Era un mundo cruel con los omegas masculinos, su ciclo de calorías y su capacidad de procrear los hacia fenómenos, objetivos de odio y violencia.

Si en las noticias de la mañana salia la muerte de un omega, nadie se compadecía, nadie se alteraba porque era un omega, no era importante.

"Odio ser omega" fue la primera frase que salio de Shin Hyesung en la mañana de un octubre lluvioso.

Cada tres meses Shin Hyesung cerraba las puertas  y ventanas de su pequeño departamento, con botellas de agua, unas bolsas de ramen, lo suficiente para estar 3 o 4 días encerrado sin contacto alguno.

Era su rutina de cada 3 meses, desde hace 4 años, siempre igual, compadeciéndose.
Escuchando las protestas de la dueña del pequeño edificio, su odio a los omegas masculinos, siempre igual cada 3 meses.

Esto porque era un omega.

Ese día lluvioso de octubre fue diferente, al cerrar todo su pequeño departamento y recostarse en su cama  por unas horas, Hyesung lo sintió una ráfaga de viento y lluvia en su ventana.

De pronto la ventana de su habitación se abrió, al mismo tiempo las luces se apagaron y hyesung se levanto de inmediato, mientras trataba de cerrar las ventanas, no se percató que la puerta de su habitación había sido abierta.

-Señora Kim?- Hyesung no volteó.

-...no- una voz masculina hizo que hyesung volteará, un hombre beta mediano de edad avanzada estaba parado con un bat de béisbol en mano.

-salga de aquí- Hyesung se puso rígido

-No lo creo, pague para estar aqui- dijo el hombre avanzando, Hyesung lo  entendió, lo habían vendido.

Después todo ocurrió rápidamente, Hyesung trato de correr a la puerta y solo pudo sentir el golpe en su cabeza, mientras sentía que la habitación giraba se aferro a la botella de agua que estaba cerca y entonces todo se volvió oscuro.

Las gotas de lluvia caían en su piel, eran frías con la brisa del viento, sus párpados estaban pesados, cuando logro abrirlos, sintió un dolor recorrer todo su cuerpo, entonces despertó.

Estaba en el callejón, estaba tirado cerca de las bolsas de basura, tenia su camisa, no sus pantalones, sus manos aún se aferraban a la botella de agua, la sangre estaba por todo su cuerpo, estaba temblando.

Hyesung abrió los ojos y miro al cielo, la lluvia seguía, el viento hacia su piel estremecer, mientras sentía que sus sentidos volvían, sus recuerdos lo atacaron, recordó la primera vez que su mamá lo llevo al pre escolar, la vez que llego con su informe medico indicando que era un omega, la vez que su mamá murió tratando de protegerlo. 

"Ya no puedo" en su mente esas palabras no pronunciadas lo calmaron, después de varios intentos consiguió levantarse y caminar lentamente, ignoró el liquido que salia de su entrepierna, las gotas que caían por su mejilla, llego al puente mas cercano, no era el mejor solo uno que habían construido por si el río crecía.

Se acerco a la baranda, y trato de subir, no sintió  miedo, mientras se aferraba para subir encima, incluso el dolor de sus heridas eran soportables, de pie frente al río, Hyesung sintió su corazón ligero, se sintió libre, una voz se escuchaba de lejos, pero sus pies ya habían tomado la decisión.

Hyesung salto.

El agua se sintió cálida en sus heridas, el ruido se volvió suave y entonces ya no había nada más.

El dolor volvió, su boca se sintió seca, su cuerpo pesado, las emociones lo golpearon. Esta vivo.

Abrió los ojos y vio la luz del fuego, sintió un paño húmedo en su frente y volteó.

-Estas despierto -la voz era de un hombre, de piel oliva, cejas gruesas, ojos oscuros, nariz perfecta y labios gruesos. 
-Me llamo Eric Moon- dijo con una sonrisa perfecta- estas en mi casa.

