Ahora lo saben. Ahora lo saben todo. El secreto ha salido a la luz. Los secretos no pueden permanecer escondidos por siempre. Los sentimientos nos traicionan y la vida no es justa para todos nosotros, no importa quienes seamos. Es una lástima que no haya sido el secreto que la mayor parte de nosotros desearía que hubiese sido revelado…

TaeYeon’s POV

He aquí me encuentro, recordando mis días donde apenas comenzaba a ser una adolescente. Pareciera que hubiese sido ayer cuando atravesé por primera vez las puertas de este edificio, sintiéndome maravillada por todo cuanto me rodeaba, aunque no estoy segura de que alguien lo notase puesto que no suelo ser muy expresiva y parezco distraída.

Aquellos días en los que logre entrar en la compañía SM Entertainment, era más alegre. Claro, siempre he sido un tanto solitaria, es por eso que me cuesta trabajo abrirme a otras personas, socializar, y una de las razones principales por las que no tengo ningún amigo extrañándome desde aquel lugar del cual provengo, mi ciudad natal.

Yo era básicamente una niña, y siendo una, las ilusiones se apoderaban de mí. Yo quería ser una cantante, pues ese siempre había sido mi sueño y aquello en lo más me destaco. Solo imaginen como me sentí cuando esta empresa famosa me hizo su aprendiz después de haber ganado el primer lugar en aquel concurso. Me sentía en el séptimo cielo y lo único que cabía en mi cabeza era alcanzar mi sueño. Asumí que nada cambiaria, que no extrañaría a mi familia de este modo; pues crecemos dependientes de nuestros padres pero a la vez nos sentimos poderosos, fuertes e invencibles, que podemos volar fuera del nido y casi no nos harían falta. Solo considere lo ocupada y cansada que probablemente estaría, mejorando mis habilidades con el pasar del tiempo. Ah, ¡la inocencia de los niños! Que ingenuos éramos…

Algunas veces desearía no haberla conocido, y es entonces cuando mi mente masoquista me lleva la contraria diciéndome lo chiflada que debo estar para siquiera permitir que esa idea se entrometa en mi cerebro. No tengo la menor duda de que ella es lo mejor que me ha pasado en la vida. Toda aquella soledad que pude haber sentido desde hace tanto tiempo se ha reducido a una fracción, puesto que a pesar de ya no sentirme así por completo, siempre extrañaría a mi familia. Solo desearía no haberme enamorado tan fuertemente de ella como lo hice.

Pero si lo hice. Me enamoré de Tiffany Hwang.

No mentiré. No éramos mejores amigas desde un principio. De hecho, yo era más cercana a Jessica Jung y ella lo era de Tiffany a su vez, puesto que ambas eran americanas y encajaban perfectamente. Ella siempre ha sido una persona hermosa y encantadora, pero simplemente no pude reparar en ello antes. No podía verla del mismo modo en el que mis ojos se percataban de Tiffany. Aun recuerdo como Jessica siempre se colgaba de mí en todas partes, buscando abrazarme, estar cerca de mí, siempre llamando mi atención. De hecho, ella fue la primera aprendiz de la compañía en dirigirme la palabra; ella quien era una chica tímida y cerrada que sentía miedo de las cámaras, un poco parecida a mí, excepto por el hecho de temer estar bajo el ojo público. La diferencia entre nosotras era que debido a su personalidad, la gente tendía a confundirla como un alma fría y falsa, cuando la verdad es que era más probable que yo fuese aun más fría, e incluso vengativa. Siempre fue muy dulce conmigo, y quizás debí haberlo pensado dos veces antes de posar mis ojos en la Americana equivocada.

Es imposible ocultar que siempre me he maravillado con la belleza de Tiffany. La primera característica de ella que me dejo sin palabras fue su sonrisa deslumbrante. Puedo jurarlo, jamás he visto una sonrisa que derrita tanto un corazón como la que estaba retratada en esa diosa de mujer. Simplemente no podía perderla de vista. ¿Alguna vez se habrá dado cuenta? ¿Habrá notado todo cuanto provocaba en mí con todo lo que ella hacía y con todo lo que ella representaba?  Por ejemplo, la manera que tenía de hablar. Que tierno e interesante sonaba su acento americano en su lenguaje coreano. Pero eso no era todo. Era también la manera en la que se movía; sus movimientos de baile podían aturdirme a kilómetros de distancia, incluso cuando no era ni de lejos la que mejor danzaba. Tenemos a su personalidad; adoraba lo feliz y animada que era. No mencionemos cuando la escuchaba cantar; me dejaba estupefacta el hecho de que su voz hermosa y profunda pudiera penetrar mi órgano auditivo sin hacer estallar mi cerebro. Además, siempre recordare como ella me sonreía cuando teníamos contacto visual y yo tímidamente apartaba la mirada. Esa es una experiencia que repetiríamos una y otra vez, como un ritual, a través de los años. Por último, pero no menos importante, esta su risa contagiosa que me hacia feliz cada vez que la escuchaba. Simplemente no puedo creer como es que no pude percatarme de mis sentimientos en ese entonces. ¡Supongo que menos sufrimiento para mí! Debería estar contentísima por ello.

