Algunos dicen que es la felicidad más grande que puedas encontrar en toda tu vida.

Algunos dicen que es un regalo invaluable que solo otro ser humano puede darte.

Algunos dicen que se encuentra cuando te encuentras a ti mismo.

Algunos dicen que cuando lo encuentras estás completo.

Algunos dicen que sufres el dolor más grande cuando lo pierdes.

Algunos dicen que no existe, que es algo superficial.

Algunos dicen que el primero es el único que recuerdas toda la vida, y que los demás solo sirven para tratar de llenar el vacío que ha dejado.

Algunos dicen que hay diferentes tipos.

Algunos dicen que es la solución a los problemas más grandes e incluso a los más pequeños.

Todos tienen diferentes opiniones sobre él…

Pero… ¿Qué es realmente?

Creo que es cuando dejas de pensar en ti mismo y comienzas a preocuparte por los demás, cuando comienzas a hacer cosas que nunca pensaste hacer, cuando sientes felicidad al verlo frente a ti, e incluso cuando se marcha sigues sintiendo lo mismo, porque sabes que él es libre y que, aunque de alguna forma te ha pertenecido, no significa que sea tuyo completamente. Porque lo has conocido siendo libre y eso nunca debe de cambiar.

Creo que es cuando miras al cielo y recuerdas, recuerdas los momentos felices, los momentos tristes y sonríes y lloras, porque a veces el llorar no significa debilidad, algunas veces las personas lloran porque han soportado demasiado y al final del día todos tenemos un límite. Creo que es cuando te encuentras mirando a la distancia sin ninguna razón aparente y piensas en todo lo que ha pasado, lo que está pasando y lo que pudo haber pasado.

Creo que es cuando tomas decisiones y vives con ellas, cuando aceptas que te equivocaste y pides perdón, porque la persona que pide perdón primero siempre es la más valiente. Es cuando dejas de guardar secretos y los compartes. Es cuando te vas a la cama contento o lloras hasta quedarte dormido. Porque has dejado ser libre a alguien, le has permitido ser la persona que era antes de conocerte. Y tu misma sabes que poco a poco la persona que eras antes de que él llegará a tu vida, de alguna forma regresará, pero no por completo, porque aprendemos de las experiencias.

Creo que es cuando podemos sentir el dolor de otros, cuando podemos compartir su felicidad y cuando podemos mantenernos fuertes cuando alguien más lo necesita.

Yo lo conocí en ella, cuando deje de pensar que haría yo mañana y en lugar de eso pensaba ¿Qué haría ella mañana? ¿saldría a dar un paseo en parque? ¿o se quedaría sentada en su habitación leyendo uno de los tantos libros que hay en su casa? ¿será feliz?

Lo conocí cada tarde cuando nos separábamos, porque ella tenía que ir con su mejor amiga a clases de canto y yo me quedaba observando como se alejaba, añorando tal vez, pero sabiendo que si era el destino la volvería a ver esa misma tarde. Lo conocí cuando el viento soplaba sobre mi mano mientras me encontraba en mi balcón, y en lugar del viento sentía la calidez de su mano.

Lo conocí cuando miraba la luna y recordaba que alguna vez me había dicho que prefería la luna antes que el sol, porque era delicada y no había peligro al mirarla, que tal vez a ella le gustaba que la miraran, y al sol le gustaba mirarla también, solo que, para él, la luna tiene otra cara y no es la misma que nos muestra a nosotros.

Así mismo las personas tiene una manera diferente de ser con cada persona dependiendo si él está presente o no.

Lo conocí en las nubes que podían verse desde la ventana de mi habitación, mientras mis memorias con ella se desvanecían como cada nube. Cuando mis amigos me preguntaban porque siempre soñaba despierta, y yo le decía “porque a veces los sueños son mejores que la realidad”.

Lo conocí en cada lagrima que derramamos en nuestra primera pelea, cuando nos separamos y cuando nos volvimos a encontrar.

Lo conocí cuando la bese por primera vez y pude sentir su miedo y a la vez compartirlo, porque algunas veces no estás seguro de que él exista realmente y tienes miedo de arriesgar algo que has mantenido a salvo por mucho tiempo.

Lo conocí en sus ojos cuando hacíamos el amor y en su cuerpo y en su voz.

Lo conocí en la soledad, cuando no había nadie a mi lado, cuando pensaba que la vida no valía la pena, no porque no la tuviera, sino porque yo no valía nada para nadie, lo conocí cuando pude escuchar su voz por teléfono. Saludándome como si nada hubiera pasa y yo contestando de regreso. Porque era más fácil fingir que nada había pasado que haberla perdido.

Lo conocí en las letras, cuando leía historias donde todos era felices, incluso en donde todo termina mal.

Lo conocí en su sonrisa y en sus labios.

Lo conocí cuando dije adiós con la esperanza de poder volver algún día.

La única vez que no lo he conocido es en mi misma, pero estoy trabajando en ello. Como promesa a mi misma y a ti.

Hoy conoceré el amor.

Han pasado dos años desde que me fui, tal vez es la primera vez que estes aquí y pienses que realmente esto no es un one-shot o una historia. Pero para mi lo es, cada palabra es una historia. Me fui hace dos años y tal vez nunca regrese o tal vez regrese mañana. No podría decirlo.

Solo quería compartir un poco de mi nuevamente.

Wapaniie.-