Él se encontraba sentado en la pequeña sala de estar, respondiendo algunos mails de la empresa, cuando escuchó las risas y comentarios que Daehyun estaba haciendo acerca de Junhong cuando todavía estaba ahí. Sabía lo malditamente molesto que podía llegar a ser el chico de Busan, sumado al ácido sentido del humor de Himchan, más los comentarios inteligentes de Youngjae y, además, la suave risa de Jongup, que aunque muchas veces no sabía el rumbo de la conversación, siempre lograba hacer un comentario bobo. 

Y a Yongguk no le hubiera molestado esa situación, de haberse tratado de otro tema del cual se reían. 

Pero se trataba de Junhong. 

Su maknae. 

"¡Yah, ustedes!". Llamó bruscamente, levantándose del sofá en el que estaba sentado; y todo el mundo se giró a mirarlo desde la mesa en donde estaban terminando de cenar. Miró el lugar que debía de haber ocupado Junhong y su malestar se incrementó al notar el plato casi intacto, la comida apenas tocada. Gruñó ligeramente y, mientras miraba a todos en la mesa, dijo: "¿Es mucho pedir que coman en silencio al menos una vez?" 

Su voz sonó una octava más baja y observó como Daehyun se encogió en su lugar, mientras Youngjae miraba desinteresado su plato. Jongup a su lado lo imitó y Himchan lo miró con el ceño fruncido, evidentemente molesto. 

"¿Cuál es tu problema?". Pidió el rubio, en un tono nada amable.  

Yongguk miró a Himchan, y el rubio desvió la mirada. 

"Terminen de cenar y váyanse a la cama, tenemos ensayo mañana en la mañana".  

Y con eso tomó su I-pad, encaminándose hacía su habitación. El silencio rodeó la pequeña cocina, y no le sorprendió que el ambiente fuera el mismo al abrir la puerta de su dormitorio.

Miró alrededor del pequeño lugar, hasta tomarse con la imagen de Junhong, sentado en el suelo, mirando

 distraídamente por el vidrio de la puerta corrediza que daba al pequeño balcón afuera. Sus audífonos estaban en sus oídos, y a Yongguk le pareció escuchar Lose Yourself desde donde estaba parado.  

A pasos lentos se encaminó hasta sentarse junto a Junhong, su mano moviéndose automáticamente hasta el hombro del otro, dándole un apretón suave. 

Junhong no dijo nada y tampoco lo hizo Yongguk. 

Nunca había sido bueno tratando de reconfortar a los demás, ese trabajo casi siempre lo hacía Himchan, y en ese momento realmente deseó saber las palabras correctas que debía decir para poder hacer sentir mejor a Junhong. Sin embargo, de su boca no salió nada. Y no porque no pudiera, sino que jamás supo cómo expresarse correctamente. 

Sus letras eran agresivas, llenas de verdades crudas, y malas palabras, de todo lo que pensaba, pero que no podía expresar; y siempre supo que era a través de la música donde realmente podía decir todo lo que quería y que, además, la gente seria capaz de entender, aunque fuera un poco, como era que se sentía y pensaba.

Entender el lío que era Bang Yongguk.  

Pero, su cabeza siempre era un lio creativo, tan llena de tantas cosas, entre el grupo, las promociones, las coreografías, los programas de música, nuevas canciones que debía componer... etc., etc., etc.; siempre tenía muchas responsabilidades de las cuales ocuparse, pero aun así, siempre tenía tiempo para lidiar con Junhong. 

Con su maknae.  

Él sabía cómo se sentía, diablos, quizá era la única persona dentro del grupo que realmente entendía como era ser el maknae. Yongguk lo había experimentado en carne propia muchas veces, más de las que le hubiera gustado, a decir verdad. Y aunque ser el maknae también tenía sus beneficios, en ocasiones realmente olvidaba cuales eran. 

Todo había comenzado por su hogar, donde sus padres siempre estuvieron más atentos a su hermana y a su hermano mayor; que a pesar de ser gemelos, Yongnam tuvo la dicha de nacer diez minutos antes, por lo cual Yongguk era el más joven. El bebé de la casa. El maknae. 

