The Mysterious T

Description

Una adolescente aburrida de su monotonía con una percepción antipática del mundo tiene un encuentro con un personaje aterrador y al mismo tiempo atrayente. La misma necesidad por salir de la rutina orilla a esta chica a aceptar y conocer las propuestas de T, la joven que podría ser su más agridulce perdición. 

 

"Yo pude irme de ahí, ella nunca me detuvo pero algo que fue más allá de lo que la razón gritaba: Peligro/ error / disparate. Y me quedé a experimentar algo que no conocía era como buscar la demencia por aquella profunda necesidad de salir de la rutina y así era T, extravagante, monómana y al mismo tiempo mi ruina."

 

Advertencia: Los personajes inmersos en la historia no me pertenecen, Los sucesos y eventos del texto son por autoría propia.

Foreword

Bueno esta historia será breve muy corta la verdad. No es One-shot estímo que será algo así como cinco capítulos pero espero les agrade. También como había dicho, no soy buena con las microhistorias pero daré mi mejor esfuezo. Ojalá les guste.

 

Cómo comenzar a contar algo de lo que ha pasado tanto tiempo. Lo recuerdo como algo lejano pero sigue presente en mi memoria que no cicatriza los recuerdo sino que más bien los aviva y me remonta a la perfecta sinfonía de la juventud.  Estoy consciente de que el mundo está lleno de caminos que nosotros tomamos día con día en la vida. Una cosa lleva a la otra, como el efecto dominó,  causa/ consecuencia. Sin embargo, mi postura sobre eso es cuestionable y no estoy completamente segura si lo que pasó con T fue precisamente una historia repleta de una alegoría macabra.

            Todo comenzó a mis 17 años recién cumplidos. Mi madre insistió en que entrara a aquel curso de materias para que estuviese segura de poder aplicar para la universidad. A pesar de mi confianza, pensé que no me vendría mal un poco de ayuda e incluso me ayudaría a conocer gente nueva. Siempre fui una chica estrafalaria y me gustaba serlo. Sólo tenía los amigos necesarios porque el resto simplemente me parecían falsos e hipócritas. Mi forma de ser me atraía demasiados problemas, he ocasionado infinidad de conflictos por mi comportamiento hostil y caprichoso. Aclaro el punto de que no soy perfecta. ¿Quién en esta época o en cualquier otra puede jactarse de serlo?

            En fin, aquel taller me distraía por las tardes y llegué a conocer gente agradable. Algunos como yo, se sentían bastantes seguros de sus habilidades. Francamente a mí no me importaba, estudiaría Filología, ya estaba decidido y no daría marcha atrás. Sabía que no era la profesión deseada para mis padres pero era la única cosa que me llenaba al menos casi en su totalidad.

            La historia comienza un jueves de verano. Muchos compañeros se habían ido, les desagradaba la idea de venir constantemente, y siempre llegaba un chico o chica nuevos. Fue en ese momento que un personaje peculiar apareció. Ya la había visto, su cabello perfectamente acomodado, vestía un conjunto muy agradable que enaltecía  su femineidad. Mis ojos se encargaron de desmembrar cada parte de su anatomía. Era  atractiva, extraña, distante.

            – ¿Qué opina usted señorita? – la cátedra se trataba ahora de psicología y la mujer se dirigió hacia mí. ¿Cuál es su punto de vista ante la psicopatía?

            Podía sentir unos ojos curiosos expectantes por mi respuesta ¿Sería ella? ¿Me observaba como lo había hecho hacía unos instantes? 

            – Interesante patología, es decir, si lo vemos desde un punto de vista social… un psicópata podría ser más interesante que una masa entera de población. El estudio mental que provocaría estudiar a cierto individuo con tal demencia significaría una gran oportunidad a grandes preguntas. En pocas palabras creo que me gustaría dialogar con una persona que tiene el mal de la psicopatía, podría ser muy interesante que hablar con chicos que se la pasan hablando de deportes y fiestas.

            Me callé. La oradora no me cuestionó más y fue un alivio porque no me gustaba hablar más de la cuenta. Entre más habla la persona mayor es la revelación de su alma. No me gustaba desnudarme por completo ante desconocidos. Finalmente pasó. Mi vida fue igual de rutinaria: Preparatoria, deberes, música y cigarrillos por la noche. No fue hasta el siguiente jueves que esa chica me esperaba en la puerta justo cuando oscurecía.

