Por primera vez, JongDae no se va a dormir con su aluvión de alarmas en intervalos de cinco minutos porque se levantará 4 horas antes. Se ha ido cayendo en la cama y tirando de las cubiertas sobre sí mismo solo un par de horas antes de la salida del sol todos los días desde la semana pasada debido a que su jefe es el engendro de Satán y arrojó montones de trabajo sobre él, justo él.

Bueno, eso es lo que le gustaría decir.

A casi la mitad de sus veinte años, a JongDae le gustaría ser capaz de decir que él es definitivamente un adulto productivo, con una vida de pleno derecho y un trabajo fantásticamente remunerado que permita que sus padres estén orgullosos, y que iba a perder el sueño con el trabajo porque se dedicaría precisamente eso. También quisiera ocultar el hecho de que los círculos bajo sus ojos no se debían al hecho que a trasnochado viendo Descendants of the Sun. Definitivamente no.

El punto es cuando él se confunde cuando los rayos de luz de su celular se apagan, así que cierra sus parpados al vencerse contra la fatiga. Él golpea ligeramente alrededor de la pantalla de su teléfono, justo donde está el botón de responder, pero su teléfono ya está apagado. Refunfuñando, se empuja a sí mismo, da un tirón al cable de carga y entrecierra los ojos a él. Es cuestión de un minuto o menos para que la visión de JongDae para enfocar y distinguir el contorno de un rostro y una bola marrón mirándolo.

Era una llamada de JongIn.

JongDae presiona el botón de responder y fracasa regresando de nuevo a su cama y el teléfono es colocado en su oreja.

"¿Hola?" Respondió con voz frenética JongIn. "JongDae puedes venir a recogerme? Estoy en el hospital"

Está hablado tan condenadamente rápido que JongDae no puede comprender adecuadamente sus palabras, y más a las 3 de la mañana. JongDae apenas logra lo exprimir un "¿Por qué?" y no un "¿Por qué me llamas a esta hora?" pero es intervenido por el aluvión de palabras de JongIn.

"¡Por favor apúrate! No creo que pueda durar más tiempo".

JongDae maldice a su título como mejor amigo y sale de la cama, se pone un par de pantalones de chándal, una sudadera con capucha de gran tamaño y se desliza en su Hyundai i30 azul conduciendo al hospital. A pesar de que tiene terribles hábitos de sueño, tiene una moral maravillosa. Y si estuviese un poco más despierto, él mismo se daba palmaditas en la espalda por ser lo suficientemente responsable y generoso para dar prioridad a la salud de su amigo sobre la suya.

Pero no, sus ojos se están cayendo y tiene la más pulsante irritación a través de él, que se preocupe de JongIn. Él tiene que pellizcarse cada cierto tiempo y encender la radio a todo volumen con una canción bubble pop desagradable para no caer dormido. Si él consigue su licencia revocada por conducir mal, todo será culpa de JongIn.

Cuando finalmente se detiene en el aparcamiento del hospital y deja su auto debajo de un árbol, horriblemente en doble fila e inclinada, se apresura a encontrar a JongIn con la pierna a poyada contra los asientos de la sala de espera y el ceño fruncido mientras mira fijamente el yeso alrededor de su tobillo.

"Pensé que habías hecho algo grave" JongDae rueda los ojos a JongIn y cruza los brazos.

"He hecho algo grave" se queja y JongDae lo admitirá, ya que JongIn es un bailarín y básicamente todo su trabajo está en tener piernas sanas y en perfecto estado; teniendo una lesión en estas es muy grave, pero JongDae también está grave, no ha olvidado el calor amoroso de su cama y la hora actual.

"Está bien, pero ¿realmente tenías que llamarme a las 3 de la mañana? Deberías haber llamado a SeHun", se queja.

"Bueno, lo hice, ¿pero crees que ese niño hubiese venido? Duerme como un cerdo hyung" murmura JongIn.

"Buen punto"

Sin más JongDae ayuda lo ayuda a llegar a su auto, porque el joven realmente no puede caminar en muletas ─y también está harto de los constantes "mis axilas duelen" ─. Es un milagro que cuando finalmente llegan al Hyundai, JongIn se le queda mirando fijamente sin decir nada, o eso creía.

