SeungRi no era del tipo de persona que normalmente llegaba tarde, pero su reloj decidió descomponerse hoy. Probablemente a causa de SeungRi y de como todas las mañanas lo aventaba contra la pared tratando de detener el molesto tono de alarma del despertador.

Por otro lado, Jiyong casi siempre llegaba tarde. De hecho, de nuevo estaba siendo regañado por eso. Sumándole el regaño por su extravagante peinado.

-¿¡Por qué no te puedes levantar temprano para llegar puntual a la escuela como todos los demás!? ¡Podrás usar el peinado o el corte que quieras pero hasta DESPUÉS de que te gradúes de la preparatoria! -le reprendía su maestro.

– ¡Y tú! -el maestro ahora centraba su atención en SeungRi–. Generalmente eres un buen estudiante, así que te daré una oportunidad de librarte de detención si para mañana en la mañana, cortas el cabello de este chico y cambias su peinado en algo más apropiado para la escuela.

–Sí señor -respondió débilmente SeungRi, ya que estaba consciente de que no había manera de que Jiyong le permitiera tocar si quiera una hebra de su cabello. Jiyong había lucido peinados raros y colores extravagantes desde que eran estudiantes de primer año de preparatoria y eso no había cambiado ahora que estaban en su tercer año.

Extraordinariamente, Jiyong siguió a SeungRi al final del día, este se sorprendió al ver a SeungRi entrar en un pequeño salón al lado de una casa.

-¿Trabajas de medio tiempo aquí? -preguntó mientras entraba al salón siguiendo los pasos de SeungRi. 

-Este es el negocio de mis padres. No es mucho pero da lo suficiente para mandarme a la escuela y poner comida en la mesa. Hay una cocina pequeña en la parte de atrás -mencionó SeungRi mientras señalaba una puerta cerca de donde se encontraba la caja registradora. –Tenemos una pequeña sala y dos dormitorios arriba, uno para mí y otro para mis padres -contó mientras se movía preparando las cosas.

-¿Tú me vas a cortar el cabello? ¿Dónde están tus padres? -preguntó Jiyong mientras se sentaba en una silla antes de preferir colocarse de una vez en la silla-lavabo. Él había notado que los padres de SeungRi no estaban, y que tampoco había ningún cliente.

-Mi padre probablemente está arriba descansando, él tiene artritis, se ha sentido mal desde hace dos días. Mi mamá probablemente salió, realizamos cortes a domicilio también. SeungRi colocó una toalla alrededor del cuello de Jiyong y empezó a lavar su cabello cuidadosamente. –No te preocupes. Soy bueno en esto. Suelo ayudar bastante.

Jiyong decidió que podía confiar en SeungRi, especialmente porque le agradó la manera en que sus manos estaban lavado su cabello y masajeado su cabeza. También por el hecho de que de todos modos estaba acostumbrado a lucir peinados extraños, por lo que incluso si su peinado salía mal después del corte de SeungRi, no importaría mucho. Pidió cubrir el espejo antes de empezar. -Quiero que me sorprendas -explicó Jiyong.

Una hora y minutos más tarde, SeungRi finalmente terminó. Quitó el paño con el que había tapado el espejo para dejar que Jiyong viera finalmente los resultados.

Jiyong vio su cabello. Ha pasado mucho tiempo desde que se veía normal, pensó para sí mismo. –Creo que el profesor estará feliz con esto.

-Así que no te gusta -pronunció SeungRi mientras ponía todos los utensilios de vuelta en su lugar. 

-Me gusta. Eres muy bueno en esto. Mejor de lo que esperaba. Jiyong prosiguió a sacar su cartera.

–Aleja eso. Lo estoy haciendo para no ir a detención, no tienes que pagar –le dijo mientras comenzaba a barrer el piso.

-No es una paga, es una propina porque eres realmente bueno y te lo mereces.

Jiyong puso el dinero dentro de los bolsillos de SeungRi, él intento devolverlo pero Jiyong tomó su muñeca y lo detuvo.

-Por favor, sólo acéptalo.

-Bien. Ya te puedes ir.

Jiyong acarició el pulgar de SeungRi antes de dejarlo ir.

-Te veré mañana en la escuela.

SeungRi notó la leve caricia pero espero hasta que Jiyong salió del salón para empezar a preguntarse de qué se trataría. Sacó el dinero de su bolsillo y sus ojos saltaron de sus órbitas cuando se dio cuenta que le había dado un billete grande.

