Jessica es una joven de 26 años que aunque ha tenido ya unas cuantas relaciones, no es fanática del amor y las cursilerías, los detalles, las rosas y todo lo “estúpido” que encierra una relación amorosa.

Se ha sentido atraída y ha querido realmente un par de veces, para ser honestos habla de ese par como si fueran pocas, pero no han sido tan bien contadas, o prefiere obviar una que otra, para no parecer zorra o por el contrario una solitaria. Pese a todo ello no le ha pasado algo tan prospero ni tan alucinante.

Dice preferir la amistad que cualquier otra cosa, obviamente si le gusta alguien va directo a la lucha, pero cree que la amistad no te regala ningún tipo de ataduras ni explicaciones, es más apoyo, compañía sin o y más que nada familiaridad, algo a lo que ella ha querido apostar demasiado. Por ello dos de sus últimas relaciones resultan ser sus mejores amigas, con las cuales ha conocido parte de ella que jamás había alcanzado a descubrir.

TaeYeon, una chica introvertida, con doble sentido del humor, pasiva y glamurosa, con una sonrisa que no muestra demasiado, pero cuando se decide a regalarla es ciertamente muy bonita.

Y Sunny, extrovertida, divertida, con un gran sentido del humor, activa y no hay más que decir, su nombre habla por ella. Son sus ex-dos-mejores-amigas. Si, polos opuestos totalmente…

*

-“Ya estoy aquí, ¿dónde estás?” la rubia pregunta con una carpeta debajo del brazo, su teléfono en la oreja y debajo de ese mismo brazo su bolso, que aprieta con el codo cada cerciorándose que sigue colgado

“Ya estoy entrando” responde su ex, Sunny, quien la ha estado llamando varias veces a la semana y cada llamada ha sido contestada, cada mensaje enviado ha sido respondido de igual forma y después de este mes de acercamiento, en el que siente que las aguas turbias se han disipado, cree que si hay una persona que la hace cambiar de actitud y sacarle una sonrisa cada tanto es esa enana. Así que piensa en darle y darse una segunda oportunidad con hija del magnate Coreano.

-“Te espero por la zona de los helados” dice mirando el lugar bastante familiar. Acostumbra mucho ir allí, de hecho y pese a que ya están en una edad donde se puede considerar infantil, su hermana Krystal y ella suelen pasar tardes enteras en el lugar, es un hábito que no se ha perdido, cuando tiene tiempo libre, le encanta invitar a su hermana menor para pasar tiempo en aquel lugar colorido y de exquisito olor.

“Llegué princesa” la sonrisa, justo esa que la hace sonreír, sin más y como casi siempre la abraza empuñando el teléfono en una de sus manos y olvidando el archivo que llevaba debajo del brazo, cree que el afecto de esa manera por parte de a quien aún llama su chica, tiene el poder de transmitir ese tipo de buena vibra que sabe Sunny conduce por sus venas.

“¿Cómo estás?” pregunta la pequeña chica, con el cabello cobrizo, mejillas adorables labios prominentes y pechos amigables, esos que a Jessica le encanta sentir con cada abrazo.

La rubia se agacha rápidamente buscando lo que había perdido y sube con una gigante sonrisa “Bien, muy bien gracias” responde enganchando su brazo con la chica que había llegado a hacerle compañía y la dirige a la heladería, pasando en medio de un montón de niños y decide tomar una de las mesas metalizadas del fondo, cerca de la entrada de la casa de pelotas, donde sabe que los chicos pasarán solo para entrar, y no molestaran su estadía con la menor.

“Creo que nuestra cita para querer retomar nuestras vidas, entre niños y ropa de trabajo es lo mejor” dice la más baja con un rostro apacible, la rubia sonríe mirando el menú como si en realidad tuviera dudas de lo que va a elegir. Es tanto el tiempo que ha pasado por ese lugar que se sabe el menú y casi puede recordar el sinnúmero de caras de cambios de empleadas que han tenido.

