El Quinto Elemento

El Quinto Elemento

A/N: Ha pasado mucho timepo desde que actualicé este fic, mis disculpas a todas las lectoras que seguían este fic. Decidí darle un giro a la historia, así que acquí está el esperado final! . Gracias por todos sus comentarios, por su apoyo y por su comprensión por la larga pausa con esta historia. Y más aún, gracias por seguir leyendo!

 

El silencio y la calma parecían haber regresado al enorme salón. A sus alrededores, los cuerpos yacientes sin vida de los guerreros que minutos antes habían dado una feroz batalla, adornaban ahora el espacio. Solo un hombre permanecía de pie. Un hombre que observaba con desprecio y odio, los cuerpos de los cuatro hombres que debían proteger la preciosa vida del Príncipe Pil Kyo.

Una vida que era aún más valiosa para él. El general An Seung Ho

El soberbio General, dio una vuelta alrededor del salón, revisando uno a uno los cuerpos de los hombres que yacían inconscientes. Algunos ya no volverían a respirar jamás. Otros aún guardaban una mínima esperanza de dar un último exhalo, para cumplir los propósitos del general Seung Ho. Tal como lo había planeado.

Una sonrisa maliciosa escapó de labios del General Seung Ho. Su victoria estaba a tan solo un paso.

-es hora – susurró el General, tomando al Dios del Fuego por el cabello, alzándolo levemente hasta dirigirse escaleras arriba.

-n-n-no… a-aún no ha… acabado… - exclamó una voz en el rincón, deteniendo los pasos del General Seung Ho.

-aún sigues vivo? – sonrió con arrogancia Seung Ho, clavando su mirada en el cuerpo del hombre que trataba de reincorporarse con dificultad.

-v-voy… voy a pelear… hasta el final – continuó el hombre, colocándose de pie con las piernas aún temblándole de dolor.

-que estúpido… crees que tiene sentido tu pelea?. Por esta gente que quiere asesinar al Príncipe! – espetó Seung Ho contra el valiente guerrero.

Eric se sorprendió por el exabrupto de Seung Ho, fallándole las piernas, dejándolo caer sobre el frío pavimento.

-no… HyeSung… él no… - murmuró Eric, casi desfalleciente.

-supongo que ese anciano JaeSuk solo te contó la mitad de la historia – sonrió Seung Ho, colocándose de cuclillas frente a Eric.

 

Cuenta la leyenda, que cada 500 años, nace un bebé bendecido en la sagrada tierra de Terranópolis. Un niño. Un niño, con la belleza de afrodita, la inteligencia de Atena, el espíritu de pelea de Ares, y el liderazgo y soberanía de Zeus.

Un niño que llegará para bendecir esta tierra y mostrar que los Dioses nos favorecen. Pero como muestra de nuestra lealtad a los Dioses del Olimpo, el bebé deberá ser entregado en sacrificio cuando cumpla la cuarta parte de vida de un ciudadano normal de estas tierras. Eso es a los 25 años.

Por esos 25 años, Terranópolis será bendecida con riquezas y abundancia. Pero luego, el niño elegido deberá ser entregado en la cúpula que reposa en el punto central de los sagrados jardines del Palacio Real. La cúpula sagrada que es el medio directo entre los Dioses del Olimpo y Terranópolis.

La cúpula que lentamente irá absorbiendo la vida del Príncipe, conforme los días de celebraciones por su cumpleaños, hayan terminado.

Los Dioses absorberán la vida del niño bendecido. Abrirán su pecho y retirarán el Cristal de vida y poder que reposa dentro de él. Y  luego de terminar de absorber la energía restante en el Cristal, un nuevo Rey será elegido en Terranópolis.

“El inicio de un Nuevo y Próspero reinado”

 

-eso fue lo que leí en Los Libros Sagrados que Jae Suk escondía en su recámara – culminó Seung Ho, dejando a Eric con los ojos completamente en shock.

