Capitulo unico

Como cada atardecer- oneshot-

Cerré la puerta de mi habitación sonoramente esperando que como siempre el viniera a tocarla tres veces seguidas y sin esperar mi respuesta entrara, cerrara la puerta, me mirara con melancolía y tras unos segundos comenzara a desabotonar su camisa o subirse la camiseta con pesadez, dejándome ver su delicado y delgado torso. Luego se acercaría un poco a mí, bajaría sus manos hasta su cremallera para exhalar un sonoro suspiro y procedería a bajarse los pantalones quedando solo en boxers. Un momento incomodo se forma siempre entre los dos cuando mi vista baja hacia su entrepierna y comienza a recorrer con parsimonia cada centímetro de su suave piel, de sus largas y finas piernas, deleitándome con la sola idea de tocarlo. Sé que el también lo desea, que se imagina lo mismo o incluso más que yo, sus ojos brillantes lo delatan. Porque ambos sabemos lo que piensa y desea el otro, pero ninguno lo dice. Ninguno se atreve a ir mas allá, el solo tomara su toalla y su bata de baño, ira hacia la ducha y yo me quedare allí sentado o parado en mi lugar, como sea pero estático, siempre estático, nunca dando el paso siguiente y él nunca diría algo más.

Pero esta vez, el no vino. Me senté en mi cama a esperarlo, mientras oía los murmullos de mis compañeros en la otra habitación o en el comedor, e incluso escuchaba su voz, se estaba riendo seguramente de alguna tontería de Ho Seok. Los minutos pasaron y en cuanto lo note ya se habían convertido en horas, no me atreví a salir de allí para preguntarle si vendría a la habitación.

Cabizbajo me deje caer sobre el viejo edredón color rosa pálido que usábamos de alfombra, mire hacia la ventana y vi como de a poco el sol se ocultaba tras los edificios de Seúl, este atardecer era extraño. El cielo estaba más nublado de lo normal para ser casi primavera.

Me quede dormido y cuando desperté un fuerte dolor en mi espalda me ataco, dormir solo con un edredón viejo de apoyo no había sido buena idea. La habitación se hallaba casi a oscuras y en cuanto mi visión se acostumbró un poco pude distinguir la figura de mi compañero durmiendo de espaldas a mí, la luz que se colaba por la ventana lo iluminaba tenuemente, haciendo que su piel pareciera aún más blanca y sus cabellos que ahora llevaba rubios lucieran platinados. Me senté al borde de su cama y lo observe un largo rato, preguntándome que haría si Jin no me deseara más. Sacudí mi cabeza quitando esa tonta idea de mi cabeza, por una sola vez que el no viniera a desvestirse frente a mí no significaba que aquel silencioso ritual entre los dos se hubiera terminado.

Los días pasaron y nunca creí que algo tan simple y ordinario como la hora del atardecer cuando mi hyung siempre tomaba su baño diario se convertiría en una obsesión para mí. Porque desde aquel día él no realizo más nuestra rutina, solo entraba tomaba su ropa, su toalla y se encerraba en el cuarto de baño. Ni siquiera podía ver su torso desnudo al salir de la ducha ya que siempre salía completamente vestido. Algo se había roto entre los dos, ya no buscaba mi mirada y en cuanto nuestros ojos se encontraban ese brillo especial ya no aparecía en los suyos, ya no me sonreía como siempre o me deseaba las buenas noches al dormir, ya no me decía "pequeño".

Esto era horrible y no me sentía siquiera con el derecho de reclamarle algo ¿qué le diría? "¿Hyung porque ya no se desviste frente a mí? ¿Por qué ya no me mira con deseo igual que siempre? ¿Acaso ya no me desea también?" Sería estúpido de mi parte decirle algo así. Me incorpore decidido a hacer algo que me distrajera un poco, no quería seguir allí, en la cama sopesando posibilidades, una peor que la otra. Me coloque un sweater amarillo liviano, un jean roto y unos tenis blancos, me mire al espejo, creo que a Jin le gustaría verme vestido así. Quizás, no lo sé, revolví mi cabello frustrado por no poder dejar de pensar en él. Al salir tome una de las tantas gorras negras de Namjoon, camine algunas calles abajo hasta que decidí que quería ir hacia el rio Han. Hacia tanto tiempo que no hacia cosas tan simples como caminar a la rivera del rio u observaba a las personas correr, reír o andar en bicicleta, tome un taxi y le indique la dirección, era bueno que el hombre fuera mayor pues no me reconoció en ningún momento.