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El maestro estaba de muy buen humor después de ver el nuevo corte de Jiyong más el hecho de que solo había llegado dos minutos tarde, cuando lo usual eran 15 o 20 minutos, así que por ese día liberó a Jiyong de detención. También elogio el buen trabajo de SeungRi con el cabello de su compañero.

Cuando el maestro se fue, SeungRi tomó el billete dado por Jiyong el día anterior –Creo que te equivocaste.

Jiyong miró el billete –No, no fue un error.

-Sé que hice un maravilloso trabajo con tu cabello... pero esto es demasiado –SeungRi intentó poner el billete en el bolsillo de Jiyong, pero de nuevo fue detenido cuando este agarro su muñeca.

-Te dije que lo aceptarás y lo hiciste.

-Eso fue antes de que viera la denominación del billete –intentó zafar su muñeca, pero no pudo escapar del fuerte agarre de Jiyong. 

-Si realmente te sientes tan mal por la cantidad de dinero que es, déjame darte un beso. Piensa que te estoy pagando por cada beso –y sin esperar una respuesta, Jiyong inclino levemente su cabeza y beso los labios de SeungRi.

Una vez que SeungRi se recupero del shock del beso, mentalmente hizo un cálculo rápido, si el billete era de mil, serían 10 besos. Acababa de pagar uno, así que faltaban 9 besos más  -¡Qué diablos! ¡Yo ni siquiera acepté el trato! –murmuró SeungRi ruborizado.

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Todos estaban acostumbrados a ver a Jiyong con peinados extravagantes, así que en cuanto comenzó a ir a clases con un corte normal y apropiado para la escuela todos se sorprendieron aun más. Las chicas (y algunos chicos) empezaron a notarlo y en tan solo 48 horas de repente recibió una avalancha de regalos y cartas de amor.

También SeungRi se volvió popular. Los otros estudiantes de su escuela visitaban el salón. Había una larga fila esperando por un corte hecho por él. Sus padres estaban sorprendidos, pero no les importó, porque después de todo eso significaba tener más clientes que lo normal. La noticia del talento de SeungRi se propagó a estudiantes de otras escuelas, a familiares, a amigos de los amigos de los amigos…

Jiyong comenzó a ayudar, limpiaba el piso, lavaba y cepillaba el cabello, y también era cajero. Solía estar en el salón desde que terminaban las clases hasta las 10:30 p.m. Los padres de SeungRi realmente apreciaban esta ayuda, y le ofrecieron un salario al cual Jiyong siempre se negaba diciendo que realmente no necesitaba el dinero.

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-Nos tienes lástima, ¿cierto? Eso explica el billete de mil que me diste como propina y el porqué de repente comenzaste a ayudarnos e incluso el porqué a veces traes la cena para nosotros.-  A SeungRi no le gustaba el hecho de que Jiyong estaba todo el tiempo en el salón como si fuera parte de su familia. No podía haber otra razón de la repentina ayuda, Jiyong y él ni siquiera eran amigos, vaya ni siquiera estaban juntos en la escuela.

Cuando tus padres me ofrecieron pagarme, estuve tentado a contestarles que no tomaría el dinero, que mi paga serían tus besos–, y con un pequeño guiño atrapó a SeungRi contra la pared.

–No es lástima, realmente me gustas.

SeungRi sabía donde terminaría esta conversación, así que cubrió su boca con una de sus manos para protegerse del ser besado. – ¡Ni siquiera sabes qué es lo que te gusta de mí!-, su voz sonó rara debido a que su mano seguía cubriendo su boca.

Pero Jiyong entendió lo que había dicho. –La linda expresión de tu cara cuando estas concentrado en cortar el cabello de alguien, y también me gustan tus talentosas manos (y mientras decía esto posó un beso en la mano que cubría la boca de SeungRi) Aunque incluso antes de esto, siempre he sentido algo de atracción por ti.

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Los fines de Semana de SeungRi se volvían más ocupados conforme tenían más clientes. Si no era por sus padres que le recordaban que debía comer, lo hubiese olvidado completamente. Y también si no fuera por Jiyong comería solamente una pequeña porción para poder regresar rápido al trabajo.

