Sungyeol siempre supuso que si alguien en Infinite fuese a perder la voz, sería Sunggyu. Si sus constantes gritos durante las prácticas para que ellos sigan, con más fuerza, más rápido, y más precisión no fuesen la razón, entonces al menos sería por el hecho de que tiene que cantar como si hubiese ingerido helio en más de la mitad de las canciones que promocionan. Aunque, Sungyeol resiste el decirle esto a Sunggyu directamente porque, hey, ¿él que va a saber?

 

Justo en ese momento, Sunggyu le grita que se concentre, y Sungyeol desea por un segundo que en realidad hubiese sido Sunggyu el que perdió la voz. En vez, Hoya está sentado en el sillón con una expresión agria en su rostro, estirando la orilla del descansa brazos de manera agitada. Woohyun está hablando por teléfono con su manager, y todo lo que Sungyeol alcanza a escuchar de la conversación es "Hmm. Okay. Cool. No, así esta bien. Yo le digo". Eran una boy band, y Sungyeol está un poco receloso por el hecho de que uno de ellos perdiendo su voz no sea un asunto más importante de a como lo están pintando. Como mínimo, esperaba escuchar algún tipo de grito fuerte y enojado saliendo del teléfono.

 

"Cool", Woohyun dice, colgando.

 

"¿Entonces?" Hoya pregunta, su voz ronca y rasposa.

 

"Está bien" responde Woohyun, "solo nos dividiremos tus líneas. ¡No hay problema!" le asegura, dándole a Hoya una sonrisa forzada.

 

Dongwoo pone su mano en el hombro de Hoya, dándole un apretón para reconfortarlo. "No te preocupes. Escribimos los raps juntos, ya me los sé". Da unas cuantas patadas, extendiendo su puño al aire. "¡Oh si, este será el show de Dongwoo!"

 

"Ni de loco lo será", Sunggyu dice, "dividirás las líneas".

 

"¿Con quién?" Hoya pregunta, su voz quebrándose al final. Sunggyu le pide que guarde silencio y busca rápidamente una botella de agua y se la pone en las manos, demandándole que tome algo.

 

"Um", Woohyun empieza. "¿Sungyeol?"

 

En el mundo ideal de Sungyeol, habría un silencio incomodo interrumpido solamente por él expresando su clara alarma con un ronco "¿Huh?". El obligatorio 'No, está bien Sungyeol', 'Solo será por unos cuantos días Sungyeol' etc etc fluirían naturalmente y luego, todos se dispersarían y Sungyeol se quedaría solo para hundirse en sus propios pensamientos y ansiedad. Pero claro, la vida decide no concederle tal gracia y Hoya lanza la botella de agua de regreso al pecho de Sunggyu, su semblante pareciendo como si la mera propuesta de que Sungyeol tome sus líneas completamente trivializara su existencia entera. Que, si Sungyeol decidía ser honesto consigo mismo, de cierta forma si lo hacía.

 

"¿Por qué?", Sunggyu palidece. Por qué. Sungyeol piensa que eso es un poco injusto. ¿No se supone que Sunggyu debería mantener alguna semblanza de objetividad como líder? Esperen. No, por supuesto que no. Entonces no sería Sunggyu.

 

"Exposición igualitaria, exponer talentos ocultos, ya sabes", Woohyun explica, intentando hacer que la razón sonara remotamente convincente.

 

Sunggyu permanece callado, posiblemente intentando pensar en palabras de aliento debido a su deber como el líder del grupo. Se levanta del sillón y le da un golpecito en la frente a Sungyeol con el dedo. "Pues bien. Parece que es tu momento para brillar", dice, sonriendo de manera entretenida a Sungyeol antes de tomar a Woohyun del brazo y llevándolo fuera de la habitación. Los dos hablan en lo que piensan que son murmullos, pero Sungyeol puede alcanzar a distinguir '...Mientras solo hable rápido no habrá problema'

 

Dongwoo comienza a dar una poco convincente excusa para abandonar la habitación, que rápidamente se convierte en un balbuceo incomprensible mientras se acerca de manera escurridiza a la puerta en un intento por escapar de la tensión.

 

Claro que así seria si hubiera tensión alguna. Sungyeol se da cuenta que de hecho, Hoya no ha dicho palabra alguna a Sungyeol desde la llamada. En su defensa, ya no parece ofendido, y su cuerpo esta simplemente desplomado en el sillón un poco más abajo de lo que estaba anteriormente.

 

"Pues. Nos reunimos para unas lecciones de swag?" Sungyeol pregunta, empujando el pie de Hoya ligeramente con el suyo.

