Deseo

Just for You

Él se aparta y ríe suavemente, divertido. Yo me quedo plasmada ahí con la poca información que me ha dado.

“¿Me tienes miedo, princesa?”

Por supuesto que sí, ¿quién en su sano juicio no estaría asustado? Y más cuando sabes que tu vida está en juego.

Me dejo caer lentamente, tratando de recuperar el aliento, abrazo mis piernas y hundo mi rostro en mis rodillas llorando silenciosamente. Tal vez por fuera me vea fuerte y confiada, pero experimentar todo esto…

Es demasiado.

“Hey… vamos lo siento”, dice Ryosuke y siento su mano en mi espalda, “No voy a lastimarte… por el momento”, añade.

Lo odio.

Realmente lo odio.

Él…

Hace que me ponga de todas maneras, no sé qué esperar de él cada segundo que pasa, un momento es travieso y normal y segundos después es aterrador e intimidante.

“¿A caso eres bipolar?”, digo molesta mirándolo borrosamente por mis lágrimas.

Puedo notar que está sonriendo.

“No”, dice simplemente y ahora soy yo quien alza una ceja, cuestionándolo, “simplemente eres… molesta”, dice tranquilamente.

Oh vamos, ahora soy yo la culpable.

“Ugh, mírate ahora estás terrible. Deberías saber que las damas nunca lloran, se ven feas”, lo fulmino con la mirada, me irrita lo fácil que puede insultarme y hacerme enojar.

“No me importa”, digo limpiándome mis lágrimas con la manga de mi bata.

“Además un verdadero caballero jamás insultaría y haría llorar a una dama”, alzo mi cabeza y brindo esa mirada que a los hombres los pone de rodillas, rogándome por mi perdón.

Pero tristemente en él no funciona.

Se acerca a mí y yo retrocedo por instinto, mi espalda de nuevo se encuentra con la fría y dura pared, no tengo escapatoria de nuevo, Ryosuke está muy cerca, pero no está tocándome.

Mi corazón está acelerado.

“Dime, princesa ¿alguna vez has besado?”

El silencio gobierna la habitación, ambos estamos mirándonos directo a los ojos, trago con dificultad y mi respiración cada vez es más pesada.

Mis ojos viajan hasta sus labios, el deseo apoderándose de mí de nuevo, preguntándome cómo se sentirán sus labios, descubrir su sabor y por como luce pare que serán suaves y dulces.

Yo…

Quiero presionar mis delicados labios sobre los suyos, quiero que su lengua enseñe a mi inocente lengua a bailar tango… quiero ser dominada.

“Soy una fina dama, no soy del tipo que deja besarse por cualquiera en el primer encuentro. Mis labios son puros y no tengo la intención de ensuciarlos”, digo orgullosa causando que él bufe.

“Entonces eso quiere decir que jamás has experimentado el verdadero placer”.

Mis mejillas se encienden y él ríe.

“Eres tan inocente, princesa”, se burla, “pero no te preocupes, te enseñaré todo lo que sé”, sus ojos brillan peligrosos.

“¿Enseñarme qué?”, pregunto nerviosa.

“Ya lo verás, y cuando lo haga… me rogarás”, su voz es ronca y de alguna manera seductora.

Siento mariposas en mi estómago, mis mejillas están hirviendo aun sin saber de lo que está hablando.

“Por cierto”, Ryosuke me saca de mi ensoñación y deja varias bolsas de varias marcas en la cama, “es mejor que andes con esto que con solo una bata delgada, además es tiempo que vivas el siglo XXI y vistas como una chica normal a tu edad”, dice en un tono significativo cuando dice ‘normal’.

Lo miro sin comprender y me acerco a revisar tímidamente las bolsas que están llenas de ropa de todo tipo para mí, zapatos que hacen juego e incluso lencería… lencería atrevida.

Oh Dios mío.

“¿Te gusta?”

Saco una prenda de color rojo intenso.

“Tú… ¿tú fuiste a comprar esto?”, pregunto avergonzada y le muestro la prenda, no me atrevo siquiera a mirarlo los ojos.

“No me lo agradezcas, fue un poco incómodo, pero… el imaginarte con esto, sé que te quedará bien. Tengo buen gusto en esto”.

Me sonrojo aún más si es posible.

¿En verdad espera que vista esto?

Apenas y cubre algo de mi piel…

“Gra-cias”, le agradezco sinceramente, independientemente de la lencería, la demás ropa es linda.

Ryosuke asiente, su estado de ánimo cambiado, ahora esta serio y pensativo, cierra sus ojos como si tratara de deshacerse de imágenes desagradables, se da la vuelta y se mete al baño, minutos después se escucha la regadera.

Aprovecho el momento y tomo unos jeans y una blusa de color rosa pálido, toda la ropa son de colores hermosos que siempre me han gustado pero que nunca se me permitieron vestir porque en un Kimono, según mi padre, no resaltaban.

Pongo unos flats en juego con mi ropa y abro mis ojos asombrada de lo bien que se sienten, son suaves y cómodos.

Me acerco al gran espejo que está a lado del closet de Ryosuke.

Veo…

Es alguien diferente quien estoy viendo en frente de mí.

Los jeans se ciñen y acentúan las curvas de mis caderas, mi blusa contrasta con mi piel blanca haciéndola ver delicada resaltando mi delgada cintura, incluso mi cabello despeinado y suelto se ve bien.

Llevo mis manos hacia mis mejillas que tienen ese rubor por culpa de Ryosuke.

Me veo diferente… bien.

“Debo admitirlo, luces hermosa”, la voz de Ryosuke me toma por sorpresa me giro para mirarlo y me arrepiento de inmediato, tiene solo una toalla que cubre la parte de abajo, mostrándome sus bien trabajado y mojado torso y sus fuertes brazos.