Al final del día, SeungRi se sentía tan cansado que lo único que deseaba era dormir, pero Jiyong seguía ahí para decirle que antes de dormir primero tomará un baño caliente, y no solo eso, se quedaba afuera del baño para tocar la puerta y asegurarse que SeungRi seguía vivo.

-Ya tomé el baño y sigo bastante vivo, puedes irte ya –le dijo SeungRi mientras salía del baño con una playera y su pijama.

-Oye, lástimas mis sentimientos. Al menos me merezco un ‘gracias’ o un ‘buenas noches’, ¿no? –gimoteó Jiyong.

-Gracias y buenas noches. ¡Adiós! –le dijo SeungRi automáticamente.

Jiyong suspiro de frustración y empujó a SeungRi a la cama. SeungRi entró en pánico al pensar que Jiyong lo iba a violar en ese mismo momento pero para su sorpresa Jiyong solamente se sentó en la silla al lado de la cama y comenzó a darle un masaje de pies.

SeungRi comenzó a quedarse dormido gracias al masaje de pies que se sentía tan bien.

- Jiyong...

Jiyong alzó la vista al oír su nombre pronunciado por SeungRi de una manera tan suave.

SeungRi culpo al sueño que lo llevo a no estar en su sano juicio y acortar el espacio entre él y los labios de Jiyong iniciando por primera vez el beso. –Gracias. Buenas Noches –pronunció más sinceramente.

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Debido a la popularidad de Jiyong, él fue reclutado por un cazador de talentos. Cuando se convirtió en aprendiz en la compañía, ya no podía visitar el salón, excepto por los Domingos que era el único día de descanso del entrenamiento

-¡¡¡Te extraño!!! –Jiyong abrazaba a SeungRi fuertemente.

-¡Demonios! Nos seguimos viendo en la escuela –decía mientras intentaba zafarse del abrazo.

-Los recesos de la escuela no son suficiente, y ayer no nos vimos porque fue Sábado, y tú no respondiste ni mis llamadas ni mis mensajes de texto –Jiyong puso mala cara.

-Tienes que acostumbrarte a no verme a tu alrededor, especialmente a partir de que debutes–SeungRi  se entrenaba a sí mismo para acostumbrarse a la ausencia de Jiyong.

-La compañía me dijo que estaré listo para mi debut después de graduarme de la preparatoria…-Pero la graduación estaba a solo meses de ocurrir. –Y como no creo sobrevivir meses sin verte, les sugerí que fueras el estilista de la banda.

La boca de SeungRi se abrió.

–Sé que soy bueno pero no creo que tan bueno. Lógicamente para mi es mejor ir a la universidad, graduarme y así obtener un trabajo con un mejor salario que lo que mi familia gana con el salón.

Jiyong se había decepcionado pero en su cara lucía una sonrisa.

-Fui demasiado egoísta, por supuesto, si realmente es lo que quieres, no puedo detenerte de ir a la universidad.

-Haré la prueba. Si la compañía no me acepta, entonces iré a la universidad.- SeungRi finalmente abrazó a Jiyong y le expreso sus sentimientos.

-Odio como me siento cuando te extraño.

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Pero irónicamente, la compañía quería que SeungRi se convirtiera en cantante. Le dijeron que sería un gran miembro para la banda en la que Jiyong ya estaba.

SeungRi aceptó la oferta con la condición de que ningún otro estilista tocará el cabello de Ji, a excepción de que él diera permiso a otro estilista que a él le gustará.

Entonces fue llevado al salón de entrenamiento donde Jiyong y los demás miembros de la banda estaban practicando. El manager les anunció que SeungRi sería su nuevo miembro. 

-¿Qué te hizo aceptar la oferta de ser cantante? Nunca mencionaste querer serlo-  le preguntó Jiyong cuando tuvieron un descanso de 5 minutos de la práctica.

-Ser miembro de la banda significa que voy a estar mucho más cerca de ti que tan solo siendo un estilista- los dedos de SeungRi recorrieron ligeramente el pelo sudado de Jiyong, algo que no provocó ningún desagrado ya que SeungRi sabía que el sudor era por la ardua práctica. -Y  les dije que no iba a dejar que nadie más toque tu pelo. Seré tu estilista personal.-

-No tenía idea de lo mucho que te gustaba.- Sonrió felizmente Jiyong.

-Ahora lo sabes.

Estaban a punto de besarse cuando el manager del grupo entró y anunció que el descanso de 5 minutos se había terminado.

FIN.