Todo este tiempo había estado tratando de rescatar a su novio, para entregarlo a una muerte segura.

-n-no es posible… no pueden hacer eso con HyeSung! – exclamó Eric, usando lo poco que le quedaba de energía, para explotar en furia frente al General Seung Ho

-claro que lo iban a hacer… por qué crees que el anillo donde estuvo encerrada la esencia del Príncipe, se mantuvo oculto en la cúpula dentro del Palacio?, por qué crees que fuiste llamado para rescatar al Príncipe? – habló Seung Ho, escupiendo fuego en cada una de sus palabras.

Eric aún no lo podía creer. Las personas en las que había confiado, en realidad trataban de asesinar a su novio.

-no es como crees… estás en un error! – se oyó una voz temblorosa a lo lejos.

Seung Ho y Eric giraron sus vistas al mismo tiempo, encontrándose con la figura del General Jihoon, caminando hacia ellos.

-es el destino del Príncipe, él lo aceptó desde su nacimiento – pronunció Jihoon, mientras sus pasos se hacían más cercanos a los dos hombres que no le quitaban la mirada.

-morir?... no creo que nadie se haya resignado tan pronto a su propia muerte! – espetó Seung Ho, atacando a Jihoon con una esfera de energía que éste logró bloquear con su propio poder.

-es sacrificio!

-es suicidio! Ustedes asesinarán al Príncipe! – acusó Seung Ho, volviendo a atacar a Jihoon.

-si el Cristal no es devuelto a los Dioses, Terranópolis dejará de existir! El Príncipe lo sabía! Él hizo su elección! – respondió Jihoon, volviendo a bloquear los ataques de Seung Ho

La cabeza de Eric empezó a girar en medio de la pelea de los dos Generales. Sus pensamientos iban y venían, sobre a quién creer. Sería posible que alguien fuera capaz de hacer semejante sacrificio?. Entregar su propia vida a favor de su nación?. En todos los años que Eric había compartido con HyeSung, él sabía que el corazón de su novio era noble. Capaz de hacer cualquier sacrificio por el bien ajeno.

Quizás si era el destino. Pero Eric no podía aceptarlo.

El ruido de un cuerpo cayendo violentamente contra el piso de mármol, regresó a Eric a la batalla en el Palacio del General Seung Ho.

-nosotros no te llamamos Valiente Guerrero, fue el Príncipe quién nos guió hasta ti. Para que lo ayudaras a cumplir su destino… - habló Jihoon con voz débil, yaciendo sobre el piso mármol.

-nadie va matar al Príncipe! – exclamó Seung Ho, clavando su espada dentro del estómago de Jihoon.

Los ojos de Eric saltaron de su sitio, viendo la frialdad con la que Seung Ho, estancaba su espada en el cuerpo de Jihoon.

-el Príncipe ama Terranópolis más que su propia vida… no lo condenes a morir en su propia culpabilidad… por la desaparición de Terranópolis… - logró pronunciar Jihoon, antes de cerrar los ojos.

 

 

Fue un minuto que se sintió como una eternidad. Los pensamientos de Eric seguían girando por todos lados. Entregar a su novio en sacrificio?. Sería capaz de hacerlo?. Por el bien de un planeta del que no tenía la menor idea de su existencia?. Arriesgar la vida del novio que tanto amaba y condenarse a pasar los siguientes años en soledad y sufrimiento?.

Eric no tenía la mínima idea de lo que debía hacer en ese instante.

Pero Eric también sabía que quien vivía en el cuerpo de su novio, no era sólo Shin HyeSung, sino también el Príncipe Pil Kyo. Ese Príncipe que amaba Terranópolis incondicionalmente y que estaría dispuesto a hacer cualquier sacrificio. Jihoon lo había dicho, vivir sería una condena, sabiendo que por ello su ciudad dejó de existir. Eric podía imaginarse los siguientes años, viviendo con un fantasma como novio. Sabía que HyeSung no se perdonaría haber vivido para ver su ciudad desaparecer.

