Un Acuerdo Formal

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Un Acuerdo Informal

Capítulo 1

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Hubo un cierto debate entre los consejeros de Seúl antes de la boda en relación a quien de las dos chicas haría el rol de novio, pero se decidió en que la Reina Taeyeon debía serlo simplemente porque era la mayor. Ella contaba también con un porte masculino que la complementaba bien como un novio junto a la apariencia de novia de la Princesa Tiffany, sin mencionar que Seúl, al ser una nación mayor, debía ser masculino ante la pequeña corona. Había lamentación entre la gente porque la Reina Taeyeon no luciría el hermoso vestido que su madre hubiera portado antes que ella, pero aun así era un pequeño sacrificio. Una boda real se iba a llevar al cabo y la expectativa resultaba en realidad emocionante.

 

La Reina Taeyeon apareció luciendo galantemente un uniforme que hubiera vestido el Rey, con las debidas modificaciones por supuesto para así poder mostrar su esbelta figura. Existía cierta preocupación de que le obligasen a cortar su magnífica cabellera rubia para poder interpretar el rol pero fue negada cuando se aproximó hacia el altar con su melena suelta recogida a la mitad ¡Parecía todo un Príncipe! La Reina Taeyeon usaba unos guantes blancos que contrastaban con el uniforme blanco militar, brillantes medallas, faja roja y la espada de plata cogida de su cadera.

 

Algunos la miraron con admiración especialmente aquellos quienes nunca habían asistido a una Boda Real con una mujer haciéndose de novio, rara como resultaba. Era una ceremonia realmente encantadora, todo había sido planeado hasta el último pétalo de flor.

 

El coro se escuchó tan pronto como la Princesa Tiffany cruzo las puertas. Estaba resplandeciente en su vestido de novia de seda color blanco como la nieve, caminaba lentamente el pasillo del brazo de su padre, el Rey Yunho, con una sola dama de honor llevándole la cola. La Princesa estaba visiblemente nerviosa, sus mejillas estaban coloradas y su mirada era tímida. Pero aun así se veía adorable, su cabello rojizo le caía suelto sobre los hombros delicados y una pequeña tiara complementaba la hermosa vestimenta.

Cuando llegaron al altar, la Princesa se liberó del brazo de su padre, adopto una mirada de concentración y dio el primer paso.

Un suspiro de alivio fue audible desde la sección de Busan en la audiencia.

La Princesa Tiffany dio otro paso.

Y entonces en el tercer paso su suerte la abandono y se tropezó con el vestido.

Cayendo directo a los brazos de la Reina.

La Reina Taeyeon soporto el peso de su novia con gracia, sus manos sostuvieron a la Princesa Tiffany por los codos. La mejilla de la Princesa le rozo a Taeyeon una de las medallas ornamentales del pecho en su caída y se enderezo avergonzada susurrándole sus disculpas. La Reina le dedico una pequeña sonrisa, la guio al sitio que debía ocupar como la novia, tomo las manos de la Princesa entre las suyas y le asintió al obispo para comenzar a recitar sus promesas.

Los votos fueron sellados con un beso casto. La princesa Tiffany se ruborizo notoriamente y se encogió en su sitio cuando cada persona de la audiencia se levantó y las aplaudió animadamente. La Reina Taeyeon se permitió otra pequeña sonrisa y envolvió la mano de la Princesa bajo su brazo como si estuviera habituada a los roles masculinos y apremio a su nueva esposa.

 

La Princesa reacciono y levanto en alto su ramo, la audiencia soltó una aclamación. Se sonrió, cerró los ojos y lanzo por sobre su cabeza con todas sus fuerzas.

 

El ramo salió volando y fue atrapado por un entusiasmado joven caballero que había corrido y dado un salto para atraparlo. Regreso trotando hacia la pareja real para presentarles orgulloso su premio. Todos disfrutaron del espectáculo cuando el joven realizo una reverencia y soltó: “¡Que vivan las Reinas!, ¡Y que disfruten de su vida matrimonial!”

 

Y así las recién unidas herederas de Seúl y Busan se retiraron, con el sonido de las campanas de la iglesia y los gritos y aplausos de la multitud que se quedaron atrás mientras se dirigían al Castillo de la Familia Kim.

