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Héroe

H é r o e
 



Por Minseok, Luhan aprendió a arriesgarse.

A los seis años se conocieron, y a pesar de las habladurías, el extranjero recién llegado se acercó al pequeño de cara redondeada que todos evitaban, quien le vio sorprendido cuando Luhan le dio un papel lleno de plumones de colores y una extraña caligrafía que le sacó una gran sonrisa porque, vamos, él no es el único malo en estas cosas, ya no.

A los ocho, Luhan no dudó en correr en medio de la avenida persiguiendo al nuevo cachorro de su amigo, evitando ser atropellado por "un poco de suerte".

A los once, Luhan consiguió llenar de globos azules gran parte de la casa del otro, quien se maravilló al abrir la puerta y verse rodeado de cientos de mensajes felices, logrando que sus padres no se enfadaran tanto por la sorpresa.



Por Minseok, Luhan siempre cedía. Siempre.

A los catorce, Luhan, al percibir el desánimo de Minseok, decidió participar en el festival escolar de ese año, portando un uniforme verde chillón y realizando una tabla rítmica para que el otro viera el ridículo que se evitó.

A los diecisiete, Minseok dio su primer salto en paracaídas, con la mano de su mejor amigo engarrotada alrededor de su brazo todo el tiempo, quien no emitió sonido alguno hasta tocar tierra firme.

A los diecinueve, ambos viajaron en bicicleta a la parte más alta de la ciudad para ver como el amanecer iluminaba la nieve que cubría todo frente a ellos, logrando que valiera la pena el regaño posterior a su descabellada idea.



Por Minseok, cada día es una nueva aventura para Luhan.


A los veintidós, la vida rutinaria se termina, su cuerpo cada vez resiste menos, su energía merma.

Aún inmóvil, pálido, débil, siempre hay una historia que contar o una tarea que realizar.

Aún temeroso, Luhan no puede evitar sonreír ante su tenacidad.

Minseok vive por pura fuerza de voluntad y sueños por cumplir, comida que probar, cosas que experimentar, objetivos que lograr.



Por Minseok, Luhan es capaz de detener el mundo y reiniciar el ciclo.

Por Minseok, Luhan daría todo de sí para que la vida no se le escapara tan rápido.

Por Minseok, Luhan se arriesga al beso tímido y el tiempo se diluye para dejarlos como iguales.



Los dedos de Minseok se entrelazan con los de Luhan, sosteniendo su mano con firmeza.

Tal vez, Luhan ya no tiene los muchos años que debía vivir por delante, pero por estar lo que sea que le quedara de tiempo con Minseok, el ceder valió la pena.

Él lo haría una, y otra, y cientos, y miles de veces más.

Ser el héroe del ahora protagonista afortunado.

Porque la historia aún no termina.

Apenas comienza.



 



A/N:
Mi hermana no lo entendió mucho. Espero que quien se lo llegue a topar lo entienda un poco más.

(?????)

Los comentarios son siempre bien recibidos, muchas gracias por leer.


 

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