En su grupo de amigos, él siempre era de los más jóvenes. Su madurez era a veces tan abrumadora, por lo que prefería pasar su tiempo libre con chicos mayores que él. A quienes agradecía infinitamente por mostrarle un poco de la música que ahora era parte de su vida. 

Cuando se unió a Soul Connection, de nuevo le tocó llevar ese título. No importaba que sus habilidades musicales fueran mejores que las de algunos de sus hyungs, él, Jepp Blackman, seguía siendo el maknae. 

Una vez que tuvo la oportunidad de formar parte de TS Enter., otra vez, pasó a ser uno de los trainees más jóvenes, a pesar de su edad. Obviamente después se unieron a el Himchan y Jongup, pero sus interacciones eran casi nulas. 

Después, cuando se unió al elenco de Lululala, y pasó a ser el maknae del grupo. 

Esa, quizá, fue la peor parte de todas. 

Él es un tipo serio, que prefiere un poco de tranquilidad, escuchando o haciendo su música, creando letras en su cabeza, plasmándolas en papel, para después, transmitirlas a la gente que lo rodeaba, viendo sus rostros sorprendidos ante la magnífica obra que había realizado. Pero en lugar de estar encerrado en su estudio 24/7, tuvo que colaborar en un tonto show que sólo lo hacía sentirse incomodo todo el tiempo. 

Sólo sonríe, Yongguk. Sólo sonríe. Se repetía constantemente. 

Fue, exactamente, durante uno de esos días, cuando regresaba al estudio de la TS después de un arduo y extenuante día de grabación, cuando el Manager-hyung llegó. 

Yongguk no le prestó mucha atención, concentrado en terminar la introducción de su nueva colaboración, cuando 
descubrió una figura extra a lado de su Manager. 

Esa fue la primera vez que conoció a Junhong. 

Él niño estaba mirando entusiasmado todo lo que llegaba a sus ojos desde atrás del manager, a una distancia prudente de donde se encontraba. Yongguk tuvo que darle un segundo vistazo al descubrirlo mirando intensamente lo que tenía en su laptop. 

"¿Necesita algo?". Pidió cortésmente y el manager asintió, mientras miraba atentamente su celular. 

"Él es Choi Junhong, acaba de unirse a la compañía, y será tu compañero en la sub-unidad de la que te habíamos comentado, por favor, trátalo bien".  

Y se marchó. 

Yongguk se quedó mirando la puerta cerrada, aun desconcertado, después miró al niño, que estaba parado a un lado de la puerta, jugando con los cordones de la capucha de su hoodie. El niño no parecía mayor de catorce años y Yongguk tuvo que retener un bufido de burla ante la idea de tener que cuidar de un simple niño. 

Regresó a su trabajo, tratando de concentrarse hasta que sintió una presencia a su espalda. Irritado se giró, 
topándose con los ojos de gacela del niño, mirándolo inocentemente. 

"¡Quiero practicar mi rap con Bang Yongguk-sunbaenim! ¡Por favor, sunbaenim, déjame practicar contigo!" 

El niño pidió, no, casi rogó y Yongguk tuvo que asentir, contrariado por la extraña emoción al ser llamado sunbaenim y no s-shi o goon como estaba acostumbrado. 

Así que decidió probar al niño, una vez que se sentaron juntos, a un lado de la consola que estaba usando. Buscó entre los archivos de su computadora, hasta que encontró una carpeta, donde tenía un montón de undergrounds, que, 
seguramente, el niño no conocía. 

"Voy a comenzar yo". Dijo. 

Y, Dream VS Reality comenzó a sonar en los altavoces del lugar. 

Yongguk observó asombrado como los ojos del niño se iluminaron. Él conocía esa canción. 

Sonriendo de medio lado, dejó envolverse por las letras que su amigo (y hyung) Maslo había compuesto. Cuando las ultimas estrofas de la primera parte estaban terminando, miró al niño, quien lo miraba embelesado, él aclaró torpemente su garganta al verse descubierto, para después tomar una gran bocanada de aire. 