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Asomándose por la ventana del carruaje Tiffany saludaba a las personas que las felicitaban, su alegría era contagiosa. Todos parecían tan felices. Tiffany estaba feliz. Era el día de su boda y se había casado con Taeyeon.

 

Ahora era la esposa de Taeyeon.

 

Al tiempo que se alejaban y la gente disminuían,  los caballos avanzaron a paso rápido, Tiffany se recargo contra el sillón del carruaje bajando su vista a su regazo y al anillo que ahora le adornaba la mano. Era una sencilla banda de oro, una antigua  reliquia que se remontaba hasta la fundación de Seúl cuando este era un pequeño reino y el oro se consideraba aún más precioso. Ella pudo ver la historia en ese simple pedazo de metal, e imagino la manera en la que habría cargado con todas las esperanzas y promesas de las incontables Reinas de Seúl. Cerró su mano y le dedico una mirada a su nueva… ¿Esposo? ¿Esposa? ¿Reina?

 

No estaba muy segura de las formalidades para un matrimonio del mismo o, especialmente de uno Real. Podría arreglárselas y averiguarlo, estaba seguro de ello. Pero más allá de las formalidades…..

 

Tiffany trazo con los ojos el contorno del perfil de la Reina. Taeyeon era tan… tan… bueno, todo. Resultaba difícil siquiera pensar en todas las palabras que se necesitarían para describir a Taeyeon. Era hermosa. Incluso en su uniforme que se suponía debía hacerla ver guapo, lo cual hacía, pero aun así lucia muy bella en él. El limpio porte militar le favorecía tanto como cualquier vestido de gala. El cuello le enfatizaba su esbelta garganta y la marcada línea de su mandíbula. Su piel era brillante, pero no enfermiza, como había escuchado a muchas damas comentar con envidia sobre la piel suave de la Reina. Tiffany quería acercársele y tocarle la mejilla para asegurarse que aquello era real. Sus dedos se retorcieron en su regazo.

 

Taeyeon se percató que Tiffany la observaba y giro el rostro para mirarla. Su expresión era solemne. –“Prometo que hare lo mejor por ti”, le dijo suavemente como un juramento.

 

No fue la cosa más romántica que hubiera escuchado, pero Tiffany era lo suficiente mayor para saber que no todo lo que se escribía en las novelas era real. Aunque, viniendo de Taeyeon, ella sabía que cada palabra que salía de su boca era verdad. Tiffany le ofreció una media sonrisa –“Lo sé, también te lo prometo”.

 

El momento era perfecto, simplemente perfecto para un beso. Taeyeon estaba ahí mirándola con esos preciosos ojos onice y ambas estaban casi tocándose, la mano de Taeyeon descansaba sobre el asiento entre ellas, los dedos casi rozándole en muslo. Tiffany alzo la cabeza y la acerco para cumplir su fantasía, su respiración se aceleró rápidamente. Era justo como se lo había imaginado de niña, una hermosa boda, un hermoso príncipe (O Reina en este caso)  Y un hermoso primer y privado beso como una mujer casada.

 

Los parpados de Taeyeon descendieron de los ojos hacia la boca de Tiffany. Respiro profundamente, tratando de ignorar las mariposas de su estómago. “Tiffany”, pensó, Tiffany era suya, su anillo estaba en su dedo y era suya. Su mente aun vacilaba ante la realidad de aquello. Al fin podría besarla todo lo que quisiera, enterrar sus manos en esa gloriosa caída de cabello rojizo y… hacer todas esas cosas que no resultarían propias al encontrarse dentro de un carruaje.

 

Trato de controlar el surgimiento de su posesividad. Era vulgar lo mucho que quería a Tiffany, pero no podía convertirse en un animal, esclava de sus deseos. Y la noche de bodas, Oh Dios. Eso la llenaba con una cantidad igual de lujuria y pavor. Ella iba…ella iba…No tenía idea de qué demonios iba a hacer, y besar a Tiffany (Su esposa, su hermosa esposa, suya, suya, suya) no iba a ayudarle para nada a controlar esas urgencias. Taeyeon seguramente iba a moverse muy rápido y eso podría arruinarlo todo. Después de todo Tiffany era inocente.

 

Entonces se percató de la manera en la que Tiffany la miraba y su mente se quedó en blanco.

