Capítulo 2

Mono No Aware. (もの の あわれ )

A penas la mujer se marchó, no se demoró en mejorar el ambiente, y Park Chanyeol ya se encontraba a una distancia moderada, mientras Lu Han hablaba con Baekhyun sobre como arreglar la situación. “te pido muchas disculpas por lo que pasó, de verdad que no tenía ni idea de que algo así pasaría, tómate el resto de la noche libre.” Dijo con tono de tristeza, se encontraba genuinamente preocupado, mientras sus guardias rondaban por el bar, pidiendo disculpas a los clientes. “Évdomos ya está preparándose para tomar tu lugar, así que no tienes de qué preocuparte” terminó de decir con alegría.

 

Chanyeol se acercó a Baekhyun, y le tocó el hombro cuidadosamente, e inmediatamente se marchó Lu Han, despidiéndose con la mano, y enseguida, con cierta humildad hizo una pequeña reverencia “Muchas gracias por su ayuda Chanyeol-ssi” dijo antes de intentar escapar con cortesía “necesito cambiarme la ropa, como puede ver.” se rio desanimadamente.

 

“¡Espera!, ¿te puedo ayudar en algo?, al final fue por mi culpa de cierta manera, pero me gustaría ayudar.” Dijo rascándose la cabeza suavemente “Podemos pasar a mi casa si te quieres bañar enseguida, queda bastante cerca.”

 

Baekhyun se sorprendió un poco, pero no pudo hacer nada al respecto, sabía que tenía que decir que no, era obvio, en primer lugar, aquel muchacho era un extraño, en segundo lugar, había raros rumores sobre él, y en tercer lugar, Baekhyun odiaba con su alma a los ricos, su altanería, confianza y soberbia le hacían querer vomitar.

 

Pero, por otra parte, si la gente del bar le veía saliendo junto a él, nadie volvería a pedirle el número o burlarse del el, los de la elite eran astutos, y aunque siguieran hablando a su espalda, mientras no le dijeran cosas a él, como la mujer de hace un rato, no tenía problemas. Así que, sin pensarlo dos veces, levantó la mirada, sonrió con ganas y dijo que si, sonando más decidido de lo que el mismo se sentía.

 

Chanyeol, si bien sorprendido, no se molestó por la respuesta, y enseguida le invitó a seguirle con la cortesía que le caracterizaba, y le hizo subir a un auto negro, de una marca que probablemente el mayor no sabría pronunciar. Durante el camino le preguntó un par de cosas sobre el bar, y el otro le contestó lo preciso, remarcando que era un empleado, y no conocía mucho sobre el jefe.

 

“¿Sabes algo entonces sobre el Gen’ei Ryodan?” consultó, llamando aun más la atención de Baekhyun, este, que sabía que no podía dar ninguna información, incluso si la tuviese o no, guardaba cierto respeto a aquellas personas.

“Solo te puedo decir que no son simples matones al mando de Lu Han, son personas también, cada uno es distinto, y cumplen con su función. Por decirlo de alguna manera, funcionan como una araña, Lu Han es la cabeza, y ellos las patas, y dependen estas de la cabeza.” Aclaró, sabía que las dinámicas de el grupo no eran algo que no se supiera entre su clase, todo el mundo sabía de ellos, pero nadie hablaba.

“Ahh, claro, de cierta manera hace mucho sentido.” Fue lo último que dijo antes de continuar el camino en silencio, y cuidadosamente manejando por un par de calles. En menos de diez minutos se encontraron en frente a un edificio que el mayor identificaba como uno dedicado a las oficinas, y no pudo evitar preguntar.

“¿Por qué estamos frente a edificios de oficina?” preguntó un poco incrédulo antes de soltar su cinturón.

A lo que el menor contestó. “En el último piso hay un Pent-house, allí es donde vivo.” Se rio un poco, levemente siquiera “Vamos, no seas tímido, salgamos del auto.” Propuso y así mismo lo hizo, ambos salieron del auto y entraron al edificio, yendo directamente al ascensor, donde Park Chanyeol marcó el último piso, el número treinta.

Una vez ahí, existía solo una puerta en el gran pasillo, y el dueño pasó una tarjeta de identificación por un sensor, y se abrió la puerta sin problemas. “Por favor, pasa y hazte cómodo mientras busco un par de cosas para ti. Ropa y una toalla para que te duches.” Dejó las llaves en el mesón, y se marchó por un pasillo enorme.

Baekhyun quien ya estaba un poco incómodo se sentó en el enorme sofá, de color rojo vino, sin ninguna mancha ni rastro de ser usado, ni un aroma más que el del dueño. Y cerró los ojos por lo que parecieron segundos. Estaba cansado, todo el mundo causaba revuelo sobre él, en la universidad sobre su orientación ual, inventando cosas sobre el que jamás fueron ciertas, y todo el mundo vivió creyéndolas. Y en su trabajo, nadie le tenía respeto por su estatus social, era visto como un animal, casi como una bestia exótica para ser admirada, y no le gustaba ninguna de las dos.

Suspiró, llenando sus pulmones de aire, sintiendo los aromas a su alrededor, y cuando abrió los ojos, vio al otro hombre, con las cosas en las manos, sonriendo de forma extraña, como con entendimiento y empatía. “Adelante, el baño está hacia la derecha, la última puerta.

Solo siguió las instrucciones, y se encaminó hacia el baño, entró con cuidado, y a pesar de que se lo esperaba, el baño era extremadamente grande, tenía una tina donde fácilmente caían dos personas, y una pequeña pero cómoda piscina temperada para el baño, y junto a esta una ducha del porte de el baño de su propio apartamento. Se decidió solo por la ducha, pues no quería pasar mucho tiempo ahí, y se bañó con rapidez.

Salió del baño ya vestido, con unos jeans rotos pero modernos, le habían quedado un poco apretados en los muslos, pero el resto le quedaba bien, la camisa era un poco más grande de lo normal, una o dos tallas, al igual que la chaqueta, y se había quedado con sus zapatos y calcetines.

“No pensé que mi ropa te quedaría tan bien, ósea, me refiero a que esa ropa me quedaba pequeña, así que pensé que no podría quedarte.” Se excuso, intentando no sonar incómodo, o hacer las cosas raras. “Quieres que te pase a dejar?” preguntó por cortesía, pero tenía un presentimiento de que le diría que no. Dicho y hecho, el mayor solo se negó, se despidió, dio las gracias y se fue por la puerta principal.

Chanyeol se sentó en el sofá, junto a la depresión en la forma que había dejado rastro de que había habido alguien más ahí, cerró los ojos y se relajó, considerando su noche bastante satisfactoria.

Y de repente se recordó.

Había olvidado a Sehun en el bar.

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