A/N: Mil Disculpas por la tardanza!, trataré en lo posible de actualizar más seguido este fic.

Aquí un nuevo cap. y sólo nos queda un Dios por descubrir!. Este fic ya está llegando a su final así que estén atentas.

Gracias por sus comentarios y por esperar por una nueva actu!

*Flashback*

-HyeSungie cariño, no seas tímido – insistía Eric a su novio parado frente a él con la hermosa vista de una enorme piscina a sus espaldas

-NO! – volvió a responder firmemente el adorable muchacho sujetando fuertemente la toalla que llevaba envuelto sobre sus hombros

-cariño estamos en una piscina pública, hemos venido aquí a disfrutar del sol y nadar un rato, me dijiste que eras buen nadador! – se quejó Eric tratando de convencer a su novio por enésima vez

-para empezar nunca me dijiste que vendríamos a una piscina pública cuando me sacaste de casa con engaños! – reclamó HyeSung sujetando con más fuerza la toalla que llevaba encima

-está bien lo siento por eso, pero era la única manera de traerte, vamos HyeSungie! Quiero nadar al lado de mi adorable novio – Eric puso su mejor sonrisa arrodillándose frente a la banca donde se encontraba sentado su novio

-entonces deja que entre a la piscina como quiero – respondió HyeSung

-HyeSungie estamos en el siglo XXI! Ya nadie entra a nadar con la camiseta encima! – se quejó Eric

-entonces ahógate tú solo! No pienso quitarme la camiseta sólo para tu deleite…, ertido! – acusó HyeSung a su novio

-llevamos casi un año juntos y hasta ahora no me has dejado verte sin camiseta! Eso no es justo tú ya me has visto completamente desnudo varias veces!

-eso no es porque lo haya querido! Tú tienes la culpa por pasearte por todo el departamento sin nada puesto!

-vamos HyeSungie, hace calor quiero refrescarme en la piscina – insistía Eric gimiendo como si fuera un bebé pidiéndole un dulce a su mamá

-no! Déjame aquí y ve tú si quieres

-está bien hagamos algo, si aceptas entrar conmigo prometo comprarte un helado de ese que tanto te gusta – ofreció Eric mostrando su mejor sonrisa

-crees que me vendería por un helado?

-ok, que tal esto! Haré la limpieza del departamento por toda la semana!

HyeSung estuvo a punto de responder pero un pensamiento detuvo sus palabras. Eric sonreía saboreando su gran victoria ya que aparentemente su novio estaba a punto de ceder a sus exigencias.

-un mes, limpiarás el departamento por un mes, lavarás todos los platos, limpiarás el baño, harás la cama, regarás las plantas y harás las compras del supermercado – propuso HyeSung

Eric lo pensó por unos segundos antes de aceptar la oferta, después de todo pasar por todo ese martirio limpiando el departamento por un mes bien lo valían por ver a su novio sin camiseta por primera vez.

-hecho! – respondió Eric poniéndose de pie para tener una mejor vista del momento más glorioso de toda su vida

HyeSung se puso de pie, dio un suspiro derrotado, miró a su alrededor asegurándose que nadie más esté observando en su dirección, dejó caer la toalla que llevaba encima sobre la banca donde estaba sentado y cuidadosamente colocó ambas manos a los lados sujetando los bordes de su blanca camiseta.

Eric observaba detenidamente con una gran sonrisa en los labios disfrutando cada segundo y cada movimiento que daba su novio

HyeSung cerró los ojos tratando de contener el rubor de sus mejillas, que ardían de lo avergonzado que se encontraba en ese instante.

Eric contuvo la respiración mientras observaba lentamente como la piel de su novio se hacía cada vez más visible mientras éste terminaba por remover su camiseta. 

Y finalmente Eric sintió que estaba a punto de sufrir un colapso ante la vista completa del torso desnudo de su novio. Eric había esperado mucho por este momento y sentía que estaba por alcanzar la gloria observando el frágil y hermoso cuerpo de su novio.

