Capítulo 11

Tú no eres el único © |ᴀᴅᴀᴘᴛᴀᴄɪᴏ́ɴ|
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Sus ojos y los míos habían quedado prendados en una profunda conexión de reconocimiento mutuo, mi cerebro trataba de procesar el hecho de tenerlo delante de mis ojos y mi corazón no dejaba de latir con mucha fuerza.

Bajo el manto de las luces de las calles, él se veía tan distinto, tan diferente a como lo recordaba, incluso mucho más grande. Él había cambiado tanto y el peso de la realidad me golpeó, sofocándome profundamente.

—Tiffany, él es Kyung Il, mi hermano mayor —escuché lejanamente la voz inocente de Solar.

Nerviosa moví mis ojos a ella, sonreía ampliamente, ajena a la verdad que ambos guardábamos. Mis ojos volvieron a él y así como yo, él estaba sorprendido de tenerme delante de él.

—Kyung, ella es Tiffany, la chica de la que te he estado hablando todo este tiempo.

Su voz sonaba tan alegre, pero tanto él como yo no compartíamos la misma felicidad. Una oleada de tristeza me sacudió cuando mostró su media sonrisa, tan familiar y dolorosa.

—Mucho gusto, Tiffany —dijo él, mirándome como una total desconocida.

Me dolió tanto que en ese momento quise darme la vuelta y salir corriendo al único lugar en el que me sentía segura.

—El gusto es mío —escuché mi voz hueca.

Que importaba lo que él pensara.

Un silencio incomodo flotó en el aire y fue roto por un carraspeo proveniente de Solar, la tensión se intensificó cuando entramos al coche de Kyung Il, estaba tan nerviosa y perdida en los recuerdos que no noté cuando alguien más se nos sumó.

Llegue a casa sobre las 11:00p.m. y Taeyeon parecía no querer dormir hasta que estuviera en casa. En la penumbra de la oscuridad la encontré mirando en mi dirección, con su pijama puesta y con una radiante sonrisa en los labios.

—Al fin estas en casa.

No dudé en acercarme a ella y hundirme en sus brazos, como todas las veces que me sentía mal.

Ella me abrazó y pude sentir la tensión en su cuerpo, no preguntó nada, solo me abrazó respetando mi silencio.

Nos fuimos a la cama y me acurruqué a su lado como una niña en busca del amor de su madre, pero yo solo buscaba el suyo, quería olvidar esta noche y quería sentirme segura en sus brazos.

—¿Podemos hablar?

Me sobresalté al escuchar una voz ronca detrás de mí, el miedo se extendió por todo mi cuerpo y temblé. Con temor me giré para ver a mi atacante imaginario.

Lo miré por largos segundos, consciente de que nos encontrábamos en el local casi teniendo un altercado, sentía enojo, tristeza, decepción. Él ya no era el mismo y me constó anoche.

—¿Qué haces aquí?

Mis brazos se cruzaron en mi pecho como una defensa, él sonrió con arrogancia y elevó una de sus gruesas cejas.

—Una vez mi padre me dijo que el mundo era como un pañuelo, ya sabes... —se encogió de hombros y prosiguió—: Por lo pequeño que puede llegar a ser y vaya que tenía toda la razón —su sonrisa burlona apareció en su rostro. Tensé la mandíbula—. Han pasado muchos años desde la última vez que te vi, Stephanie.

En su mirada se había alojado un brillo, un brillo que me sorprendió.

—Lo sé —logré susurrar—. Demasiados, diría yo.

Deslicé mis manos por el delantal delante de mí, consiente de mi nerviosismo al tener su mirada fija en mí, ¿ya había mencionado que odio las miradas clavadas en mí? No sé, es como si todo el mundo supiera algo que yo no sé o como si la gente supiera de mi pasado.

—¿Podemos hablar?

Me tensé y miré en todas direcciones, como si de esa manera pudiera evitar que él me mirara así.

Stuart estaba entretenido con la caja registradora, las demás camareras estaban en sus labores y fruncí el ceño al no encontrar a Solar vagar por ahí con su habitual buen humor.

Me aventuré a mirarlo y mis ojos se sumergieron en el mar profundo de sus ojos avellana, una suave sonrisa tiró de la esquina de sus labios. Él se había vuelto guapo debo admitir, el recuerdo de aquel muchachito despistado y descuidado ya no estaba más, Kyung Il había hecho un gran trabajo en sí mismo, parecía haberse exigido tanto hasta el grado de volverse otra persona.

Vagué con mis ojos en su aspecto, no hay la menor duda de que ahora es todo un hombre que quita más de mil suspiros.

—No creo que pue...

—Por favor, Stephanie. Nos debemos esto —suplicó de la misma manera que solía hacerlo en el pasado, con esos ojos transformándose en una mirada inocente.