“¿Disfrutando la vista?”

Parpadeo un par de veces y me doy cuenta de que he estado mirándolo más de la cuenta, giro mi cabeza fingiendo inocencia.

“No hay por qué avergonzarse, princesa, puedes admirar todo lo que quieras, no te culpo”, puedo notar el tono de burla en su voz.

“No estaba mirando”, me defiendo mirando de nuevo a su dirección jadeo cuando él está a espaldas quitándose la toalla, desvío mi mirada de inmediato.

Oh…

Estoy hecha un desastre, todas estas nuevas emociones y sensaciones.

¿Por qué él tiene tanto efecto en mí?

Cada parte de su cuerpo, es perfección que hace que algo en mi interior despierte hambrienta.

Quiero… tocarlo, quiero saber cómo se siente mis dedos sobre sus bien formados y duros músculos. Quiero sentir su cuerpo contra el mío. Quiero probar sus labios, chupar la línea de su masculina mandíbula.

Oh…

¿Qué me está pasando?

Esto está mal por todos los cielos, ¡él es mi secuestrador!

“Que grosero cambiarte en frente de una dama”, lo regaño y trato que mi voz no me traicione.

“Oh mentirosa, princesa. No tienes que fingir modales, eres del tipo que dice ‘No’, pero sus acciones dice todo lo contrario”, incluso su voz seductora me quita el aliento.

No.

No.

¡Ya detente!

“Claro que n-“, mi voz se apaga cuando Ryosuke, completamente vestido, está enfrente de mi con una proximidad peligrosa.

Sus ojos están mirándome tan profundamente, como si quisiera descifrar algo en los míos.

Estoy congelada en mi lugar, hechizada por su mirada y también por la sorpresa de su repentino acercamiento.

Ryosuke comienza a ladear su cabeza lentamente y puedo oler su delicioso aliento, sus labios casi rozando los míos.

Trago con dificultad

Espero ansiosa el momento en que mis vírgenes labios sean besados por los suyos, pero para mi decepción él da un paso atrás.

Suspira.

“Te pareces tanto a ella que me enferma”, dice en voz baja dándome la espalda, la manera tan fría y agría que dijo esas palabras hacen que sienta escalofríos.

“¿Q-qué?”, me atrevo a preguntar.

Los dedos de Ryosuke pasan entre su cabello, tratando de calmarse, respirando profundamente.

“Nada, sólo ignora lo que dije”.

No digo nada, pero no puedo ignorar lo que dijo.

¿Quién es ella?

Después de varios minutos de silencio Ryosuke se atreve a mirarme de nuevo, su mirada suave y más relajada.

“Me iré un par de días”, me suelta sin más.

No puedo evitar sentirme decepcionada.

“¿Te irás?”.

“Si, pero no te hagas ilusiones, no te dejaré sola, los chicos vendrán a vigilarte”, me informa.

Me acerco hacia él un poco, “¿no… puedo acompañarte?”, prefiero estar con este peligroso-bipolar-hombre que con un grupo de peligrosos-desconocidos-asesinos-secuestradores.

Para ser franca, aunque Ryosuke sea mi secuestrador, me siento de alguna u otra manera cómoda con él.

Él me dedica una sonrisa significativa, “Claro ¿por qué no? Podrías servirme y complacerme cuando esté aburrido”.

Ignoro su comentario grosero, y siento ese ya común rubor en mis mejillas emerger de nuevo.

“No estoy bromeando, ¿qué tal si tus ‘chicos’ me matan?”, pregunto molesta citando la palabra ‘chicos’ con el mismo tono que él.

Él ríe suavemente y da pequeñas palmaditas en mi cabeza como niña pequeña,

“No lo harán, les he advertido que tú eres mía”.

Me sonrojo aún más.

Suya…

Por alguna razón me gusta cómo suena desde sus labios.

“No he olvidado nuestro acuerdo, princesa. Cuando esté de vuelta, tú y yo… solos. Te prometo que será muy placentero, así que no dejes a nadie que te toque, princesa”.

No le respondo, en su lugar lo miro, sonrojada, mi cuerpo caliente.

El silencio se ve interrumpido por voces, risas y pasos afuera de la habitación.

“Llegaron”, Ryosuke anuncia.

 

Like this story? Give it an Upvote!
Thank you!

Comments

You must be logged in to comment
Alemisa #1
🥰🥰😍😍😘😘🙈🙈
MariYamadaInoo
#2
Chapter 37: Hermoso ♡♡♡♡♡
hadaazul
#3
Chapter 34: oh Dios *-* que hermosoo
AlexaAsakura #4
Chapter 33: Dios Ryosuke ya esta aqui y con Aiko esto es tan hermoso!!!!!
hadaazul
#5
Chapter 33: eres una gran escritora jugas con los sentimientos de tus lectoras y esas fotps en cada capitulo me matan lloro, rio, amo, grito de todo en mi corazon gracias por tus capitulos los he leido todoos y espero mas
AlexaAsakura #6
Chapter 32: Si de seguro que es Ryosuke yo lo se!!!!!
Shute_dayo #7
Chapter 32: AAAAAAH!! -entro en panico- DONDE?! DONDE!? ... asadasfdgkhldkgjfsñ<twu... KOALAAAAA!!
AlexaAsakura #8
Chapter 31: *Se desmaya desmayadamente* Tienes que seguir por favor esta en el mejor momento!!!
Shute_dayo #9
Chapter 31: waaaaa!!!
al fin!! al fin!!! se que esa persona es RYOSUKE!!!
ewer solo lo se!!
conti!! conti!!!
AlexaAsakura #10
Chapter 30: Sigue por favor yo se que Yuya sabe donde esta Ryosuke, por eso debe decirle a Aiko!!