-no te quedes ahí mirando! Dijiste que querías nadar! – HyeSung tenía el rostro encendido en rojo fuego total

Eric tomó la mano de su novio llevándolo hasta la enorme piscina.

Una vez dentro Eric pensó disfrutar de la compañía de su novio jugando un rato en el agua con él, pero sus planes se vieron estropeados cuando notó las miradas de las demás personas fijas en su novio.

Por un momento Eric quiso pensar que estaba mal interpretando  esas miradas pero al ver a su novio apoyado en una de las paredes de la piscina con el cabello mojado dejando caer unas gotas de agua sobre sus hombros, supo lo que esas personas estaban observando. Y Eric se arrepintió de haber engañado a su novio para llevarlo a una piscina pública

-cariño mejor regresemos a casa, te llevaré a tomar un helado – Eric se aproximó a su novio tratando de cubrirlo con su propio cuerpo

-estás loco! Con todo lo que me costó entrar a la piscina y te quieres ir después de unos minutos! – respondió HyeSung escabulléndose de su novio nadando en otra dirección de la piscina

-HyeSungie regresa acá! – Eric siguió a su novio, ardiendo más en celos mientras veía cómo las demás personas alrededor, seguían con la mirada los movimientos de HyeSung

-tú quisiste esto! Por qué te quieres ir ahora? – interrogó HyeSung, deteniéndose al centro de la enorme piscina  

-por….porque…hace mucho frío! – respondió Eric tontamente

-estamos en pleno verano!

-HyeSungie, sólo sal de la piscina quieres?, te prometo que nunca más te volveré a traer con engaños, es más nunca volveremos a pisar una piscina! – habló Eric con tono firme, observando una vez más a las personas a su alrededor

-dame una buena razón para tus desvaríos, hace un rato te morías por que me metiera contigo a la piscina y ahora quieres regresar a casa

Eric volvió a dar una mirada alrededor, no pudiendo resistir más las intensas miradas lujuriosas dirigidas a su novio.

-YAH! DEJEN DE MIRAR A MI NOVIOOOOO!!! – vociferó en un arranque de celos.

HyeSung observó sorprendido a su alrededor, notando toda la atención puesta en él. Y sus mejillas volvieron a arder, sumergiéndose dentro del agua para ocultar su vergüenza.

*Fin del Flashback*

-Sungieeeeee…. - Llamó Eric aún con los ojos cerrados, sintiendo el calor del bien torneado cuerpo entre sus brazos.

Bien torneado cuerpo???... desde cuándo su novio se había ejercitado???...

-hey que estás haciendo!!!!!

Los ojos de Eric se abrieron como platos, poniéndose de pie de un salto al notar que el cuerpo que sostenía en brazos era de su recientemente incorporado a su grupo de rescate, el Dios de la Tierra, Dongwan.

Ambos hombres se miraron fijamente con miradas desafiantes y casi en posición de batalla.

-hermano!.... traje algo de comer que bueno que ya despertaron – interrumpió SunHo la batalla visual de las dos personas

SunHo se colocó de rodillas entre los dos hombres, colocando algunas frutas y otros vegetales sobre la tela tendida en el césped.

-no van a desayunar? – interrogó SunHo  confundido, observando a los dos hombres de cada lado.

-yah! De dónde sacaste eso? – se dirigió el Dios de la Tierra a su pequeño hermano

-estoy prohibido de recoger alimentos de los dominios de mi propio hermano? – cuestionó SunHo ofendido

Eric pestañeó un par de veces hasta reconocer que quiénes estaban argumentando frente a él no eran un par de niños pequeños, sino más bien dos de los Cuatro temibles Dioses de los Elementos.

-el camino parece estar despejado – se unió Chil Hyun al grupo con voz calmada y expresión solemne.

Los cuatro hombres comieron de los alimentos recolectados por SunHo por treinta minutos y luego reiniciaron su camino en dirección al castillo de An Seung Ho.