Al llegar pague el monto del viaje pero antes de descender del vehículo el hombre me hablo.

- niño...-  llamo- no debería entrometerme y lo siento, pero como alguien que ha pasado una larga vida y ha visto decenas de personas sufrir por lo mismo, solo me gustaría decirte que cuando crezcas te arrepentirás más de lo que no hiciste que de lo que hayas hecho. - abrí la boca para decir algo pero el hombre se adelantó- tus ojos- dijo señalándome por el espejo retrovisor- con solo verlos me di cuenta de que estas perdido y con miedo.

-yo....- un nudo se formó en mi garganta.

- ve, no tengas miedo y has lo que quieras hacer.- me dedico una sonrisa amable, como aquella que puede darte un abuelo.

- gracias- dije confundido por la situación pero a la vez realmente agradecido por su preocupación y sus palabras. El automóvil se alejó y yo le di la espalda comenzando a caminar, las personas a mí alrededor reían, jugaban e incluso hacían picnics.

Las palabras del hombre me habían dejado meditativo por lo que intente alejarme lo más posible de las personas, busque el lugar más solitario y lo encontré bajo algunos árboles. Me senté en el verde césped y rodee mis rodillas con los brazos, una suave brisa comenzó a soplar y por un momento sentí algo de frio, quizás tendría que haber traído algún abrigo más pesado, pero al fin y al cabo era primavera, no debería hacer frio. Suspire, las palabras de aquel hombre no se iban ¿yo tenía miedo? ¿Era tan obvio? Quizás sí, quizás si tenía miedo de dar el siguiente pasó, de decirle a Jin lo mucho que lo quería, de decirle que no solo lo deseaba y que no solo lo quería como mi hyung. Pero ¿y si él no me quería de la misma forma? ¿Y si todo era imaginación mía? No quería ser rechazado por él, cualquier persona podía hacerlo pero él no, no podría soportarlo.

Por segunda vez una brisa me pego dándome un escalofrió, me hice lo más pequeño que pude pegándome mas a mis rodillas, el sol comenzaba a caer y esta vez el atardecer no era nublado como los anteriores días, por el contrario, el sol se ocultaba tan despacio y refulgía con un naranja tan intenso, que me daban ganas de llorar. Temble nuevamente y me encogí un poco más, repentinamente sentí un peso en mi espalda y una sensación calidad inundar mi cuerpo.

Alce mi vista y lo vi, parado a mi lado observando el atardecer tranquilamente del mismo modo que yo estaba hace unos segundos. Él había puesto su chaqueta de gabardina sobre mí, el pecho comenzó a oprimirme fuertemente, no podía decir siquiera una palabra, solo mirarlo sintiendo como las lágrimas llenaban mis ojos.

- Últimamente siempre que atardecía se nublaba- comento, se giró hacia mí y me sonrió de lado. Sus ojos estaban algo rojos e hinchados.

- Jin...- dije con un hilo de voz.

Jin se puso de cuclillas a mi lado y se acercó a mí tanto que podía ver perfectamente cada una de sus pestañas, mi corazón comenzó a latir desaforadamente.

- Kookie ¿por qué lloras?- tendió su mano hacia mi rostro y atrapo entre sus dedos una lágrima que nunca había notado caer.

-yo...Jin, yo...- mi vista se nublaba cada vez más y comenzaba a respirar con algo de dificultad-

- no llores pequeño, yo estoy aquí- me rodeo con sus brazos y me estrecho con fuerza contra él. - me aferre a su camisa y de a poco la fui mojando con mis lágrimas. Jin solo me sostenía con fuerza y me susurraba al oído cosas que no llegaba a comprender, tenía miedo, realmente lo tenía, el taxista tenía razón, tenía miedo de decirle cuanto lo quería, pero ahora tenía más miedo de no hacerlo y arrepentirme el resto de mi vida por ello.

- Jin...- dije una vez me calme un poco y me separe de su pecho, sintiéndome algo vacío al hacerlo- yo...- inspire fuerte, necesitaba ser valiente por una vez.

- Jungkook...no tienes por qué decir nada, todo está bien, todo volverá a la normalidad- su mirada era tan cálida que me abrumaba.

- ¿cuál normalidad hyung? ¿Una en la que tu no me hablas?- dije bajando mi vista hacia el césped y comenzando a cortar las ramillas de este entre mis manos.

