~Bright and unique~-Prologue-
It is all about C.O.L.O.R.S. (Español)Lamento los errores que tenga este fic, no tengo un beta y a veces no los releeo antes de publicarlos (u,u)
Muchas gracias por leerlo de todos modos (n.nU)
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1.- ~Bright and unique~ - Prologue-
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Un chico común y corriente, nada especial o extraordinario llegó a la escuela. Su padre lo llevó en su auto hasta la puerta y lo despidió como siempre.
El padre admiró su rostro y muñecas, visibles aun con esa playera de manga larga y bermudas.
La piel del chico era de un hermoso moteado azul turquesa, en un fondo azul rey con verde lima. Él hijo le sonrió, se despidió y lo miró antes de bajar del auto.
─Ten un buen día en la escuela, Baekhyun. ─Se despidió su padre.
─Gracias pa, te veo en dos semanas. ─Se despidió el hijo.
El rostro de su padre era un reflejo del joven. El mismo color y patrón en la piel.
El auto se alejó y el chico dio la vuelta hacia las puertas de la escuela. Los estudiantes se dirigieron a clases con el toque del timbre. Todos, incluyéndolo, lucían sus pieles prolijas sin mancha o rastro de color alguno.
¿Cómo era esto posible? ¿A dónde habían ido los colores de la piel del joven?
El chico se abrió paso por los pasillos de su escuela y llegó a su salón. Con algunas miradas sobre él y otras sin hacer mucho caso. Encontró a su amigo justo en el asiento de siempre. Junto a la ventana. Éste le dirigió una sonrisa felina debajo de unos pómulos prominentes y amables ojos.
Ambos cruzaron miradas.
Una franja pintada rodeaba sus cuellos; Una gargantilla escarlata brillante, que formaba líneas curvas y cuñas de color negro, en un patrón elegante. El único diseño presente en ambos.
─ ¿Qué hay funky Chenchen? ─saludó el recién llegado.
─¡Hoy llegas temprano! Es casi un milagro. ─le respondió su amigo.
─Calla, tuve suerte. Mi padre me trajo.
─Fue la "semana de papá" ¿uh?
─Seeh. Mi madre estaba como loca ayer, preguntándome si " yo estaba bien" y eso.
─No te acostumbres. Luego del divorcio, los padres a veces actúan como si cada vez que viéramos a uno de ellos, fuera la primera vez en nuestra vida.
─Me gustaría que ella dejara de preocuparse tanto.
─Tienes suerte de que tus padres se separaran de forma pacífica. Hay cosas peores.
─Lo sé. Quieren jugar a ser los padres "cool" y "nada anticuados"
─Aprovecha estos momentos. Es cuando pueden comprarte lo que quieras en compensación. Porque creen que son los peores padres del mundo.
─Hahaha eso suena tan cruel cuando lo dices así.
─¡Es porque no lo sabía! ¡Aprovecha mis sabios consejos! Si yo hubiera sabido que podía conseguir todo lo que quisiera cuando mi padre salió por la puerta trasera, con los pantalones en la mano y la niñera encerrada en el baño, cuando tenía ocho años. Créeme, habría pedido un par de patines nuevos, video juegos y hasta una bicicleta nueva.
Ahora sólo recibo cupones de regalo cada navidad.
─Al menos puedes elegir tus regalos.
─Pero mi padre es un tacaño, no me alcanza para nada.
─Me sorprende que recuerdes y cuentes esas cosas con tanta calma.
─Bueno, no es como si a esa edad hubiera entendido mucho lo que hacían mis padres. A decir verdad, el recuerdo me causa gracia.
Baekhyun y Jongdae habían sido amigos desde hacía varios años. Tenían tanto en común, incluyendo el divorcio de sus padres. Los mismos gustos en música, video juegos, ambos adoraban cantar...almas gemelas.
Los amigos siguieron con su plática amena hasta que empezó la clase. Sólo ellos podían verlo en el cuello propio y el ajeno.
Se sentaron juntos, almorzaron en la hora del descanso, bromeaban y decidían el próximo video juego que comprarían para jugarlo el fin de semana.