 

Comenzó casto, un encuentro de labios ligeramente torpe dada la inexperiencia. Taeyeon no esperaba que fuera de otra manera y pensó por un momento que Tiffany se retiraría. Pero en lugar de eso, los ojos de Tiffany se cerraron y la joven se dejó llevar y Taeyeon se perdió. Los labios de Tiffany eran suaves, muy suaves. No pudo evitarlo. Profundizo el beso, acomodándose en su sitio para acariciar la mejilla de Tiffany con una mano, la otra apretaba el cojín del asiento, los dedos se enterraban en él. Las rodillas se le debilitaban.

 

Los labios de Tiffany se separaron, exhalando un suspiro contra la boca de Taeyeon. La pelirroja sintió el estremecimiento de la Reina y decidida coloco sus temblorosas manos sobre el cuello del traje de Taeyeon tratando de encontrar donde agarrarse. El uniforme estaba demasiado bien hecho, no tenía un solo pedazo de tela suelto. Taeyeon soltó un suave gemido ante el tacto de Tiffany y la sostuvo con más firmeza, tomando el mentón de Tiffany, luego sus dedos se deslizaron entre la rojiza cabellera y descansaron en su nuca. Rozo con la lengua el labio inferior de Tiffany y la joven jadeo, sus manos encontraron soporte finalmente en los hombros de Taeyeon para agarrarse de ellos.

 

La mano derecha de Taeyeon que casi perforaba agujeros en el sillón encontró camino sobre la espalda de la pelirroja. Sus dedos se retiraron para poder delinear la esbelta cintura de su esposa, tocando todo como le fuera posible.

 

En ese momento Taeyeon odiaba el vestido que traía puesto Tiffany deseando con todas sus fuerzas que se fuera al infierno, incluso si se viera hermosa en él, solo quería poder sentirle la cálida piel desnuda. Y ante el pensamiento de Tiffany sin ropa, Santo Dios. Taeyeon se estremeció. No soy un animal, se repetía. No lo soy…El esfuerzo se desperdició tan pronto como sintió los dedos de Tiffany presionarle los hombros. Todo pensamiento coherente se disolvió como humo.

 

Tiffany se agarró de las charreteras que tenía Taeyeon en los hombros sin importarle que estuviera retorciendo la fina seda debajo de sus dedos. Si tan solo supiera lo que estaba pensando la Reina en relación al estado actual de su vestimenta, se habría escandalizado por completo. El interior del carruaje se sentía sofocante, el aire pesado, y a Tiffany le habría encantado tirar de su propio vestido y pasarlo por sobre la cabeza, siempre y cuando  Taeyeon siguiera besándola de aquella manera. Sus labios los sentía hinchados y muy sensibles, al borde del dolor. Y cuando se separaron en busca de aire dejaron sus frentes juntas y sus narices se tocaban, Taeyeon exhalaba acaloradamente por su boca mientras se preguntaba porque la gente tenía que escoger entre besarse y respirar. 

 

Tiffany nunca, nunca había sido besada así antes, como si se la pudiesen comer con simplemente un beso y ni siquiera le importaba si sobrevivía en el intento. La pelirroja se alejó de Taeyeon un poco y gateo hacia su regazo sentándose firmemente sobre él. Quería sentir a Taeyeon contra su cuerpo. Tiffany arqueo la espalda, su cuerpo sabía exactamente lo que deseaba aunque ella no lo comprendiera pero se dejó guiar por sus instintos. Cuando sus pechos acariciaron la frente de Taeyeon ambas se separaron con un jadeo.

 

Las dos se miraron mutuamente agitadas. Taeyeon recorrió a Tiffany con la mirada, entonces trago saliva cuando se dio cuenta de lo que había sucedido hace unos momentos. El vestido de Tiffany estaba agarrado y un notorio rubor pintaba sus mejillas. Sus pechos se tensaban con cada respiro que daba. Su cabello pelirrojo estaba revuelto y resultaba obvio, muy obvio por lo que habían estado haciendo. No, lo que Taeyeon estaba haciendo.

 

Taeyeon cerró los ojos en profunda mortificación en cuanto recobro su sentido común. Aún estamos en el maldito carruaje y ya he empezado. Su cerebro seguía entorpecido por aquel beso, así que no podía recordar quien lo había comenzado, pero estaba segura que ella había sido la culpable.