Verán, yo no tenía idea de que era gay. De hecho, nunca había prestado atención a las personas el tiempo suficiente como para realmente reflexionar acerca de tener sentimientos profundos por alguien. Así que, no estaba muy consciente de que era lo que me atraía en una persona, siendo que ninguna había captado mi atención hasta ese momento. Yo no tenía idea de mi orientación ual, nunca me detuve a pensar en ello, y lo que comencé a sentir por Tiffany era algo desconocido para mí, un mundo totalmente nuevo.

Sé que no puedo compararlo con una situación similar, puesto que jamás me he encontrado en una relación amorosa, pero el hecho de que me gustase Tiffany me hizo darme cuenta de la manera en la que actúo cuando tengo sentimientos por alguien. Por lo que puedo decir, que existe un problema. Cuando alguien empieza a gustarme, tiendo a poner a todo el mundo en lo más profundo y perdido de mi cabeza, dejando a esta como mi principal preocupación, al punto de hacer por ella lo que no hago por nadie más.

Por supuesto, no soy idiota. Quizás no advertí en ello anteriormente, pero caí en cuenta de que Jessica estaba intensamente flechada por mí. Sin embargo, yo solo tenía ojos para quien hasta entonces no era tan cercana a mí como ella. Supongo que Jessica se cansó de esperarme, y se dio cuenta antes que yo de quien era la que tenía mi corazón agarrado con el puño. Probablemente, cometí un error dejándola ir y no tomando esa oportunidad que el amor me otorgaba y que yo estaba muy cegada para ver.

--------Flashback--------

“Mas… Mas…” Esta murmurando en sueños, sin saber lo que decía. Escuche a alguien riendo y mi mundo astral se volvió rosado. ¿Por qué rosado? ¿A quién pertenecía esa risa? Sonreí felizmente por una razón desconocida. ¿Por qué mascullé dos veces esa palabra? Entonces, lo recordé. Sentí un par de brazos estrechándome, pero no podía ver a nadie. Sin embargo, pude reconocer esa esencia de fresa y esa calidez invadiendo mi cuerpo. Así que quería pasar más tiempo con ese sentimiento. La risa empezó a escucharse con más fuerza, sonaba pesada en mis oídos; lentamente y sin proponérmelo, era conducida de vuelta a mi estado consciente. Cuando abrí mis ojos, un ángel me estaba recibiendo. Tiffany estaba frente a mí, viéndome a través del espejo con un rostro sonriente, mi regalo matutino.

“¡Buenos días, TaeTae!” Me sonrió dulcemente antes de reír. Ah, con que realmente se estaba riendo y me despertó con su volumen de voz. Bueno, no es como si me estuviese quejando. Estaría más que feliz despertando ante el sonido de su voz cada vez que ella quisiese.

Esperen, ¿qué? No, esperen… ¿Qué demonios acabo de soñar? No, no puede ser. Quiero decir, ella es mi amiga, ¿cierto? Es natural que sueñe con ella o quererla cerca de mí. Pero si es así, ¿Por qué no he tenido la misma clase de sueños acerca de Jessica?

“¿Qué estas soñando, parlanchina?” Inquirió Tiffany juguetonamente usando una voz que denotaba curiosidad.

Oh, oh… ¡Piensa, Kim Taeyeon, piensa! ¿Por qué tienes que vociferar tus sueños, estúpida enana?

“Uhmm… No lo recuerdo, ¿Por qué?” Me estaba sintiendo un tanto incomoda. Mi sueño no tenía nada de vergonzoso, pero no estaba segura de lo extraño que sonaría contarle a Tiffany la forma en la que me sentí en este debido a ella. Ni siquiera yo estaba segura de ello. Sinceramente… ¿Es que mi mente no tiene el concepto de privacidad almacenado en su sistema?

“Estabas hablando en sueños…” Ella sonrió ladinamente y me asuste. ¿Qué tal si dije algo que no debí? Algo que pude haberme arrepentido de expresar. No obstante, suspiré de alivio conforme ella continúo hablando. No era tan inconscientemente estúpida.

“Decías ‘mas… mas…’ justo antes de poner esa expresión tuya de tontita mientras sonreías.” Nuevamente rió teniendo sus propias ideas extrañas acerca de lo que me pude haber referido. Desde mi punto de vista, existen miles de posibilidades distintas. Estaba a salvo. Pero ella me conocía y usaría en mi contra cualquier cosilla que se estuviese imaginando para meterse conmigo.

“¿Está segura, señorita Kim? Sono como un gemido o algo asi.” Declaró Tiffany en una forma directa pero graciosa.