“Ya lo sé, ya lo sé” responde la chica ante el comentario de su ex, que aun que suena bastante quisquilloso, sabe que los niños son algo que Sunny adora y los helados…¿Quién no ama comer helado?.

Levanta la mano sabiendo que alguna chica de rostro familiar vendrá hacia ella, y pide un helado de frutas para Sunny, ha aprendido a conocer ciertas mañas de la chica que realmente no son desagradables, puede sumar una lista larga de cosas que odiaba de cada una de las parejas que han ocupado puesto en el agarre de sus muñecas por años, pero de Sunny podría resaltar solo sus quejidos extraños al dormir, que no son fastidiosos siempre y cuando tengas el sueño pesado, como es en el caso de la rubia.

Sin tanto tiempo de espera, ya que es un tipo de cliente preferencial, al cual deberían de tenerle un cuadro de honor colgando dentro de algunas de las paredes del quiosco, seguro sería un apartado que obligaría a la chica para que se alejara, pues suele ser bastante ajena a las cosas escandalosas o que le hagan dar vergüenza, y esa seguro sería una de esas ocasiones que la harían huir.

Después de disfrutar esa crema helada que la transportan a tantos estados de su vida, decide ponerse de pie, pagar y permitir que la chica más baja enganche su brazo con el suyo una vez más, sonreír para despedirse de quienes constantemente la atienden y salir a revisar ciertas tiendas de su agrado para ver qué cosas se lleva o cuales debe tener en cuenta para comprar.

Toma aire profundo y entra al lugar tratando de no mostrar tanto agrado por demasiadas cosas al tiempo, sabe que Sunny, es una chica que siempre quiere comprar cosas para ella, y no es que le disguste, le apena de sobremanera sentir que la chica tenga que hacer cosas por ella, sabe que son solo pequeños detalles y que es algo que la menor hace con las personas que aprecia, bastantes veces la ha visto incurrir en ese sistema.

Al salir del lugar con unas cuantas bolsas en mano que claramente no tenía pensadas que estarían allí en estos momentos, debido a las ofertas y la rogativa de Sunny para permitirle regalarle algo que seguramente se le vería genial, la chica accede después de ganarse la sonrisa un poco nerviosa de la chica que las atendía, entrar y probárselo, ganarse una aprobación y salir de forma rápida del lugar.

Toman las escaleras eléctricas aun con sus brazos cruzados , bajan y empiezan a caminar dirigiéndose al estacionamiento subterráneo, cuando el nombre de la rubia es mencionado al fondo en más de dos ocasiones, Sunny es la primera en detenerse y voltear a mirar, Jessica queda frenada en su lugar cuando el rostro de aquella chica es bastante recordado “TaeYeon” saluda sin más “Hola” le dice sonriendo con ganas de un abrazo, pero se da cuenta que estos están ocupados “Buenas” dice inclinándose levemente a lo que Sunny corresponde de igual manera “Tú llamada, aún la estoy esperando” dice la chica con una sonrisa tan grande que parece que en realidad la llamada no le importaba “No han hecho las listas Tae, en cuanto la empresa las haga te avisaré, no te preocupes” lo dice con tanta confianza que quiere que la chica sepa que es un asunto pendiente que ella tiene presente.

“Te lo agradezco porque ando muy colgada” dice haciendo señales en su cuello, dando entender que las cosas no van tan bien como quisiera “Te entiendo y lo tendré presente” la chica asiente como si no tuviera más que decir “Bueno… veo que estás ocupada, así que…” Sonríe la rubia sabiendo que algo demasiado típico en la chica, uno de esos rasgos idiotas que son bastante encantadores “Sunny te presento a TaeYeon, TaeYeon…” hace gesto con la mano, de la una a la otra como para que simplemente hagan lo que saben y no tenga que decir más “mucho gusto” Tae da un paso y toma la mano de la menor que le sonríe levemente “El gusto es mío” responde Sunny con su ya tan cotidiano rostro iluminado “Trabajan juntas?” pregunta la mayor con ganas de que el ambiente sea lindo y acogedor, debido a que tiene serias ilusiones de cuando las listas empresariales sean abiertas, ella logre quedarse con algún puesto dentro de esa empresa “No…” responde Jessica sin saber realmente que decir “Soy su ex” dice sin más Sunny, dando a entender que es un tema un poco penoso de tocar “que casualidad, yo también son su ex” dice Tae sonriendo abiertamente.