Apreté el delantal entre mis manos. No quería, no estaba lista para el interrogatorio que se avecinaba y tampoco estaba lista para empaparme de los recuerdos a su lado, necesitaba hablar con Hyoyeon antes, necesitaba contarle esa parte de mi vida y pedirle un consejo.

Pero no podía negarle el derecho de hablar, no cuando han pasado bastantes años desde la última vez que nos vimos.

—Dame diez minutos.

Pedí y sin esperar respuesta me acerqué hasta Stuart, quien al sentir mi presencia dejó de contar el dinero que había en la caja registradora y me miró con una ceja alzada.

—¿Algún problema?

Me miró con extrañeza y no era para menos, no soy de las que abandona el trabajo a menos que sea muy necesario, pero no, no ha habido ocasión que sea necesaria para abandonarlo.

«¿Y por qué ahora la hay?».

Escuché la voz en mi cabeza.

—Quisiera pedirte un favor —suspiró, él no dice nada, solo alzo una de sus cejas a la espera—. M-me... me ha surgido algo de último minuto y... y m-me... quisiera saber si... —necesitaba controlarme o él notaria mis nervios y así no me daría el permiso—. ¿Podrías darme el día?

Stuart me estudio en silencio por largos segundos y luego clavó su mirada en mis ojos, miró por encima de mi hombro y volvió a verme.

—¿Taeyeon sabe que le ves la cara de idiota?

—¡¿Qué?!

—Como sea. No es de mi incumbencia. Tómalo, pero no te acostumbres a esto —dijo y apartó la mirada de mí, su voz se sentía muy hostil e hiriente—. Y Tiffany —habló apenas me di la vuelta—. Taeyeon es una muy buena amiga mía, dile que no bateas al lado contrario y ahórrale que se enamoré más.

Tragué saliva para humedecer mi boca.

—Yo no estoy jugando con ella.

Él me miró y sus ojos brillaron, una sonrisa asomó en su rostro y supe que mi comentario era lo que esperaba escuchar.

Kyung Il ha estado callado desde que salimos de la cafetería, el espacio ha sido llenado por el ruido de la ciudad, los coches avanzando a gran velocidad, claxon sonando de vez en cuando, personas hablando a un alto volumen, música lejana, aves cantando y el viento soplando.

—¿A dónde vamos? —Me atrevo a preguntar, mirando al fin a mi acompañante.

Kyung Il parece tan seguro de sí mismo, que me da envidia que él pueda ser así y yo no. Una sonrisa se extendió por su rostro y me miró unos segundos antes de mirar al frente.

—Cuando era un niño, mamá me llevaba a un lugar bastante tranquilo y hermoso —dijo mirando de un lado a otro para cruzar la calle—. Me gustaría compartir ese lugar contigo.

Después de eso último ninguno dijo nada más, incluso cuando llegamos a su coche no intercambiamos palabra alguna, solo nos subimos y él empezó el camino.

Lo miré mientras conducía y me preguntaba cómo es que alguien que creía conocer podía cambiar tanto, ¿a dónde fue ese niño protector y adorable? Ese busca pleitos incomprendido que en el fondo no era más que un tierno algodón de azúcar, ¿dónde está ese Kyung Il? Mi chico soñado.

—Hemos llegado.

Parpadeé sorprendida, es asombroso como puedes perderte en tus pensamientos y no darte cuenta en qué momento el coche se ha detenido.

—Vamos.

Lo miré con una enorme sonrisa, mis ojos viajaron al paisaje desconocido para mí, pero muy conocido para él.

Kyung Il fue el primero en bajar, lo vi a través del parabrisas inhalar profundamente el viento y alzar la vista al cielo, también mire al cielo como si ahí se encontrara algo que no había visto antes, lo cierto era que hacia un día maravilloso y para cuando baje del coche los olores del campo se impregnaron en mi nariz.

Sonreí triste por el recuerdo de mi pueblo.

—Por aquí —lo escuché—. Debemos rodear esa colina primero.

Señaló con uno de sus enormes dedos y caminó, lo seguí en silencio, escuchando el crujir de la hierba bajó mis zapatos. Aquí el sonido que más resuena es el de la naturaleza, la tranquilidad y el aire limpio del viento no se asemejan para nada a la ciudad, esto es más pacífico y relajante.

Rodeamos la colina que él antes había mencionado y no muy lejos de ahí una fuente de agua limpia corría, una corriente de viento fresco chocó contra mi rostro mientras Kyung Il se acomodaba en una de las rocas cercanas al arroyo.

—Mamá amaba venir aquí, decía que le hacía recordar su tiempo de niñez —comentó con la vista clavada en el agua—. Cuando era niño me dejaba nadar en el arroyo, era tan divertido lanzarte de las ramas y saltar al agua —su recuerdo parecía feliz—. Pero cuando conoció a Derek, todo cambio.

Sentí pena por él.

