Presente

Seúl, Corea del Sur, Septiembre 2016

Las ráfagas de luz penetraban en la oscuridad de este enorme lugar, había elegido mantener las luces apagadas y mantenerme en el modo propiciado por la madre naturaleza, los rugientes vientos golpeteaban contra los largos ventanales, daba la sensación de querer entrar a la habitación o tal vez simplemente querían recordarme que este lugar era mi prisión, una prisión de lujosos muebles y cortinas importadas de los mas recónditos y exclusivos lugares. 
Soy consciente de que mucha gente quisiera estar en mi lugar, una vida fácil dirían ellos y tienen razón, es llevadera en el sentido de que no tengo que preocuparme por cosas materiales, sin embargo, mi alma, mi corazón y mi mente, ellos estaban siendo cruelmente torturados, sé que viviré así para siempre, no veo la luz ni la salida, estos muros, que si las circunstancias fueran diferentes, servirían para guardar gratos recuerdos, en realidad, solo parecían estar dispuestos a tragarme al mínimo atisbo de debilidad. Diariamente despierto odiando el seguir viva, me cuesta tanto trabajo el sencillo respirar de mis pulmones, no puedo más pero tengo que hacerlo, muerta en vida, viva pero no viviendo, no hay otra opción para mi.
Un rayo ilumina la habitación de nuevo permitiendo que mis ojos captarán a una mujer, muy hermosa y de ropas caras pero se miraba claramente...vacía...otro rayo ilumina su presencia, un objeto brillante en su mano izquierda llama mi atención, el objeto descansaba en su dedo anular, era un anillo que metafóricamente era una cadena, que limitaba a aquella mujer de ser feliz. Subo mi mirada hacia su cara para mirar sus ojos y es entonces cuando aquellos vacíos ojos comienzan a relatarme la historia de aquella mujer que en alguna parte de su vida tuvo casi la plenitud...

California, Estados Unidos de América. Junio 2012

- ¡TIFFANY! ¡LEVANTATE AHORA MISMO O LLEGARÁS TARDE! - Escuché a mi padre gritar con voz enojada - ¡SI NO BAJAS AHORA MISMO NO TE COMPRARÉ EL AUTO QUE TANTO QUERÍAS!
- Ya...voy...pa-pá - respondí mientras me incorporaba para ir a tomar una ducha y alistarme para ir a la universidad. Tenía el privilegio de levantarme un poco más tarde, mis outfits los elegía desde la noche anterior para ahorrar tiempo en la mañana siguiente, soy una mujer amante de la moda, gracias a que mi familia es acomodada tengo la oportunidad de comprar toda la ropa que se me antoje. Mi padre se llama Yoonwoon Hwang, es dueño y CEO del grupo YHM que poseía hoteles y fábricas al rededor de Asia y Estados Unidos. Mi madre murió de cáncer terminal cuando yo tenía 12 años, fue lo peor que me ha pasado en la vida, por suerte tengo dos hermanos mayores que cuidaron bien de mi cuando papá no estaba en casa, Leo, quien trabajaba con papá, y Michelle Hwang, que acababa de dar a luz a su segundo hijo, ambos ya habían formado sus propias familias y tal vez esa es la razón por la que mi papá últimamente ha sacado el tema del matrimonio durante las pocas veces que tenemos oportunidad de comer juntos. Yo estudiaba en la universidad de California para poder suceder al mando del grupo Clair junto con Leo y continuar con el negocio familiar, se me complicaba mucho el tema de los negocios, pero era lo que quería mi padre y yo quería complacerlo, por eso me pasaba horas estudiando para obtener notas...decentes.
Asomé por la ventana donde una maravillosa vista me dio la bienvenida, los veranos de California eran desgastantes pero nos regalaban una visión de lo viva que está la naturaleza, colores brillantes y chillones, cielos azules, etc.
Después de estar lista, tomé mi mochila y me dirigí al piso de abajo para tomar el desayuno e ir a la escuela en mi viejo auto. 

