Eilyn 

Aquí estaba yo, de vuelta a este lugar que alguna vez fue mi hogar. Lleno de todo tipo de recuerdos. No tenía idea de porqué había vuelto después de tanto tiempo ¿nostalgia quizá?

Pero aquí estaba.

Llovía, como aquella última vez.

Respire profundamente.

En verdad no sé lo que estaba haciendo, hasta que me encontré a mí misma abriendo la puerta de aquella abandonada casa. El chirrido de la puerta, agudo por la falta de mantenimiento. 

Todo estaba obscuro, absolutamente todo.

Avance lentamente, comenzaba a sentirme sin aliento.

Recuerdos y recuerdos con mi padre llegaban a mi mente, me arrodille tratando de recuperar el aliento, me sofocaba, me estaba ahogando.

No podía soportarlo.

Solloce como la primera vez.

Fuerte y desgarrador.

Poco a poco me fui perdiendo en mi propia obscuridad.

Profundamente.

...

No

No 

¡NO!

¡De nuevo, no!

¡Por favor no!

Grité una y otra vez. Él me estaba dejando de nuevo. Sola, no quería estar sola, quería que me llevará con él, trataba de alcanzarlo desesperadamente pero algo me detenía.

“Eilyn”, me llamo esa voz, una voz que yo conocía, pero que me estaba deteniendo. 

Me negué, apenas y lograba ver la espalda de mi padre. 

“¡Eilyn!"

Volví a la realidad, mi respiración es acelerada, mi rostro húmedo por mis lágrimas, mi boca seca y unos brazos acunando mi rostro. 

Lo miré atentamente. 

“¿Ryosuke...?”, dije apenas audible. Su mirada se suavizó llena de... ¿alivio? 

¿Qué hace él aquí?

¿Estoy soñando?

Sentí la calidez de sus manos en mi rostro, me estremecí, él se dio cuenta y retiro sus manos suavemente.

“Lo siento”, fue lo único que logre decir. 

Es real…

Él me miro confundido, abrió la boca para decir algo pero no se lo permití.

“¿Dónde estoy?”, pregunte aturdida y llena de sorpresa al ver a Ryosuke… conmigo.

“En mi habitación”

Mis ojos se abrieron en shock, esto… no tiene sentido.

“¿Pero cóm-…?”

“Te encontré en tu antigua casa y te traje aquí”

“Oh... g-gracias”, dije avergonzada y nerviosa, quería preguntar cómo fue que me encontró pero me mantuve en silencio.

De entre todas las personas del mundo por qué él, un pinchazo hace que lleve mi mano a mi pecho.

No…

Heridas que creí habían sanado comenzaban a abrirse de nuevo, dolorosamente

Ryosuke… 
 

Él… ha cambiado, su piel es más blanca, su cabello está teñido de un castaño claro, sus facciones más maduras y masculinas, mandíbula marcada, perforaciones en su oreja, es un nuevo y maduro Ryosuke.

Mi corazón está descontrolado.

Aunque ha pasado bastante tiempo, mis sentimientos por él… siguen siendo los mismos, me doy cuenta. 

Pensé que con el tiempo, lejos de él, lejos de todo, podría olvidar mi dolor, y podría olvidarlo a él, pero no ha sido así.

Él se sentó al borde de la cama y alza su brazo hacia a mí, su mano capturo una lágrima que se me había escapado sin darme cuenta, su proximidad y su gentileza, me tomaron por sorpresa.

Definitivamente ha cambiado, el Ryosuke que yo conocía no haría esto, no me tocaría. Incluso la manera en la que me mira, una nueva aura, un nuevo sentimiento.

Sus manos acunaron mi rostro suavemente, me encogí ante su tacto.

Mi corazón reacciono de inmediato, esto es nuevo.

“Ha pasado mucho tiempo…”, susurro y se acercó a mi lentamente hasta posar su frente sobre la mía cerrando sus ojos, su dulce aliento acariciando mi rostro.

"Creí... creí que jamás te volvería a ver"

No...

No quiero esto.

No soportaría otro de sus juegos.

"¿Por qué… estás haciendo esto?", mi voz tembló.

Ryosuke abrió sus ojos, mirándome... llenos de dolor.

Esperé.

"Lo siento", dijo al fin "Yo... te lastime… no voy a negar que mi intención principal era solo usarte... pero…”

No de nuevo. 

“No quiero escucharlo”, lo interrumpí, no quería escucharlo, me haría pedazos, trato de zafarme de sus manos pero él no me lo permitió.

“No quiero esto, no quiero tu lasti-“, mis ojos se nublaron por las lágrimas.

“Te equivocas”, tomo mi rostro y me obligo a mirarlo directamente a los ojos de nuevo.

“Lamento todo lo que hice, pero… eso me hizo darme cuenta de algo. Cuando te fuiste, te busqué, te busqué como no tienes idea, cada día necesitaba más de ti, verte, escucharte… sentirte, ni yo mismo sabía el por qué,  pero ahora lo sé y ahora que estás aquí no tengo intenciones de dejarte ir”, sus dedos trazaron tiernamente la línea de mi mejilla, limpiando mis lágrimas.

“No sabes cuánto he esperado para poder hacer esto”, sus dedos rozaron mis labios, sentí escalofríos, “y tampoco sabes cuánto he anhelado por esto”, se rostro se acerca más y más hasta que sus labios besan suavemente los míos, es dulce, lento y delicado.

Lleno de tanto sentimiento.

Mi mente estaba totalmente en blanco, y apenas me daba cuenta que le estaba respondiendo torpemente e insegura.

Sus labios son dulces, cautivadores y dominantes.

Ryosuke rompe el beso y se separa sólo pocos centímetros de mí, nuestras respiraciones aceleradas, su mano dejo mi mejilla y tomo mi mano llevándola a su pecho, donde su corazón que late muy rápido, sus ojos me miraban profundos y serios.

“Te amo, Eilyn”, mi corazón se detiene y mis ojos se abren ante su confesión, su mano presiono la mía aún más.

“estás en todo tu derecho de odiarme y no perdonarme, pero eso no cambiará lo que siento por ti. Haré todo lo que esté en mis manos para poder entrar de nuevo a tu corazón, que confíes en mí, y poder hacerte feliz, cuidarte, protegerte… amarte. Déjame demostrarte, pero no… me alejes, por favor, te necesito a mi lado, necesito verte, necesito escucharte, necesito tocarte, sentirte. Te necesito a ti”

Yo…

Tengo miedo.

¿Darnos otra oportunidad?

Si hago eso… ¿mi corazón sanará? O ¿volveré a salir lastimada de nuevo?

“Por favor…”, sus labios rozaron los míos, sus ojos cerrados.

“Ryosuke…”, beso sus labios, mi cuerpo decidiendo por sí sólo, pero es lo que yo verdaderamente siento.

Sólo una vez más.

Yo también… Te amo Ryosuke.

FIN