—Lo siento.

Fue lo que dije y él me miró al fin, me sonrió tenuemente y luego se encogió de hombros.

—No es culpa de nadie, Stephanie —susurró alejando la mirada—. Tarde o temprano ella tenía que rehacer su vida —sonrió con tristeza.

Me senté en otra de las rocas, mirando el arroyo y escuchando los sonidos. Nos habíamos quedado en silencio, solo dejando que los segundos transcurrieran hasta que alguno de los dos decidiera romper con ese silencio y comenzar con la verdadera historia.

Por un momento olvidé quiénes éramos y solo me deje llevar por el hecho de sentirme aún una niña a su lado.

—Lo siento —dijo de la nada, lo miré con una mueca de malestar—. Realmente lo lamento... yo... —sus ojos perturbados no se apartaron—. Quise volver, pero... —bajó la mirada—. No me era posible.

Vi como apretó los puños.

—No tienes por qué disculparte, tú mismo lo has dicho. Nadie tiene la culpa.

Sus ojos se aguaron mientras me miraba profundamente y ahí estaba, mi incomprendido chico rudo, mi Kyung Il.

«. . .»

Miré a mamá antes de mirar a papá muy confundida, ambos me habían presentado a este niño feo como parte de la familia, pero mamá decía que no era su mamá, entonces ¿por qué papá dice que es su hijo?

—No entiendo.

Mis padres me sonrieron y mamá acarició mi cabello tiernamente, besó mi frente y dijo:

—No hay nada que entender por ahora, cariño. Kyung Il es tu hermano porque es hijo de papi.

Miré a papi sorprendida, las niñas de mi escuela decían cosas malas de papi y mami, cosas que sus mamás decían.

—¿Entonces papi tiene otra familia?

Fruncí el ceño confundida y papá soltó una gran carcajada.

—No, princesa —dijo papi, cargándome en sus brazos—. Papi solo las tiene a ustedes y a Kyung Il.

Seguía sin comprender, así es que solo me encogí de hombros y miré al niño feo que me miraba con odio.

«. . .»

Sacudí la cabeza, saliendo de mis recuerdos y miré a Kyung Il, quién diría que ese niño feo se convertiría en esto.

—Has cambiado tanto —dijo él.

—Tú también lo has hecho —contraataqué con una sonrisa.

—No imaginé que te encontraría aquí... pensé que... no sé. Que aún vivías en el pueblo con papá y tía Ji Young.

Bajé la mirada, ese es el nombre de mi madre.

—Ella murió —musité y él pareció enmudecer.

Alc

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DorkyKawaii
¡Actualización para mis lectores nocturnos!

Comments

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forever17 #1
Autoraaaa dónde puedo leer la segunda parte? Tu página de wattpad ya no tiene ninguna historia :(
Hanna23 #2
Habrá segunda parte????? .. quedé muy enganchada
sone009_ #3
Chapter 27: Que pupu todo, no me acuerdo de esto pero odio a su hermano enormemente carajo. Amo a Tae!!!!! Necesito leer yaa
-taesandara-
#4
Chapter 27: :c esta en coma!!! O.O!!! Siento que Tiff se quedará con su "hermano" lo cual sería horrible... u.u espero la segunda parte, aunque casi.no me guste leer en wattpad, pero no importa esta historia vale la pena.
Te lo dije hace un tiempo, pero te lo repito otra vez, yo te admiro mucho y me encantan tus historias, las sensaciones de los últimos caps. Fueron tan reales, sigue así. Esperaré
soulholic
#5
Chapter 23: Me e mantenido al margen de esta historia, y te juro que quisiera matar a Tiffany aquí justo ahora por ser tan tonta y no es por nada pero espero que sufra mucho, perdiendo a Tae.

Y tambien espero que el tal Nathaniel o como se escriba no sea el padre de mi Tae porque enserio me matarias.

Autora consiguele pareja a Tae para que Tiffany se muera de celos y se de cuenta de lo que esta a punto de elegir no le traerá nada bueno. Y no solo eso, espero que Tae no la vuelva a perdonar.

Enserio que esa Tiffany me tiene muy disgustada.
Luisadelgado00
#6
Chapter 20: se vino lo bueno ufff doble actualización mil gracias!!!!
Luisadelgado00
#7
Chapter 19: ESe bobo de kyung Il siento que esta celoso y no acepta que fanny quiere a alguien mas y que eso fue solo de niños!! perdon si me indigne jajaja pero el al ser mayor deberia entender las cosas como son
-taesandara-
#8
Chapter 19: Porque siento que el fic terminara triste :c
sone009_ #9
Chapter 16: Ay no, se me había olvidado el estúpido hermano de Fany ¡LO ODIO! -_-. Esperando el siguiente capítulo. Gracias <3
Luisadelgado00
#10
Chapter 16: me encanta!!! Tae es divinaaaa