Fuga

CAGED (español)
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*Para este capítulo recomiendo esta canción 

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El atardecer anunciaba la salida del amo y la llegada de una nueva oportunidad. Sehun estaría  lejos en uno de sus viajes y no llegaría sino hasta dentro de tres días.
Luhan, dichoso, se encaminó en su tarea y se preparó; Se aseó en la pila de agua de la catedral, se puso sus ropas de siempre,  tomó una  túnica negra que Sehun le había obsequiado hace tiempo. A diferencia de las humildes ropas de manta que poseía, esta capa era suave, aterciopelada y brillaba a la luz de las velas. Se alistó con una canasta con manzanas envueltas en una servilleta de tela. Se dirigió hacia el patio y afianzó una parte de  la cuerda al árbol, otra a su cintura rodeándolo junto con la canasta. Cuando se hubo asegurado de que no sería fácil zafarse, comenzó a escalar.

Con el corazón golpeándole el pecho avanzó y subió paso a paso metro a metro.
Las manos y frente le sudaban, el estómago se le revolvía. Apretaba el agarre de sus manos a la cuerda con todas sus fuerzas para no caer. Los pies le resbalaban por el muro de vez en cuando pero nunca se detuvo. Temía que Sehun volviera  en ese mismísimo momento. La inseguridad y arrepentimiento lo invadían a cada paso. Sin embargo era peor  el claustro que  envolvía su alma. Un encierro eterno dentro de sí mismo.

La oscuridad de la noche  no se hizo esperar. Cuando Luhan llegó a la cima del muro, supo que  tanto titubeo  previo le costaría caro. Debía bajar por el otro lado y la penumbra no dejaba que sus ojos divisaran el piso detrás del muro. Lo que debió ser un paisaje evocando su libertad, ahora le parecía  un gran pozo negro de incertidumbre sin fondo.
Tragó saliva y respiró profundo. Sentado sobre el borde con los pies colgando, dejó que su respiración y latidos se apaciguaran. Observó las estrellas, esas que cada noche lo vigilaban, que eran confidentes de sus lágrimas, deseos y ahora, su traición. Se sentía culpable, esperaba que Sehun jamás se enterase. No estaría lejos mucho tiempo, regresaría tal vez antes de que amaneciera, estaba ansioso por conocer el mundo. Muy a pesar del miedo que le provocaban las personas y los peligros que tanto le advirtió su amo.
¿Qué cosas encontraría allá afuera? ¿Qué clase de comida, olores y sonidos hallaría? Porque había algo más que la catedral y la torre. Lo sabía, sólo lo sabía.

 

Reunió todo el valor que le fue posible hallar dentro de su pecho. Se sujetó con fuerza a las cuerdas y se dispuso a bajar con cautela y rapidez, la noche no duraría mucho más si la gastaba dudando. Se preparó de nuevo con la cuerda a su cintura, de espaldas al abismo. Con las manos en la cuerda y los pies a la piedra del muro, lento y seguro, cuesta abajo.

Luego de los minutos más difíciles que había experimentado en su joven vida, logró tocar el suelo. La sensación de la hierba bajo sus pies lo reconfortó más que las historias que Sehun solía contarle antes de dormir. Se desató la cuerda,  la amarró a un arbusto cercano para no perderla, el otro extremo aun estaba firmemente unido a la rama del gran roble al otro lado del muro.

 

Se limpió el sudor de la frente y subió su capucha para cubrir su cabeza. Ocultó la canasta  bajo la túnica, caminó lejos de la pared, lejos de la catedral. Por primera vez en su vida.

 

La noche no fue benevolente para el viajero. El frío calaba en los huesos y su respiración se volvía humo frente a sus ojos con cada paso.  Con la intriga siendo  más potente que el frio y el temor a los desconocido. Encontró la plaza del pueblo.

 

El brillo de la luz de luna era su única guía en medio de toda la oscuridad. Divisaba moradas ostentosas e imponentes, de piedra lisa y vitrales inapreciables que lo rodeaban.

 

 Rastros de olores, ruidos y pisadas. El eco vacío del bullicio del día a día. No veía carretas repletas de fruta pero podía oler y ver los restos de hojas de éstas. Marcas de ruedas en la tierra húmeda. Podía reconocer algunos de los lugares aun de noche.
 Desde el campanario podía ser testigo de todo sin ser notado,  del ajetreado día de los campesinos.  

 

A medida que caminaba encontraba chozas humildes. La verdulería, el carpintero, el panadero....todos estaban allí y al mismo tiempo ausentes. Se maravillaba pues su ilusión se materializaba frente a sus ojos. Podía  tocar la madera de las desvencijadas ventanas, el vidrio helado de éstas. Estaba inmerso en la dicha.