Mis ojos casi se salen de sus cuencas casi a la misma par en que mis mejillas se teñían de rosado. Mi sueño se trataba de ella y sin ninguna idea de ello, ella me estaba haciendo imaginar la relación entre ella y yo gimiendo. Algo acalorada, comencé a sacudir mi cabeza de un lado a otro tan rápido que termine mareándome un poco.

“¡De ninguna manera, Pany-ah! ¡Ni remotamente posible!”

Su tierna risilla alcanzó mis oídos.

“¡Vaya! Cálmate, Tae. Solo estoy bromeando.” Me miró dulcemente justo antes de acariciar mi suave mejilla una vez. Por alguna extraña razón, el área de mi rostro con el que entró en contacto empezó a arder levemente como si el rosáceo de mis mejillas se hubiese convertido en una fogata, como si su piel contra la mía incitara la ignición. “¿No se supone que eres tú la byuntae? Siempre andas haciendo esas bromas ertidas, y cuando soy yo quien bromea de vuelta, ¿te sonrojas? Aigoo, TaeTae. ¿Qué voy a hacer contigo?”

Hice un puchero. Uno como solo hacía para ella, y como siempre, podía ver esos ojos formando una hermosa creciente destellando solo para mí. Me miro por un par de segundos antes de abrazarme estrechamente contra su cuerpo cálido, y como era usual, mis brazos permanecían inmóviles a cada lado de mi cuerpo y mis piernas se sentían como gelatina. Sinceramente, que idiota era para no darme cuenta de todo lo que ella causaba en mí con el más ligero de los toques.

Sin embargo, algo cambió, tal como mis sentimientos lo habían estado haciendo. Esa vez dijo algo al respecto, y eso nunca había ocurrido. Ella simplemente se sentía feliz abrazándome mientras yo solía tener problemas para demostrar mis emociones y símbolos de afecto como aquel.

“Sabes, Tae, algún día tendrás que devolverme el abrazo. ¿Tanto te molesta abrazarme que vagamente tienes contacto físico conmigo?” Se echó hacia atrás y miró mis ojos intensamente. La forma en la que me preguntó aquello, hizo que mi corazón se encogiese en el acto. Realmente se sintió herida por mi frialdad; lo sentí en su voz.

No. Es solo que siento que si te abrazo, podría no dejarte ir nunca, o algo peor. Podría morirme en tus brazos y hacerte llorar.

Está decidido. Me estoy volviendo loca y nadie se ha percatado de ello para hacerme el favor y enviarme a un muy buen manicomio.

Pero si fuese llevada a un manicomio, no la vería nunca de nuevo, ¿cierto? Eso es porque probablemente nunca me curaría. Voy a quedarme con una respuesta segura, entonces.

No, no podía articular palabra. Así que tuve que armarme de valor y devolver el abrazo. Mis brazos rodearon la parte baja y superior de su espalda, permitiendo que mi mentón se recostara en su hombro. Juro que prácticamente podía escuchar el sonido de sus labios separándose y formar una medialuna, y allí supe que no había necesidad de discursos. La había hecho feliz, y yo siempre quería hacer feliz a Pany. 

Segundos después, alguien tocó a la puerta de la habitación. Solté a Tiffany rápidamente como si hubiese estado haciendo algo malo.

“¡Adelante!” dijo Tiffany dándome una mirada de confusión antes de darle la bienvenida a Jessica.

“Hey, ¡Taeng, Tiff!” Parecia incomoda con la presencia de Tiffany por la forma en la que dirigió su mirada hacia ella. Tiffany quizás no lo notó o no le dio importancia dado que no dijo nada al respecto. “Mmm… Me preguntaba si estabas libre esta tarde, Taeng. Saldré un rato a caminar por el parque y me gustaría tener un poco de compañía… Quizás podríamos ir a por una taza de café o un helado también. ¿T-te gustaría v-venir c-conmigo?

Se le veía tan nerviosa y aunque su oferta no sonaba nada mal, quería pasar el día con Tiffany, así que me rehusé sin que ella estuviera al tanto de ese hecho.

“Eso sería genial, Sica-yah…” Trate de usar un tono de disculpa. “Pero, ya le prometí a Tiffany que pasaría el día con ella y quizás iremos al cine.”

“Oh, ya veo.” Parecía tan triste y juraría que celos fueron vislumbrados en sus ojos. “¿Entonces, lo dejamos para la próxima?”

“¡Seguro!”

“Entonces, ya me voy… Diviértanse… Ustedes dos.” Se fue apresuradamente. ¿Estaría molesta? Lo siento mucho, Sica…

Tiffany se volteo con una expresión de enfado.

“Por todos los cielos, ¿Por qué hiciste eso?” Sus manos estaban ubicadas en sus caderas y su pie daba golpecitos en el piso incesantemente.

“Lo siento, Pany. Es que en verdad quería pasar el día contigo.” Hablé suavemente, dejándole saber que realmente no pretendía herir los sentimientos de Jessica.

