POV  TAEYEON

Las historias de amor son tan sólo fantasía, el amor verdadero pertenece a los cuentos de hadas, no a la vida real... o eso creía hace dos años podía decir que era el grinch del amor, odiaba a la personas que decían que habían encontrado su otra mitad, para mí sólo eran unas palabras vacías, si he tenido muchas novias y cada una ha sido una mentira, sólo estaban conmigo por el dinero que tengo lo famosa que soy. Sólo con escuchar mi nombre sabían que podía darles sus gustos, vivir como siempre han querido en la alta sociedad, en la realeza, Kim TaeYeon heredera al trono monárquico de Corea. Pero todo cambio ese invierno... y no me arrepiento de haber pedido posada y nunca lo haré.

2 años antes

“Señorita, está comenzando a oscurecer” Me dijo mi guardia, que a la vez es mi mejor puedo decir que es el único que no me ah traicionado.

“Sólo un momento más D.O, y ya te he dicho que no me hables con formalidades” El asintió y continúe dibujando, es hermoso panorama que tenía al frente podría decirse que es como me siento, el cielo oscuro, con diferentes colores en el horizonte, un aire frío, todo un panorama para deprimirse.

“¡Princesa! Es mejor que nos vayamos, parece que será tormenta eléctrica” No quería irme quería plasmar este momento en mi cuaderno de dibujos, es la única manera en la que puedo sentirme viva, desde esa vez que ese hombre y mujer jugaron con mis sentimientos ya no he vuelto hacer la misma.

“¡TAEYEON!” Fue lo único que escuche, cuando me vi en el suelo, no sabía lo que había pasado.

“D.O, ¿qu- que fue lo que pasó?” fue cuando vi el gran árbol que había caído cerca de mí, si él no me hubiera apartado de seguro ya estuviera muerta.

“Es mejor que encontremos refugio” asentí y me deje abrazar de él, puesto que no andaba nada para abrigarme y el frío iba aumentando, el beso y mi sien y me dijo “Todo estará mejor, prometo que nadie te volverá a lastimar pequeña” Sonreí para él siempre eh sido su hermanita que tiene que proteger, él estuvo conmigo en esos momentos que pasaba llorando por esa pocas personas. “Mira, ahí hay una casa, no digas nada Tae, te conozco puede que sea muy humilde la casa pero debemos pasar