Desde aquella fría madrugada del cumpleaños de Donghae; Taeyeon había pescado un fuerte resfriado, era algo de esperarse tomando en cuenta que la rubia había caminado varias calles, maldiciendo todo lo que ponía ante ella –el frío pudo haberse colado por su garganta –hasta encontrar un taxi, definitivamente era de esperarse aquella terrible gripe que no la dejaba siquiera levantarse de la cama.

Esto estaba frustrando a Taeyeon de sobremanera ya que, era lunes, llevaba prácticamente 3 días en cama, cuidándose a sí misma, apestando a muerto –ni siquiera tenía las fuerzas para ducharse – y principalmente a sopa de pollo que había sido lo único que la rubia podía cocinar con rapidez, mencionando también el chiquero en el cual se había convertido su departamento. 

Vivir sola tenía muchas desventajas.

El reloj indicaba las 10:00 am, lo que significaba, un nuevo tazón de sopa de pollo para la enferma. 
Salir de la cama, era para Taeyeon una manera irónica de resumir su vida: Quieres algo, tienes buenas intenciones, te propones lograrlo, la frustración te gana y vuelves al comienzo sin ningún éxito. 

Con mucho malestar físico, llegó a su cocina, sus piernas temblaban, su cabeza daba vueltas por el dolor pero su estómago pedía a gritos algo para calmar el hambre, aunque sea una repetida y poco gustosa sopa de pollo.
La cocina estaba hecho un desastre al igual que las otras secciones de la casa de la rubia, estaba llena de gérmenes, mucosa, pañuelos desechados. Era un total chiquero que solamente enfermaba más a la pobre Taeyeon

“Señorita Kim, la llamamos de la firma “Morrison y Asociados”, agradeceríamos que se contactase con nosotros a la brevedad, hasta luego”

“Morrison y Asociados” Taeyeon susurró con estupefacción el nombre de la firma que acababa de llamar a su departamento, “Morrison y Asociados” Repitió esta vez mientras corría velozmente hacia la sala de estar donde se ubicaba la grabadora de voz.

No era posible que aquella firma de abogados acabara de llamar a casa de Taeyeon. Era simplemente irreal que uno de los bufetes a los cuales la rubia había presentado su curriculum más de 15 veces, estuviera llamando a su domicilio. 
“Contáctese con nosotros a la brevedad” Taeyeon recordó esas palabras del mensaje y por un momento olvidó el dolor físico que sentía para proceder a alistarse y partir hacia el prestigioso bufete de abogados.

Tal vez no sería un mal día después de todo.

“Dios mío, no soporto mi cabeza” Ducharse en pleno proceso de gripe no había sido la decisión más acertada de la rubia, quién se sentía más agripada que antes, pero por lo menos ya estaba limpia.
Taeyeon se tomó la temperatura, y en efecto, tenía más 38 grados ; pensó por un instante en quedarse en casa pero luego recordó que se trataba de “Morrison y Asociados” y que si se quedaba por unas horas más en casa, alguien más podría tomar el lugar que posiblemente querían ofrecerle a la rubia. Así que con eso en mente, Taeyeon vertió en su boca 2 pastillas. 

“Me siento como el demonio” Tae se quejaba mientras tomaba la perilla de la puerta para salir y así llevarse una sorpresa inesperada.

-¡Bien! Por fin te encontré –Una emocionada pelirroja se encontraba al otro lado de la puerta -¿Aún me recuerdas, cierto? –Preguntó la pelirroja al notar que Taeyeon la examinaba con curiosidad –Soy Tiffany… la que chocó contra tu celular –Completó la chica del eyesmile apenada. 

-¡Oh! La stripper –Dijo Taeyeon con veneno mientras Tiffany hacia una mueca de molestia –Como no recordarte… -Susurró la rubia con desdén –Pero ¿cómo me encontraste? ¿Cómo llegaste hasta acá? Ni siquiera sabías mi nombre –Preguntó Taeyeon alarmada al darse cuenta que no tenía lógica que aquella mujer hubiera podido encontrarla. 

–Todo es posible si lo deseas –Tiffany emitió esa simple respuesta mientras se encogía de hombros. 

Escuchar esa frase incomodó mucho a la rubia quien sabía que si esas palabras fueran ciertas hacía mucho que medio mundo hubiera muerto a causa de los deseos de Taeyeon, eso sumados el resto de metas que tenía y que nunca se hicieron realidad, a pesar de lo mucho que las deseó. 

-Como sea… tengo prisa ¿qué es lo que quieres? –Preguntó tajantemente la rubia.

–Venía por lo de tu teléfono –Al escuchar esto, Taeyeon se alegró, un poco de dinero nunca caía mal. 

–Creo que tengo unos minutos en ese caso –Dijo Taeyeon mientras trataba de forzar una expresión más amable. 

–Bueno, lo que pasa es que… -Tiffany aguardó un momento mientras Taeyeon miraba impacientemente su reloj –Aún no tengo el dinero - Antes de que Tiffany pudiera seguir hablando Taeyeon  cerró la puerta de su departamento y haciendo a un lado a la pelirroja siguió su camino hacia Morrison y Asociados –Hey detente –Tiffany vociferó a la mujer que iba a mitad de pasillo de salida. 

–Si no tienes el dinero para pagarme, vuelve otro día –Dijo Taeyeon mientras sonaba su congestionada nariz. 

-¿Te sientes bien? –Preguntó Tiffany al notar gracias a la luz del pasillo el rostro pálido y las ojeras que mostraba Taeyeon. 

–Sí estoy bi