Había visto a T en un par de clases, conversaba con chicas y chicos. Deduje que T era una persona adinerada pues llegué a escuchar que había viajado a Europa y partes de América, también mencionó algo de haber sido una boy scout. Me parecía una chica prepotente pero no por eso me parecía menos atractiva.  Ella era de esas chicas que no te tomas enserio que te hablen porque piensas que se creen mejores que tú y sólo te dirigen la palabras cuando están aburridas o buscan conseguir algo de ti. Quizá me precipité demasiado a juzgarla porque T era simplemente T. No encuentro en qué punto encasillarla porque su forma de ser era indescriptible.   Algo peculiar de T es que no había venido el resto de la semana y cuando lo hizo venía acompañado de un hermoso labrador negro. Ni siquiera había cruzado la puerta de entrada.

            – Interesante forma de pensar.

            – ¿Te conozco? – respondí cortante.

            –  No pero yo tampoco.

            – ¡Ah! Eso ayuda mucho a la conversación. – añadí dirigiéndome a donde había aparcado el coche. Pero ella caminó justo detrás de mí.

            – Mi nombre T y éste gordo que ves aquí es Mefistófeles. Mef, Saluda a la señorita frígida. – me volteé para denotar un rostro de desaprobación.

            – ¿Cómo me dijiste?

            – Disculpa que lo diga pero así pareces serlo. No me disculpo por lo que dije.

            – ¿Cómo es que pasas el tiempo saludando a las personas y ofendiéndolas al mismo tiempo?

            – Nunca se sabe qué es mejor para llamar la atención de alguien. ¿Tú qué crees? Yo utilizo la fórmula Cortesía + Cinismo.  – ese comentario realmente innovador me dejó perpleja. – ¿Vas a casa?

            – Estoy intentando pero veo que no me lo permiten.

            – Creo que entiendes bien esto. – me sonrió. Una sonrisa escalofriante y al mismo tiempo encantadora. – Tengo que pasear a mi perro y tú tienes que irte. ¿Te gustaría salir conmigo mañana en la noche?

            – ¿Cuáles son las probabilidades de que me arrepienta?

            – Suficientes como para desear no haberme conocido. Pero supongo que tú eres de las que les gusta correr riesgos. – Eso se escuchó como un reto y por ningún motivo podría mostrarme débil.

            – ¿Conoces el Klein Kaffe?

            –  Sí, está a un par de cuadras de aquí. – dije sin interés.

            –  Te veré en esa una pequeña cafetería alemana. Hasta entonces duerme bien.

            Y no lo hice. No podía dormir. Sólo pensaba en la negrura de sus ojos, en el malestar efímero agradable y desagradable que produjo. Ironía y misterio. No debía importarme mucho verla una vez, pasar un rato prudente y después darle mi valiosa despedida que añadía “ no vuelvas a acercarte nunca más”. Todo sonaba perfecto, pero los planes estaban lejos de que T fuera alguien  pasajero en mi vida.

            Así la noche del viernes llegó. Salí del taller que impartieron esa noche y justo ahí en el mismo lugar donde la vi el día anterior. Me percaté de que fumaba, mientras esperaba escuchando algo de música. En esta ocasión se vistió de una forma menos llamativa: Jeans, zapatos deportivos y una chaqueta holgada. Me acerqué a ella y la miré.

            – Parece que eres muy puntual.

            – ¿Cómo podría no serlo? – respondió. Entramos al establecimiento, un lugar íntimo con una decoración propia de una casa urbana de los 40´s adhoc para el deutsch style. Ella se sentó justo enfrente de mí. – ¿Qué tal te ha ido?

            – ¿Enserio? Eso es lo que piensas decirme.

            – Pues se trata de mostrar etiqueta y cortesía. Entonces tú me respondes que de maravilla.

            – Me dirás el motivo de esta cita. Suelo impacientarme rápidamente. – añadí sin ánimos de abrir la carta para ordenar algo. Pero T no se inmutó de hecho sólo cruzó sus manos recargando su barbilla en ellas para seguir mirándome.

            – Estoy concediéndote lo que querías.

            – Sigo sin entender.

            – Voy a citar tus palabras: “creo que me gustaría dialogar con una persona que tiene el mal de la psicopatía” – Enmudecí de pronto. ¿En qué momento la situación se había tornado tan tétrica? T seguía sonriendo de una forma afable como si nada malo estuviese ocurriendo y el temor me invadía a cada segundo.