 

"No si las vuelves a llamar lecciones de swag otra vez", Hoya responde. Se levanta y gira lentamente su cuello, el crujido de sus huesos audible. "¿Qué tal ahora?"

 

Sungyeol no puede responder con un poco más que un "Eh". Hoya lo mira, buscando una respuesta coherente, y Sungyeol se aclara la garganta. "No creo que pueda", corrige.

 

"¿Por qué no?" pregunta Hoya, de manera un tanto airada. Sungyeol no está seguro de si es debido a que su voz no es capaz de sonar acusatoria sin quebrarse, o si en verdad no le importa el que Sungyeol pueda o no hacer tiempo para él.

 

"Para ser honesto, simplemente no quiero", Sungyeol contesta, sacudiendo los hombros.

 

Hoya suspira. "Justo lo que me esperaba", murmura. Palmea el brazo de Sungyeol y pasa por su lado. "Lo haremos mañana o algo".

 

Cuando Sungyeol esta finalmente solo se permite caer en el sillón, doblando sus piernas de manera incomoda sobre el descansabrazos para intentar caber dentro del espacio vertical. Probablemente hay una metáfora profunda sobre eso que haría resonancia con cómo ha estado viviendo Sungyeol su vida hasta ahora, pero no puede convencerse de pensar en ello. En vez de eso, piensa en las últimas semanas y se pregunta si ha hecho enojar a su manager de alguna manera. Está esa vez en la que se voló la práctica de baile. O tal vez fue la vez en que lo estafó gastándose los veinte dólares que se supone que iba a usar para hacerse un nuevo piercing. Sungyeol encuentra que sus pensamientos se están haciendo muy redundantes, y supone que la situación entera era como el brócoli. Probablemente buena para él, pero mientras lo está masticando y forzándose a tragarlo, no tiene idea del porqué.

 

"¿Brócoli?" la voz entretenida de Woohyun rompe con su aparente monologo verbal, seguido por una almohada.

 

"Cállate", murmura Sungyeol, volteándose hacia el otro lado y presionando su cara contra el áspero corduroy.

 

 

 

 

 

Como era de esperarse, hay en realidad un límite para lo que Sungyeol puede hacer al intentar substituir la mitad del verso de rap. Pero aún así, Hoya y él están en la sala de práctica ya entrada la noche. Sungyeol memoriza la letra y el ritmo en menos de 15 minutos 'reflejos de actor', es como lo llama. El problema principal es la cara de Sungyeol.

 

"Agresivo", Hoya dice. "¡Se asertivo!"

 

Sungyeol muestra los dientes al espejo y lo intenta de nuevo, lanzándose al frente y golpeando una mano contra su pecho.

 

"Se agresivo en la forma en que te mueves, pero suave en la forma en que te acercas", explica Hoya, moviendo sus manos en una onda como si eso en verdad demostrara de manera efectiva lo que estaba diciendo.

 

"¡Eso no tiene sentido!" dice Sungyeol, levantando la voz sin ninguna otra razón más que para recordarle a Hoya que es lo que él no tiene. En la hora que han estado practicando, él y Hoya habían terminado con éxito en lados opuestos de un silencioso fuego cruzado. Las líneas de Hoya eran literalmente de 15 segundos, mientras que las líneas de Sungyeol era menos de la mitad de eso. Pero las quejas comenzaron cuando el manager bajó a decirles que Hoya definitivamente tendría que estar en el escenario con ellos por los siguientes días ya que no tenían tiempo de reajustar la coreografía.

 

"¿Qué? ¿Entonces esperan que solo me pare en el escenario a bailar sin decir palabra alguna?" dijo Hoya.

 

Sungyeol tomó un trago de su botella de agua y se recargó contra la pared. "Bienvenido a mi mundo".

 

No tenía idea del porque su comentario habría de ofender a Hoya, pero aparentemente lo había hecho. Porque no había dejado de encontrarle fallas al ángulo de la sonrisa engreída de Sungyeol por los últimos diez minutos.

 

"Okay", Sungyeol dice, deteniéndose y fulminándolo con la mirada. "Esto se está volviendo ridículo. Somos de la misma edad, no tienes autoridad sobre mi".

 

Hoya no le dedica nada fuera de un parpadeo. "No sabía que al parecer estaba haciendo eso"

 

"Yo... dime, ¿en verdad lo estoy haciendo tan mal?" Sungyeol pregunta, sonando un tanto suplicante y desesperado. "Digo, ¿en verdad técnicamente importa tanto si muerdo mi labio o no?