El minuto más largo de su vida seguía corriendo. HyeSung sólo tenía escasos minutos para que su corazón se detenga. Y su muerte habría sido en vano. Eric tenía que tomar una decisión rápidamente.

-no te necesito… - oyó Eric las mortales palabras que lo despertaron de sus pensamientos.

Seung Ho se acercaba a paso lento y temeroso hacia el Valiente Guerrero, sosteniendo su espada en una mano, y en la otra, una pequeña vara de cristal.

-lo siento pero los dos no podemos tener al Príncipe… - habló Seung Ho con voz fría, alzando su espada en dirección del pecho de Eric.

El valiente guerrero despertó su espíritu de supervivencia, esquivando el ataque del General Seung Ho, rodando por el piso hasta tomar la espada del Dios del fuego y enfrentar a Seung Ho.

-estúpido! No entiendes que el Príncipe morirá de todas maneras si sigues insistiendo en combatirme! – exclamó Seung Ho, volviendo a atacar a Eric.

-no eres quién para decidir por el Príncipe! Él ya hizo una decisión! – respondió Eric, esquivando un ataque del General, y atacando de regreso.

-lo dejarás morir!! Pensé que lo amabas! – arremetió Seung Ho con furia, arrinconando a Eric contra una de las columnas más cercanas.

-lo amo! Y con toda mi vida!... es por eso que respetaré su decisión y no lo condenaré a un sufrimiento eterno! – se defendió Eric, logrando zafarse del temible General.

Seung Ho quedó tan sorprendido por la resolución de Eric, que no se dio cuenta en qué momento el Valiente Guerrero logró hacer un corte en su hombro derecho, dejándolo tendido sobre el piso de mármol.

-lo matarán! Ellos lo matarán!!  - exclamó Seung Ho con extrema furia, sintiendo la punta de la espada del Valiente Guerrero, hincar contra su cuello.

-tú lo matarás el doble si lo dejas vivir… - habló Eric con la voz entrecortada, golpeando el rostro del General Seung Ho, con la empuñadura de su espada.

Eric había tomado su decisión. Y sabía que no podía arrepentirse.

 

 

El Valiente Guerrero observó a su alrededor, mirando con desesperación los cuerpos yacientes de los Dioses de los Cuatro Elementos. Eric sabía que necesitaba los Cristales incrustados en el interior del pecho de los Dioses. Pero no sabía cómo hacerlo.

-l-la… t-t-tómala!... a-ayudará a… des…per…tar…los… - logró pronunciar Jihoon, alcanzando una pequeña botella con un líquido verde en su interior.

Eric corrió hacia donde se encontraba Jihoon, tomando la botella de sus manos, corriendo luego hacia cada uno de los Dioses, vertiendo el líquido sobre sus heridas y esperando porque el líquido hiciera efecto.

Sólo unos segundos después, los Dioses abrieron sus ojos lentamente, reincorporándose uno a uno con lentitud.

-qué pasó?... y el Príncipe?! – el primero en hablar fue le Dios del Fuego, observando al Valiente Guerrero con los ojos abiertos.

-queda poco tiempo – respondió Eric, indicando a los Dioses que era hora de ir a despertar al Príncipe Pil Kyo.

Pero antes que los Dioses pudieran subir las escaleras, Seung Ho abrió los ojos, bloqueando su camino con esferas de energía que regresaron a los Dioses al piso de mármol.

-no los dejaré!! No lo asesinarán mientras viva!! – exclamaba Seung Ho, atacando con más fiereza a los Dioses.

Uno a uno, los Dioses se defendían usando sus poderes, pero era casi imposible combatir a Seung Ho, estando débiles luego que el veneno aplicado por los secuaces del General, todavía estuviera circulando en su interior.