La frase no tranquilizo a Hyesung, su corazón, su mente se sentían inútiles, el dolor de su cuerpo se convirtió en un dolor emocional imposible de soportar, cerro los ojos.

Eric era un Alfa, era un empresario que se canso de la vida citadina y se mudo a las afueras de la ciudad, tenia inversiones en cafés y había alquilado su departamento en la ciudad, el cerro el trato el mismo Día lluvioso de octubre, estaba en su coche pasando el puente cuando vio la pequeña figura de un hombre tambalearse hacia el puente, con una sonrisa aliviada en su rostro.

Él también salto y se aferro a la delgada figura, se dio cuenta de inmediato que la persona, era una omega masculino y que había sido violado. 

No fue necesario mas preguntas, Eric se lo llevo y curo sus heridas lo mejor que pudo, el segundo día el omega dijo su nombre "Shin Hyesung 20 años".

No habló mucho, mas bien escuchó todo lo que Eric le decía, sonriendo de vez en cuando, había un pequeño perro en la casa Gomdori se llamaba era la fuente de sonrisas de Hyesung.

" Debería irme" Hyesung lo dijo en una mañana después de estar 3 semanas en esa casa.

Eric no se movió, solo se quedo quieto y después de mirarse fijamente asintió, lo llevo a la ciudad, a su departamento, le dio un teléfono móvil con su número pero no se fue estaciono el coche y se acercó de nuevo al departamento de Hyesung y lo vio, como luchaba por poner su mochila en su hombro mientras una señora lo jalaba y unos hombres se acercaban por el otro lado de la acera.

Fue un grito desesperado, un grito de dolor, un grito de un omega solo en el mundo.

Eric se acercó empujo la mano de la señora, agarro la mano de Hyesung y lo empujo detrás suyo, se paro recto e hizo evidente todo su aura de alfa.

Y eso fue todo.

Hyesung se sentía cansado, parte de él agradecía la llegada de ese hombre salvador y bueno pero, otra parte de él solo quería que todo terminará.

Llegaron a la casa de campo y Eric lo condujo a la habitación que había estado usando, Gomdori se puso feliz aferrando la mano de Hyesung y ladrando sin parar.

No dijeron mas, Eric por miedo, Hyesung por el dolor que lo consumía.

Una mañana normal Hyesung lo escuchó, la risa masculina, los ladridos hicieron que el aire fresco se sintiera relajante y su cuerpo y mente dejó de sentirse pesado, sonriendo salio y vio a Eric.

Se miraron y  sonrieron, Eric fue el primero en inclinarse y probar los labios de Hyesung, el beso se sintió extraño pero agradable y dulce.

Ese día mientras Hyesung era besado y acariciado en todo su cuerpo, sintió que el peso que cargaba por ser omega se iba aligerando, Eric fue  considerado, gentil, coqueto, cada caricia fue suave, cada beso profundo, cada palabra dicha para crear el ambiente perfecto, cuando Eric por fin empujo entre sus piernas, Hyesung solo pudo sentir placer, el tiempo se detuvo y le permitió disfrutar ese momento único de felicidad.

Cada 3 meses Shin Hyesung cerraba la casa y preparaba una cena especial, jugaba con el perro y esperaba a su esposo, Eric volvía como siempre con un regalo en mano y flores en la otra mano, sonriendo ambos se aferraban y se quedaban despiertos riendo, besándose, acariciándose y hablado de todo tipo de cosas.

Cada mañana después Hyesung, se levantaba feliz, sin dolor, el miedo aun acechaba su mente pero el solo tenia que besar a Eric y todo volvía a ser perfecto.

Eric entendía perfectamente a su Hyesung, sabia cuando este sentía miedo, cuando se sentía feliz y cada protegiéndolo en su casa, era un día mas en el que Eric se sentía poderoso.

La lluvia de octubre volvió unos años mas tarde ninguno de los dos se molesto por ello, sino que se quedaban acurrucados viendo la lluvia pasar.

El tiempo era perfecto.