“¿Qué hubiese ocurrido si ya hubiese tenido algún compromiso el día de hoy y ella se hubiese enterado de ello más tarde? ¿Cómo la hubieses hecho sentir?” Podía notar cuanta frustración se acumulaba en el cuerpo de esa chica, o al menos cuanto parecía.

“Lo siento… Fue sin querer. Se lo voy a compensar.”

“¡Mas te vale! Es tan amiga tuya como mía. Aunque, dios… Puedes ser tan despistada a veces.

Suspiré. Esto es lo que tenía que sobrellevar. Si sigo así, perderé a alguna de las dos, y espero que no sea a Tiffany.

Esperen, ¿Qué? Esto es exactamente lo que tengo que evitar. Debo dejar de poner a Tiffany por encima de mis decisiones, y de todo en general. Estoy tan jodida.

“Taeng? Abre. Es Jessica.” Escuche un fuerte golpeteo en la puerta de mi habitación. No quería que nadie me molestase. No quería que viese el desastre en el que me había convertido.

“¡¡Déjame sola!! Estoy bien. Solo quiero dormir, ¿de acuerdo?

“¿Quieres dormir un viernes a las 4 de la tarde? Cuando ni siquiera has comido ni salido de tu cuarto desde ayer, no que yo me haya percatado.”

“Claro que sí… Yo…” Tuve que cerrar la boca. Tenía razón, no lo había hecho. Solo había tomado agua de la pequeña nevera que se encontraba en el dormitorio y lo mismo sucedía con el baño, ya que había uno dentro. Lo pensé mejor, quizás si abría la puerta de la habitación, ella podría ayudarme a morir rápido en vez de quedarme aquí ahogándome en mi miseria. Sí, siempre estoy a merced de mis pensamientos negativos, incluso cuando no tengo intenciones de ello.

Reuní fuerzas para levantarme de la cama, para abrir y mantener la puerta abierta. Mi rostro se mostraba patéticamente pálido, rayando en lo enfermo, pues de hecho no había dormido en lo absoluto.

“¿Qué demonios, Tae? ¿Te encuentras bien?” Jessica se quedó mirándome preocupada.

No, no lo estaba. La arrastre hacia adentro y cerré la puerta firmemente. Luego, me devolví a aquel punto lastimero sobre mi cama, donde me senté abrazando mis piernas y clavando mis ojos en mis pies como si tuviesen algo que me hipnotizase. Jessica se sentó a mi lado, al borde del suave colchón.

“¿Es ella, no es cierto?” No puedes soportarlo… Todos aquellos buenos deseos y las noticias al respecto.”

------------Flashback------------

“¿Qué haces aquí sola? Me preocupe cuando abandonaste de ese modo la sala de reuniones.” Escuche unos pasos en la nieve y una voz preocupada mientras me encontraba sentada en uno de los bancos de aquel parque al que suelo ir cuando necesito aclarar mi mente de ese montón de estrés que debo aguantar diariamente, ya sea mental o emocional.

“Solo pensaba… Me relajaba un poco.” Sonreí con suavidad tratando de aparentar que todo se encontraba bien.

“Así que está prácticamente hecho, ¿no es así?” Se lo ha tragado. La voz de Jessica se tornó animada.

“Si… Supongo.” La idea de la compañía no me convencía del todo, pero era básicamente por razones personales. Tenía que admitir que iba a ser sorprendente, pero supongo que mi rostro denotaba que no simpatizaba mucho con el proyecto.

“No pareces muy feliz con ello. ¿A qué se debe?” Inquirió Jessica al tiempo en que me movía para darle espacio y permitir que se sentara a mi lado.

“¿Acaso una subunidad no va a ser un infierno de trabajo, sumándolo con el resto de las actividades de nuestro grupo? Además, se que es basado en nuestros nombres pero… ¿Acaso bromean? TaeTiSoo suena bastante ridículo a mi parecer.” Me mordí el labio inconscientemente.

“¡Vamos, TaeYeon! No puedes estar hablando en serio. No somos ni el primer ni el último grupo en tener subunidades y TaeTiSoo no me suena tan mal, me podría acostumbrar a eso. Tampoco congeniábamos mucho con So Nyeo Shi Dae  y ahora lo amamos. ¿Estás segura de que esa es la verdadera razón de tu actitud?

“Somos bastante famosas, así que estamos más ocupadas que esos grupos…” Contemplé hacia otro lado sin querer conectar nuestras miradas. Ciertamente, si había algo mas molestándome, como el hecho de que solo seriamos Jessica, Tiffany y yo. Solo nosotras tres. Solo yo intentando que Jessica y Tiffany no vayan a matarse la una a la otra por mi atención. Era cierto que Jessica se había hecho más cercana a Yuri dadas las ocasiones en que la había desplazado por Tiffany, pero era algo que en verdad no pretendía. Así que una subunidad significaría que tendría que comportarme como un robot o algo así. De ese modo, me programaría a mi misma y así podría dividir mi atención equitativamente, siendo objetiva con mis decisiones y opiniones. Es como estar un espacio confinado, como tratar de trabajar dentro de un ascensor.

