Día 1:

Era uno de esos dias en la cafetería, el sol estaba ocultándose, por la ventana gigante se veía la calle y el parque del frente llena de niños con sus padres, sonrientes. Aquí adentro, los manteles de las mesas combinaban con la nueva decoración de la cafetería, la clientela aumentaba en dias como este y es que casi entramos a otoño.

Yo seguí con mi rutina habitual, entregaba el pedido, tomaba el dinero y lo ponía en la caja registradora. Soy Kim Tae Yeon, 22 años, huérfana, adoptada por personas muy cariñosas, de baja estatura, muy linda (bueno, así me calificaban todos).

-Taeyeon!! Un americano grande!!- gritó desde la mesa 5, mi compañera Luna.

-ahí sale!!- agarré un vaso grande de la vitrina y lo puse bajo la máquina de café, apreté el botón e hilos de líquido oscuro fluían en el vaso, el vapor del café se podía oler por todo el lugar. Lo envasé y se lo di a luna.

Entonces al ver que la gente estaba satisfecha con sus pedidos, sonreí  feliz y comencé a limpiar los restos de café que siempre hay sobre la mesa y en la máquina. En seguida, la campana de la puerta sonó, volteé para poder atender a mi futuro cliente pero con solo verla me quedé hipnotizada.

Mis manos helaron de la nada, mis ojos se pusieron en blanco, es como si me hubieran hechizado sin poder mover mi cuerpo ni apenas un milímetro y es que la hermosa chica que estaba frente mío era nada más ni nada menos que mi mejor amiga y mi amor de la infancia, Tiffany Hwang.

Ella fue adoptada dias antes de que me adoptaran a mí, nunca pude decirle que la quería y todos estos años me conformé solo con su recuerdo porque nunca la olvidé.

Stephanie, o como yo le llamaba TIFFANY.

-B-buenas tardes- dije tímida y sentía que toda la sangre se me subía a las mejillas

El cabello castaño que ella llevaba resaltaba la hermosa sonrisa que creó, una maravillosa curva que logró conquistar mi inocente corazón en la infancia.

-Un cappuccino, por favor.

-enseguida- pronuncié en casi un susurro y me di vuelta, torpemente tomé un vaso de plástico grande y lo puse bajo de máquina y el café bajaba. Luego lo envasé y se lo di.

-Son $4 – dije bajando la mirada.

-okey- sacó unos billetes y me los dio, los puse en el cajero.

-gracias por su visita…-pronuncié finalmente.

Entonces la vi desaparecer por la puerta.

Día 5:

Este es el 5to día que tiffany viene a la cafetería, y cada día mi corazón también se acelera. Es como si mis sentimientos se estuvieran fortaleciendo cada vez que ella entraba por esa puerta de cristal y me sonreía.

Siempre pedía lo mismo: un cappuccino, y yo se lo daba con mucho gusto y lo más delicioso posible. Me recostaba en el mostrador y la veía ahí sentada en una de las mesas como tecleaba en esa pequeña laptop que siempre traía. Era tan bella, la mujer más bella que había visto en mis cortos 22.

Día 10:

Hoy es el día número 10 y tiffany aún sigue viniendo, todos los dias a la misma hora y el mismo pedido: un cappuccino.

Pero hoy no fue un día común, y es que ella vino acompañada de un chico, tal vez su novio. Mi corazón se entristeció y no tenía las mismas fuerzas de antes. El chico pidió un café con leche y ella como siempre un cappuccino pero ahora de postre: una tarta de fresa.

Se sentaron a una mesa que estaba a metros del mostrador y no podía evitar mirarlos con celos, si, celos, me sentía celosa.

Me daba tanta rabia como se miraban, como se sonreían, como él le tomaba de la mano.

Día 25:

Tiffany iba rompiendo mi corazón poco a poco, desde ese día no ha dejado de venir con aquel joven, tenía que sacarme la idea de la cabeza: ella nunca se iba a fijar en mí. Eso me entristecía aún más.

Era tarde y ellos aún no se iban, mi turno había acabado y tomé mis cosas para poder irme a casa. Me despedí de todos mis amigos (empleados del lugar) y salí por la puerta de atrás.

