El ansiado despertar.

La Guerra por el Trono

Por ley, era el barón quién gobernaría, pero aquella pareja de reyes, no tuvieron hijo. Al contrario. Tuvieron dos hermosas hijas antes de que la reina muriera tras una extraña enfermedad.

La mayor de todas, destacaba entre la multitud por su sabiduría en plantas medicinales y belleza particular; mientras que la meno, no solo era conocida por su igual belleza, sino por lo inteligente que era en el aspecto político y su, a mala fortuna, enfermiza salud heredada de su madre.

 

Jihyo.

 

Aquel futuro día, todos los ciudadanos del país estarían de fiesta. Sería un día especial. Día en el que se coronaría a la futura reina: Nayeon. Aunque ella estuviera emocionada, era la menor de las dos princesas quién más entusiasmo demostraría en la ceremonia. Eso es lo que todo el mundo tenía planeado y pensado para aquellas fechas no tan lejanas…Aquellas fiestas que desde años estaban esperando.

Pero hubo un problema. Se trataba de Jihyo. Otra vez su salud había decidido empeorar.

Sí.

Volvía a estar enferma.

Obviamente eso afectó a que el sentimiento de culpa de la menor fuera creciendo conforme veía que empeoraba. Y lo peor: no podía pedirle ayuda a su hermana.

Según la tradición de la familia, cuando el primogénito iba a ser coronado rey, en este caso reina, no podía dedicarse a otra cosa que la preparación de la ceremonia. Por lo cual, no podía recibir ayuda de su hermana mayor. ¿Las consecuencias  de no respetar esta tradición? El deshonor y no ser coronado.

Los médicos hicieron todo lo que pudieron, mas, al parecer aquella extraña enfermedad pretendía arrebatarle la vida a la joven Jihyo.

Se acercaban los días y la enferma solo empeoraba. A dos días de la ceremonia, ya no podía ni levantarse de la cama, había perdido mucho peso y lo peor, apenas conseguía mantenerse despierta más de media hora antes de que los dolores volvieran a atacarle.

Nayeon, consciente de todo lo que pasaba, no sabía cómo sentirse ni como reaccionar. Ser reina era su sueño, lo que siempre había deseado, lo que más quería en este mundo. Sin embargo, no sería lo mismo tener un reino sin los consejos de su hermana, sin recordarle que cosas no debía tomar. Sin su eterna alegría y entusiasmo paseando por los pasillos de palacio.

Jihyo, lo poco más que podía recordar, era un extraño sabor a hierbas en su boca una de las pocas veces que estaba medianamente despierta. Más tarde, el mismo sabor y, a los días, su lenta recuperación.

Cuando fue consciente de aquello y en cuanto pudo levantarse de la cama, fue directa a buscar a su hermana mayor.

No hacía falta preguntar, ella conseguía la mayoría de veces que sus enfermedades, incluso las más mortales que había pasado anteriormente, desaparecieran casi como por arte de magia.

—¡Nayeon! —interrumpió sin descaro entrando en la biblioteca y encontrándola allí tal y como se temía. Sin corona— ¿Por qué? Era tu sueño...

—¿Crees que no lo sé? —contestó tras chasquear la lengua— Deberías estar en cama. Aún no te recuperaste y los músculos no soportarán tu peso mucho más tiempo.

Su tono de voz como expresión eran frías. Sus palabras no cortaban, pero si golpeaban y hacían daño. Tenía razón, mejor se sentaba para hablar.

—Pero… ¿intentaste hablar con Padre?

—No serviría de nada, y lo sabes. Mejor vete a descansar y no te preocupes mucho. Estoy bien —aseguró mientras le dedicaba una suave sonrisa.

—Está bien. Hablaré con él, entonces.

—Jihyo, te dije que no hace falta. Solo empeoraría las cosas.

—¡Nayeon! ¡¡Me salvaste la vida!! Te mereces ser--

El dejar caer de los libros de medicina sobre la mesa de manera brusca, hizo que la pequeña se asustara y no terminara de decir la frase.

—¡Ya basta! Jihyo, no todo es un mundo en el que las cosas pueden cambiarse, ¿sabes? Dos días antes de la ceremonia te estabas muriendo. ¡No aguantabas más de veinte minutos despierta! ¡¡Y a los cinco ya te retorcias de dolor!! Perdí a mamá, pero no pienso perderte a tí por el mismo motivo, ¿entiendes?

