TALK ME DOWN

𝐈 𝐰𝐚𝐧𝐧𝐚 𝐡𝐨𝐥𝐝 𝐡𝐚𝐧𝐝𝐬 𝐰𝐢𝐭𝐡 𝐲𝐨𝐮
𝐁𝐮𝐭 𝐭𝐡𝐚𝐭'𝐬 𝐚𝐥𝐥 𝐈 𝐰𝐚𝐧𝐧𝐚 𝐝𝐨 𝐫𝐢𝐠𝐡𝐭 𝐧𝐨𝐰
𝐀𝐧𝐝 𝐈 𝐰𝐚𝐧𝐧𝐚 𝐠𝐞𝐭 𝐜𝐥𝐨𝐬𝐞 𝐭𝐨 𝐲𝐨𝐮
𝐂𝐚𝐮𝐬𝐞 𝐲𝐨𝐮𝐫 𝐡𝐚𝐧𝐝𝐬 𝐚𝐧𝐝 𝐥𝐢𝐩𝐬 𝐬𝐭𝐢𝐥𝐥 𝐤𝐧𝐨𝐰 𝐭𝐡𝐞𝐢𝐫 𝐰𝐚𝐲 𝐚𝐫𝐨𝐮𝐧𝐝

Talk me down - Troye Sivan.

Comenzar hablando de la muerte es algo que a nadie le gusta pero que a veces es inevitable. La muerte llega cuando menos te lo esperas y a las personas que menos se lo merecen, no vamos a decir que esta persona se lo merecía porque en realidad nadie merece morir, por más que sea el ciclo de la vida. Tan rápido como vino se fue.

Fue un 25 de abril, a todos les tomo por sorpresa, fue sin dolor, fue sin previo aviso, pero ahí estaba, la muerte había llamado a la puerta y se había adueñado de su nueva victima. Fue el mismo Lu Han quien lo encontró tendido en su cama, fue él quien llamó a emergencias aunque sabía que no había nada que hacer, su padre había fallecido mientras dormía y él no se había enterado hasta que amaneció al día siguiente.

Los cementerios nunca le han gustado, desde que pisó uno para ver como enterraban a su madre este o había vuelto a pisar ninguno. Y no lo hubiera hecho sino fuera por Hye, su pareja y la cual le saco de casa para que fuera a darle una despedida a su padre, él era la única familia que el hombre tenía. Ambos eran la única familia que tenían y ahora Lu Han se había quedado solo.

¿Pero no lo ha estado siempre desde aquel día de hace dos años?

La relación con su padre aunque parecía que era igual de siempre, nunca volvió a ser la misma por parte del rubio. No le había perdonado que le separara de SeHun, no le había perdonado que tuviera que fingir salir con una chica para darle el gusto, aunque al final le había terminado cogiendo cariño y ahí seguían ambos, juntos después de casi dos años de relación.

Era un mentiroso.

Un falso.

Un cobarde.

Y nunca se lo ha perdonado, pero hace dos años fue tarde para remediarlo, ahora lo es incluso más. Pero ahí estaba, lo había visto llegar, podía notar su presencia ¿cómo no notarla si aún hace mella en él? Pero aunque quiera decirle algo puede esperar, su padre es mucho más importante, las lágrimas que recorren su rostro demuestran lo afectado que está por la perdida, al fin y al cabo era su padre, la persona que lo ha criado aunque le haya hecho tener una miserable vida.

SeHun por su parte no puede apartar la mirada del rubio, siente su pena pero realmente no puede sentir pena por el hombre al que están despidiendo. No puede, por más que lo intente es imposible. Llamadle insensible, pero nunca le cayó bien y mucho menos desde que se enteró todo lo que le hizo a Lu Han, destruyó la felicidad de su hijo solo porque estaba cegado y no podía abrir su mente a las nuevas cosas, es pleno siglo XXI y aún la gene ve con malos ojos una pareja del mismo o y cree que es una enfermedad.

Se marcha de allí, ha hecho acto de presencia solo por Lu Han para desde la lejanía darle su más sentido pésame, pero a partir de ahí ya no tenía nada que hacer. Se había rendido, después de dos años no ha podido seguir esperando por Lu Han, puede ver que está bien junto a Hye, pero también ve como el brillo de sus ojos no es tan intenso como antes. Por lo que sigue siendo infeliz aunque lo esconda bajo la mascara que se ha creado para todos los demás, él siempre podrá leerle a pesar de que le haya alejado de su vida como si de un trapo sucio se tratara.