 

El par de pronto pareció darse cuenta del mundo exterior cuando el carruaje salto un poco por el camino de piedras. Tiffany miro por la ventana y observo las aguas resplandecientes que se asomaban. Estaban cruzando el  puente que conectaba la ciudad con el castillo. Percatándose que se encontraba aun en las piernas de Taeyeon tartamudeo con pánico y se alejó de su lado intentando alisar las arrugas del vestido.

 

Taeyeon se cubrió la cara con una mano avergonzada y disgustada con sigo misma…No es un buen comienzo para nuestro matrimonio, pensó. Se acomodó en el sillón observando que su uniforme estaba un poco arrugado pero no era para nada comparado con el desastre del vestido de Tiffany. Y todo el mundo podría ver y saber que no había podido mantener las manos quietas en el viaje desde la iglesia hasta el maldito castillo.

 

Ya he deshonrado a mi esposa, pensó con una mueca. Taeyeon se avergonzaba en favor de Tiffany. Miro de reojo y casi se ofreció a ayudarle pero lo reconsidero en el ultimo segundo. Dudaba que Tiffany quisiera que tuviera las manos cerca de ella, dado que por ese simple hecho había comenzado esa calamidad.

 

Evitaron mirarse por el resto del camino que resulto tenso e incómodo, pero afortunadamente termino por ser corto.

En cuanto el carruaje rodo podo por el camino pavimentado, Tiffany se aclaró la garganta.

Taeyeon se paralizo en su sitio esperando una fría mirada de su esposa por su comportamiento. Se lo  merecía.

Tiffany toco el hombro de Taeyeon y dijo vagamente.-“Tu uniforme”, le susurro.                 –“Estas…eh”

La Reina frunció el entrecejo confusa –“Perdona, ¿Qué has dicho?”

Tiffany se rindió y se acercó hacia la Reina enderezándole el uniforme. Estaba de nuevo ruborizaba cuando se apartó de su lado.

 

El cochero anuncio su llegada y uniformados guardias aparecieron ante las puertas. Normalmente el novio o el esposo se bajaría primero para ayudar a su dama pero la ocasión era especial y los sirvientes no sabían que pensar. ¿Qué hacer si ahora la Reina era considerada un Rey? Aún era una mujer por supuesto ¿Pero se le tendría que tratar como a un varón?

 

Taeyeon se habría reído si no estuviera tratando de escapar del carruaje. Despidió con una señal al mayordomo que le extendía la mano y bajo por si sola. Aguardo un instante para ver si Tiffany esperaba que la ayudara a bajar y quiso abofetearse. Seguramente Tiffany no quería que la tocara. Se sentía tan idiota. En su lugar, rodeo el carruaje y espero a su lado pacientemente, dándole tiempo a su esposa para que arreglara su vestido. Los guardias no parecían notar nada malo, pero los buenos sirvientes eran discretos.

Taeyeon suspiro reprendiéndose. Era una idiota, una gran idiota.

 

Tiffany miro a Taeyeon. La Reina tenía la vista fija en el castillo, sus mejillas aún se veían un poco rosadas. No estaba muy segura de como dirigirse a Taeyeon enfrente de otros ahora que estaban casadas. Ellas no habían hablado. De hecho ni siquiera había visto a Taeyeon en los últimos 4 años antes de que el viejo Rey muriera, viviendo en Busan esperando alcanzar la mayoría de edad para cumplir con los esponsales que el padre de Taeyeon, el Rey Kim Jaejoong  había arreglado.

 

El Rey y la Reina de Busan, los padres de Tiffany quienes siempre habían sido cercanos a la familia Real Kim de Seúl quedaron destruidos cuando recibieron la noticia de la muerte del Rey Jaejoong y la Reina Sohee. Muchos habían esperado que el compromiso entre las princesas se rompiera después de que la última integrante de la familia Kim desapareciera enteramente de los paparazzi.

 

Pero entonces un mensajero llego a Busan portando el sello de Taeyeon un año antes con un corto mensaje y  dos años después de la desastrosa partida de los Reyes. El mensaje decía: “Que Seúl y Busan unan sus familias”.