- Buenos días Stephanie - saludó mi mejor amigo Joseph Werk - espero que hayas terminado los deberes que nos dejó el señor Trent, si no lo hiciste considerate suspendida y tendrás que quedarte aquí un año más, lo cual sería totalmente catastrófico para nuestros planes, sobre todo porque ya te llegó la carta de aceptación para presentar tu tesis de..." - continuó diciendo apresuradamente mientras caminábamos por el pasillo de la escuela hacia nuestra primera clase del día.
- Joe Joe Joe,respira profundo - le dije interrumpiendo su discurso - uno, dos, tres...ahora que te has callado, Déjame decirte que sí terminé los deberes del señor Trent, los hice con tanto esfuerzo que probablemente sean hasta mejores que los tuyos, señor hago-mis-deberes-un-mes-antes.
- Bien, yo sólo me preocupo por ti, ya sabes que el señor Trent es especialmente estricto con eso de entregar los deberes terminados.
- Lo sé, por eso no he dormido más de dos horas diarias esta semana, estaba atrasada y de alguna manera tenía que terminarlos, al menos hoy podré encerrarme en mi habitación y dormir tres días seguidos.
- ¿Estabas así de atrasada?¿Se puede saber cuál fue el motivo de tal atraso? O déjame adivinar, el atraso tiene nombre, apellido y un par de lindas..
- ¡Hey! ¿Un par de lindas qué?" - le mire mal.
- Lindas...eh...¡Lindas uñas!" - repuso Joe airadamente y continuó - Lo sabía, tú y Lauren no pueden mantener sus manos quietas y para sí mismas, como sea, me alegra que estén juntas, ahora sonríes por todos lados aunque conmigo te portes sangrona a veces. - Le saqué la lengua juguetonamente y sentí que unos brazos me abrazaban por detrás deteniendo mi andar y una voz me hablaba al oído. Era Lauren.
- Hola Fany, ¿qué tal ha amanecido tu día?
-  Ugh, todavía sigo aquí Lauren, no han pasado ni 5 minutos y ya me están dando diabetes - exclamó Joe cómicamente.
- Oww lo siento Joe, cuando veo a Fany es como si estuviéramos solo nosotras dos y...
- Shhhh, basta, tenemos que ir a clase o el señor Trent nos dejará fuera - interrumpió Joe, me despedí de Lauren y comenzamos a dirigirnos al salón de clases.
Joe era mi mejor amigo pero a veces es algo molesto, es raro que él y yo nos hiciéramos mejores amigos ya que yo tengo muy poca tolerancia a personas que siempre están...aceleradas seria el adjetivo correcto, sin embargo, él era uno de esos pocos chicos que eran apuestos y valían la pena, lograba gustarle a todos, hasta a mi papá que constantemente preguntaba si él y yo teníamos algo mas que amistad...si tan solo supiera de Lauren y de mis ex novias y ex novios, seguro me mandaría a un internado, lo bueno es que está demasiado ocupado para investigar de mis asuntos personales.

California, Estados Unidos de America, Enero 2011

La música retumbaba por todos los rincones del concurrido lugar, era la fiesta de año nuevo de Chloe Hwang, una chica muy conocida y pasaba que era mi prima, éramos muy cercanas y, por tal motivo, ella me tenía prohibido faltar a su fiesta, uno de los acontecimientos mas importantes de su agenda anual. 
Me encontraba sentada en la barra, mi pereza me impedía sentarme en otro lugar y caminar hasta la barra con estos tacones y solo para ordenar la bebida que se me antojase...o eso quería creer, la verdad es que venía sola y no quería parecer torpe y sosa en una mesa donde mi única compañía seria una copa, tampoco tenía muchos ánimos de hacer nuevas amistades, mi novia, o ahora ex novia, me dejó por un chico hace apenas dos semanas y me había enterado de la peor manera, sin embargo, no estaba herida de amor, era mi orgullo el que estaba dándome comezón.
Me puse de pie para ir al baño y en alguien que olía a perfume masculino y a alcohol empezó a intentar besarme. Logré quitármelo de encima y tirarlo al suelo, estaba a punto de estampar la punta de mis stillettos Louis Vuitton en su cara cuando alguien me sujeto del brazo y me volteó para que quedáramos frente a frente, era una chica.
- Por favor, no lo golpees, mi amigo está muy borracho y creo que le dieron algo más, ya nos íbamos, te pido disculpas por su comportamiento, ¿hay algo que pueda hacer para compensar el mal rato que te hemos hecho pasar? - dijo la chica. Era muy bella, tenia el cabello negro azabache y unos impresionantes ojos verdes, me había dejado sin habla, cuando al fin logré poner mis neuronas a trabajar, contesté:
- No te preocupes por nada, pero si hay algo que puedes hacer por mi - le contesté con voz atrayente.
- Gracias, está bien, dime
- Me podrías dar tu nombre y tu número, ah, y prometer que saldrás conmigo al menos una vez
- oh... - La observé mirar al suelo y sonrojarse furiosamente, levantó la mirada, se aclaró la garganta y continuó - Cl-claro, mi nombre es Lauren, te daré mi móvil ¿Tienes dónde apuntarlo?
Saqué mi teléfono e intercambiamos  números, le ofrecí quedarse a tomar unas copas conmigo pero declinó la invitación debido a que tenía que llevar a su amigo a casa antes de que armara una escena peor. A mi alrededor todos estaban más exaltados, miré mi reloj, eran las 00:01 del primer día del año, ¿Quién iba a pensar que en ese lugar y a esa hora conocería a alguien que llegaría a ser especial para mi?