Antes deberían cruzar por el río de AnJin, dominio del Dios del Agua.

Fueron dos días de caminata para encontrarse frente al río de Anjin.

-Tenemos que atravesar ese puente? Eso es todo? – Eric rió casi incrédulo que toda su misión en este río se tratara sólo de atravesar el puente encima de éste.

-no subestimes a mi hermano – replicó SunHo

-bien, en marcha Sungie no puede esperar más – Eric lideró el camino aún incrédulo con el fin de su tercera misión

El río AnJin lucía en calma, casi llamando a la tranquilidad y al descanso.

Si no fuera por su misión, Eric estaba seguro que le encantaría pasar unos días pescando en este río en compañía de su novio.

Las aguas cristalinas del río, parecían hechizar a Eric. Los rayos del sol que resplandecían sobre las aguas del río, daba una sensación de ensueño.

Eric estaba casi totalmente capturado por la belleza que lo rodeaba.

La belleza proveniente de un calmado y paradisíaco río.

-CUIDADOOOOOO!!!

La voz de Chil Hyun despertó abruptamente a Eric de sus pensamientos, no dándole el tiempo suficiente para reaccionar cuando una inmensa ola, golpeó contra él y sus acompañantes, causando que el viejo puente donde se encontraban, colapsara bajo sus pies.

-sujétense!!! – se oyó la voz de SunHo

Todos se sujetaron por un extremo del viejo puente, golpeando el agua con demasiada rudeza.

De pronto la calma que había envuelto el hechizante río, había desaparecido.

Las aguas bailaban peligrosamente alrededor de Eric y los demás.

La corriente que se hacía más peligrosa, golpeaba contra ellos casi ahogándolos en cada ola.

Eric no tenía idea qué hacer, hubiera sido más fácil pelear con algo que pudiera ver, pero justo ahora no tenía más adversario que las aguas que continuaban ahogándolo dentro de ese río.

-ustedes son unos traidores, deben ser castigados junto con esos dos mortales – se oyó una voz grave retumbar claramente en los oídos de las cuatro personas

Eric reconoció esta voz como la voz que le pertenecía al Dios del Agua. Y como siempre, la localización de los Dioses era imperceptible.

Tener que luchar contra un enemigo físicamente inexistente y averiguar cómo vencer al Dios del Agua, no sería tarea sencilla.

-hermano! Fuimos engañados! Todos hemos sido engañados! – habló Dongwan con voz fuerte para alcanzar los oídos de su hermano que se mantenía oculto.

-traidores, los traidores deben morir!

De las aguas bailando peligrosamente alrededor, se levantaron las figuras de hermosos corceles cabalgando en dirección de los cuatro hombres.

-SunHo, Dongwan hagan algo!! – llamó Eric, alarmado por el peligro que se avecinaba

-no puedo hacer nada aquí! Mi poder no funciona en el agua! – respondió Dongwan, luchando por mantenerse en la superficie y no ser llevado por las peligrosas aguas que continuaban su danza mortal a su alrededor

SunHo trató de atacar a estos corceles, lanzando una fuerte ráfaga de viento en su dirección, pero esto sólo causó que los corceles se desintegraran, resultando en una especie de tormenta sobre los cuatro hombres que causó que sus manos se desprendieran de las lianas que los mantenían en la superficie.

-AHHHHHHHHHHHHHHH!!!

Exclamaron los hombres a la vez, siendo arrastrados por las aguas que parecían devorarlos con premura.

-hyung!!! – llamó SunHo, usando sus ráfagas de viento para evitar que su hermano sea arrastrado corriente abajo, hacia una especie de cascada que acababa de formarse de la nada.

Por otro lado, Eric y Chil Hyun luchaban por mantenerse sujetos a una especie de roca ubicada en medio del río.

-Eric tienes que atacarlo! – gritó Chil Hyun lo suficientemente alto para que el valiente guerrero pudiera oírlo en medio del ruido de las aguas que ensordecerían sus oídos

-cómo se supone que lo haga!! No puedo ver nada! – respondió Eric.