"¿Siempre te estacionas bien?

"¿Siempre bailas bien?"

 

 

 

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Medio dormido y con bostezos habituales, JongDae tropieza en la floristería en que trabaja, con los brazos extendidos. Mientras está ejecutando unas diligencias diarias por la mañana y prepara la tienda para su apertura a las nueve en punto, su teléfono vibra.

Es un mensaje de JongIn.

 

¿A qué hora terminas con el trabajo????

Debe ser alrededor de las 2.

¿Por qué?

¿Puedes venir?

No voy a cuidar de nuevo de ti si eso es lo que quieres.

Estoy hablando en serio, hyung.

Voy a estar ahí alrededor de las 2:30.

 

 

JongDae bloquea su teléfono y lo mete en el bolsillo trasero de sus pantalones vaqueros.

No hay un día en el que pueda justificar el por qué tomó la decisión correcta de irse de casa. Al principio, cuando era ingenuo a los dieciocho años le había parecido una buena idea, y que había negociado bien con sus padres. Iba a estudiar el curso que deseaban y le dejarían residir en la ciudad que nunca duerme. Recién salido de la universidad y con su título en Administración de Empresas, sus padres con la esperanza de que iba a comenzar su propia vida floreciente en Seúl, con un amplio departamento, tal vez una pareja y un buen trabajo.

Hay muchas maneras diferentes de interpretar la definición de un "buen trabajo". Para los ojos de su padre, un buen trabajo consistía en la estabilidad económica y un salario promedio, viviendo cómodamente. Y siendo el hijo filial que es, JongDae trata de cumplir con eso, enviando cartas de presentación, tantas como puede, mostrando siempre su mejor sonrisa en las entrevistas; pero nunca terminando en los edificios de múltiples niveles de luz artificial.

Idealmente, JongDae sería un compositor, cantante si se atreviera a ir más lejos. Pero es un trabajo inestable y probablemente le daría la bienvenida a un futuro en el que tendrá que vivir de comida rápida grasienta y ramen, luchando con el pago de la renta a menos que haga algo grande, y JongDae no tiene el optimismo para salir de la sala de almacenaje de la floristería, él desearía ser tan bueno en la composición como JongIn en la danza, y así hacer lo que quisiera.

Suena el timbre y un tintineo hace eco en la floristería. Levanta la vista luego de ver sus uñas para pasar a ver a una muy determinado SeHun golpeando dos billetes de 10.000 wons sobre el mostrador, exigiendo, "Necesito un ramo de flores para romper con LuHan"

"¿Qué es esto? ¿La quinta vez?" JongDae mueve la cabeza en señal de desaprobación. Pero sin embargo se va por el ramo.

Mientras va por la tienda recogiendo flores, SeHun se queja de la última pelea entre LuHan y él. El cerebro de JongDae ahora se enfoca en la voz de lloriqueo de SeHun y se ha programado para asegurarse de que sus palabras se pasen por un oído y se fueran por el otro.

"Él es siempre tan dramático" se lamenta el alto. "No entiendo por qué no puede ser frío, como yo"

"Creo que tú eres el dramático SeHun" comenta JongDae. En todas las veces que se ha reunido con LuHan ─ y el recuento va por encima de los veinte ─, el tipo nunca le ha parecido tan dramático. Solo divertido, cálido, elegante y completamente fuera de la liga de su amigo.

De repente hay un ladrido fuerte y casi bota las flores que tenía en la mano. Se da la vuelta para mirar acusatoriamente a SeHun y al bichón frisé blanco mirándolo inocentemente al lado de sus pies y grita, "Creo que he dicho varias veces, NO TRAIGAS A VIVI"

SeHun frunce le frunce el ceño. "Pero no puedo dejarlo afuera"

"Sí puedes". JongDae apunta a través de la puerta de cristal, y el schnauzer actualmente se encuentra atado a la pata de un banco en la calle, frente a la tienda.

"JongDae, estoy pasando por una crisis en este momento. ¿Puede que seas solidario solo una vez?"

