“Prólogo"

Nueva ciudad, nuevos amigos, nuevo trabajo y una nueva vida. Era lo único que ella buscaba cuando se trasladó a Seúl. Estaba destrozada sentimentalmente y se negaba quedarse en su antiguo pueblo a seguir viviendo esa realidad. 

— Parece que está de humor hoy. 
— Oh —se volvió para mirar a su compañero de trabajo— Buen día, sumbae— contestó sin mucha emoción. A pesar de que estuviese supuestamente de humor, se limitaba a relacionarse mucho con la gente. Así si otro problema ocurriera, sería mucho más fácil marcharse y habría menos personas que dejar atrás. 

El contrario rió. Aun si se comportaba fríamente ante él, él comprendía la falta de confianza entre ellos y se sentía satisfecho por el simple detalle de haberle respondido — Que tenga buen día. 
Ella correspondió con una sonrisa y se marchó. Entró al salón, encontrándose con su grupo de estudiantes. Esperó a que se organizaran y luego saludó amablemente.

—Empecemos. Abran su libro de Literatura en la página 133— les anunció y ellos, ordenadamente, siguieron su mandato.

— Profesora. Jong In volvió a faltar. 

Su mano tembló por fracciones de segundos. Miro a la estudiante disimulando sus nervios. 

— Eso veo, su nota no aumentará si sigue así... Continuemos con la clase— se acercó a la pizarra y empezó a escribir mientras se guiaba del libro.

—Maldito JongIn— aprovechó y lo maldijo por lo bajo. 

Escapar de un problema para encontrarse con otro. "Tal vez... Tal vez era hora de enfrentar los problemas", pensó entre suspiros.