- Kookie...no hagamos esto más difícil- dijo soltando un sonoro suspiro y dejándose caer al césped al lado mío, los últimos vestigios de la fuerte luz solar le dieron de lleno en el rostro y se cubrió un poco con el dorso del brazo.- sabes que no quiero lastimarnos más.

- nunca me has lastimado- dije seguro que el único que siempre lo había hecho había sido yo con mis indecisiones.

- no mientas- suspiro tristemente- no me gusta cuando te mientes a ti mismo, se ve tan triste. - iba a negarlo pero me interrumpió- ambos sabemos que esto no es simple atracción, sabes que te quiero y si no lo sabes te lo estoy diciendo ahora, te quiero Jungkook, no, el que miente soy yo- se descubrió el rostro y se incorporó un poco quedando a mi altura nuevamente- no te quiero, te amo. No puedo evitarlo, siempre ha sido así, eres mi niño y siempre creí que solo era puro cariño de hermanos pero estaba tan equivocado.- estiro su mano hacia mí pero a centímetros de mi rostro se detuvo y la retrajo, no dude y la tome entre las mias, llevándola hacia mi rostro, dejando que me acariciara suavemente.- quería que fueras tu quien viniera hacia mí, quien diera el primer paso y me sacara de esta tristeza por no tenerte. Fui egoísta, lo siento, solo quería tenerte a mi lado y lo único que pude idear fue intentar provocarte, seducirte de una forma tan patetics, caí bajo, tan bajo que no merezco siquiera que me hables.

-Jin.... ¿acabas de decirme que me amas?- dije con la emoción saliendo por mi voz y por cada poro de mi piel.

- Jungkook lo siento, sé que está mal, que no debería amarte. No quiero siquiera imaginar lo que habras pensado de mí cada vez que me desvestía frente a ti, ¿podrías olvidarlo? ¿Podrías hacer como si todo esto nunca sucedió? en cambio yo prometo alejarme de ti, volver a ser solamente los compañeros de grupo que siempre debimos ser, prometo...-

No lo deje terminar, me lance a sus brazos haciendo que ambos cayéramos hacia tras. Jin me miro sorprendido, su piel era tan delicada y aquel color de cabello lo hacía ver como un príncipe, mi príncipe, aquel al que siempre quería a mi lado, para siempre, sin importar que sucediera lo quería a mi lado.

-Shhh...- lo calle colocando mi dedo sobre sus carnosos labios- no diga mas hyung, solo dígame siempre una sola cosa. Solo una.

-¿qué cosa?- dijo confundido

- que me amas, dilo siempre, solo eso necesito escuchar de ti.

-pequeño...- su voz se quebró y ahora el que parecía a punto de llorar era él.

- solo dilo

- te amo mi pequeño, mi Kookie, mi Jungkook, te amo, siempre lo he hecho.- acerco su mano a mi cabello y lo acaricio suavemente.

- yo también te amo hyung- me acerque a él suavemente

Nuestros labios se unieron en la más perfecta sensación del mundo, era más de lo que nunca imagine. Jin enredo sus manos en mi cabello, tomándome de la nuca, mientras yo lo tomaba del rostro, acariciando cada centímetro de su perfecta piel. Era un beso suave pero tan intenso a la vez, en cualquier momento volvería a llorar pero de la emoción, mi cuerpo se estremeció por completo y el me sujeto con fuerza por la cintura. Me sentía tan liviano, como si mi cuerpo ya no pesara, y solo los brazos de Jin me mantenían completo. ¿Esto se sentía besar a quien amas? ¿Tan increíble podía ser besar estos carnosos y suaves labios? Mi mente en blanco hizo cortocircuito en cuanto ya no sentí la humedad de sus labios sobre los mios y su aliento llenándome.

Me incorpore un poco y note que Jin respiraba agitado con los ojos cerrados, sonreía de par en par, una sonrisa tan sincera y hermosa a la vez. Abrió los ojos y me miro con ese brillo que solo él podía tener al verme. Se incorporó aun sin dejar de sonreírme, recline mi cabeza sobre su hombro y por un rato observamos el fin de la puesta del sol en silencio.

- Jin...- dije rompiendo la paz entre los dos

. ¿Si pequeño?-

- te amo-

Tomo mi mano y la apretó suavemente mientras me sonreía, le devolví la sonrisa y nos quedamos así, con las manos entrelazadas, dejando que la oscuridad de la noche nos acobijara, perdiéndonos entre besos y palabras de amor.

Primera vez que escribo algo de BTS. 

Like this story? Give it an Upvote!
Thank you!

Comments

You must be logged in to comment
No comments yet