La joven enfermiza estaba sorprendida. Nunca antes había visto a su hermana llorar ni decir palabras con tantos sentimientos. Aunque ella sólo percibiera la preocupación, tristeza y alivio y no el rencor y enfado de lo sucedido.


 

✨⚔✨

 

Mina.

 

Llevaba días sin dormir y, si dormía, usaba de almohada el lecho de su madre y de colchón, el suelo. Ya casi parecía que la habitación de su progenitora era la suya propia.

Pese a ello y a que había dejado claro que no quería que le molestaran, no se libraba de las visitas diarias de los sirvientes para tratar a su madre, traerle la comida y obligarle a comer y una tía preocupada a cargo de darle la medicina que que los sabios le habían mandado. Muy de vez en cuando, nobles iban al castillo para saber cómo iban las cosas. Visitas que sacaban de quicio a la princesa, pues era mero interés hipócrita.

Siempre lo mismo. Siempre el mismo informe.

“Constantes estables y bajada o subida de fiebre. Solo hay que esperar a que despierte”

Esperar.

¿Cuánto tiempo estuvo así?

Quizás fue solo una semana y poco más, pero aquellos días se le hicieron eternos. Solo pasaban a ser más livianos cuando su tía iba a asegurarse de darle tema de conversación para que no le dieran uno de sus tantos bajones emocionales… Uno que de verdad le hiciera perder la cordura.

Estaba a punto de quedarse dormida cuando notó un espasmo muscular por parte de la enferma. En ese momento todo su cuerpo se tensó, no sabía ni entendía qué estaba pasando. ¿Acaso estaba despertando? ¿O estaba empeorando?

Miró por la ventana buscando un ápice de brillo, pero solo le llegaban los escasos reflejos dorados del alba. Los médicos seguramente no estarían allí hasta un par de horas. Se le pasó por la mente correr a la habitación de su tía mas no se atrevía a dejar a su madre sola. Simplemente, miró el cuerpo ajeno con miedo y apretó el agarre de su mano hacia la delgada ajena y comenzó a rezar. Ya había sido mucho tiempo. Necesitaba que despertase. Necesitaba ver el brillo alegre de los ojos impropios y necesitaba volver a escuchar su dulce y delicada voz. Ya no podría aguantar mucho más así y se iba a notar lo suficiente como para que la capitana de la guardia real le impidiera el paso a aquellos aposentos y le mandara a los suyos propios para descansar. Sin contar… No podía negar que echaba de menos a Chaeyoung, necesitaba a esa pequeña cabezota a su lado y el mero hecho de que hubieran peleado le partía el alma en tres.

Quizás pasó media hora más hasta otro espasmo muscular, el sol ya se iba alzando en el horizonte y permitía a los primeros rayos de luz entrar en la alcoba por los grandes ventanales que daban al patio interior del castillo. Una desesperada princesa clavó los ojos en el rostro ajeno y esperó paciente, con el rostro casi desencajado por la sorpresa. Aquel no había sido aturdimiento normal, los músculos de la reina comenzaban a reaccionar con normalidad y… se notaba un pequeño esfuerzo por parte ajena para poder abrir los ojos. Al menos se notaba el cómo estos se movían bajo los párpados y los últimos músculos mencionados temblaban levemente.

Mina aguantó la respiración y las ganas de abrazarse a la mayor en cuanto vio que sus ojos se abrieron y se posaron en los de ella, sin embargo, supo mantener las formas y simplemente acercar la casi esquelética mano hacia sus labios y depositar en esta un dulce beso mientras las lágrimas mojaban las mejillas de la futura reina. Supo que todo aquello no era una invención de su mente en el momento en el que con esfuerzo la enferma dijo su nombre en un tono dudoso y tembloroso. Entonces, brotó en llanto. Un llanto de alegría a la par que de tristeza. Estaba alegre de que por fin hubiera despertado, pero era la primera vez que veía a su madre en tan mal estado de salud.

Hincó sus rodillas en el suelo y abrazando la mano adversa sollozó hasta conseguir encontrarse en medianamente en calma dentro de sus emociones.

 

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StudientNightmare
Lo siento por tardar, pero por problemas del WiFi no pude subir los capítulos antes. Preparaos para el to porque algo totalmente importante relacionado con los acontecimientos de la historia aparecerá <3

Comments

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AniDarckSugaR
#1
Chapter 1: Ay dios mi jihyooo ;-; Aquí hay un liiiio que no veas omg.Me encanta cómo está escrito y cómo se está desarrollando n.n