Es la primera vez que escribo un oneshot de 2nexo, asi que no estara del todo bien, y lo siento por eso >.<  Es algo que hace mucho queria hacer ya que realmente amo shippearlos juntos. 

Una batalla campal comenzó en mi cabeza, pensaba en las mil posibilidades que podía suceder si declaraba mi amor. Los pro y los contra azotaban mi mente con miles de imágenes, en momentos me sentía extasiada de alegría y otros de pura tristeza.

-¿Por qué el amor tiene que ser tan difícil? – Me queje dejando caer mi torso en el pasto, junto al enorme árbol donde siempre solía ocultarme.

- Pensé que el amor no era lo difícil… - Una voz me respondió haciéndome sobresaltar, me relaje al segundo de reconocer a quien pertenecía, Kyungsoo estaba a un lado del árbol mirándome con una leve sonrisa – Siempre has dicho que las personas son las difíciles, Minji.

Me incorpore mirándolo fijamente, le hice un ademan de que se sentara a mi lado, esperando pacientemente a que lo hiciera para poder recostarme en su hombro como usualmente lo hacía cuando nos acomodábamos bajo aquel árbol.

- Siempre lo he dicho ¿No? – Cerré mis ojos disfrutando de aquello – Tal vez, soy solo yo la que complica las cosas.

- ¿Te gusta alguien? – Me preguntó girando levemente su rostro, yo solo le dedique una sutil sonrisa – ¿Cómo es posible que no me lo hayas dicho antes? – Su pregunta sonó más como una exigencia.

- Pues, no creí que fuera muy importante. – Respondí sin tratar de darle importancia al asunto.

- Pero, si es importante… – Volteo de nuevo su rostro hacia al frente, se quedó en silencio unos segundos antes de soltar un largo suspiro. Se giró completamente hacia mí y me miro fingiendo dramáticamente su pena.- ¿Tendré que compartirte estas dos semanas?

Reí con su pequeño gesto, empujándolo suavemente. Por momentos olvidaba aquello, eran mis dos últimas semanas que pasaría en Seoul, antes de irme a estudiar al extranjero, realmente no quería ir pero sabía que era lo mejor, alejarme de algunas cosas.

-  No empecemos a hablar sobre mi vida amorosa. – Acomode un mechón atrás de mi oreja – Además de nada serviría declararme, él ya tiene a alguien más.

Se quedó en silencio por varios minutos, vi como su mirada se perdía en la vista del lugar, por un momento pensé que se había olvidado del tema, hasta que se levantó con rapidez y volteo a mirarme de forma seria pero con cierta picardía en sus grandes ojos. – Entonces deberías robártelo- .

Lo mire sorprendida por un segundo para luego ponerme a reír de forma escandalosa, aquello me resultaba más que gracioso. – Gracias por el consejo, pero paso…

- Es increíble que piense en ti como una cobarde, Minji. – Dijo cruzándose de brazos observándome casi con decepción o al menos intentándolo.

- Deja de mirarme de esa forma. – Comente mientras me levantaba del lugar y me sacudía la ropa – Solo no quiero salir lastimada… ¿Podemos hablar de otra cosa?

- ¿Cómo podrías saber que sucederá así? Puede que le gustes. Además, aun no me has dicho quién es el chico, sabes que tengo que dar mi visto bueno...  -Dejo de hablar cuando mis ojos se encontraron con los suyos, claramente entendió la mueca de fastidio en mi rostro – Esta bien, está bien. Dejare el tema por ahora, pero no creas que lo olvidare.

- Déjalo ir, no sucederá, luego tal vez pueda escribir un libro de mi amor no correspondido, será un ‘best seller’ – Deje salir una enorme sonrisa algo divertida. – Ya sabes, tendrás que comprar mínimo unas cincuenta copias de cada uno de mis libros.

- Comprare unas cien copias y todas tendrán que estar firmadas por ti. –Me dedico una de sus sonrisas sinceras, aquella que solo pocos teníamos el privilegio. – Te volverás una gran escritora, pero… ¿Es necesario que te tengas que ir fuera del país? –Su sonrisa desapareció, causando el mismo efecto en mí. – ¿No puedes estudiar aquí?

Aun cuando habíamos acordado no hablar del tema para no hacer difícil la despedida, él solía tráelo siempre a discusión, había tomado mi decisión hace unos meses, espere hasta el último mes para decírselo, al principio no me creyó y no fue hasta que vio mi pasaje de avión que entendió que no era una broma. Kyungsoo trato de hacerme cambiar de opinión, pero sabía que era un caso perdido.

Negué con la cabeza y trate de sonreír, justo antes de escuchar los gritos de una chica a lo lejos, gritando el nombre de Kyungsoo, rodee los ojos cuando reconocí la voz de Minah.

- Tu novia te está buscando. ¿Otra vez te escapaste de sus dominios?

Me miro con mala cara antes de salir de la sombra del árbol – ¡Aquí estoy! – Grito levantando su brazo y haciendo señas, lo seguí rápidamente para encontrarme a la chica viniendo hacia nosotros, por su forma de caminar y la cara que tenía cuando me vio, estaba enojada.

- Hola, unnie – Salude con falso entusiasmo, nuestra relación jamás había sido bueno. Solo me dedico una corta mirada antes de poner su atención en Kyungsoo.

- Oppa ¿Por qué no estabas en la cafetería? – Pregunto con aquel tono de voz que algunos podían decir que era dulce y lindo, hizo su puchero de niña- Te estuve buscando por todos lados.

- Oh~ Lo siento. Olvide que me encontraría contigo, te lo compensare, Minah. – Respondió acercándose a ella y poniendo su mano en su coronilla dedicándole una pequeña sonrisa –

No pude evitar hacer una mueca, sin hablar, y con señas le dije que me iba, el solo asintió levemente para seguir con la pequeña conversación con su novia, afortunadamente no escuche más.  Voltee una vez más para verlos a la distancia, me arrepentí al segundo se estaban dando un beso, aquella escena me revolvió el estómago. Seguí caminando hacia adelante, era lo único que podía hacer. No podía decirle, era mi mejor amigo, aun si eso me hacia una cobarde. Por qué así ninguno de los dos saldría lastimado. Sobre todo yo.

- Si… Alejarme es lo mejor.