El Rey Yunho estuvo más que gustoso e hizo que el Príncipe Nichkchun rompiera por fin su compromiso con su única hija. A Nichkchun no  le había gustado la noticia y Tiffany se sentía casi igual. A ella le gustaba el Príncipe. Incluso había hecho planes sobre cuál sería el lugar de su luna de miel y esa carta que había llegado tan poco romántica y que ni siquiera estaba firmada o dirigida hacia ella había decidido el resto de su vida.

 

Tiffany había hecho un berrinche real al respecto, por supuesto. Eso fue al principio pero incluso siendo la esposa de la hija de una de las familias más prestigiosas del continente, le seguía perteneciendo a su padre. El Rey la había  dejado en su habitación y le había prohibido siquiera asomarse al salón comedor, consciente de que su hija se pudiera fugar con su pretendiente.

Hasta ese día Tiffany había pensado que Taeyeon debió al menos de escribirle, especialmente si el motivo era por el matrimonio. No era como si Taeyeon no supiera como hacerlo. Ellas habían pasado muchos años de su juventud comunicándose por cartas, la distancia entre Seúl y Busan evitaba que las visitas fueran frecuentes pero se encontraban para compartir en las fiestas. A pesar de eso, las cartas de Taeyeon se detuvieron después que aquella tormenta le arrebatara la vida de sus padres.

Aun así.

Bueno al menos no se había casado con un perfecto desconocido como muchas desafortunadas damas. A su entendimiento esas uniones se usaban usualmente por motivos financieros.

Tiffany al menos conocía a Taeyeon. En cierta forma habían crecido juntas.

Aunque ese beso en el carruaje había sido…revelador. Nichkchun nunca la había besado de esa forma. Él era…no podía creer que estuviera pensando, pero ellos eran de hecho muy normales. En aquel tiempo no hubiera creído que lo eran, creyéndose tan experimentada. Pero la verdad la estaba mirando directamente a la cara y Tiffany se vio forzada a admitir que los besos de Nichkchun eran apropiados para algo pasajero pero  no para un romance apasionado.

 

Y propio no era la palabra correcta para describir lo que había ocurrido entre ella y Taeyeon. Su piel aun le cosquilleaba en donde las manos de Taeyeon habían estado. Tiffany junto sus labios, saboreando aquel delicioso beso.

 

Pero siendo sincera ese beso había sido algo espectacular.

Taeyeon se giró para ver a Tiffany observándola con mirada especulativa. La Reina se sintió incomoda e inconscientemente jugueteo con la espalda a su costado. Juiciosa de la pequeña armada de sirvientes que las rodeaba. Taeyeon le ofreció el brazo a su esposa.

 

-“¿Entramos?”

Para su alivio Tiffany lo tomo sin protestar, ni declarar que se arrepentía del matrimonio y caminaron juntas al interior del que sería su nuevo hogar.

Foreword

NOTA: Esta historia no me pertenece solo es una adaptación de un fanfic que es muy popular dentro de las historias de la película Frozen, su verdadero idioma es ingles pero gracias a el Autor o Autora Berelince que lo ha traducido al español he podido subirlo a esta página así que todos los créditos serán para él o ella. La pareja principal será Taeny porque me encanta mucho y he pensado que son las indicadas para compartir esta hermosa historia. 

Comments

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shizuma123 #1
Actualiza no lo dejes asiiiiii
shizuma123 #2
La historia se ve muy buena cuando actualizassssss
yfaz1990 #3
Asdasdadas QUIERO LA ACTUALIZACION SE VE MUY INTERESANTE :-( :'( :'( :'( TT^TT ACTUALIZALO
DannySsmilex
#4
actualiza pronto!! se lee muy interesante
ladyhalihell #5
Que buen cap espero la contiii pronto
Lumity_TaeNy
#6
jkdfhsdjkfsd muy bueno cap. esto es genial :3

espero la conti ansiosa ^^
akijasnsfx
#7
Se ve que esto esta muy interesante, me gusta esperare que actualices ;)
sonelf1509
#8
Me gustó mucho el primer capítulo!!! Espero la continuación.
taeny179 #9
Y eso solo ha sido el principio, madre mía.. Jajaja me encanta, espero la actualización :)
taenylovesnsd #10
Wow genial, gracias por traducirla esta super, espero la conti....