JongDae termina de arreglar el ramo. Consiste en unos jacintos azules, tulipanes de color púrpura y una selección de rosas en tonos fríos-pálidos. Retuerce un poco de alambre alrededor de los tallos, envuelve el ramo en celofán blanco y lo perfecciona atando una cinta alrededor de ella. Le concede a SeHun una tarjeta bordeada de plata con un mensaje en él y dice, "Voy a necesitar 40.000 wons para esto"

"Pero soy tu amigo" dice mientras hace pucheros.

"Okay" Asiente con la cabeza. "¿Y?"

SeHun suspira y se esfuerza por sacar los billetes arrugados de 100.000 y deslizarlos por encima del mostrador.

"¿Quieres pagar por adelantado el arreglo que vas a comprar cuando se arreglen dentro de una semana?" JongDae pregunta, totalmente serio con la caja registradora abierta.

"Se acabó. Adiós para siempre", responde dramáticamente.

"Te estoy cobrando 50.000 de todas maneras", dice JongDae inexpresivo y le dice adiós.

SeHun es su cliente más emocionante de ese día. Un par de personas entran en la tienda para comprar surtidos de flores para aniversarios, agradecimientos, o simplemente para decorar su casa, las personas le mostraban una sonrisa de agradecimiento por los arreglos.

Al igual que el hombre que lleva un abrigo azul marino con una zanja fija con botones negros, entra a la tienda ─ y Dios, JongDae piensa que es precioso ─, su compañero de trabajo le da golpecitos en el hombro, le muestra una sonrisa torpe y señales hacia el frente.

La vida le odia.

El reloj de la pared lee las 2 de la tarde.

Le toma un minuto para suspirar y abrirse paso a la trastienda, maldiciendo en voz baja todo el tiempo que hace caso omiso de su delantal y recoge sus pertenencias. Da un adiós a su compañero y mientras se está yendo, escucha al hombre preguntaren el mostrador, "Quiero uno de esos ramos de recuperes pronto, para un amigo" JongDae se convence a sí mismo que va a servir el otro día porque alguien con una voz que suena como la miel y el chocolate derretido, seguramente será lo suficientemente bueno para comprar a su amigo un ramo de, te recuperes pronto.

 

 

 

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JongDae golpea con su puño la puerta de JongIn varias veces, lo que le valió un enrojecimiento en la piel y el silencio completo.

Jongin necesita un total de once minutos y dos segundos ─ y no, no estaba contando en absoluto, solo pasa que es increíblemente atento ─ para dejarlo entrar en su humilde morada. Confíen en él, el departamento de JongIn era tan humilde como usted podría imaginar.

No importa qué tan importante invitado iba a venir ─ y no es que que tuviese muchos amigos de todos modos ─, todo el piso sería un desastre. Había platos grasientos, sartenes y cubiertos apilados en un montón de tierra en su fregadero; ropa esparcida por el suelo y sofás, y restos del pobre intento de comida pegados en el techo de la cocina.

"¿Podrías ser más lento?", apunta JongDae.

"Por favor pregúntamelo después de haber intentado caminar con muletas" se defiende, una muleta en el aire apuntando a JongDae.

"Me rompí la pierna cuando tenía trece años, sé lo que se siente y nunca fui tan lento"

JongIn se exaspera. "Todas las personas tienes diferentes fortalezas y debilidades. No desprecies a la gente que es lenta en muletas"

"Voy a intentarlo" JongDae deja de lado la toalla de color gris ─ ¿es sangre lo que ve? ─ en el sofá sin alguna orden y se hunde hacía abajo, apoyado en un cojín que recuerda débilmente haber regalado como regalo de inauguración. Le pide la explicación, "Entonces ¿para qué me has llamado?"

JongIn necesita un tiempo para empezar a hablar. Se balancea hacia atrás y adelante, tratando de retrasar el tema. Por último, JongDae es que comienza, "Dejando mi trabajo de lado, ¿quién paseará a los perros?"

"Bueno, no puedo caminar a causa de esta lesión en el tobillo... y con sangre" JongIn hace gestos a su tobillo vendado. "Sin embargo, los perros aún necesitan ser paseados"

"Uh huh" JongDae tiene un mal presentimiento acerca de hacia dónde se dirige esa conversación. Sus instintos siempre tienen la razón, así que las siguientes líneas son algo...