Todos los años de amistad se fueron por el desagüe desde el momento en que piso el patio trasero de esa casa, pero se prometió esperar, sin embargo no ha podido cumplir esa promesa como tampoco pudo cumplir la de velar por Lu, por su felicidad, por su bienestar. No ha podido cumplir nada de lo que se propuso.

Cansado de ser la sombra del rubio decidió en su día marcharse de allí, pero allí sigue, porque no se atreve a dejar a Lu Han solo, porque aunque diga que ha pasado página en el fondo sigue esperando que este recapacite y vuelva con él, ya no de una manera sentimental, solo le necesita a su lado, le da igual como, solo quiere a su amigo de vuelta, echa más de menos su amistad que los meses que pasaron como pareja.

Una mano en su hombre le alerta y le hace mirar hacía arriba, se había sentado en unos escalones que daban directos con el mar. Grata es su sorpresa al ver la persona que se ha acercado a él. No tarda en levantarse, ambos se miran sin decir nada, SeHun puede ver lo destrozado que está el otro y no duda en abrazar su cuerpo tembloroso. Las lágrimas mojan su chaqueta negra pero no puede importarle menos, se trata de Lu Han, su pequeño Lu Han, su amigo, el chico por el que daría todo.

Los "lo siento, tanto" "perdóname, debí buscarte antes" "soy una mierda de persona" y los "te quiero, siempre te he querido y siempre te querré" abandonan los labios de Lu Han, SeHun no sabe que hacer, está allí pasmado sin saber que decir, pero sus manos no dejan de acariciar la espalda y nuca de este. Por más que quieran estar así saben que no pueden, sobre todo cuando SeHun se da cuenta de la mirada acusatoria de Hye sobre ellos. Ella era otra que no veía bien aquello, pero él no podía hacer nada contra la mente de aquellos idiotas.

Estaba harto de que la gente los desprecie.

Ambos estaban hartos de todo eso.

Separándose del abrazo y dejándole ir de nuevo no sin antes darle una pequeña sonrisa, Lu Han baja las escaleras para reunirse con su novia, aquella que no deja de mirarle gritándole que da asco, no hace falta que lo diga en voz alta, sus ojos se lo están gritando. Puede ver como ambos se van, como de nuevo Lu Han se aleja, como su felicidad se marcha sin mirar atrás. Eso le recuerda a aquella vez que le vio después de tres meses, como Lu Han pasaba por su lado sin mirarle, como su felicidad se iba por segunda vez pero esta vez de la mano de otra persona.

Le había dejado escapar tres veces ¿no que la tercera era la vencida?

Para ellos la tercera era el final de todo.

Porque su amor no estaba destinado a ser.

Si SeHun creía que ese día sería el ultimo que pisaría el cementerio estaba muy equivocado. Dos días después volvió a pisarlo y esta vez era él quien lloraba, quien estaba despidiendo a quien se había robado su corazón, a la persona que más había amado en su corta vida, a la persona por la que sonreía todos los días.

Lu Han se había ido.

Sin avisar.

Sin decir adiós.

Pero dejándole saber que le quería.

Lu Han no pudo soportar todo lo que tenía encima. La muerte de su madre, el alejamiento con SeHun, las crueles palabras que se le instalaron en el cerebro gracias a su padre que se las repetía cada día, una novia que no paraba de recordarle que amar a otro hombre era una gran enfermedad, la muerte de su padre y los casos de depresión que solo el mismo sabía.

A veces las personas no aguantan y deciden que en vez de seguir luchando es mucho mejor rendirse. Eso mismo le pasó a Lu, quien a escondidas de todos si que se despidió, se despidió de la única persona que merecía ser conocedora de su amor, la única que merecía su último adiós y su última sonrisa.

Y allí mientras observa la lápida que hay a sus pies, SeHun se da cuenta de que el amor trágico puede ser igual de feliz, porque nunca amar a nadie había dolido tan bien.

R.I.P

Lu Han.

20 abril 1990 - 27 abril 2017

Tu recuerdo perdurara siempre en nuestros corazones.