Pequeñas gotas de lluvia corrían sobre su piel suave y cremosa, como la caricia de una amante amable, como la causa del sueño inquieto de Krystal cada noche. El deseo de pasar sus labios por cada centímetro de su piel en completa y absoluta adoración aún persigue sus sueños.

Después de meses de hablar con Irene unnie, Krystal finalmente reunió cada centímetro del coraje dentro de ella y le pidió una cita. Los insoportables segundos de silencio inmediatamente después valieron la pena. Tanto Irene como Krystal permaneciendo en su lugar por un tiempo. Tiempo suficiente para ver como Irene unnie mostro esa sonrisa tímida y sus mejillas rosadas cuando acepto.

Y ahora, aquí, estaban paradas debajo de un paraguas, mientras el pesado techo de lluvia cae sobre ellas.

Muy a pesar de la tonalidad gris del cielo, Irene unnie logro eclipsar la atmósfera sombría del día empapada por la lluvia. Sus ojos atraen a Krystal más adentro, sin mucho esfuerzo, hacia el profundo mar dentro de sus ojos claros. Con sus largas pestañas revoloteando para evitar que el agua caiga dentro de sus ojos.

Krystal se asoma desde sus propias pestañas húmedas y ve una sonrisa suave curvarse en los labios de Irene unnie. La misma sonrisa que le muestra a Krystal cada día y que sin lugar a dudas, siempre logra dejarla sin aliento, sin importar cuán a menudo la vea. Krystal ha muerto y se ha ido al cielo. Si esto fuera un sueño, entonces Krystal espera que nunca más la despierten por el resto de su vida.

'Krystal...' La mano de Irene unnie se cierra alrededor del único paraguas sobre ellas.

Apenas prestan atención a las personas frenéticas que corren a su alrededor; luchando para salir de la lluvia, Krystal se inclina hacia delante tan cerca que puede sentir el cálido aliento de Irene unnie golpear su rostro. Dulce , pensó aturdida. El aroma de las fresas flotaron a través de su nariz.

Extendió una mano posándola en la cintura de Irene y acerca su cuerpo al suyo. Dio un nuevo paso y finalmente presiono suavemente sus labios contra los dulces rosas. La otra mano de Krystal se levantó y tomo la parte detrás de la cabeza de Irene, acercándola para profundizar el beso y dejar escapar un suave gemido. Krystal sonríe a través del beso. Se inclina hacia atrás y mira el cielo. Las nubes retumbantes prometían más de ella y el sonido de la lluvia golpeaba el suelo de hormigón, pareció el aplauso para su amorosa expresión en plena calle.