Hace algunos meses, quizás dos años, apareció el rumor de un joven muy atractivo, de gran fuerza, de una valentía impresionante, de un corazón lleno de bondad. Las historias alrededor de aquel joven, eran sobre sus batallas con dragones muy peligrosos y fuertes, sus hazañas como un caballero al salvar pueblos de la destrucción de brujas malignas, troll´s en busca de doncellas y niños que comer, cada historia era más sorprendente que la anterior. Se decía que aquel joven provenía de tierras muy lejanas y que su infancia había sido difícil. Iniciando con la muerte de su padre, después la de sus hermanas y finalmente el secuestro de su madre.

La historia más contada es donde un joven sin ninguna habilidad, ni alguna ayuda, cruzo tierras peligrosas, con solo una maleta llena de víveres y de algunas prendas, en su mano un bastón de pastor y en la otra un cuchillo de cocina, armado con eso y sin deseos de dar un paso atrás, este joven se dirigió en busca de su madre, quien había sido secuestrada por un dragón cambia formas, conocido como un hechicero maléfico o como un demonio, que se alimenta de las almas puras de niños y de mujeres. En su duro viaje, el chico se enfrentó a diversas criaturas aliadas de ese maligno brujo, pero también se hizo de amigos, dos chicos que al igual que él, buscaban rescatar a sus madres.

Al llegar a la guarida de aquel ser los tres jóvenes, llenos de valor y deseos por ver nuevamente a sus madres, enfrentaron al brujo, después de una batalla muy ardua y difícil, los tres chicos salieron victoriosos. Así fue como el mundo conoció a los tres muchachos llenos de valor y pasión. El mayor de ellos Kim Hee Chul, porte lleno de arrogancia, pero también de ser alguien con quien puedes contar si algo necesitas, después Kim Jae Joong, de apariencia sería y tranquila, con gran porte físico, además de ser un joven lleno de educación y bondad, y el joven de apariencia tierna e inofensiva, rasgos tranquilos y lindos, su nombre Kim Ryeo Wook.

La historia de los tres muchachos llego a los oídos del rey Hwang, al investigar sus historias, descubrió que los tres provenían de familias honestas, uno de ellos hijo de un pastor de ovejas, otro hijo de un comerciante en los reinos Lee, Jung y Hwang, en cuanto al otro, era hijo de un duque. Aunque el hijo de duque era buena opción política para ser el prometido de su hija, los tres jóvenes eran perfectos para ser quienes ayuden a salvar a su hija de aquel maligno hechicero. El rey Hwang mando a llamar a los chicos, quienes, al saber de la desgracia del rey, accedieron a ayudarle, el rey prometió a uno de ellos la mano de su hija Tiffany y por ende ser su sucesor, a los otros dos les ofreció la mano de su hija Michelle y un puesto dentro de la corte, pero no debían de mencionar algo a su hija o alguien más del reino, los tres aceptaron y se volvieron los guardias principales de la princesa.

El temible día en que la princesa sería enviada con aquel temible ser, los tres caballeros se disfrazaron de servidumbre que ayudaría a la princesa con su instalación, pero en el momento en que el brujo los vio, los lanzo lejos.

-¿Acaso su rey cree que puede engañarme? Fuera de aquí, decirle a su rey que esto ha cambiado, al inicio solo sería unos años pero ahora, la princesa nunca saldrá y tendrá a dos dragones custodiando de ella y aquel que crea poder salvarla le espera un destino peor que la muerte.- El hechicero llamo a sus dragones, eran gigantescos y muy terroríficos, ambos tan parecidos que nadie sabía que dragón era cual. –Lleven a la princesa al bosque del este, donde un día es como un mes, déjenla en el castillo negro, aquel de pasillos infinitos, cuidaran de ella, evitaran que escape y que alguien intente salvarla, todo aquel que se acerque lo mataran.- Ambos dragones asintieron y alzaron vuelo, ya con la princesa en su poder. Al llegar y desde su salida del castillo Hwang, la princesa se mantenía en un trance creado por una posición hecha por el brujo, ella dormía profundamente.

-Deja a la princesa en la torre, yo me encargo de sus cosas.- La monstruosa voz del dragón se escuchó.
-Bien, solo recuerda que a partir de ahora, viviremos aquí, así que busca de comer.-
-Y tú, donde dormiremos. Además debemos turnarnos para cuidar del castillo y hacer los deberes.-
-Entendido.-

Así fue como la princesa inicio su nueva vida en cautiverio, mientras que el rey Hwang manda a soldados y caballeros por los siguientes cuatro años, ninguno logro regresar con vida. El hechicero preparaba su ataque al castillo y poder derrocar al rey, con la ayuda de las criaturas del bosque, soldados creados de cuerpos de personas enterradas en cada área del reino, además de seis dragones muy peligrosos. Los años pasaban y la princesa seguía esperando ser sacada de ese lugar. Al inicio trato de escapar, fallando en cada intento, incluso se lesiono algunas partes.

-Espero y algún día deje de intentar escapar.-
-Ella no es así, lo volverá a intentar, una y otra vez, hasta que lo logre.-
-Sabes que eso solo será peor.-
-Lo sé.-
-¡HEY DRAGONES! ¡ES HORA DE COMER!- Dentro de aquel castillo había algunas doncellas de las que el rey Hwang entrego al brujo, la que les llamo era la menor de todas.
-¿Qué sucede Seohyun?- Cuestiona uno de los dragones ya transformado en humano.
-La comida esta lista, tomen un descanso.-
-¿Qué hace…?-
-¿Tiffany? Ella está comiendo en el gran comedor, así que descansen un poco.-
-No podemos, ella podría escapar.-
-Vamos, está en silla de ruedas, que por cierto que gran trabajo hicieron.-
-No fuimos los dos solo…- Dijo el dragón mientras señalaba a su compañero.
-Felicidades, es muy buena.-
-Gracias pero no lo menciones.-

El tiempo seguía su paso y como cada noche los soldados que intentaban salvar a la princesa fallaban. Un día uno de los dragones vigila cuando de la nada una bala de cañón le golpeo bastante fuerte en la cabeza, provocando que este cayera con rapidez, que ocasiono un ruido muy fuerte, despertando a todos en aquel castillo, incluso a la princesa. El dragón herido en cuanto toco tierra regreso a su forma.

-No puede ser, le han derribado.- Dijo Seohyun para después voltear a ver al otro dragón enfurecer y atacar a aquellos que hirieron a su compañero. Mientras tanto la princesa aprovecho para intentar escapar, pero cuando se acercó a uno de los pasillos destrozados se encontró con el dragón. Al momento de verlo le reconoció, fue corriendo a verle y se encontraba muy mal, tenía la cara llena de sangre y el golpe le abrió gran parte.
-Vamos despierta, no puedes solo irte así. Por favor despierta.- Pedía una y otra vez a aquel dragón pero su voz parecía no tener efecto. Pasados varios minutos, algunas doncellas y el dragón victorioso fueron a encontrarse con el caído.
-Seohyun, Jiyeon tómenle y llévenle a nuestra residencia, necesito que le curen. Qri, SeulGi, Irene y Bom, llévense a la princesa de regreso a la torre y que no salga, hasta nuevo aviso.-
-Como usted diga.-
-No, esperen quiero saber cómo esta, ¿se repondrá?-
-Lo hará, ahora regresa a la torre, por favor Tiffany, mi hermano Ji estará bien.-
-Me alegro Taeyeon, ¿podemos hablar cuando él este mejor?-
-Por supuesto.-