La rubia se muerde el labio y agacha la cabeza, restriega dos dedos en su frente para retirar nada en especial, ambas notan la incomodidad en la chica y se sonríen “Bien, creo que deben seguir su camino” dice Tae evitando que el momento bochornoso para su ex se prolongue “nos vemos luego Sica, me avisas para lo del trabajo por favor” dice inclinándose varias veces antes de marcharse “adiós” dice la menor, mientras que Sica corresponde con ademanes.

“Ella…” Jessica la jala para empezar a caminar “si, si, es mi ex,  la TaeYeon de la que te hablé cuando empezamos a salir” dice de manera rápida como queriendo que en realidad no entienda nada “No” arremete Sunny con el rostro arrugado “Quiero decir, si ella está buscando empleo, mi papá en 2 semanas abre las listas de su empresa” levanta los hombros “Podrías ayudarla, metiendo su hoja de vida antes?” dice Sica con los ojos esperanzados, a lo que la pequeña corresponde negando con una sonrisa triunfante “Puedo conseguirle una vacante inmediata en cualquiera de los campos que papá busca, antes de que llenen las listas con otras hojas de vida” sin pensarlo tanto Sica le besa la mejilla en repetidas ocasiones a la más baja y saca su teléfono para marcarle a la mayor, quien en segundos aparece con una gran sonrisa y dándole gracias exageradas a Sunny cuando esta le pide datos para poder tener su currículo lo antes posible.

*

No sabe realmente cuando pasó nada, más bien, cuando pasó todo, pero Sunny ya no tenía la misma insistencia de ese tiempo, y TaeYeon, no le había mandado mensajes semanales para pedirle llamada de regreso, las cosas realmente marchaban de una forma extraña, así que decidió un día llamar a Sunny para quedar en algo, o preguntar porque simplemente ya no estaba al tanto como antes.

La sorpresa que se llevó fue realmente gigante cuando una voz extraña de otra mujer había contestado el teléfono, fue tanta su impresión, que miró la pantalla para cerciorarse que estaba llamando a la persona correcta “¿TaeYeon?”  Pregunta conociendo aquella voz

“Si, ¿cómo estás?” responde con el más natural tono

“¿Por qué estas contestando el teléfono de Sunny?” incrédula y con un tono resentido cuestiona

“Ella se está bañando y me pidió que contestara”

“¿Qué?” aún más confundida por la declaración de la mayor “¿Estas en su casa?” vuelve con las preguntas

“Si, ¿Por qué? ¿Qué necesitas?”

“¿Qué haces allí?” Viéndose envuelta en una escena de celos se frena y pasa la mano por su frente

“Pues vamos para cine…”

“No, yo… “Tae alcanza a escuchar los suspiros de Sica, sabiendo que está tomándose su tiempo

“¿Estás bien?”

“si…”

“y tú ¿Por qué la estas llamando?” y está vez el tono malhumorado está en la otra línea

“no seas conchuda, pendeja” dice riéndose al final, dándose cuenta que las cosas a la fuerza no iban y que ese encontrón casual de ese día, tuvo demasiadas buenas cosas.