-Sun Ho, mi escudo! Puedes traer mi escudo!? – llamó Eric al Dios del Viento

Sun Ho, afirmó con la cabeza, lanzando una ligera ventisca por detrás de Seung Ho, trayendo a su lado el escudo del Valiente Guerrero.

-atrápalo!! – exclamó Sun Ho, dirigiendo la ventisca en dirección a Eric.

El Valiente Guerrero tomó el escudo con fuerza, disponiéndose a dar su última batalla contra el General Seung Ho.

-corran!! Corran!! – exclamó Eric, colocándose delante de los Dioses con su escudo en alto, bloqueando los ataques de Seung Ho.

Los Dioses no demoraron en correr escaleras arriba, esquivando algunos ataques que lograban colarse en medio de la barrera de Eric.

-NOO!!! No los dejaré!!! – atacó con más fuerza Seung Ho, haciendo retroceder a Eric.

-yo no te dejaré matarlo! – exclamó Eric, colocando con firmeza su escudo, delante del General, bloqueando su camino a mitad de las escaleras.

-tú lo dejarás morir! Yo le daré una nueva vida!! – lanzó Seung Ho una enorme esfera de energía contra el Valiente Guerrero, lanzándolo de espaldas contra el piso del segundo nivel del Palacio.

-no será vida para él! No lo entiendes? Lo condenarás a algo aún peor!! – continuó Eric su defensa, usando todo lo que le restaba de energía.

 

 

Los Cuatro Dioses corrieron rápidamente escaleras arriba, alcanzando con rapidez, la habitación dónde se encontraba cautivo el Príncipe. Sun Ho lanzó una corriente de viento contra la puerta, abriéndola de par en par hasta que los Cuatro Dioses lograron encontrarse con la imagen del Príncipe, yaciendo sobre la cama de mármol.

-Príncipe Pil Kyo! – exclamaron los Cuatro hombres a la vez, disponiéndose a tomar sus lugares.

-no lo harán!! Los mataré a todos!! – se oyó la voz fiera del General Seung Ho, ingresando a la habitación con paso temerario.

-nos condenarás a todos! Y matarás al Príncipe! – habló Minwoo con firmeza, enfrentándose al General.

-mejor que muramos todos a tener que vivir sabiendo que no pude hacer nada por salvarle la vida! – respondió Seung Ho, lanzando esferas de energía contra los Dioses.

-estás demente!! No condenarás a Terranópolis por tu demencia! – pronunció Choong Jae, atacando a Seung Ho con su poder.

-la vida del Príncipe es más valiosa que la de todos nosotros! No dejaré que lo asesinen!! – continuaba atacando Seung Ho a los Dioses, evitando que lograran acercarse a la cama de mármol.

La batalla se hacia más feroz, logrando finalmente Seung Ho, derrotar a los cuatro Dioses.

-no serán ustedes quiénes lo despierten para llevarlo a una muerte segura… yo acabaré con todos los que quieran atentar contra la vida del Príncipe Pil Kyo… empezando por los Dioses del Olimpo… - escupió Seung Ho sus palabras, sosteniendo la vara de Cristal que llevaba en manos, en alto.  

Seung Ho colocó la vara sobre el pecho del Dios del Fuego, empezando ésta a desprender una luz luminosa que cubría todo el pecho del Dios.

-NOOOO!! – ingresó Eric a la habitación, golpeando a Seung Ho con su escudo.

Los dos hombres cayeron sobre el piso, iniciando una lucha cuerpo a cuerpo, luego que la vara que sostenía Seung Ho, fuera despedida a varios metros de distancia.

-E-Eric!! – llamó el Dios del Fuego con voz débil, tratando de reincorporarse e ir en ayuda del Valiente Guerrero.

-no! no vengan! Háganlo ahora! Ahora! – detuvo Eric el avance del resto de los Dioses que habían despertado.