Los ojos de Yongguk se abrieron con sorpresa cuando las palabras brotaban de la boca del niño tan rápido como lo haría el mismo Outsider-hyung. El niño se había quedado sin aire al final de la última estrofa, pero eso no quitaba el hecho de que había ado casi 16 silabas por segundo. 

Con un silbido de aprobación, aplaudió y felicitó al niño, no, él felicitó a Junhong. 

Observó como las mejillas de Junhong se colorearon de rojo, mientras inclinaba su cabeza respetuosamente ante los cumplidos que Yongguk le estaba dando. 

"¡Bien hecho, Junhong! ¡Eres bueno, realmente bueno! ¡Sólo tenemos que pulir tu técnica, pero wow, eres mucho mejor que yo!". Dijo entusiasmado y observó la expresión casi herida de Junhong. 

"Yo nunca seré tan bueno como mi hyung". 

Yongguk se quedó con la expresión congelada, pero después una sonrisa se extendió en sus labios lentamente ante el término que Junhong había utilizado. Sonriendo genuinamente, Yongguk dejó que su mano acariciara el cabello de Junhong suavemente mientras los dos reían. 

"¿Podemos practicar otra vez?" 

Junhong pidió y Yongguk no lo dudó ni un segundo. 

"Cualquier cosa por mi maknae". 

Después de su colaboración con su Jieun y antes de que lanzara su primer single y justo cuando las promociones con Never Give Up estaban por comenzar en un par de meses, Yongguk fue notificado de que B.A.P, el primer y nuevo grupo a de la TS, ya estaba completo y que él, quien siempre había sido el maknae, sería el líder 

Él, Bang Yongguk, sería, por primera vez, un líder. 

A pesar de no tener mucha experiencia en el campo, logró adaptarse con rapidez a todos los bruscos cambios que estaban sucediendo y, en un abrir y cerrar de ojos, Warrior ya estaba en el mercado y se estaban preparando para su primer concierto. 

Yongguk aún recuerda la emoción que sintió la primera vez que se presentó ante un show. 

"Soy Bang Yongguk, ro principal y líder de B.A.P" 

Las palabras las había repetido infinidad de veces ya, pero aun así, Yongguk seguía sintiendo la misma emoción de siempre. 

Había sido difícil al principio, convivir con otras cinco personas, —seis, por las cosasiones en que el manager estaba con ellos—, pero habían sobrevivido; y a pesar de que todos eran como una familia ahora, él sabía lo difícil que era para Junhong a veces. 

No sólo por ser joven, sino por ser el más joven de todos, por ser el maknae del grupo. 

No sería un buen líder si aplicara su evidente, —según Himchan—, favoritismo hacia Junhong en ocasiones, pero simplemente no podía evitarlo. 

Veía la expresión cansada en el rostro de Junhong muchas más de las ocasiones que había contado con anterioridad. 

Y Yongguk sabe lo cansado que ser el maknae puede llegar a ser. Tener que acatar todo lo que se te ordena, de manera 
respetuosa y amable, estar siempre sonriente y lleno de energía, actuar tímido o lindo y demás cosas que no se atrevía a recordar. 

Todo era tan agotador. 

Él veía que Junhong hacia todo lo posible por complacer a sus hyungs, en casi todo lo que le pedían. Desde favores tontos, hasta llegar a tomar sus cosas sin su permiso. 

Pero Junhong era el maknae, él debía de aceptar eso.

Pero Yongguk era el líder y él no iba a tolerar que jugaran con su precioso maknae de esa manera. 

Bromeaban a veces sobre Junhong, como lo hacían con las mejillas regordetas de Youngjae, lo diva que se ponía Himchan en ocasiones, lo despistado que podía llegar a ser Jongup o el constante apetito de Daehyun, pero para todo había un límite y muchas veces, todos lo sobrepasaban con Junhong. Y las últimas semanas, las cosas 
habían estado empeorando, a tal grado que Junhong había preferido saltarse comidas o hacer otras cosas, estado siempre ocupado, en lugar de convivir con sus hyungs, y eso incluía a Yongguk, por supuesto. 