*

Hoy por hoy debe soportar arranques insufribles de ese amor del que muchos hablan y pocos conocen, de ese mismo que ella solo ve en películas de Disney e historias de princesas, películas de Hollywood y otras tantas maricadas del mundo, que a pesar que a diario se consume con el realismo, seguimos pensando en que cuando el amor llega, sentimos que flotamos, una luz aparece sobre ese dichoso “ángel” y nos convertimos en idiotas, torpes, ciegos y … en realidad es algo que la humanidad es a diario, y si en realidad fuera por amor, no fuéramos el mundo lleno de basura y odio que realmente somos.

Sunny y TaeYeon advierten que el amor es una experiencia muy parecida a lo que para Sica son mitos y leyendas. Suponen que se levita, ves a esa persona con mucha luz y parce que te transportas a un lugar donde solo esos dos seres existen, porque ciertamente no puedes ver más nada, es decir que la primera vez que ellas se vieron sintieron todo eso, lo que para ser mejor explicado… obviaron a Jessica mientras flotaban e iban a un lugar lejano… ¿Pero cómo coños se puede hacer todo eso? Disney puede afectar de por vida la cabeza de las personas.

“…Sica Quien?” la chica ve dos sonrisas gigantes en frente de ella en un gran sofá, las manos enmarañadas las unas con las otras y rostros llenos de ilusión “¿Qué?” con algo de malhumor responde porque quieran o no conoce el camino de este tipo de situación “¿Quién besa mejor, ella o yo?” cuestiona Sunny esperando una respuesta honesta.

La rubia las observa a ambas, recordando escenas que vienen a su memoria y la hacen negar “no me jodan la vida” dice tomando su celular y preocupándose más por cualquier otras cosas “Estoy segura que tú lo haces mejor” de la nada opina Tae cuando sabe que la respuesta por parte de la chica en frente no va a llegar “Yo creo que tú” aprieta Sunny la contienda llevándole la contraria a su novia de hace más de 1 año.

Tal vez en el fondo puede sentirse feliz por cada una de ellas, a quienes amó a su manera, pero que ahora se aman libremente a la suya, la llena de cierto modo, pero espectáculos como esto fastidiarían a cualquier ser humano con un mínimo de paciencia, y Jessica aun que les grita y las insulta, al segundo puede sentir que algo le dice que deje de ser amargada o alguna de las más baja se lo recuerda.

*

Jessica llega corriendo a su lugar de trabajo, mirando con  cara de angustia a la mujer mucho mayor que le espera al final de la cola para que registre el formulario a la hora de llegada, no deja de mirar entre el reloj de la pared de fondo y el rostro de pocos amigos de la señora Shin, sabe que un minuto le costaría horas extras que realmente no está dispuesta a asumir en tiempos de listas, debido a que el corre corre del personal es agotador y ella corre con la misma suerte del resto de los peones.

“Y su esposo?” escucha a su compañero, que aun que no están en la misma planta, ha compartido un par de veces con el chico bastante agradable “Woo oppa,¿ puedes moverte por favor?” le dice con poca amabilidad en su voz, pese a que quería sonar como una chica respetuosa, el chico se voltea y la nota “ah, Jessica ssi” saluda con una gran sonrisa y levantando la mano, pero la rubia solo le abre los ojos y lo empuja un poco pasando por el lado.

La mujer la mira aun cuando la rubia tiene su pase en la mano, y no es capaz de estirar el brazo para agarrarlo de forma inmediata “él está bien Ho, pero sabes cómo se pone su rodilla cuando el clima está como en estos días” esa amabilidad que irradia la señora Shin con otras personas, le hace pensar a Sica que el odio es solo dirigido a ella “señora Shin, por favor etiquete, que no quiero tener más problemas” habla la rubia con desespero absoluto en su voz, interrumpiendo la charla amigable de la mujer, y pese a que está frenando su impulso, de decirle unas cuantas verdades pidiendo esto como un favor, la manera de cortar las palabras de la mayor, no le ha parecido un chiste para reír.