"¿Puedes sacarlos a caminar por mí?"

"No puedo", JongDae escupe las palabras más rápido que un rayo y niega con la cabeza.

Como era de esperar, JongIn es lento para darse por vencido. Pone mala cara, tira a Monggu a su regazo y ordena al perro mirar a JongDae abajo con esos ojos de cachorrito triste que tanto se le dan.

"No", JongDae repite con firmeza. "No accedí a esto cuando acepté ser tu amigo hace ocho años"

"Un amigo muy maravilloso"

"Un amigo muy maravilloso, por supuesto", está de acuerdo JongDae. "Pero no tan generoso y amoroso como quieres"

JongIn se sienta delante de JongDae con una mirada de estreñimiento en el rostro, sus facciones torcidas como si necesitara urgentemente de la taza de un baño. Se rasca la parte posterior del cuello mientras dice lentamente, "De todas maneras no puedes decir que no porque ya llamé por teléfono a todo el mundo para contarles de mi lesión, y que iba a estar bien, porque mi realmente extraordinario, gentil, amable, atento amigo como un ángel, me iba a ayudar en todo" Sus labios se estiran mostrando una amplia sonrisa radiante hacia JongDae.

"Kim JongIn", está hirviendo con los dientes muy apretados.

"Te la debo" ofertó, haciendo una mueca por la ira que se aproxima de JongDae.

Son interrumpidos por golpes rítmicos calmos en la puerta y una voz suave que llama, "JongIn-ah, soy JunMyeon"

JongIn se levanta inmediatamente, agradecido de escapar del ambiente en tensión y camina directo a la puerta en sus muletas. JongDae se distrae temporalmente del problema en cuestión, y se siente un poco ofendido porque el moreno llega a la puerta en tan solo siete minutos. ¿dónde estaba el amor por JongDae, que ha tenido que hacer frente a JongIn durante ocho años y estado guardado sin su consentimiento, cubriendo el trabajo del otro chico?

Desde la sala de estar, JongDae oye: "¡No tenías que hacerlo hyung! Son hermosos, pero probablemente queden fuera de lugar en mi sucio departamento"

Él se esfuerza por escuchar la respuesta, "Pensé que sería difícil conseguir un poco de aire fresco en tus muletas, así que pensé en traer el aire fresco aquí"

JongDae resopla. ¿Dónde encontró un amigo como ese?

JongIn avanza lentamente hacia atrás, con el invitado a cuestas y un gran ramo equilibrado en la mano.

"JongDae, este es JunMyeon, mi colega del estudio"

Ahora es cuando está agradecido de poder mantener la calma, incluso cuando todo su cuerpo se apaga y su corazón comienza a golpear a un millón de pulsaciones por segundo. El asiente a JunMyeon, que está vestido con un abrigo azul marino, una zanja de botones negros. Y siente que lo más conocido como destino, le apoya, como el lindo chico que cruelmente a JongDae no se le permitió atender.

La vida realmente lo ama.

"Soy JongDae" extiende una mano, que JunMyeon toma con una cálida sonrisa, y JongDae vagamente se pregunta si debe mencionar que lo vio en la florería, pero está demasiado preocupado por la suavidad de las manos de ese hombre.

"Él va estar paseando a los perros por mí", explica JongIn a JunMyeon.

"¡Oh bien!" La sonrisa de JunMyeon se ensancha y JongDae jura que amenaza con dejar de latir en ese momento. "Entonces podemos hacerlo juntos"

Afortunadamente, a pesar de agitado que está por dentro, JongDae se las arregla para seguir normal y mantiene la conversación antes de que se vuelva incómoda. Se ríe. "Sí, es probable que necesite que me ayudes"

"Todo está bien" JunMyeon comprueba su reloj de plata que es casi tan brillante como sus dientes blancos al sonreír, pero no del todo. "Lo siento, me gustaría quedarme, pero tengo que volver al estudio. Que te mejores pronto. Hasta luego JongDae, fue un placer conocerte"

Sus ojos siguen la figura de JunMyeon retirarse y una vez que oye la puerta cerrarse, JongIn le advierte. "Me debes una grande" Pero su voz es débil y sus ojos se encuentran todavía en el deslumbramiento.