Introducción: Aquel invierno fue el resultado de lo que soy ahora. Aquella tez blanca, aquellos ojos, aquella sonrisa, todo de aquella chica. ¿Alguna vez has creído en el amor a primera vista? La verdad es que yo no, nunca había creído en esas tonterías, todo el mundo solía decirme que alguna vez me pasaría, yo sólo asentía y sonreía, para mí era imposible, creía que no podías sentir nada por una persona que acabas de conocer. Yo era una chica fría, me encantaba manipular a las personas, no era cariñosa, odiaba los abrazos, pero con ella no podía odiarlos.

Desde ese día sentía una gran necesidad de que llegue el invierno, porque podría abrazarla y utilizar la excusa de tener frío. Típico, ¿no? Bueno, yo no era original en ese tipo de cosas, simplemente lo odiaba, pero al final todos caen por el mismo lugar.

Aún recuerdo mi perfecta cara de idiota al verla por primera vez, y la de veces que intentaba decirme a mí misma que ese pequeño gusto se iría borrando poco a poco.

He vivido miles de experiencias gracias a Tae, sí, ella se llamaba Taeyeon, lo siento, olvidé decir su nombre, pero me encantaba llamarla mi niña, Tae. Verla allí, cumplir sus sueños, verla reír, verla llorar, todo me atraía de ella, hasta cuando se enfadaba.

Y ahora estoy sentada en una playa desierta, escuchando como las olas van y vienen, y recordando mi perfecta historia con Tae.

Mucho gusto, soy Natalia.