Él había hecho todo lo posible para detenerlos, pero casi siempre terminaba así, Junhong con un estado de ánimo por los suelos, furioso, triste e impotente. 

Los mismos sentimientos que Yongguk había sentido antes. 

La diferencia estaba en que Yongguk sabia actuar muy bien, él rara vez mostraba lo que realmente sentía, pero Junhong, era transparente como el agua. 

Cuando algo molestaba al maknae, todo mundo se daba cuenta, pero en lugar de detenerse y pedir disculpas,
seguían probándolo, hasta que Junhong se quebraba. Y Yongguk no podía soportarlo más. Pero no podía ser tan 
evidente o la estabilidad que había creado dentro del grupo se rompería en un abrir y cerrar de ojos, aunque lo único que deseaba era estrangular con sus propias manos a todo aquel que se atrevía a dañar a su maknae.  

Dando un gran suspiro, esperó hasta que vió la expresión de Junhong relajarse. Lo miró quitarse el auricular izquierdo, del lado donde Yongguk se encontraba sentado, y aguardó a que hablara. 

Esa era la rutina a la que ya estaban acostumbrados. 

Los demás miembros molestaban a Junhong, él se sentía herido y prefería irse a seguir soportándolos. Yongguk los reprendía e iba tras él, ambos se quedaban en silencio, Junhong con la mano de Yongguk sobre su hombro, 
reconfortándolo, mientras el cómodo silencio los inundaba, cada uno sumido en sus propios pensamientos y comúnmente era Junhong el primero en hablar, agradeciendo a Yongguk por el apoyo. 

Porque él, Junhong, sabía. 

Él sabía que todo lo que sentía y pensaba, Yongguk lo había sentido y pensado también. Se sentía comprendido, pero más que nada, se sentía apreciado, querido. Yongguk era la base principal de B.A.P, y además, el pilar de Junhong. 

El maknae no sabía que sería de él sin tener al líder a su lado. 

En ocasiones como esa no eran necesarias las palabras, Junhong sabía que Yongguk no era muy bueno con ellas, pero siempre estaba ahí, siempre había estado ahí, y él se lo agradecía. 

Sonriendo, tomó el audífono que había sacado y lo colocó en el oído derecho de Yongguk. Ambos sonrieron ante la conocida melodía. 

"Recuerdo ese día". Murmuró Junhong y el líder lo miró, expectante, su brazo acariciando ligeramente su espalda, animándolo a que continuara. 

"Cuando te vi ahí, me sentí tan emocionado, y cuando te escuché ar pensé: ¡Wow, él debe ser un hyung genial!". 

Junhong escuchó la risa de la persona a su lado e, inconscientemente, rió un poco también. 

"Yo recuerdo...". Yongguk continuó y el maknae lo miró, atento. "...recuerdo que cuando te oí ar la primera vez pensé: ¡Hey, este niño tiene talento! Y entonces mi cabeza comenzó a idear miles de canciones que debía componer y que debíamos cantar juntos". 

Ahora fue el turno de Yongguk de sonreír ante la suave risa de Junhong. 

"Aún podemos hacer eso, hyung". 

Junhong murmura, tan cerca de Yongguk, que casi están respirando el mismo aire. 

Yongguk se inclina ligeramente, hasta que sus labios están conectado con los de Junhong. Es un simple rose inocente, pero que envía miles de descargas eléctricas por todo su cuerpo. Ambos se quedan sumergidos en un agradable silencio, con las estrofas de Dream vs Reality todavía flotando en sus oídos. El brazo de Yongguk ahora descansando en la cintura de Junhong, quien recarga todo su peso sobre el hombro del líder, ambos aun sentados en el piso, mirando por el vidrio de la puerta corrediza hacia afuera. 

"Lamento—". 

Yongguk comienza pero Junhong lo corta, ya conociendo esa línea. 

"Yo entiendo, hyung. Yo soy el maknae después de todo". 

Junhong murmura en un tono de voz tan amargo, que Yongguk siente su estómago apretarse dolorosamente. 

"Pero eres una persona también, Junhong, no mereces que ellos te tratan así, necesitas defenderte, ¿me oyes? No dejes que jueguen contigo de esa manera”. 