La inmensa y salvaje corriente golpeaba con más fuerza contra los cuatro hombres, haciendo imposible que continuaran resistiendo por mantenerse firmes en medio del río.

-arriba!! Arriba!! Mira arriba!!! – oyeron todos la voz de Dongwan

Eric alzó la mirada, encontrándose con una especie de espada hecha de hielo y una sombra envuelta en una nube alrededor, cayendo peligrosamente hasta tocar con la punta de la espada el agua.

Fueron sólo segundos, para que Eric y sus amigos empezaran a abrir los ojos como platos, sintiendo el corrientazo de desesperación golpear dentro de ellos.

Apenas la espada tocó el agua que los mantenía prisioneros, todo a su alrededor empezó a congelarse.

-SunHo!!! Haz algo!! – llamó Eric, viendo como poco a poco el agua que lo rodeaba se iba transformando en un bloque de hielo

-no puedo! No…

-Eric usa el escudo!! – gritó ChilHyun, rompiendo con su espada los bloques de hielo que se iban formando a su alrededor.

Eric tomó el escudo que llevaba asido a la cintura sujetándolo en alto para evitar que tocara el agua que ya estaba congelando a su alrededor. Sunho y Dongwan estaban resistiendo a su lado, sujetos a una roca.

-cuando cuente tres! Todos salten! – ordenó Eric con voz potente

Los tres hombres asintieron, preparándose para lo peor.

-uno! – Eric sujetó el escudo con fuerza lo más alto que pudo

-dos! – el escudo se abrió, aumentando su tamaño casi al máximo

-TRES!!!- los cuatro hombres saltaron lo más alto que pudieron, impulsados co ayuda del poder de Sunho

Eric deslizó el escudo que llevaba en alto por debajo de los pies de los cuatro hombres, cayendo todos luego de rodillas sobre el escudo que se deslizó sobre el río completamente congelado ya.

Los cuatro hombres se deslizaban río abajo por la fricción entre el metal y el río de hielo. Sunho usó su poder para re-direccionarlos en sentido contrario hasta una posición más segura.

Las sorpresas no terminaron para el grupo, cuando de pronto del río de hielo empezaron a nacer peligrosas y filudas dagas, amenazando su estabilidad dentro del escudo que fungía como una especie de balsa.

Chil Hyun usaba su espada para combatir las filudas dagas, SunHo trataba de desvanecerlas usando un tornado pero las dagas no se movían ni un centímetro. Eric trataba de usar su espada pero éstas armas parecían no tener fin.

Dongwan permanecía en medio de los tres hombres, sin saber qué hacer para ayudarlos. Su poder no funcionaba en el agua al menos que tuviera un poco de tierra o algún árbol cerca. Y en ese instante una idea pasó por la mente del Dios de la Tierra

-SunHo! Ves ese árbol! – señaló Dongwan el enorme árbol que reposaba en las orillas del río

Sunho asintió brevemente, concentrándose en fortalecer la potencia de su tornado.

-tira ese árbol! Tráelo lo más cerca que puedas sin que sus raíces toquen el río! – ordenó Dongwan a su hermano

Inmediatamente Sunho hizo como su hermano indicó. Dirigió su pequeño tornado en dirección del enorme árbol, arrancándolo de raíz hasta que el árbol terminó casi volando sobre sus cabezas.

Al instante de sentir el contacto, Dongwan usó su poder, haciendo que las raíces del árbol se alargaran  a tal magnitud que sirvieran como poderosos látigos que iban limpiando el camino alrededor, cortando y eliminando con gran facilidad las dagas que seguían naciendo del río de hielo.

-dónde demonios está ese Dios! – Eric miraba en todas direcciones, enfocándose ahora en la búsqueda del Dios del agua.

Dongwan y Sunho estaban haciendo un estupendo trabajo combatiendo el ataque en el río.