 

Los labios de Hoya se convierten en una línea mientras piensa en la pregunta por unos momentos. "De acuerdo, ¿quieres la cruda verdad o el consuelo amigable?

 

"¿Tengo elección?"

 

"No" Hoya declara. "Nadie en verdad espera que seas bueno en esto, así que técnicamente, nada importa".

 

Sungyeol odia en verdad lo cansada que la voz de Hoya suena en esos momentos. Presionada en apenas más que un susurro, era como si Hoya estuviera divulgando el más grande secreto que Sungyeol estaba a punto de oír en toda su vida. Completamente engañoso.

 

Sungyeol se encoge. "Si, gracias por eso. Sabes, en verdad no pienso que sea tan malo".

 

Hoya abre su boca para responder, y luego la cierra, mirando a Sungyeol ininterrumpidamente. "Espera, ¿estás hablando en serio?"

 

"Estoy siendo completamente serio", Sungyeol dice, "¿Acaso no escuchaste mi poética interpretación de la prosa en Cover Girl?"

 

"Claaaaaaro", Hoya dice, arqueando una ceja y sacudiendo su cabeza. Se voltea para recoger el reproductor de CD, así que Sungyeol supone que él oficialmente está dando por terminada su pequeña sesión de práctica. "No te entiendo" Hoya murmura, sacudiendo la cabeza. "Eres muy confuso".

 

"¿Que hay que entender?" Sungyeol pregunta, siguiendo a Hoya fuera de la habitación. Esperando a que cierre con llave la sala de práctica.

 

"Mides 1.83 cm pero actúas como si fueras la mitad de eso", Hoya elabora, metiendo las llaves a su bolsillo y caminando hacia el frente. Sungyeol ni siquiera se había dado cuenta que tan tarde se había hecho. Las calles estaban desoladas mientras caminaban regreso a la van, su manager cantando 'Bubble pop' en el asiento del frente bajo la falsa impresión de que nadie lo podía ver. "No lo sé, dude. Simplemente no puedo ver a nadie más estando bien con eso".

 

"Siento como si la conversación que estamos teniendo ahora se retrasó unos cuantos años. ¿Hola? Hoya. ¿Desde hace cuánto me conoces?" Sungyeol pregunta. "Siento como si hubiéramos debido tener esta conversación hace años mientras estábamos acostados en nuestras respectivas literas".

 

"Si... les dejaré eso a ti y a Myungsoo mientras se pintan las uñas de los pies o algo así" Hoya responde. "De todas formas", continua, "Se me olvida que somos de la misma edad en ocasiones. Es un poco difícil solo sentarse sin hacer nada y solo mirar".

 

Como para probar su punto anterior, Hoya abre la puerta del copiloto, sorprendiendo a su manager, y entra como si ese fuera su lugar desde un principio. Sungyeol está a punto de protestar cuando un pensamiento lo golpea repentinamente.

 

¿Estaba Hoya intentando hacerle un favor?

 

Madres. ¿Era Hoya realmente así de malo en hacerle favores a la gente?

 

 

 

 

 

El momento de Sungyeol para destacar termina como era de esperarse. Los netizens se burlan, sus propias fans se burlan, Sunggyu incluso se ríe mientras monitorea una de las emisiones. El césped es verde, el cielo es azul, la vida sigue. Hoya recupera su voz y hay un unánime suspiro de alivio entre el grupo, y Sungyeol regresa a tararear su única línea para sí mismo mientras está lavando los trastes que Sunggyu lo obligó a lavar aunque no fuese su turno. Todo vuelve a la normalidad fácilmente, piensa Sungyeol.

 

"Hey" Hoya dice, palmeando la espalda de Sungyeol con una toalla. Se acomoda a su lado y comienza a secar los trastes mientras él termina de lavarlos.

 

"¿Woohyun te hizo cambiar tu turno con él o algo por el estilo?" Sungyeol pregunta, enjuagando un plato.

 

Hoya ríe. "No. En verdad me toca secar".

 

"Oh"

 

Hoya continúa secando los trastes de manera robótica a lado de él, y los dedos de Sungyeol se mueven inquietos contra la esponja entre sus dedos. No es como si se lo fuera a admitir a alguien nunca, pero hablar con Hoya de la nada se sentía como si tuviera que ser una tarea intencional y premeditada. Simples conversaciones casuales se sentían tan anticlimáticas. Obliga a su mente a pensar en algo que decir, irracionalmente sintiéndose presionado por el hecho de que Hoya no pareciera pensar que el silencio se sintiera tan abrumante. Sungyeol se decide por un "Es bueno oír tu voz otra vez", cosa que no se hubiera escuchado tan rara si Hoya no hubiera tenido su voz de vuelta desde hace cuatro días.