Yongguk dice, y escucha reír ligeramente al maknae. 

"Hyung, ¿me da su aprobación?" 

Yongguk asiente y Junhong suelta una risa que llena de una satisfactoria calidez el pecho del líder. 

"¿Vamos a cenar fuera?" 

Yongguk dice de la nada, sorprendiendo a Junhong, quien comenzaba a tararear una de sus canciones. Sin embargo, el maknae asiente, feliz, poniéndose de pie de un salto, corriendo a un lado de la habitación para tomar una de sus chaquetas. Él espera, hasta que el líder se coloca un hoodie con capucha y toma su billetera. 

Cuando los dos salen de la habitación, riendo de un comentario que hizo Junhong, se encuentran con los demás miembros de B.A.P mirando curiosos la escena. 

Yongguk nota que Daehyun y Youngjae se encuentran lavando los platos, mientras Himchan y Jongup los secan y colocan en sus respectivos lugares. 

Alza una ceja con curiosidad, contrariado por la conducta de sus miembros, mientras Junhong se mueve incomodo a su lado. Escucha a Himchan toser torpemente, llamando su atención. 

Ambos lo miran. 

"Junhong-ah...". Llama Himchan y Junhong parpadea, acercándose un poco más a Yongguk buscando su protección, él inmediatamente envuelve un brazo en el maknae.

"Nosotros... er...". Balbucea Daehyun, buscando con sus ojos a Youngjae, pidiendo ayuda. 

"Queríamos... queremos, uh...". Se corrige torpemente y el extraño comportamiento de esos dos, hace aún más curioso a Yongguk. 

La habitación se sumerge en un incómodo silencio hasta que alguien habla.  

"Lo que los hyungs y yo estamos tratando de decir, es que realmente sentimos lo de hace un momento y queremos que disculpes nuestra tonta conducta contigo estos últimos días". 

Todo mundo mira a Jongup, quien continua secando un par de platos como si nada hubiera pasado. 

Yongguk no sabe lo que le sorprende más, si la acción del bailarín o la expresión avergonzada en los rostros de los otros tres miembros, que están mirando el suelo, completamente incomodos. El líder desvía su mirada hacia el maknae, quien está sonriendo. 

No, él está sonriendo de esa manera. 

Yongguk sonríe también, porque sabe lo que vendrá a continuación. 

"Acepto sus disculpas". 

Junhong dice con serenidad, una sonrisa de medio lado en su rostro. Daehyun, Youngjae y Himchan lo miran, sus caras llenas con una mezcla se sorpresa y alivio. 

Himchan está por agregar algo más, pero Junhong se le adelanta. 

"Y si vuelven a tratarme de esa manera, me asegurare de hacerlos pagar—. Vamos, hyung, muero de hambre". 

Yongguk sonríe burlón, al ver la expresión de asombro en el rostro de Youngjae, la mueca de horror de Daehyun y la cara de shock total de Himchan, quien parece un pez fuera del agua; y casi ríe al ver maniobrar a Jongup con un plato, ante la sorpresa. 

No se queja cuando Junhong lo arrastra hasta afuera del edificio, ambos riendo a carcajadas ante el recuerdo de las caras de los demás integrantes. 

Junhong se olvida del amargo sabor de boca de hace un momento al escuchar a Yongguk reír a su lado una vez que terminaron de cenar en un pequeño local al aire libre a un par de calles de su dormitorio. Cuando se levantan para regresar, sonríe al ver al líder acercarse a pagar al pequeño mostrador, tomando un paquete de galletas que Junhong adora. 

Cuando Junhong toma su lugar al lado su líder para encaminarse de vuelta al dormitorio, siente su cara calentarse al notar al otro tomar su mano suavemente, entrelazando sus dedos. Junhong ríe y Yongguk le pasa el paquete de galletas que había comprado, él le agradece y ambos de acercan más cuando una ligera brisa fría les da de lleno. 

Y es entonces cuando Junhong piensa que quizá no sea tan malo ser el maknae después de todo. 

Siempre y cuando tenga a Yongguk como su líder, su pilar, su familia, su novio y su todo, a su lado.