Tiffany se había podido imaginar un futuro al lado de Taeyeon desde que la conoció, podía imaginarse sus preciosos y perfectos hijos, se imaginó la vida a su lado con una talentosa fotógrafa que la había enamorado por completo con sólo presentarse.                         Se había imaginado como sería su vida, su mascota e incluso había imaginado sus tumbas, una al lado de la otra; pero jamás se pudo imaginar la casa donde vivirían. Siempre supo que sería en la playa, a ambas les gustaba vivir a la orilla del mar, siempre supo que sería un lugar maravilloso decorado con algunas de sus pinturas y cientos de fotografías que hubiera tomado Taeyeon.

Ahora, la estructura de su hogar tenía forma. Ahora no era sólo una pared blanca adornada. Taeyeon quería compartir con ella el lugar donde había crecido junto a sus padres. Quería formar una vida a su lado en aquel lugar en el que en algún momento su novia había tenido miedo de pisar.

Había pasado la última semana ideando la mejor manera de hablar con Alex, ahora más que nunca tendría que hacerle frente al hecho de que seguía comprometida con un hombre al que jamás había amado, y al que jamás podría amar. Pensó en ir a Los Ángeles y hablar con él para terminar con todo de una buena vez, poder vivir libremente con Taeyeon y seguir con su vida, pero decidió esperar hasta que él volviera para solucionar todo.

Tiffany guardo las llaves de su nuevo hogar junto a Lauren dentro de bolsa mientras subía por el ascensor, Taeyeon se había ido de su casa temprano para atender algunos asuntos en el estudio que tenía que solucionar. Sólo habían pasado 4 horas separadas y la modelo ya no podía soportar estar lejos de ella. Había pasado antes a su casa para tomar algunas cuantas cosas más y saludar a Yuri.

Su contestadora estaba llena de mensajes de su madre, Tiffany no había tenido aún el valor de llamarla, pero le había dejado un mensaje de voz tres días antes para decirle que estaba muy ocupada trabajando y que por lo tanto no podía reunirse con ella para atender los asuntos de la boda. Tiffany tenía que hablar antes con Alex que con cualquier otra persona, y eso incluía sobre todo a su madre.

Las modelos del estudio de Taeyeon ya estaban ahí, casi todas listas para la sesión de fotografía que tendrían en unos cuantos minutos. Jessica saludo a Tiffany en cuanto la vio entrar y rápidamente se acercó a ella.

"¿Cuántas marcas tenemos que maquillar el día de hoy?" dijo la maquillista inspeccionando el cuello de Tiffany "Una, dos, tres... ¡Diablos! Kim sí que ama usar los dientes."

Tiffany siseo para la maquillista, desde que llego al vestidor no pudo evitar sentir la mirada asesina de Nana sobre ella. No la había perdido de vista ni un sólo segundo mientras Seo se dedicaba a maquillarla y dejarla más "perfecta" de lo que se veía casualmente.

"¿Le tienes miedo a la ex novia psicópata?" pregunto Jessica bastante divertida por la situación.

Tiffany observo como Nana se puso de pie y camino por el vestidor hasta salir por la puerta, no sin antes fulminarla por última vez con la mirada.

Jessica negó con la cabeza "Bien, ahora a cubrir esas marcas."

Taeyeon estaba en su oficina con Yoona, ya llevaba media hora hablando con ella acerca de sus planes de boda con Seo. Ella le había propuesto matrimonio en New York y ambas parecían no querer perder el tiempo con ello.

Un golpe en la puerta los hizo regresar de su entretenida conversación.

"Iré a presionar a los demás." Di