 

Hoya se pellizca la cara y voltea a ver a Sungyeol. "¿Qué?"

 

"Um", Sungyeol comienza. "Sí... no lo sé. No tengo una excusa para esa". Juega con el plato torpemente entre sus manos, pero accidentalmente se resbala de entre sus dedos y hacia el lavaplatos. "Mierda"

 

"Hey Sungyeol", Hoya dice, chasqueando sus dedos frente a su cara.

 

"¿Qué? ¿Qué?" Sungyeol responde, irritado con él sin razón alguna. Cuando levanta la cara para mirar a Hoya, se congela al ver lo cerca que el otro se había puesto en los escasos diez segundos que había desviado la mirada.

 

Sungyeol siente su pulso acelerándose y el calor corporal de Hoya propagándose hacia él en olas. Cierra los ojos, esperando el impacto. Siente el fantasma de una caricia sobre su parpado y cuando se atreve a abrir los ojos, Hoya está parado frente a él con una pestaña entre su pulgar y dedo índice, con una expresión de absoluta perplejidad en su rostro.

 

"Okay", Hoya dice, gravemente, secando sus manos con la toalla y frunciendo el ceño. "Eso... no se supone que hicieras eso".

 

Sungyeol se toma un momento para considerar lo agravante que encuentra a Hoya en ese momento. "¡Qué-- tú fuiste el que-- haces cosas sin sentido!"

 

"Solo lo estaba probando y-- okay", Hoya inhala profundamente, inflando sus cachetes y exhalando. "¿Vamos a hablar acerca de esto?"

 

"¡No hay nada de que hablar!" Sungyeol dice, avergonzándose cuando su voz sale como un chillido.

 

"De acuerdo. Me alegra", Hoya dice, asintiendo. Avienta la toalla al cabinete, echando un vistazo a los trastes sucios en el lavabo. Se aclara la garganta. "Mentí. En realidad no es mi turno".

 

"No era mi turno tampoco" Sungyeol dice rápidamente, "Así que no--"

 

"Si, ósea, no tenemos que terminar, verdad. Digo, ni es nuestra responsabilidad".

 

Sungyeol chasquea los dedos. "¡Precisamente! Así que me iré a mi habitación y--"

 

"Yo tengo... tengo cosas que hacer" Hoya declara. "Así que yo. Solo. Adiós" Se aleja, haciendo un pequeño adiós con la mano, secándose después con sus pants.

 

"Si, ¡adiós!" Sungyeol responde, caminando hacia el otro lado, intentando imitar la indiferencia del otro pero termina chocando con el refrigerador.

 

 

 

 

 

Esto es lo que hace Sungyeol para reforzar aún más la falsa noción que Hoya tenía actualmente sobre lo que estaba pasando entre ellos.

 

(Y es enteramente una falsa noción. Sungyeol sabe que es completamente falsa porque se queda despierto toda la noche anterior, respirando contra su almohada, pensando detenidamente qué parte en específico de Hoya podía suscitar cualquier tipo de emoción inusual en él. Esto es lo que concluye:

 

Nada.

 

Literalmente nada. Se da cuenta de que no sabe casi nada acerca de Hoya fuera del hecho de que es graciosamente hipócrita en su autoproclamada hombría, y que deja su iPod reproduciendo música que Sungyeol en verdad detesta antes de irse a dormir).

 

Se desliza hacia Hoya en el asiento trasero de la van. Pasando muy inconvenientemente arriba de Myungsoo, sus largas piernas accidentalmente golpeando la esquina de las sillas, su codo casi golpeando en la cara a Woohyun, antes de meterse con dificultad y sentarse al lado de Hoya. Quien, para su crédito, no le dedica más que una mirada antes de voltearse y recargar su cara contra la ventana y subiendo el volumen de su iPod. Sunggyu cuenta a los miembros, y cuando se da cuenta de donde está sentado Sungyeol, tiene que mirar dos veces.

 

"Hey, ¿acaso te castigué por algo obligándote a sentar en el asiento trasero? Porque a veces lo olvido" Sunggyu pregunta.

 

Hoya se cubre la boca, desplazándose a través de su lista de música.

 

"Nope" Sungyeol responde con alegría forzada.

 

"De acuerdo..." Sunggyu dice. "Solo me aseguraba".