Toma el ticket y lo sella, sin quitar la mirada de la muchacha, el silencio impera en el lugar solo la máquina que hace chirridos es quien hace presencia, mira el boleto y revisa “ocho en punto Jung. Casi” y le devuelve su pedazo de papel, Sica se muerde el labio y evita contestarle, porque pese al puesto que parece irrelevante de la mujer, es alguien a quien el señor Park aprecia demasiado, sabe que si dice media cosa para faltarle el respeto será informado de inmediato y realmente no quiere multas ni trabajo extra o algo que tenga que ver con castigo.

Corre hacia el ascensor a la izquierda sin decirle nada a más nadie presiona el botón 7 y espera que al aparato no suba más nadie, para no mostrar su cara de querer matar a todo aquel que se le cruce “debí aceptar irme a la empresa del papá de Sunny” murmura  rascando un costado de su cabeza, mete la mano en el bolsillo externo de su chaqueta gris y para relajarse un poco teclea

“Bunny, cuando hayan listas en la empresa de tú papá avisas” comenta, tal vez en un momento de rabia. Esta empresa es en la que decían siempre que se puede escalar de forma más rápida, y van 5 años y ha ido escalando, pero Sunny le ha ofrecido un puesto mucho más alto sin necesidad de escalar, solo volando, palanca que llaman.

En instantes como estos se pregunta porque no se fue y porque lo ha rechazado, pero algo llamado moral, cuando la pequeña se lo ofreció ella sentía que solo por sería por ser la novia de la hija del dueño, y ella siente que ha trabajado mucho para tener un título como ese, y luego no quería estar todo el día aguantándose a TaeYeon y a ella con las mismas idioteces.

Cuando llega al punto de verlas juntas recuerda una de las razones de peso y niega, pero sonríe cuando recuerda las palabras de Sunny  cuando decía “te pueden pagar tres veces más” y es un impulso anímico, pensando en que ahora es mejor irse de esta forma y no echada, porque cree que con el monstruo etiquetador su estadía está un pie fuera y otro dentro. Ciertamente esa inseguridad en un lugar no le da muy buena espina.

Cuando llega a su piso, del cual es una de las altas ejecutivas y suele asistir a ciertas reuniones, pasa en medio de la gran cola de personas que vienen a entrevista por algún puesto y que empezarán a subir piso por piso así como ella, y que obvio, espera que así como con trabajo  ha conseguido llegar allí, todas y todos consigan lo mejor de sí para escalar. No como la asistente del vicepresidente que en solo 2 años y medio llegó hasta donde está. Las piernas abiertas también hacen volar, palanca que llaman. Ella sí que ha hecho uso de esa palanca.

Espera contar con el menor porcentaje de personas a las que les toca dirigir, realmente quiere pasar al bar de siempre tomar unas cuantas cervezas con Sunny y TaeYeon que han advertido con presentarle una chica y luego solo irse a casa, descansar y procurar levantarse temprano para no tener que pasar una carretera de terror solo para una mierda de sello de llegada.

Pero sus papeles ha llegado y el bulto no es nada alentador. El suspiro y la manera de desmadejarse en su silla hacen que su secretaria sonría “Gracias Yuri” dice con voz desganada “Esperemos que no todos lleguen” sonríe queriendo darle un poco de ánimo, mientras ella empieza a tomar las primeras tres carpetas para ver a quien debe dar entrada primero “¿Café?” vuelve su secretaria con la respectiva amabilidad a sus mayores “Trae un termo, y si es posible 10 litros de agua” la chica vuelve a sonreír y pide permiso antes de marcharse del pequeño lugar, que por los colores y los adornos es bastante acogedor.

Se toma el tiempo para estirarse y esperar a que Yuri regrese, sabiendo que con ello vendrá el primer llamado, tratar de llegar hasta el final y cruzando los dedos para que en algún momento Yuri responda ‘No ha venido señora Jung’ para sonreír, hacerse la idiota y quedarse 5 minutos a solas.

*