Pero el alivio les duró poco cuando de pronto el hielo empezó a derretirse, comenzando a ebullicionar a gran velocidad. Era como si los cuatro hombres se encontraran dentro de una olla hirviendo.

-ahhh!! No resisto!... el vapor me está asfixiando! – Sunho dejó caer sus brazos, enviando el árbol que mantenía en alto de regreso a la orilla.

-Eric!... tenemos que salir de aquí si no queremos terminar cocinados! – intervino Chil Hyun.

El vapor que emanaba de las aguas hirvientes estaba asfixiando a los cuatro hombres.

Eric miró de lado a lado buscando algún escape posible. El escudo debajo de sus pies, empezaba a quemar sus piernas.

-Sunho! Puedes usar tu poder para impulsarnos hasta la orilla? – se dirigió Eric hacia el débil Dios que luchaba por mantener su respiración estable

Sunho asintió débilmente, preparándose para hacer un último esfuerzo.

-a mi.. ahhh! – Eric sintió como su piel empezaba a calcinarse al contacto con el ardiente escudo.

-ahora! Hazlo ahora o moriremos calcinados!!! – urgió Dongwan a su hermano

Sunho alzó las manos en alto, trayendo una gran ventisca que impulso el escudo y a los cuatro hombres fuera del río en un movimiento demasiado violento para el gusto de los cuatro hombres.

-AAAHHHH!!! – exclamaron los cuatro hombres mientras eran expedidos en toda la amplitud de la orilla

“Eric-ah confío en ti”

Eric sintió la voz de su novio tan cerca a su oído que creyó estar soñando.

Pero la terrible ola que cayó sobre él al minuto, lo hizo despertar, dejando a un lado sus fantasías para concentrarse en la batalla que aún no tenía fin.

-abajo!! – oyó el valiente guerrero la voz potente del Dios de la tierra.

Instintivamente Eric, se lanzó al suelo viendo pasar sobre su cabeza filudas hojas que avanzaban en dirección a la figura de agua en medio del río.

El Dios del Agua finalmente había hecho su aparición.

-Eric! Usa el escudo! – oyó ahora Eric la voz de Chil Hyun, tratando de no ser absorbido por una especie de remolino que enraizaba en el río a pocos metros de distancia.

Chil Hyun tenía razón, el poder del Dios del agua no tenía límites.

Eric tomó su escudo, que no tenía idea cómo regresó a sus manos. y lo lanzó con toda su fuerza en dirección a la figura de agua. Mas el escudo atravesó la figura sin hacerle ningún daño y fue devuelto con la misma velocidad, impulsado por otro remolino amenazador.

-Eric!!! – llamó Sunho, usando un corrientazo de viento máximo para detener el curso del escudo y direccionarlo a clavarse a mitad de un grueso árbol.

Eric luego sintió las dagas de hielo caer peligrosamente por sus lados.

Esquivando magistralmente el ataque, Eric logró recuperar su escudo y defenderse apropiadamente al mismo tiempo que contraatacar contra las dagas y figuras de hielo que ahora salían del río, arrinconando a los cuatro guerreros en un círculo protector.

-maldición! No podremos llegar a él nunca! –exclamó Eric con las fuerzas a punto de abandonarlo.

La pelea parecía nunca tener fin y todos sus ataques parecían en vano.

El Dios del agua se mimetizaba perfectamente en la corriente del río, haciendo imposible mostrar alguna debilidad donde obtener una victoria.

-ustedes traidores deben morir!! – oyeron todos la voz del Dios del agua, siendo arrastrados en una inmensa ola que los trajo de regreso dentro del río.

-AAAHHH!!

Eric no quería darse por vencido, iba a derrotar a ese Dios a un a costa de su propia vida. Su amado novio esperaba por él.

Luchando dentro de la corriente, Eric trataba de tomar su espada en busca de enfrentar directamente al Dios que se ocultaba dentro del río.

Pero Eric de pronto sintió una fuerte presión sobre su cuerpo, siendo levantado en alto por una especie de brazo humano formado con la corriente del río.