 

Manejan por quince minutos en silencio, Hoya descansando su barbilla en sus nudillos, Sungyeol intentando forzar a un somnoliento Sungjong a tener una conversación. Roba miradas furtivas hacia Hoya de vez en cuando, sutilmente juzgando el momento adecuado para iniciar una conversación. O, al menos eso piensa hasta que Hoya suspira y se quita los audífonos, dándole a Sungyeol una mirada entre un resignado '¿Que necesitas?' y un cauteloso 'Deja de mirarme por favor'.

 

Sungyeol, siendo como es, responde con un audaz, "¿Hm? ¿Qué pasó?"

 

"¿Es esta parte de tu nueva rutina para expresar tu absoluto y platónico afecto hacia mí?" Hoya pregunta, sonriendo a Sunggyu quien los estaba viendo a través del espejo de manera cautelosa.

 

Sungyeol le hace una cara a Sunggyu antes de regresar a Hoya. "Sabes, lo estuve pensando toda la noche--"

 

"Okay" Hoya interrumpe, poniéndose sus audífonos nuevamente. "En verdad no quiero saber".

 

Sungyeol frunce el ceño y le arranca los audífonos nuevamente. "Escucha. No soy un ertido o algo por el estilo"

 

Hoya asiente. "Si, ajá".

 

"No, enserio", Sungyeol asegura. "Solo pensaba sobre nosotros".

 

"¿Te estás escuchando a ti mismo?"

 

"Y me di cuenta que aunque somos amigos, no somos tan amistosos como deberíamos ser" Sungyeol termina. Hoya lo mira con una cara de aburrimiento, esperando, y le toma un momento a Sungyeol darse cuenta que estaba esperando a que terminara su punto o algo así. "Uh... sí. Eso es todo".

 

"Okay, ¿y?" Hoya presiona.

 

"No... no lo sé. En realidad, solo sentía la necesidad de decírtelo".

 

Hoya arquea una ceja de una manera que hace que el ruido del tráfico fuera de la camioneta repentinamente se convierta en un monótono zumbido. Sungyeol siente como sus orejas se sonrojan, como si el mundo entero estuviera escuchando la conversación y simultáneamente se rieran y brindaran sus enormes copas de vino en nombre de su ineptitud.

 

Hoya se pone los audífonos nuevamente, las esquinas de sus labios curveándose sutilmente. "No pensaste lo suficiente en esto, ¿verdad?"

 

Sungyeol frota su cara con sus manos. "No" murmura. "En realidad no lo hice".

 

Se siente agradecido una vez la camioneta se detiene --Hoya no intenta decir algo más mientras se bajan del vehículo. Sin embargo, tan pronto hacen una fila hacia el estudio de MBC, Myungsoo predeciblemente iguala sus pasos con los suyos con una mirada de perplejidad en su rostro.

 

"¿Qué fue eso?" pregunta.

 

"¿Qué fue qué?" responde Sungyeol, fingiendo ignorancia.

 

"Cruzar las montañas más altas y los campos más largos solo para que pudieras sentarte y hablar con Hoya", Myungsoo elabora. "¿Paso algo?"

 

"El único otro lugar disponible estaba directamente atrás de Sunggyu. Prefiero caerme de la más alta de las montañas" Sungyeol se mofa. Roba un vistazo detrás de él, viendo a Hoya caminar con su brazo alrededor de los hombros de Sungjong cómodamente, y desvía la mirada tan rápido como puede. Aunque no tan rápido como para que Myungsoo no se diera cuenta, dedicándole a Sungyeol una mirada penetrante.

 

"No parezcas tan atento. No te queda", Sungyeol dice con desdén.

 

"Tan random", Myungsoo dice entre dientes.

 

"¿Como que random? Estamos en la misma banda. ¿Y a que te refieres con random? ¿Qué hay siquiera que pueda ser random?" Sungyeol se detiene antes de empezar a balbucear.

 

Myungsoo le dedica una sonrisa de suficiencia, ladeada y con complicidad. Como si conociera un gran chiste del cual Sungyeol estuviera excluido. Lo cual, tomando todo en consideración, era probablemente el caso.

 

"Hoya piensa que bailas mejor que yo, ¿sabías?" Myungsoo dice. "Me lo dijo él mismo"

 

Sungyeol no puede detener el sentimiento que aflora dentro de su pecho, conteniéndose de mirar hacia atrás sobre su hombro. "¿Y?"