Los cuatro Dioses entendieron los comandos del Valiente Guerrero, corriendo en dirección de la cama de mármol.

-NOO!! NOOO!! – gimió Seung Ho, tratando de zafarse del agarre de Eric contra su cuerpo.

 

 

Los cuatro Dioses se colocaron en cada una de las esquinas de la cama, dirigiéndose miradas significativas, antes de cerrar los ojos y colocar ambos manos a la altura de sus pechos.

La pelea entre el General Seung Ho y el Valiente Guerrero se detuvo, observando ambos cómo los cuerpos de los Dioses, eran elevados ligeramente en el aire, mientras unas luces empezaban a desprender de sus cuerpos.

-no… - susurró Seung Ho con frustración.

Eric permaneció estático, observando toda la escena.

-por el Príncipe Pil Kyo… - pronunció Sun Ho

-por nuestra amada Terranópolis – pronunció Dongwan.

-por que en el día final, los cuatro elementos se reunirán… - pronunció Choong Jae

-… dando vida al Quinto Elemento… - pronunció Minwoo con firmeza.

Un enceguecedor rayo de luz, desprendió del interior de los pechos de los Cuatro Dioses, iluminando toda la habitación. El cuerpo del Príncipe Pil Kyo se elevó sobre las cabezas de los Cuatro Dioses, siendo rodeado por los rayos de luz.

Eric logró ver, a través de uno de sus brazos que cubría ligeramente sus ojos, los cuatro cristales que brillaban esplendorosamente delante de cada uno de los Dioses, que se encontraban ahora con los brazos extendidos de par en par.

-por que fuimos creados para crear vida! – exclamaron los cuatro Dioses al mismo tiempo, abriendo los ojos de par en par.

Los cristales que brillaban en cada extremo de la cama, volaron rápidamente al centro de ésta, dejando caer sin vida los cuerpos de los Cuatro Dioses, uniéndose luego en un rayo luminoso que volvió a enceguecer al Valiente Guerrero.

El rayo de luz golpeó contra el pecho del Príncipe Pil Kyo, envolviéndolo por completo en la enceguecedora luz.

El General Seung Ho y el Valiente Guerrero, se vieron forzados a esconder sus ojos para evitar quedar cegados por la luminosa luz. Aprovechando el momento de distracción del Valiente Guerrero, el General según Ho logró escabullirse y tomar de regreso la vara de Cristal que se había perdido en medio de la batalla.

-no me rendiré!!! – exclamó Seung Ho, dirigiendo la vara contra el rayo de luz.

-NOOOOOOOOOOO!! – exclamó Eric desde dónde se encontraba, tratando de correr y detener a Sung Ho.

Pero antes que el Valiente Guerrero pudiera moverse, un potente rayo fue dirigido contra Seung Ho, desarmándolo en un parpadear.

-te atreves a usar tus armas contra tu Príncipe? – se oyó la melódica y potente voz del Príncipe Pil Kyo.

Los ojos de Eric se abrieron ampliamente, observando a su novio flotando en medio de la habitación. Era una imagen que Eric difícilmente olvidaría.

La mirada de HyeSung o Príncipe Pil Kyo, era firme pero gentil. Digna de un Príncipe.

-no… no puede ser… - pronunció Seung Ho, observando al Príncipe delante de él.

-H-HyeSung – exclamó Eric con lágrimas en los ojos, sin poder quitar la vista de su novio.

HyeSung llevó su vista hacia donde se encontraba Eric, dirigiéndole una suave mirada.

-has cumplido tu misión Valiente Guerrero – sonrió ligeramente HyeSung, para luego colocar su mirada en los cuerpos sin vida de los Cuatro Dioses.

 

 

-despierten Dioses de los Cuatro Elementos, despierten a la voz de su Príncipe. Por que los Cuatro Elementos existen para el Príncipe, y el Príncipe existe por los Cuatro Elementos – recitó HyeSung melódicamente, estirando las manos en dirección de cada uno de los Dioses.