“¿Acaso el grupo Super Junior de SME significa algo para ti, Kim Tae Yeon?” Pregunta Jessica sarcásticamente.

“Bueno… Ellos… Mmm…” Se me acabaron las excusas. Super Junior tenía a K.R.Y y ellos eran un grupo famoso de nuestra agencia con una subunidad integrada por sus mejores vocalistas. Suspire y mentí. “Supongo que tienes razón, no tengo nada de qué preocuparme.”

“Así que esa cara de preocupación y todo ese parloteo barato fue para nada.” Dejó escapar la castaña, para luego contener un grito mostrándose incomoda por lo que había espetado. Liberó un suspiro mientras sus nudillos no se relajaban y se ponían blancos al aferrarse a su abrigo con fuerza, portando una mirada indefinida. Quería decir algo más.

Arqueé una ceja, esperando a que lo soltara de igual forma.

“Es debido a Tiffany, ¿cierto? El hecho de estar sola con ella…” Me miró directamente a los ojos, haciendo énfasis en la palabra ‘ella’ antes de culminar. “y conmigo…”

“¿A qué te refieres?” Me le quede mirando con el rostro en blanco. Me asustaba que la mujer que tenía en frente pudiese leer mis emociones, pero en ese preciso momento no las estaba revelando.

Ella suspiró de nuevo. Me miró como si estuviese recopilando toda la confianza que poseía en sí misma, antes de expresarme lo que se ocultaba en su mente.

“Yo lo sé, Taeyeon. Soy tu mejor amiga. Yo s-se que tú… q-que tú estás enamorada de ella.” Dejo salir aquellas últimas palabras en un leve tartamudeo esperando mi reacción.

Me quedé sin palabras en ese momento. No sabía cómo reaccionar, pero aun así mi rostro estaba adquiriendo calor y de repente el clima helado ya no me afectaba de igual forma.

“¿Qué?” Grité echando fuego por los ojos mirándola como si hubiese perdido la cabeza. Me estaba encerrando por completo. “Es una chica, SooYeon. ¿Acaso te estás escuchando?

“¿Y eso qué? Eso no quiere decir que no puedas amarla. Vamos, Taeyeon. Es bastante obvio, ¿no lo crees? Te lo iba a tener que preguntar algún día. Hoy pareció oportuno. Se como son la una con la otra y la forma en que la miras. Hay incluso un barco de personas más grande que el Titanic bautizado como el “LockSmith.” Lo último lo dijo hablando en sentido figurado para referirse al grupo de personas que apoyaban la relación amorosa entre Tiffany y yo a pesar de no existir confirmación al respecto. “Se honesta conmigo…”

En ese punto estaba hecha una furia, aunque no debería, pero lo estaba.

“¿Cómo te atreves a hablar de lo que siento de ese modo? ¿Acaso eres así de arrogante, Jung Soo Yeon?”

“¿Por qué lo niegas? Veo el amor en tus ojos, un amor que algunos desearían ver al posar tu mirada en ellos.” De pronto la voz articulada de la chica era baja y triste, pero eso no detuvo que levantara mi voz.

“Yo no amo a nadie. ¿Y que sabes tú de amor? Tu nunca has amado ni has sido amada por nadie.” Fui tan egoísta que no me detuve a arrepentirme tras aquellas palabras. Estaba aterrada de que ella descubriese esos sentimientos que hacia lo posible por mantener escondidos en mi alma. Si ella se percataba de ellos, entonces otros lo harían y eso podría destruirme.

Su rostro reflejaba tanto dolor que me di cuenta de cómo mis palabras la habían tomado por sorpresa. Pero entonces, vi fuego en sus ojos. Estaba segura de que me golpearía, pero no lo hizo.

Me tomo por el cuello de mi abrigo, pero no me golpeó.

De la nada, fui halada y me encontré presionada contra un par de labios helados. Estaba muy conmocionada para reaccionar.

Jessica Jung me estaba besando y sentía como si para ella fuese una maquina de la cual su vida dependiese por la forma en la que sus labios se movían contra los míos, con una pasión, necesidad y anhelo que jamás había conocido y muy a pesar de que no le correspondía. Más tarde que pronto, finalmente se separó levemente de mí y me miró intensamente.

“Lo sé, porque estoy enamorada de ti, TaeYeon.”

Reuní toda la fuerza de la que fui capaz, teniendo en cuenta cómo mis extremidades estaban frías y como mi cuerpo estaba entumecido para moverme con facilidad; hecho esto, la miré muy enojada antes de abofetearla.

“Ni se te ocurra hacer algo así de nuevo.” Dije apretando los dientes. Estaba siendo muy cruel con ella, pero si había un hecho que debía respetar, es que ella no tiene ningún derecho a besarme.