Caminaba con la cabeza hacia abajo, con las manos en los bolsillos en la fría calle, el cielo estaba completamente azul y los faroles iluminaban increíblemente las pistas.

Soplé en el aire, creando un puchero y me senté un momento en las bancas, observaba a la gente pasar. Cuando me levanté para irme escuché un fuerte gritó y corrí a ver que ocurría: dentro de un callejón unos bandidos estaban robando a una chica, me acerqué con la intención de ayudarla, uno de ellos se dio cuenta de mi presencia y sacó un cuchillo, apuntándome.

Un auto pasaba por allí y alumbró a la chica, era tiffany!!! Lloraba y estaba casi de rodillas sostenida por esos malditos, sus cosas tiradas a un lado y con el cabello hecho un desastre.

-suéltala!!- le dije al primer chico.

-no, ella es muy bonita y queremos divertirnos un rato, ven linda, tú nos podrías acompañar, te va a gustar.

Ardí en cólera con su respuesta. Me iba a cercando y el otro iba acercándose a mi, queriendo atacar. Entonces fue que puse en práctica mis lecciones de wushu y le di una patada voladora. Él cayó al piso y el cuchillo a metros de nosotros. Uno de los que agarraba a tiffany iba corriendo en mi dirección a atacarme pero le di una patada justo en su dignidad y cayó lentamente de rodillas al suelo, maldiciéndome.

El primero se iba levantando, cogí una botella del suelo y se la tiré, luego golpeé su estómago y tocó el piso sin reaccionar alguna, pero eso sí, seguía respirando.

-suéltala!! Ahora mismo!!- le dije al tercero y salió corriendo de ahí junto con el segundo y los dos llevaban cargando a su amigo inconsciente.

Me acerqué a ella y la abracé, estaba llorando.

-tranquila, ya pasó- dije con ternura, agarré sus cosas y se las di.

-gracias taeyeon.

-¿te acuerdas de mí? – sentí una gran alegría invadir mi ser, estaba 100% de que me recordaba.

-claro que si- dijo con lágrimas en los ojos pero sonriendo- Mi primer amor Kim Tae Yeon

No reaccioné, me quedé estática. ¿Su primer amor? ¿Yo? ¿Kim tae Yeon?

-qué? –dije tranquilamente.

-perdón por decirlo tan rápido pero ya no aguantaba más, desde el primer día en que te volví a ver luego de 15 años, mi corazón explotó de alegría y es por eso que iba a esa cafetería todos los dias, pedía un cappuccino porque me hacía acordar a ti. El día que nos conocimos en el orfanatorio, tú tomabas un cappuccino y yo tropecé  manchando tu vestido verde limón, desde allí comenzó nuestro lazo de amistad, Tae Yeon.

Una lágrima escapó de mi ojo, lo único que pude hacer es abrazarla con todo el amor que podía darle, todo el cariño que tenía acumulado, un cariño sincero.

-Tiffany, mi Tiffany, gracias por estar a mi lado de nuevo. Pero… y ¿él chico que siempre iba contigo?- hice una mueca-

-él es Donghae, un compañero de trabajo, soy escritora, ¿por qué? ¿Estabas celosa?- se rió-

-Sí y mucho- la miré a los ojos y ella se puso seria, me acerqué a sus labios y deposité un beso corto y muy profundo que disfruté mucho.

-Te amo, Taeyeon- me dijo finalmente.

-Yo también, tiffany.

6 MESES DESPUES…

-taeyeon!!- entró ella corriendo-

-¿qué pasa? TIFF –la miré con curiosidad-

-Mi primer libro será publicado!!! Estoy tan feliz!!

-felicidades amor! –le di un beso y ella se ruborizó-No entiendo por qué te sigues ruborizando por un simple beso si varias veces hemos hecho cosas peores.

-taeyeon!! – gritó acusándome y se puso rojísima

Sonreí y le apreté las mejillas tiernamente

-Tiffany ¿qué tal si después de mi turno nos vamos a celebrar?- la tomo de la cintura-

- me parece bien- dice pícaramente.