 

Una pequeña luz anaranjada proveniente de un callejón, atrapó su atención. Reconoció la ubicación. La panadería era uno de los lugares que recordaba. Siempre tenían una vela encendida desde muy temprano en la mañana antes del amanecer. Desde arriba siempre parecía como una lejana lucecilla en medio de un mar negro. Tintineando como esperando ser hallada. Decidió acercarse con cautela, bajó su capucha un poco más para ocultar bien su rostro.

 

Una ventana estaba abierta y el dulce aroma empezaba a emanar de ella. Se asomó un poco. Divisó la figura de un joven apoyando sus manos en un gran bulto de masa que amasaba sobre una enorme y larga mesa de madera. El semblante del joven parecía concentrado y muy dedicado. Sus ojos poseían un encantadora forma de almendra. Luhan siempre había tenido curiosidad por saber cómo era la persona que se encargaba de hacer el pan que comía todas las mañanas. Un pan que le era llevado por uno de los hombres que trabajaba para su amo y siempre había formado parte de lo desconocido.
El sabor de ese pan era suave, delicioso, dulce y adictivo. Admiró un poco más al joven unos instantes. El olor del pan que provenía del horno era realmente apetecible. Su estómago comenzó a gruñir y el fresco de la mañana lo alcanzaba. Así que decidió sentarse a comer una manzana cerca de la fuente de la plaza.

 

Creyendo estar solo, se dispuso a sacar una manzana del cesto que escondía bajo la capa.  En ese instante, sintió una figura cernirse sobre él, seguido de una voz ronca.

 

 —Una ayuda por favor.

 

 Al oír la petición, el joven se sobresaltó y soltó la manzana al suelo. Un mendigo se encontraba frente a él. Con la cara sucia y ropas roídas. El mendigo se alejó un poco debido al sobresalto del joven y al ver la manzana en el suelo, se arrojó hacia ella.

 

Luhan no deseaba ni esperaba ser descubierto o establecer contacto con alguien más.  Temía a las personas de afuera. Que lo vieran, herirlas y que éstas lo lastimaran. Debido al susto, tropezó al piso, todas las manzanas cayeron desparramándose por el suelo. Otros mendigos salieron de las sombras y se acercaron a tomarlas para ellos. Luhan se alejó corriendo y de reojo observó cómo se peleaban y golpeaban por el resto de las manzanas. El alimento que a él nunca le faltó, era tan deseado para esas personas. Sintió un estremecimiento.

 

Deambuló sin saber a dónde ir. Con el estómago rugiéndole. Llegó a pensar  que tal vez lo mejor sería regresar antes de perderse. Un sentimiento de frustración lo invadió. Quería ver cómo el amanecer iluminaba los techos de las casas y pasaba a través de las ventanas, mientras observaba  los rostros de las personas desde un lugar seguro.

Caminó hasta que los alrededores  le parecieron familiares de nuevo, había entrado por el lado contrario del callejón donde estaba la panadería. Su estómago rugió demandando alimento. Su cuerpo tomó el control y se encaminó a la ventana donde yacía un pan recién horneado. El dulce aroma invadió sus sentidos. Se acercó a la ventana sin pensarlo. Nadie estaba cerca. Su amo Sehun le había explicado los pecados que existían y los castigos. Bien sabía que tomar lo que no era de uno y codiciar lo ajeno estaba mal.
Se quedó de pie frente a la ventana inhalando profundamente. Aunque a él también le habían quitado lo que era suyo. ¿Tal vez...sería justo tomar algo? Con manos temblorosas rozó el pan con la yema de los dedos. Un pequeño trozo no causaría algún daño. Luhan sabía que él mismo le habría convidado a los hombres de hace rato si ellos lo hubieran pedido amablemente y si no les tuviera tanto miedo. Puso sus manos sobre la hogaza de pan.

 

El sonido de un "¡Oye!" lo sobresaltó. Retiró las manos enseguida y salió corriendo hacia el bosque. Estaba oscuro y apenas comenzaba a salir el sol. Corrió lo más rápido que pudo. Aun sin estar acostumb

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Comments

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Baekhyunlover99_
#1
Autora-nimmmmmmm cuando vas a subir el próximo capítulo de esta historia?????????
Baekhyunlover99_
#2
Chapter 2: Me encanto!! Luhan es todo un hermoso bebe y sehun me dan ganas de patearlo jaja me encanto este tipo de historia y mis xiuhan feels ufffffg no puedo esperar para el proximo capitulo!!!
LunaLocatisLunatica
#3
Chapter 2: Sho cuando supe que habías actualizado luego de un añoo!!!!!
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When I was done and the xiuhan feels were killing me
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Damn it, Xiuminnnn!!! BUT MOSTLY DAMN IT LUHAN!!! HOW CAN YOU BE THIS CUTE!!!! TT^TT