“Lo s-siento… Yo solo…” Su rostro estaba enmarcado en arrepentimiento y shock. Sabía que todo iba a cambiar a partir de esa acción. Vi su miedo, pero no me importó. No podía permitir que nada sucediera.

“¿En verdad lo sientes? ¿Quién te crees que eres para profesar que sabes lo que siento? ¿Quién te crees que eres para besarme? Me das asco, Jessica. Solo…” Respiraba pesadamente y mi corazón golpeaba contra mi pecho mientras pronunciaba las siguientes palabras. “Solo no vuelvas a hablarme en tu vida.”

“TaeYeon…” Sus ojos se pusieron acuosos y su labio inferior temblaba. “Por favor, TaeYeon… Perdóname. No debí haber hecho eso. Por favor, perdóname. No digas eso.” Trato de alcanzar mi mano, pero yo la aparte y me levante.

“Tienes razón, no debiste hacerlo. Ahora llévate tus sentimientos lésbicos a otro lado.” Pronuncié con firmeza.

“T-Taeng…” Ella también se puso en pie.

“No vuelvas a llamarme así. Has perdido ese derecho. Ahora, ¡¡fuera de mi vista!!” Vociferé sobresaltándola ante mi tono.

Vi lágrimas de dolor resbalando por sus mejillas. Se dio la vuelta y comenzó a correr hasta que la perdí de vista.

Lo digo de nuevo, fui egoísta. También, era una mentirosa, una charlatana, y muy orgullosa. Todo por mi estúpida inseguridad. Sabía que estaba diciendo la verdad, pero no tenia las fuerzas para admitírselo a mi mejor amiga. Ni siquiera cuando ella misma se me confesó y yo lo que hice fue cachetearla. Sentía lastima por Jessica, pero más lastima sentía por mis acciones, porque ahora la pobre chica conocería mi personalidad más fría solo para ser capaz de mantener el balance entre nosotras en la subunidad.

Me deje caer, justo ahí, justo al lado del mismo banco en el que me había sentado momentos atrás y susurre a la nada.

Momentos después, mis pies me arrastraban al dormitorio que comparto con las otras miembros del grupo. No había nadie en casa, excepto por…

“¡Tiffany!” Me sobresalte, al haber chocado contra ella. Iba muy ensimismada y perdida en mis pensamientos para percatarme de su presencia.

“¿Estás bien, Tae?” Parecía preocupada por mi semblante distraído de antes.

“Lo estoy… No te preocupes, Pany-ah.”

La chica entrecerró los ojos. No podía mentirle.

“¡No me mientas, TaeYeon-ah!” Colocó su mano en mi mejilla y en un segundo su cara tenía dibujada una expresión concentrada, mientras su mano se movía de mi rostro hacia mi frente, y de último a mi cuello. “¡¡Estas prendida en fiebre!! Oh, mi pobre bebe.” Besó mis labios dulcemente. “Vamos, te meteremos en una tina caliente. No me extraña que tuvieras esa cara.”

No merecía ese trato, no lo merecía cuando la había negado enfrente de mi mejor amiga. Por lo que decidí decirle parte de la verdad. Descendí mi mirada a mis pies y hablé en un tono suave.

“Tuve una discusión con Jessica. No pienso dirigirle la palabra en un largo tiempo.”

“¿Qué? ¿Por qué?” Se detuvo intentando guiarme hacia el baño. “¿Qué sucedió?

“Eso no importa ahora, pero no la quiero en la subunidad con nosotras.”

“Tae… No puedes hacer eso. Ya habíamos establecido eso.” Trató de razonar conmigo.

“Si que puedo. Soy la líder y me necesitan. Me quieren en la subunidad mucho más que a Jessica y si hay algún problema conmigo, eso no les conviene. Así que tendrán que aceptar mis condiciones. Quizás podamos sustituirla por SeoHyun.”

“No puedes estar hablando en serio, TaeYeon.” Estaba sorprendida por la forma en la que hablaba de mi mejor amiga.

“Pues estoy hablando muy en serio. Mañana hablare con Manager oppa. Jessica no estará en la subunidad con nosotras y esa es mi palabra final.”

“T-Tae…” Ella no estaba acostumbrada a escucharme hablar de ese modo; podía leerlo en sus facciones. Pero no podía, no era capaz de encarar todo esto.

“No quiero seguir hablando al respecto.” Luego, para cambiar el tema, sonreí. “Así que… ¿Qué hay con aquella tina caliente? ¿Cuidaras de mi?”

“Como siempre lo he hecho, Tae…”

“¡Era mía, Sica-yah! La tenía entre mis brazos y deje que se me escurriera. Tardé mucho en confesarme y no la tuve el tiempo suficiente conmigo. Aunque pienso que ni siquiera teniéndola para siempre es tiempo suficiente para mí. ¿Sabías que básicamente tuvo que sacarme las palabras de la boca? Odio ser tan insegura.” Mis puños golpearon mis piernas debido a la frustración. “No sé exactamente el punto en el que comenzamos a ser una pareja, porque incluso antes de nuestro primer beso, ya sentía como si fuésemos una. Aún así, incluso cuando siempre he estado ahí para ella tratando de protegerla, era ella quien siempre me acariciaba, quien más me animaba y cuidaba de mi; de otro modo, hubiese sido completamente miserable.”