La rutina era la misma casi todos los días.
Hasta que un día, luego de la práctica del equipo de Futbol americano, Baekhyun decidió ir a ver al chico que le había gustado desde que entró a la escuela. Esto no era ningún secreto para su amigo, pues Baekhyun le contaba todo a Jongdae.
El capitán del equipo de futbol americano. Do Kyungsoo. Baekhyun y él se habían vuelto bastante cercanos desde que el maestro los había emparejado en la misma clase para un proyecto. La excusa perfecta para verlo.
Sus profundos ojos cafés, cejas pobladas y ese cabello despeinado color negro crespo, no salían de su cabeza. Lo mejor era su sonrisa en forma de corazón, adorable y tentadora.
Baekhyun estaba feliz. Durante las últimas semanas, en las muñecas de ambos se había formado una tenue línea púrpura que cosquilleaba cada que compartían risas furtivas en el campus de la escuela, después de clases en la biblioteca.
O cuando sus dedos se rozaban bajo el escritorio manteniendo la vista fija en el libro de texto frente a ellos, fingiendo interés en la tarea.
Un flechazo inocente.
Baekhyun pensó en sorprenderlo llevándole un jugo de la máquina expendedora. El capitán se había quejado cuando estaba en reparación, pues decía que el de uva era su favorito.
Baekhyun, con la botella en mano se dirigió a las gradas. Al llegar contempló como el chico de sus sueños abrazaba a alguien más.
Un abrazo nada inocente.
Kyungsoo estrujaba a una figura entre sus brazos. Bajo la sombra de las escaleras, apartados del mundo. Besando dulcemente a la única persona que parecía importarle en ese momento.
Enterrando sus fuertes manos en el cabello de esa persona... que tenía la marca escarlata en el cuello que Baekhyun conocía tan bien.
Baekhyun dejó caer el jugo al piso, cuando el estruendo se hizo presente, la pareja volteó la vista hacia el origen del ruido.
Sorprendidos y asustados, se alejaron como si hubiesen sido electrocutados, sus brazos ya no se estrechaban, sus labios ya no se tocaban pero el daño estaba hecho.
Como un fierro caliente, Baekhyun sintió un terrible dolor en su pecho que escocía, las lágrimas surcaron sus mejillas al ver que su "amigo" Jongdae, no podía ni mantenerle la mirada. De pie junto a Kyungsoo. Baekhyun no pudo soportarlo más. Salió huyendo del lugar.
El tiempo pasó. Pero este tiempo "no curaba nada". No borraba nada tampoco.
Fue incómodo el volver a hablarse. Más cuando siempre se enconrtraban en los pasillos y en el salón de clase. Por mucho que intentaran evitarse. Era imposible. Podían reconocer el diseño del otro a metros de distancia, entre la multitud. Como si pudieran sentirlo y quien sabe, tal vez podían.
Pero todo mejoró cuando el famoso capitán del equipo dejó de atraerles a ambos amigos. Esto gracias a que un par de días después, lo vieron prácticamente devorándose a besos a un chico de primero contra los casilleros. Un tal Jongin, del club de ballet. Bailarines...la flexibilidad que poseían era un nivel totalmente nuevo contra el que no podrían ni soñar con competir.
El par de amigos continuaron compartiendo cafés en las tardes de exámenes finales. Juntaban dos mesas en la cafetería y discutían sobre por qué no empezaron sus proyectos antes. Luego recordaban que cada "reunión" de estudio siempre se vio interrumpida por películas, programas pre grabados de tv, retas de mini futbolito, conciertos en internet, video juegos y chismes sobre uno que otro conocido.
Ellos aun podían ver perfectamente la gargantilla escarlata con negro al rededor de sus cuellos, acompañada de la nueva y hermosa silueta de una cruz índigo justo en medio del pecho de ambos. Tenía diminutos botones rozados en las esquinas, como pequeños retoños en flor. Continuaron siendo amigos. Las marcas de su pasado estaban presentes. Pero no huían de ellas. Las portaban con naturalidad junto a playeras con cuello en "V" o tank tops durante el verano. Un orgulloso diseño que sólo lucían para el otro.
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