 

Myungsoo sacude sus hombros. "Solo pensé que te gustaría saber"

 

 

 

 

 

Sungyeol nunca ha visto 'Answer Me 1997'. Nunca lo había pensado dos veces anteriormente. Nadie nunca se lo había reprochado - ni siquiera cuando un buen porcentaje de la población (9.47%) de Corea del Sur revivía su primer desamor a través del silencioso dolor de Hoya como Kang Joon Hee. Por un tiempo era difícil no escuchar buenas cosas al respecto, con personas deteniéndolos en medio de los pasillos para saludar a Hoya y cantarle cumplidos. Luego la emoción se disipa, y aunque su éxito todavía vive a través de la confianza en los pasos de Hoya y se condensa en la nube negra sobre la cabeza de Sungyeol - se le hace fácil pretender que no se había perdido de nada.

Roba la laptop de Sunggyu en medio de la noche, y en plena oscuridad, la luz LED de la pantalla hace que Sungyeol haga una mueca. Verifica el volumen de la laptop rápidamente, bajándolo lo más que se pueda, pero la voz de Hoya aun así resuena fuertemente a través de sus audífonos.

 

Ve los 16 episodios en tres noches, y solamente Myungsoo nota las ojeras debajo de los ojos de Sungyeol. Y por su sonrisa sabionda, Sungyeol está seguro que Myungsoo tiene la idea equivocada de todas formas.

 

No toca antes de entrar a la habitación de Hoya, pero inmediatamente se arrepiente al estar parado en medio de la habitación incómodamente mientras Hoya continua prestándole su total atención a su laptop. Sungyeol se aclara la garganta y Hoya finalmente levanta la mirada.

 

"¿Hey?" Hoya dice, recargándose en su silla.

 

"Um, hey", Sungyeol responde. Mira hacia las partituras desparramadas en su escritorio. "¿Estás trabajando en nuevas letras?"

 

"Estaba-- me distraje con... otras cosas", Hoya dice, rápidamente minimizando la ventana en su laptop, pero Sungyeol aun así alcanza a ver un poco de piel y arena. Por favor, ¿qué se supone que debe responder a eso?

 

"Vi tu drama", Sungyeol deja escapar. Aparentemente, eso.

 

Hoya no titubea. "La mitad del país vio mi drama". No hay arrogancia ni modestia cuando habla - es algo que Sungyeol se ha dado cuenta forma parte de la honestidad-sin-adornos de Hoya.

 

"SÍ, yo solo..."

 

"¿Solo me lo hacías saber?" Hoya termina.

 

"Algo así" Sungyeol murmura, caminando hacia la puerta. Hoya no presiona una respuesta ni pretende estar interesado, y en vez se regresa a su laptop y espera al chasquido de la puerta al cerrarse para abrir nuevamente sus ventanas.

 

Sungyeol se deja caer en su cama y levanta una mano para jugar con sus piercings distraídamente. Personalmente, piensa que Kang Joon Hee está solo unos cuantos pasos atrás de ser un cobarde, y que Hoya es solamente un actor aceptable.

 

 

 

 

 

(Esto está entre paréntesis porque en la mente de Sungyeol le agrega un poco más de la ilusión de un drama que nunca fue.

 

Él y Hoya pasaron tiempo juntos alguna vez anteriormente, solo debido a que no había nadie alrededor y a la alusiva pero distintiva necesidad de Sungyeol por tener una mano a la cual sujetarse. Metafóricamente, por supuesto. Pero eso no detiene a Hoya de molestarlo al respecto mientras se sientan juntos fuera de la sala de audiciones. Sungyeol tuerce sus largos dedos con ansiedad, cascadas de líneas memorizadas demarrándose de sus labios. Hoya parece aburrido, su cara hacia el abanico de techo, dejando que el aire agite su fleco.

 

Sungyeol le da un pequeño golpe en su costado con su guion. "Hey, ¿cómo se escucha mi satoori (1)?" pregunta, endureciendo su voz e intentando recordar las marcas de entonación.

 

La nariz de Hoya se arruga. "Mi gente estaría indignada" responde, su dialecto claro y perfecto. La vida es injusta, Sungyeol piensa. Deja escapar un grito estrangulado y Hoya lo mira con simpatía. "Hey. ¿En realidad importa el acento?"

 

Sungyeol hace una mueca. "Aparentemente. Digo, si mi actuación es suficientemente buena, probablemente lo pueden dejar pasar por alto. Pero lo más seguro es que estaría a la par que a un actor mediocre con un acento perfecto".

 

"¿Enserio?" Hoya dice, sus ojos alargándose. "¿Está ambientada en Busan o algo así?"

 

"Si", Sungyeol responde. Justo en ese momento su manager aparece y lo llama.