“Siempre has sido el príncipe encantado de Tiffany, Taeng.” Sica sostuvo mi mano, y su calidez me dio gusto, pero no tanto como la de mi ex novia. “Puedes tenerla de vuelta, ¿lo sabías? Nunca he visto un amor tan hermoso como el que ustedes comparten, pero tienes que llenarte de coraje, Tae. Debes confiar en tu chica, en tus amigos y en ti misma. Ese tal Nichkhun nunca será tan genial para ella como lo eres tú, y no creo que ella vaya a sentir por él la magnitud de emociones que se vuelcan en su interior debido a ti. Cualquiera tendría suerte de tenerte.”

“No me siento como un príncipe… Ni siquiera como una princesa. Soy simple y sencillamente TaeYeon, la que no tiene amigos porque siempre se encierra en sí misma.” Mi voz estaba llena de negatividad. “Ella ahora está con él; lo ama a él, no a mí. Si me amase, estaría aquí conmigo y yo no me estaría muriendo en vida.”

“¡No seas estúpida, TaeYeon! ¿Acaso tienes idea de todas las buenas cosas que eres y posees? Sé que tienes tus defectos, además, no es fácil vivir en un país homofóbico como este y de paso bajo el ojo público, el cual te caería encima si supieran de tu relación con ella. No te culpo por tener miedo o ser insegura. Amar a alguien, tener guardado ese secreto y esconderlo del mundo nunca será algo fácil, pero tienes que demostrarle coraje a aquella a la que amas. Por eso es que ella decidió terminar contigo, porque vio mucha debilidad en ti. Hiciste que ella sintiera que si por ejemplo ustedes dos estuviesen tomadas de manos, tú soltarías su mano si el camino se llenase de obstáculos y se volviese difícil de atravesar. No es suficiente el amar a alguien, pues también tienes que demostrarlo y enfrentar todo lo que este cause.” Se le veía muy inspirada y dispuesta a ayudarme. Hablaba como si ella hubiese estado en medio de las consecuencias que conlleva enamorarse, y lo había hecho. Siempre me he sentido culpable por haberla abandonado antes; fui una amiga terrible. Realmente no sé cómo lidiar con las personas. “Además, si que tienes amigos. Yo soy tu amiga, TaeYeon. Tiffany siempre fue tu amiga antes de convertirse en algo más. Y tienes a Heechul. Mira, tal vez el resto de las chicas no son tan cercanas a ti como lo somos nosotras, pero son personas confiables y solidarias.”

Esta chica en verdad necesitaba un abrazo. No estaba de humor para ello, y no siempre me siento cómoda con estas expresiones físicas, pero ella tenía razón y es cierto que debo comenzar a pensar en aquellos que me importan y no solo en mi misma. Así que, fui por ello y me abalancé a sus brazos rodeándola con fuerza. Ella se mostró tan sorprendida, que pasaron un par de segundos antes de que devolviera mi abrazo.

“Gracias, Sica-yah.” Quería decir cuánto lo sentía una vez más, o decirle cuanto significaba para mí, pero no era una chica de palabras. La mayoría de las veces que podía aventar mis sentimientos como una cascada, era con mi Pany, aunque ya no era más mi Pany.

Aun así, parecía ser suficiente para esta mal llamada ‘princesa de hielo’.

“Sabes… No deberían llamarte Princesa de Hielo en lo absoluto. El sobrenombre me quedaría mejor a mí que a ti, aunque eres tu quien en realidad parece más una princesa y no yo.” Me reí con suavidad, dejándole saber que me estaba sintiendo un poco mejor.

“¿Entonces, te quedaría mejor si en cambio te llamaran Príncipe de Hielo?” Se burló Jessica un poco, con una sonrisita.

“¡Yah! ¡Ya dije que no soy nadie de la realeza!” Me rasqué la nuca, incomoda, y ella me miró con dulzura por un momento.

“Pero tú eras una para mi, Taengu. Nunca olvides que siempre serás una para Tiffany, también.” Después de que Jessica y yo hiciéramos las paces, no tenía problemas con que ella hablase de ese modo. Acepte el hecho de que ella tenía sentimientos por mí, como debí de haber hecho desde un principio. Jessica se acercó y besó mi mejilla.

“¡Yah! Vete de aquí, Princesa de Hielo.” Pretendí sentir molestia por su beso y ella solo se rió entre dientes.