Los rayos de luz que desprendían de manos del Príncipe, penetraban en los cuerpos de los Dioses, elevándolos ligeramente en el aire.

-no… NOOOOOOOO!! No te dejaré morir!!  No lo permitiré!! – exclamó Seung Ho, una vez más, alzando su espada en dirección del Príncipe.

-no serás tú quien lo decida! – habló la voz firme de Minwoo, deteniendo el ataque de Seung Ho con una flecha de fuego.

Los ojos de Eric volvieron a saltar de su rostro, observando la imagen que era más que mágica.

Los cuatro Dioses se encontraban flotando un paso detrás del Príncipe Pil Kyo, como un ejército a punto de atacar a su enemigo.

Seung Ho volvió a caer contra el piso de mármol, observando con rabia e impotencia, mientras el Príncipe Pil Kyo y los cuatro Dioses se dirigían hacia el Valiente Guerrero.

-has hecho un buen trabajo Valiente Guerrero – pronunció el Príncipe PilKyo, colocando sus manos sobre el pecho de Eric.

Inmediatamente, las heridas en el cuerpo de Eric empezaron a sanar, como si nunca hubieran existido.

Los ojos de Eric se llenaban en lágrimas, viendo a su novio arrodillado a su lado, respirando nuevamente con vida. Una vida que lamentablemente no sería muy larga.

-Príncipe… - llamó Minwoo en voz baja, estirando una mano en dirección del Príncipe Pil Kyo.

El Príncipe tomó la mano ofrecida, colocando la mano libre sobre la mano del Valiente Guerrero. Los demás Dioses se tomaron de la mano, formando un círculo alrededor de los tres hombres.

Antes que Seung Ho pudiera reaccionar, los seis hombres desaparecieron del Palacio.

Eric sólo observó el par de ojos de lo adoraban con calidez, concentrándose en nada más que ello. Ese par de ojos que conocía tan bien. Esa mirada que permanecería con él eternamente.  

Y cuando volvió a parpadear, los seis hombres se encontraban de regreso en el Palacio Real del Príncipe Pil Kyo.

 

 

-Príncipe Pil Kyo! Ha regresado! – corrió JaeSuk en dirección de los seis hombres, hincándose de rodillas frente al Príncipe, quien colocó una mano sobre la cabeza del anciano, indicándole luego que se colocara de pie.

El anciano JaeSuk, entregó una pieza de cristal en manos del Príncipe, dirigiéndole una mirada significativa. El Príncipe, bajó la mirada en expresión melancólica, observando al Valiente Guerrero que aún yacía sobre el piso de mármol.

Eric sintió una fuerte punzada en el pecho. Sabía que eran sus últimos minutos. Sabía que su viaje de rescate en realidad había sido en vano.

O quizás no tan en vano. Ahora Eric podía entregar a HyeSung, todos los sacrificios que éste había hecho por él, desde el primer día que se conocieron.

HyeSung dejó su casa y sus sueños para iniciar una vida junta al lado del hombre que amaba. Ahora Eric podía retribuir ese sacrificio, dejándolo ir a favor de la nación que amaba.

El dolor sanaría con el tiempo y al menos los recuerdos siempre estarían presentes para recordarle a Eric, que alguna vez su corazón latió con tanta fuerza, que entendió el significado del sacrificio.

-gracias por salvarme… - se dirigió el Príncipe Pil Kyo al Valiente Guerrero, entregando la pieza de cristal en sus manos.

Las lágrimas de Eric tomaron vida propia, haciendo borrosa su visión. Eric no quería recordar este momento como la última vez que vería a su novio. Eric quería pensar que ese momento sería eterno. El momento eterno en que la mirada cálida de su novio quedó impregnada en su interior. El momento eterno en que sus manos se unieron y no se soltaron. Por que para Eric nunca habría un final, simplemente una pausa eterna.

