sufrimiento.

 

11:1 fue el récord de misiones de la soldado Kim Dahyun.

 

10 fueron el total de llamadas que grabó Sana para asegurarse de que estaba bien.

 

Pero esta vez le faltó una.

 

Maldita Dahyun por no cumplir tus promesas.

 

Se escuchó cuando pusieron la bandera, de la nación que defendió, sobre su ataúd.

 

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