“Sentí que te hacía falta, además, hay una cosa más que me gustaría que supieras. No por el hecho de que ella haya iniciado una relación con este chico de las cejas extrañas, significa que ella lo ame. Quizás solamente le gusta y siente más seguridad ya que no tiene que esconder su relación de los fans. Es una relación que puede ser confirmada sin pensarlo dos veces, mientras que la suya podría ser enteramente vista en todo el edificio de la SME y nunca sería publicada. Lo que quiero decir es… No dejes que esto te afecte más de la cuenta. Ve y pelea por ella; no te enfurruñes aquí. Si la amas, sé valiente y ve por cielo y tierra hasta lograr estar nuevamente con ella, incluso si tiene que ser escondido de todos allá afuera, incluso de quienes apoyan su relación.”

“Sabes… Yuri tiene suerte de tenerte.” Le aseguré, puesto que era ella quien decía que las personas tendrían suerte de tenerme, pero no tanto como a ella, desde mi punto de vista.

“Niña boba… ¡¡Vete de aquí y encuentra a tu chica!!”

Sé que estaba resoluta en ir y hablar con Tiffany, pero tan pronto deje mi habitación, comencé a temblar. Tiffany y yo no estábamos en malos términos. Era casi imposible para nosotras tratarnos despectivamente, puesto que siempre encontrábamos un modo de acercarnos la una a la otra. No obstante, algunas veces manteníamos nuestra distancia, y teníamos aquellos momentos raros e incómodos entre nosotras. Ahora que la noticia de su relación salió a la luz, era muy complejo para mí no demostrar cuan herida estaba o la magnitud con la que eso me molestaba. Aunque pensándolo bien, quizás debería demostrárselo, solo que no estoy convencida de hacerlo.

La encontré en la sala de estar, sentada en el sofá, viendo algún drama. No estoy segura de cual era, ya que no suelo ver esas cosas. Me encamine justo a donde ella se encontraba y simplemente me senté a su lado. Ella continuaba mirando la pantalla, pero pude notar que ya no le prestaba atención.”

“¡Hey, Pany-ah!”

“¡Oh, hola, TaeTae!” Una punzada de dolor atravesó mi corazón cuando escuche el sobrenombre que solo ella usaba en mí. Me dedicó una de sus eyesmiles, pero no era como las otras. Sus ojos estaban llenos de incertidumbre.

“Así que… Me enteré. Me enteré de tu… de tu…” Comencé a juguetear con mis dedos sin hacer contacto visual, no podía siquiera murmurar las palabras ‘relación con Nichkhun’. Me producía nauseas.

“Las noticias de mi relación…” Farfulló apagando la televisión para mirarme solo a mí. Al menos tuvo la decencia de no pronunciar el estúpido nombre del Cara de Zorro.

“Si… ¿Es real?” Eché una ojeada a sus ojos. Ella respiró profundamente y luego asintió.

“Lo son…”

Sentí como si me arrancasen el corazón del pecho, casi no podía respirar. Hice una pequeña pregunta, al lado de una corta respuesta.

“Ya veo… ¿Eres feliz?” Esta conversación se estaba volviendo pesada por la forma en la que nos hablábamos la una a la otra.

“Soy muy feliz con él, TaeYeon, gracias por tu preocupación. Él me hace sentir… Libre.” Ella no estaba sonriendo, pero era firme con sus palabras sin sonar hostil. El nudo en mi garganta se hizo insoportable, debía liberarme.

“Pany… Yo… Yo lo siento mucho.” Me deje llevar y lloré en su regazo. Nunca lloraba, y usualmente mantenía mis sentimientos bajo llave, pero Tiffany siempre sacaba lo mejor y peor de mí.

No podía ver su expresión pero percibía su cuerpo mas agitado, como si los latidos de su corazón se hubiesen incrementado, o como si el ritmo de su respiración se hubiese acelerado, pero no estaba segura de ello. Todo lo que sabía en aquel momento es que suaves y cálidas manos se encargaban de acariciar mi cabello.

“Siento haberte dejado ir y ser una cobarde. Te amo, Tiffany, realmente lo hago. Por favor, no estés con él. Tú y yo hemos pasado por mucho, y hemos estado juntas por un largo tiempo. ¡Estamos hechas la una para la otra! Quédate conmigo, Pany-ah, por favor. No puedo verte con él, de verdad que no puedo…”

Realmente no podía.

Dicen por ahí que no sabes lo que tienes hasta que lo pierdes. Bueno, yo sabía lo que tenía. Supe que una vez, la mujer más increíble de todos los tiempos era mía y solo mía. Sabía que la amaba y sabía cuánto significaba para mí. Lo que no sabía era como mantenerlo de ese modo y por ello tenía que enfrentar las consecuencias.

Deséenme suerte… Anímenme y apóyenme desde cada una de esas sillas donde se encuentran sentados. Crean en mí, crean en Tiffany, crean en el amor… Crean en el TaeNy.

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P.D: Creo que me quedo mejor en español que en ingles. Le mejore algunas cosas y le agregue otras. Idioma materno al fin... LOL