-es hora, Príncipe – coaccionó JaeSuk, tomando ligeramente por el brazo al Príncipe Pil Kyo.

-gracias por dejarme hacer mi elección… la persona dentro de mí confía en ti… no nos defraudes… - sonrió el Príncipe con una lágrima corriendo por sus mejillas.

Eric permaneció sin palabras, observando como el anciano JaeSuk dirigía el Príncipe Pil Kyo dentro de la cúpula de cristal.

Los Cuatro Dioses siguieron con la mirada todas las acciones, con expresiones melancólicas en sus rostros.

Era hora de decir adiós. Todo sea por el bien de Terranópolis.

-nunca olvides Valiente Guerrero… que siempre hay más de una manera… - susurró el Dios del Fuego, colocando una mano sobre el hombro de Eric.

 

 

El Príncipe Pil Kyo caminó con paso solemne hasta el interior de la cúpula de cristal, dando una última mirada en dirección del Valiente Guerrero y los Cuatro Dioses, en la ventana del Palacio Real, cuyas expresiones eran devastadoras.

Una última sonrisa en dirección de los cinco hombres y un asentimiento al anciano JaeSuk, para que asegurara la cúpula, empezando a ser rodeado de una luz luminosa que poco a poco iba enroscando su cuerpo.

-HyeSung!... HyeSungie! – exclamó Eric con lágrimas en los ojos, viendo como el cuerpo del Príncipe cedía hasta caer de rodillas dentro de la cúpula. La energía del Principe estaba siendo absorbida.

-no… no cierres los ojos… tienes que seguir viendo… hasta el final… no te rindas aún valiente guerrero… no aún! – coaccionó el Dios del fuego, cuando Eric apretó los ojos, girando la cabeza de lado para no seguir viendo como la vida del Príncipe Pil Kyo seguía siendo absorbida.

Eric se forzó a abrir los ojos, notando como las nubes en el cielo empezaban a juntarse, desprendiendo rayos y luces que iluminaban todo el jardín del Palacio Real.

El techo de la cúpula de cristal salió desprendido en el aire, dejando ver el cuerpo del Príncipe, que iba elevándose rodeado de las luces que seguían abrazando su cuerpo.

Las piernas de Eric cedieron, cayendo de rodillas sobre el piso de mármol. Faltaban tan sólo minutos para que sus momentos sean eternos. Nunca finitos. Siempre eternos.

-aún no! aún no! – exclamó el Dios del Fuego con lágrimas en los ojos, tirando de un brazo de Eric, obligándolo a colocarse nuevamente de pie.

Un rayo cayó sobre el pecho del Príncipe, desprendiendo una luminosa luz que obligó a todos a cerrar los ojos por breves segundos.

-HyeSung! – exclamó Eric, cuando notó el cristal flotando a la altura del pecho del Príncipe Pil Kyo.

Su momento eterno había llegado.

-ahora Valiente Guerrero! Ahora! No pierdas las esperanzas!! – vociferó el Dios del fuego, alzando una mano de Eric en dirección del Príncipe Pil Kyo.

El ensordecedor ruido de rayos llenando las nubes luminosas, mezclado con el ruido de cristal quebrándose, se dejaron oír por toda la nación de Terranópolis. El ruido ensordecedor que anunciaba el nacimiento de un nuevo Rey.

Y el sacrificio de un alma bendecida que llegó para salvar a su nación.

 

 

 

 

 

 

 

 

El silencio acompañó la oscuridad que rodeó la tierra. El silencio melancólico y devastador. Y en medio de ese silencio, una voz débil y tirante se alzó en medio de lo imposible.

-E… Eric?...

 

 

A/N: Y qué creen?.... Habrá Epílogo!!!!