-Eriiiiicc!!! – llamaron los tres guerreros restantes a la vez, luchando ellos mismos por no ser tragados por la corriente.

-muerte a los traidores! – se oyó como un relámpago la voz del Dios del Agua que se hizo presente en su forma humana sobre las cabezas de los cuatro guerreros

“detente”

Una voz sublime y calmada susurró a oídos del temible Dios

-son traidores! Deben morir! – respondió el Dios del Agua al susurro de aquella voz

-AAAHHH!! – exclamó Eric al sentir la presión en su cuerpo quebrar sus huesos con lentitud

“no lo hagas”

-esta gente, son traidores, traicionaron a nuestro Príncipe!

-Eric usa tu espada!!!... usa tu espada!!! – exclamaba Chil Hyun en ayuda del Valiente Guerrero que estaba a punto de perder la conciencia

“detente ahora”

-el castigo para todo traidor es la muerte!!

El Dios del agua alzó uno de sus brazos, enviando un último ataque contra Eric.

Mas en medio del mortal ataque, el cielo oscureció, dando pasos a temibles y ensordecedores relámpagos.

“levanta tu espada”

Oyó Eric la voz que le era familiar. Inmediatamente Eric usó lo último que le quedaba de fuerza, levantando su espada en dirección del Dios del Agua, lanzándola sin pensarlo mientras un relámpago golpeaba contra ésta, causando una especie de electroshock sobre el Dios al contacto de la fuerza del rayo contra su cuerpo.

Inmediatamente, las turbias aguas del río, se hicieron calmas y cristalinas. El cuerpo de Eric cayó dentro del agua sublimemente, siendo tomado por Chil Hyun con ayuda de Sunho de regreso a la orilla.

-y mi hermano? – llamó Sunho una vez los cuatro hombres fuera de peligro.

-no podemos dejar que muera! – Chil Hyun y Dongwan corrieron de regreso al río, cuando una enorme ola se levantó frente a sus ojos.

Los tres hombres consientes se prepararon para empezar a librar una nueva batalla cuando vieron el cuerpo del Dios del Agua siendo levantado por una especie de luz resplandeciente que lo envolvía, hasta dejarlo tendido sobre el césped.

-hermano!! – corrió Dongwan en ayuda del Dios.

-no!... traidores! – rechazó el Dios la ayuda de su hermano

-no hermano fue Seung Ho! Él nos hechizo! – se defendió el Dios de la tierra.

-ustedes traicionaron al Príncipe! – insistía el Dios del Agua

-hermano tienes que creernos! – suplicaba Sunho.

“cree en tus hermanos, ellos dicen la verdad”

-no! Son traidores! Todos ellos! – apuntó el Dios del agua contra el cuerpo desfalleciente de Eric.

Y luego todos vieron lo que jamás se imaginaron que verían.

El Príncipe Pil Kyo caminó delante de ellos hasta inclinarse frente al valiente guerrero que permanecía inconsciente y colocar sus manos sobre sus heridas que desaparecieron inmediatamente en un parpadear para asombro de todos.

El Dios del Agua no podía creer lo que estaba viendo. El Príncipe Pil Kyo estaba frente a sus ojos, sanando a uno de los que él creía eran traidores.

“cree en tus hermanos Choong Jae”

Fue lo último que oyó el Dios del Agua, sintiendo la mano del Príncipe Pil Kyo reposar sobre su hombro antes de desaparecer frente a todos con una cálida sonrisa.

El Dios del Agua cayó sobre sus rodillas, una vez entendido su error al juzgar de manera equivocada a sus hermanos.

-h-HyeSung?... HyeSung… - llamó Eric, abriendo los ojos, poniéndose de pie de un salto al verse completamente recuperado de sus heridas

-el Príncipe Pil Kyo te ha sanado valiente guerrero, sabes lo que significa cierto? – se acercó Chil Hyun a Eric

Y claro que Eric sabía lo que eso significaba, al Príncipe le quedaba menos de tres días de vida.