            – Eres una mala bromista. – intenté aligerar la tensión. Esta chica intentaba intimidarme pero yo quise ser más lista.

            – Soy tan normal como cualquier otra persona pero tú definitivamente llamaste mi atención. El cómo alguien estaba interesada en conocer a alguien como yo.

            – No te creo nada. – pregunté vacilante.

            – Pues no es pero que lo hagas. – Otra vez esa sonrisa perfecta.

            – Una persona no llega de la nada, te espera en fuera de una calle tranquila con un perro extraño te propone una cita y después dice sandeces. – Ella seguía cruzada de brazos sin denotar sentimiento alguno. Se me erizó la piel de pensar que estaba hablando enserio. – ¿Me tomas por idiota?

            – No nunca. De hecho por lo mismo que creo que no eres idiota me atrevo a hablarte.

            – Intentas halagarme ¿Es esto un truco para ligar conmigo?

            – No. Ya te lo dije, estoy concediéndote el placer de conocerme.

            – Ese fue un comentario narcisista ¿Estás loca? – algo me impedía levantarme de aquel café como una fuerza sobrenatural.

            – Sí, algo así. No pienso en otra cosas que no sea en mí y lo que quiero para mí – Ella relamió sus labios observando cómo iniciaba una especie de incertidumbre en mis ojos.

            – ¿Vas a hacerme daño?

            – No. Mefi me ha dicho que eres increíblemente hermosa y distinta. Él nunca se equivoca.

            – ¿Hablas con tu perro? – Ok definitivamente comenzó a perturbarme la plática.

            – Es alguien muy sabio. – se acercó a susurrarme en la oreja. – Le agradas.

            – ¿Y le haces caso todo el tiempo?

            – Sólo cuando tiene razón. – el tono de voz de T era sugerente y al mismo tiempo tétrico. Ella era extraña pero sin pensarlo imaginé que quizá no era peligrosa. – No voy a lastimarte si no quieres.

            – Esto se está volviendo extraño. ¿Qué pretendes? ¿Coquetearme? ó ¿Intimidarme?

            – Hoy un poco de ambas. Mañana no sé.  Tú me gustas…

 

Hay escenas determinantes en las que tu cerebro te dicta tomar una elección. Cuando la tomas encuentras algo negativo o positivo en el trayecto dependiendo el fallo. Como había dicho, el efecto dominó y causa/ consecuencia. Yo pude irme, ella nunca me detuvo pero algo que fue más allá de lo que la razón gritaba: Peligro/ error / disparate. Y me quedé a experimentar algo que no conocía era como buscar la demencia por aquella profunda necesidad de salir de la rutina y así era T, extravagante, monómana y al mismo tiempo mi perdición.

Comments

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Dwarf0807 #1
Chapter 4: No te olvides de esta historia, por favor!!!
Dwarf0807 #2
Chapter 4: ACTUALIZAAAAAAAAAAAAAAAAA!!!!!!!
danisone #3
Pliiiiiiis actualiza :c
S_gg18
#4
Chapter 4: Hola :3
Sabes es una de las pocas historias que me dejan sin nada que comentar, me gusta mucho el fic es bastante... jajaja no sabría que decirte pero es muy bueno.
Gracias por escribir ^-^/
loveable11 #5
Chapter 4: no quiero que muera :o ..... pero igual amo esta historia :D
PoeticMadness #6
Chapter 4: Me permito relacionar esto con W&F, en Woods and Flowers Taeyeon parece reflejar con su salud su estado sentimental, dejé allá un comentario opinando que el amor que Tae le proclama a Tiff parece desgastarla físicamente, por eso siempre estaba mareada y enferma en P&T, al hacer falta una explicación de porqué Fany está al borde de la muerte aquí, lo atribuyo a eso. El amor que siente por T la acabó, T se apoderó de ella por completo, tomó su vida a través de su amor.
miyoungkim #7
Una pregunta: a que te refieres en el foreword cuando mencionas q los personajes inmersos en la historia no te pertenecen?
taesica33
#8
Que no la mate.... O.O tiff no hubiera elegido ese destino.
miyoungkim #9
T es un demonio o lo es su perro? Le vendió el alma al diablo??? Si no mata se debilita o algo así como los vampiros ahhsffsgssgsg Ahhh quiero saber!
LlamaAmerica #10
Chapter 4: Enserio la va a matar??? :'(
Que genial est historia!!!!