 

 

 

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Comments

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anurim #1
Chapter 11: Gracias mi Shinbe-autornim favorita!!!!!! Habia esperaado con ansias por este epilogo!!!!!! abrazos para ti!!!!
sofiliztore #2
Chapter 11: Wow... unnie te luciste... el fic es realmente hermoso y este capítulo lo es aun más... muchísimas gracias por escribir este epílogo.
sofiliztore #3
Chapter 10: Wow... wow... wow...unnie esto es demasiado... este capitulo y el fic en general es fantásticamente intenso :) ... si, esa es la palabra correcta... cada escena y dialogo me hizo vivir intensamente cada emoción que transmitías a través de las palabras... ahora solo me resta pedirte que por favor publiques el epílogo... el final estuvo genial pero sería lindo un capítulo solo del RicSung <3
sofiliztore #4
Chapter 9: Nooooo :o ... los cuatro dioses y Chil Hyun estan muertos... ademas Eric esta mal herido... maldito Seung Ho... claro, era obvio que lo quería para él.. eso no es amor sino obsesión -_- ... unnie no es justo... uno de estos días me va a dar un infarto... el recuerdo fue tan hermoso... es simplemente bellisima la forma en la que Eric se le declaro a Sungie... y luego zas! ... rompes mi corazón con esa sangrienta batalla...
sofiliztore #5
Chapter 8: Otra vez no... la preocupación y la duda me invaden al igual que a Eric... ¿ Que estan ocultando los dioses? ¬¬... ¿ que le hara Seungho al principito?... este fic me tiene con el corazón en la mano
sofiliztore #6
Chapter 7: Minwoo es un tonto -_- ... pero todo es culpa del desgraciado de SeungHo. Eric esta muy mal herido :( ... y Hyesung perdió mucha energía al enfrentarse al special stupid así que no podrá curarlo... eso significa que puede morir... nooo... unnie eres mala... primero me alegras con un recuerdo romántico y luego me preocupas.
sofiliztore #7
Chapter 6: Por todos los cielos... que dura fue esta batalla... definitivamente la más difícil hasta el momento... llegue a creer que no lo lograrían :/ ... bueno era de esperar que ChoonJae no escuchara razones... ya sea en la ficción o en la realidad él es muy obstinado cuando hace algo ¬¬ ... felizmente Hyesung intervino... aunque ahora su vida corre peligro... unnie me tienes con las emociones a mil... es prácticamente imposible predecir que pasara en cada capítulo... yo ya perdí intentando adivinar a los dioses... escribes genial cada capítulo es mejor que el otro =D
sofiliztore #8
Chapter 5: Oh que hermosos recuerdos ^_^ ... bueno un poco tristes porque al parecer el padre de Hyesung tiene un carácter difícil pero son lindos porque Eric siempre cuidaba al principito <3 ... tanto amor me ayudó a sobrellevar esa batalla... por cierto ya perdí... Dongwan es el Dios de la Tierra y no del agua... aunque aún faltan dos... quizás acierte.
sofiliztore #9
Chapter 4: Casi muero de un infarto por la tensión que me ocasiono imaginarme tremenda pelea... Eric sufrió mucho... felizmente venció al Dios del Viento... owww que tal sorpresa que él fuera Lee Sunho, el maknae mas tierno del mundo ^_^ ... y lo mejor de todo es que los va ayudar... unnie uno de estos días me vas a matar... escribes demasiado bien... las emociones estan a flor de piel en cada capitulo... combinas perfectamente los recuerdos con las escenas de acción... por cierto intentaré adivinar los otros dioses... el dios de la Tierra será Minwoo, el de Agua es para Dongwan y el poder del Fuego creo que va bien con Jinnie :)
sofiliztore #10
Chapter 3: Noooooooo... Hyesung no puede morir... que será de Eric si él no está :( ... el principito esta gastando su energía para salvar a Eric, así como él esta arriesgando su vida para rescatarlo... wow en verdad ellos se aman intensamente <3 ... ojala que no le pase nada malo a ninguno...