“Yiyang, ¿crees que podrías ayudarme con esto?”

Ning Yi Zhuo acostumbraba a pedirle ayuda en materias que no eran del todo difíciles y ahora que el invierno casí había acabado y con su pequeño descanso finalizado, a las más pequeñas no les quedaba de otra que pasar tiempo en la sala común, donde compartían horas como de costumbre cuando no tenían ensayos ni prácticas para avanzar con las tareas que les habían dejado en la escuela.

Podía parecer un poco extraño, pero era algo común que entre ambas se ayudaran debido a que les era más satisfactorio el hablar en su propia lengua materna.

Era un día del mes de marzo, entre el invierno y la primavera. Un poco lluvioso, pero no tanto.

Yiyang la observo aun sentada en el cómodo sofá, inclusive un poco aburrida debido a la falta de actividades. Bajo lentamente su revista de moda antes de volver a escuchar a la pequeña repetirle lo mismo nuevamente.

“Yiyang~”

“Si es sobre química, creo que podré ayudarte” respondió calmadamente la pelinegra.

“¿En serio? ¡Genial!”

Esas simples palabas cambiaron su aspecto, quizás no le vendría tan mal cabecearse un poco como en sus días de colegio.

El ambiente era cálido y silencioso junto a las dos tazas de café que reposaban en una de las tantas mesas de cristal, mientras la más alta esperaba paciente que la pequeña terminara el ejercicio que hace unos minutos le había explicado, su suave vos se hizo presente una vez más, pero al contrario de antes, no era por alguna duda.

“Realmente eres un genio para estas cosas, ¿Cierto?”

La pregunta la pillo desprevenida, sacándola de sus pensamientos. Y es que no quería desilusionar a la pequeña que parecía aprender las cosas con facilidad, porque al contrario de la mayoría, Yiyang siempre se sintió del montón, nunca se destacó en los estudios en comparación al resto, pero tampoco la quería desilusionar matando la imagen mental que tenía de ella la pequeña de cabello claro.

“Los dotes adquiridos los he mantenido con el tiempo, esta era una materia que me costaba mucho” Respondió calmadamente mientras sostenía con sus manos la humeante taza “pero creo que fui capaz de sobrellevarla” Fue lo último que atino a decirle con una sonrisa antes de dar un sorbo “así que deja las palabras a un lado y vuelve a agachar la cabeza”

Escucho una risa rara por parte de la más pequeña, pero aun así esbozo una sonrisa para que calmara sus preguntas e hiciera lo suyo a su manera.

“…Sabes, Yiyang es amigable aun cuando aparenta tener una personalidad fría” otra pequeña risa cálida llego a sus oídos “eres como Krystal sunbae”

“Es un honor escucharlo, pero me pregunto si será así”

El pequeño lápiz amarillo que antes sostenía NingNing fue dejado en la mesa, con tal de darle más énfasis a sus palabras mediante las manos.

“Eres amable” Dijo ampliando sus brazos “quiero decir, bondadosa. ¿Tú no lo crees?”

Pero, aunque no quisiera asumirlo, las comparaciones no les resultaban del todo agradables, sabía que desde que había ingresado a la compañía las personas tildaban a compararla, pero no, ella era ella, no el modelo de otra persona.

“Pero, aunque ambas se parezcan, a la que más quiero es a Yiyang”

Volvió a fijar su vista en la alegre niña que ahora jugaba con sus dedos nerviosa mientras volvía a bajar la mirada a su cuaderno.

Inconscientemente también esbozo una sonrisa. Momentos como estos eran los que más le agradaban, ambas estaban lejos de sus familias, en un país que prontamente les abriría las puertas para poder demostrar lo que más les apasiona, por ello y sin percatarse del cómo, ambas terminaron convirtiéndose en un apoyo mutuo.

Por eso, mientras que para NingNing ella sea única, no le importaría que el resto la compare.

“Entonces Yiyang ssi~, ¿Puedo descansar un rato~?”

“Jungyeon y Koeun volverán en un rato, y me dijeron que a todas les revisaran las tareas…”

“¿¡EEHH!?”