 

"Buena suerte", le dice Hoya, dejando caer su cabeza nuevamente con la cara hacia el abanico.

 

Sungyeol sonríe. "Gracias". Deja que su manager lo apresure a través de la puerta, el PD y el director de cast esperando del otro lado, sus caras susurrando juntas, evaluando la audición justo antes de la de Sungyeol.

 

Su manager se detiene abruptamente, tomando a Sungyeol del codo y jalándolo de regreso. Sungyeol se voltea para preguntarle qué era lo que pasaba, pero el manager estaba volteado hacia Hoya con un destello entretenido en sus ojos.

 

"Hey Hoya", lo llama, y Hoya gira su cabeza hacia ellos. "Ya que estamos aquí de todas formas, ¿por qué no audicionas? Usa ese acento induce-migrañas para bien"

 

Sungyeol se siente como un peso sin valor bajo las manos de su manager. Hoya sacude los hombros, metiendo sus manos en sus bolsillos y levantándose de la silla.

 

"Claro, como sea. Sera una historia divertida para contar en shows".

 

 

 

 

 

La llamada llega tres semanas después durante la comida. Sungyeol toma una mordida de su ddukbokki y está agrio. Por más acostumbrado que esté a ser una presencia pasiva, esto se siente diferente).

 

 

 

 

 

Cada mañana a las 6am Hoya se pone una hoodie demasiado grande, sus tenis, y corre una cuadra a una deteriorada tienda de la esquina donde compra una botella de jugo de naranja antes de correr tres vueltas alrededor del parque. En su camino de regreso toma un atajo a través del césped y regresa a los dormitorios a las 7:30am, justo a tiempo para entrar y escuchar a Sungjong quejarse sobre el cómo los ronquidos de Woohyun podían penetrar las paredes.

 

La primera vez que Sungyeol lo sigue a las 6:45am se pierde, toma la vuelta equivocada justo antes del parque y accidentalmente se cruza a través del patio de alguien y es rápidamente atacado por los rociadores. Regresa a los dormitorios a las 8:30am, tarde para la agenda, pero justo a tiempo para que Sunggyu se ría de su empapada condición antes de regañarlo. Aunque Sungyeol usualmente hubiera contestado con un comentario sin pensar que le hubiera ganado un golpe a su frente; esta vez no puede reunir fuerzas más que para encogerse de hombros antes de arrastrar sus pies hacia su habitación y cambiarse a un atuendo apropiado.

 

Sunggyu lo sigue, recargándose contra el margen de la puerta mientras Sungyeol toma un atuendo del clóset -- exactamente el mismo que uso el día anterior. Esta quitándose la camisa cuando se da cuenta que Sunggyu aún lo está observando, una ligera sonrisa contenida en sus labios.

 

"¿Qué?" Sungyeol pregunta, echando un vistazo a su estómago plano; consecuencia de su motivación abandonándolo después de haber estado ejercitándose para unos cuadros que no crearon diferencia alguna en su vida. Sunggyu le presta poca atención a su piel blanca, y en vez se lo continúa viendo a la cara con determinación.

 

"¿Quieres hablar?" finalmente dice.

 

Sungyeol frunce el ceño y se pone la camisa. "No", responde secamente.

 

"Mocoso" Sunggyu dice a regañadientes, girando en sus talones.

 

Sungyeol suspira, pasando una mano por su cabello. "¡Hyung!" lo llama. Sunggyu se detiene y se voltea.

 

"¿Qué?"

 

"Perdón, no quiero hablar. Ahora puedes irte", Sungyeol dice, señalándole la puerta.

 

Sunggyu se ríe con la nariz y pone los ojos en blanco, caminando hacia la sala de estar nuevamente. Sungyeol saca la lengua cuando cree que Sunggyu no está mirando y regresa a cambiarse de ropa.

 

"Da vuelta dos cuadras después de la tienda de la esquina, y después giras a la derecha"

 

 

 

 

 

La segunda vez que Sungyeol lo sigue se da un margen de 15 minutos de gracia en caso de que logre perderse otra vez, y llega al parque unos buenos veinte minutos antes de que Hoya lo haga. Hoya pasa al lado del árbol detrás del que se está escondiendo Sungyeol sin detenerse en su paso; su respiración concentrada y con propósito, mientras que sus pies golpean el pavimento rítmicamente. Una vez los separan una buena cantidad de metros de distancia, Sungyeol se asoma de atrás del árbol y sale al camino, haciendo una mueca. Sus calcetines estaban húmedos por haber estado parado en el césped por tanto tiempo --las cosas que hace por una ambigua-emoción-que-no-puede-nombrar.

Sungyeol ajusta su bufanda y sus lentes de sol  antes de trotar lentamente tras de Hoya, mirando hacia el asfalto para esconder su cara. Cuenta diez pasos antes de que su pecho choque contra algo tibio y duro.

 

Hoya no parece sorprendido, mirando a Sungyeol de arriba a abajo con ojos interrogantes. Sungyeol traga saliva, inquieto bajo el escrutinio de Hoya.

 

"¿Qué onda?" Sungyeol saluda. Completamente apropiado.

 

Hoya muerde el interior de su mejilla, como si estuviera conteniendo sus palabras. Gesto un tanto extraño en él, si Sungyeol admitía.

 

"Okay" Hoya dice con determinación. "¿Tendré la suerte de que puedas explicarme elocuentemente qué diablos estás haciendo?"

 

Sungyeol necesita contenerse físicamente para no bajar la mirada, cruzar sus pies y hacer círculos en el piso con su dedo. "Probablemente no".

 

Hoya inhala un pequeño hilo de aire matutino, torciendo los labios y mirando más allá de Sungyeol, pensando. "De acuerdo, qué tal esto. Por las últimas semanas más o menos has estado actuando como si estuvieras enamorado a regañadientes de mi"

 

Sungyeol no tiene tiempo de sorprenderse debido a la franqueza del otro, perdido en sus propios pensamientos, y simplemente asiente distraídamente. "Sí... eso suena bien".

 

Espera a que Hoya sacuda la cabeza y continúe corriendo sin mirar atrás. Tal vez a que lo ignore y lo trate con frialdad por un mes o algo así hasta que se disuelva en una cómoda incomodidad y esto de sentir cosas de Sungyeol desaparezca. Lo que Hoya hace en vez es mirar a Sungyeol críticamente, como si estuviera intentando descubrir el valor de una obra de arte particularmente abstracta. Le pone la piel de gallina y, maldita sea, Sungyeol empieza a dibujar figuras random en el concreto con su pie.

 

"¿Entonces quieres que seamos amigos?" Hoya dice.

 

Sungyeol frunce el ceño. "No, ¿acaso no me escuchaste? No me hagas decirlo otra vez".

 

"Tú no dijiste nada", Hoya defiende. "Eres tan raro. A veces es como si solo hicieras o dijeras o sintieras cosas y tú ni siquiera tienes idea del porqué".

 

"Eso de hecho suena como una muy buena descripción de mi vida", Sungyeol coincide. "Muy introspectivo de tu parte".

 

Hoya baja la mirada a su reloj y cuenta los minutos. "40 minutos. Ven, vamos por un café", dice, trotando lejos de Sungyeol y hacia el otro lado del parque.

 

"¿Qué?" Sungyeol pregunta, mirando la figura de Hoya alejándose. "¡Esto es tan anticlimático!"

 

"Las mejores relaciones comienzan en tiendas de café. No voy a tener esta plática mientras estas medio dormido y sudado. Por más extrañamente adorable que sea". Hoya le grita de manera indiferente, pero Sungyeol no se pierde la manera en que comienza a correr más rápido después de eso.

 

Sungyeol sonríe con suficiencia, sus brazos y piernas por todos lados mientras trota descuidadamente para alcanzarlo. "¿Piensas que soy adorable?" pregunta, jadeando.

 

 

 

 

 

Hoya regresa de correr por la mañana una semana después con dos cafés en sus manos. Uno se lo toma rápidamente apenas cruza la puerta, y desliza el otro hacia Sungyeol quien está a punto de quedarse dormido sobre su cereal.

 

Myungsoo pasa junto a la escena, sacudiendo su cabeza, entretenido. "Tan random", murmura.

 

Sungyeol estrella su mano contra la mesa, mirando boquiabierto a Myungsoo, incrédulamente. "¿Cómo? ¡Solo es café! ¡Jódete! ¡Tú eres random!"

 

Hoya se ríe. "Sabes, en retrospectiva, si es muy random"

 

Sungyeol pestañea exageradamente hacia él. "Pero no desearías que fuera de otra forma, ¿cierto?"

 

Hoya acerca su mano con una cuchara a su cereal y le roba un poco, masticando mientras piensa antes de tragar y decir; "Pues--"

 

"Okay, siento que en algún momento tendrás que aprender a no contestar nada que te pregunte", Sungyeol lo interrumpe, haciendo un puchero mientras mira su ya aguado cereal.

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(1) Satoori: Es el acento que cambia entre regiones de corea, debido a los distintos dialectos.

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